Disclaimer: One Piece ni sus personajes me pertenecen.
- Loca Negación
Locura
Era tonto, toda una locura. Simplemente inaceptable. No podía estar teniendo celos de un cigarrillo. Usopp estaba seguro que aquello era culpa de las setas que el cocinero le colaba en la comida (porque se notaba, maldición, y muy a su pesar estaba delicioso). Pero de todas maneras, ese descarado palo cancerígeno podía estar entre los labios del chef practicamente todo el día (no importaba que lo fuese cambiando mientras se lo terminaba, para Usopp eran lo mismo todos). Y encima el humo podía acariciar su rostro cuando quisiese.
Y por tener tales pensamientos, el artillero estaba seguro de haberse vuelto loco. Seguramente algún golpe en la cabeza le había dejado así o algo.
Cuando por un momento le pareció notar a Sanji observando su nuevo invento casi con aura asesina, el tirador tuvo en claro su estado de locura. Porque, a final de cuentas, no había razón de que el cocinero quisiese matar un objeto inanimado.
Negación
Sanji era lo suficientemente maduro como para saber que lo que estaba sintiendo no eran celos. Al fin y al cabo, no sentía nada que pudiese hacerle tener celos de ese aparato de forma sospechosa que con tanta suerte estaba siendo mimado por las manos del mentiroso del barco. Mucho menos estaba deseando que esas manos se entretuviesen con su persona durante una apasionada noche.
Porque simplemente Sanji no sentía nada hacía el artillero. Ese era un hecho inegable. Tan inegable como que amaba a las mujeres.
Obvio, tampoco se encontraba fumando de más por culpa de todo el asunto, ya que no le estaba afectando.
¿Tener celos por culpa de un invento extravagante que cuando menos se lo esperasen sería de mucha utilidad? No, Sanji era demasiado maduro para ello.
Locura & Negación
Con calma, Sanji apagó su quinto cigarrillo fumado en menos de una hora y se dirigió con casualidad hacía Usopp, el cual, gracias al buen tiempo, había decidido perfeccionar su invento en cubierta. Alcanzado su objetivo, el cocinero se agachó lo suficiente como para poder besar a un sorprendido Usopp. El primer impulso del tirador fue salir corriendo y ocultarse hasta que el mundo dejase de existir. Porque bueno, Sanji le estaba besando, a él, un chico, de todas las personas.
-No me interesas- declaró el chef, terminado el beso, pero sin alejarse del menor. Y Usopp lo entendió todo como si el conocimiento hubiese estado siempre en su cabeza y sólo necesitase la clave adecuada para ser asimilado.
-Esto es una locura- replicó el artillero mientras dejaba su invento de lado para atraer al rubio en otro beso, tal vez más atrevido que el anterior.
Y a la par que los dos chicos se perdían en el interior del Sunny, sus compañeros se habían quedado mudos en el sitio. En cuanto Luffy comenzó a reir, quitando le importancia al asunto y Brook había decidido dedicar al desaparecido par una canción de amor, ignorando el estado completamente emocional de Franky, Nami tuvo en claro dos cosas:
Eso era una locura y,
Haría de cuenta que no había visto nada.
