Hola, ¿Como les VA? Les presento mi primer trabajo (totalmente serio y comprometido) Sasusaku, antes que nada quiero agradecerles por llegar hasta aquí y leer mi "primer" historia de esta pareja, para mi es una pareja muy compleja y difícil de comprender, no todos llegan a quererla pero... me gusta; También quiero comentarles que si están buscando un fin Sasusaku lleno de sumisión, sexo en el bosque en el capítulo 3, besos cada 3 segundos y un sin fin de romance, llegaron al fic equivocado... lo lamento pero esta historia tratara más de superación, de aceptación y de crecimiento, nadie que ha pasado por tanto (hablo de los dos personajes, pero saben que Sasuke paso por mas) puede andar por la vida así como si nada, aunque está llena de comedia es una historia un poquito más compleja porque no vamos directamente al romance... entonces espero que comprendan que mi historia no será más del montón, pocos he visto que desarrollan esto y luego de 7 meses de escribirla y estudiarla un poco he decidido publicarla porque quiero dar mi punto de vista de cómo creo que sucedió todo, o como me gustaría... Bueno, sin más no les molesto, espero que la disfruten.
...
La guerra había sido un asco en todos los sentidos, desde aquella que sus padres presenciaron hasta la que ella misma peleo ambas habían destruido familias y el sueño de muchos, acabado con vidas y con la esperanza de una mañana llena de paz.
Puede que muchos consideraran a las guerras necesarias, pero cuando eras parte de una te dabas cuenta que solo traían desgracias, que evitarlas eran la mejor opción, aun si traer la guerra era el final para el sufrimiento de muchos. Eso había pasado con Neji, o Sasuke, Obito y Madara, su sufrimiento había terminado con la guerra, con la perdida, el dolor, con el final victorioso de lo correcto. Para Sakura, desde aquel día, cada mañana era un agradecimiento, por la paz que se respiraba, por los pequeños y tontos enemigos que tenían que enfrentar los grupos de niños que le tocaba ver corretear en las calles, porque no había nadie en la oscuridad planeando un ataque sorpresa, porque nadie estaba cohibido de libertad y otros habían encontrado la suya, aun si para ella eso significaba no verlos jamás, le alegraba, y no sería quien impediría esa felicidad.
Aun si su estúpida consienta la hiciera sentirse terrible a diario.
¿Que era el amor? Cuando miraba a sus compañeros cada uno tenía una idea diferente de aquello, Ino lo veía como algo divertido, Naruto como algo demasiado importante, Kiba lo encontraba necesario, Lee lo miraba como una base, Tenten no le daba mucha importancia, Kakashi lo consideraba un desastre, pero no de la misma manera que Shikamaru, para el solo traía problemas y Hinata, era como lo que movía su mundo... ¿Para mí que es el amor? Se preguntó una vez, y se avergonzó de no encontrar respuestas, solo podía pensar en sus padres cuando hablaba de amor, en Neji que dio la vida por sus amigos, en ella por abandonar su dignidad con tal de hacer feliz a otra persona... algo inútil y sin una denominación exacta para poder colocarle un sustantivo a su significado de amor, pero eso era el amor que había experimentando, aun cuando no recibió nada, ella lo había dado todo, ¿Eso era el amor no?
Pero el amor apesta, al igual que las guerras, lo mejor que podían hacer todos era evitarlo, o lo mejor que podía hacer ella, teniendo en cuenta que su definición no se veía nada bien desde su propio punto de vista.
& & 2 años después & &
Sakura estaba en su habitación, sus pies dolían, había corrido todo el día por el hospital, aun si conocía lo suficiente de medicina tenía que seguir siendo una pasante, y de las más solicitadas, le tocaba limpiar muchos traseros y limpiar camillas o utensilios.
La boda de Naruto había sido la noche anterior (al igual que su cumpleaños, pero todos lo habían olvidado), así que sus pies dolían el doble, se la había pasado bailando y corriendo por todos lados, llorando de felicidad y gritando de alegría, recordando incluso a Sasuke por aquel detalle que le dejo llegar, había bebido bastante con sus amigas y su cabeza también dolía, había bebido demasiado.
Aquella noche tenía que salir, Tenten e Ino despedirían a Temari, ella debía de regresar a Suma junto a sus hermanos, así pasaría su última noche en despedida con las chicas.
Para cuando llego al lugar, sus pies aclamaban paz, gracias al cielo estarían sentadas toda la noche, si no, ¿cómo podría soportar tanto dolor?
- Hola Sakura. - Ino sonrió animadamente. - Ven, por aquí por favor. - Las chicas se encontraban en una mesa para cuatro, habían algunas bebidas servidas y unos snacks.
- ¿Qué tal chicas? - La peligrosa sonrió y tomo asiento, Temari parecía bastante incomoda, a decir verdad ella nunca fue del tipo de chica social, y el poco tiempo que llevaba saliendo con Shikamaru era el mismo que había compartido con ellas, pero Ino, Ino era ella e imagino que en realidad había sido su idea.
-Estamos hablando de que... - Ino cubrió su rostro. Temari rodo los ojos, Tenten asintió, Tenten no parecía muy entusiasmada. - Quizás esta noche yo duerma con Sai. - Tenten no pudo evitar reír junto a Ino, Temari miro en otra dirección. - Temari tu podrías hacer lo mismo...
-¿Ah? - Ella miro a las chicas, Sakura sonrió por la reacción de la extranjera. - No... Aún no. - Ella miro sus manos. - Él es muy torpe.
- ¿Siempre estás pensando en eso Ino? - Sakura le sonrió a Temari, sentía un poco de empatía por ella, sabía lo molesta que podía llegar a ser su amiga, y ahora tenía que soportarla mucho más tiempo.
Ino alzo una ceja. - No. - La rubia asintió. - Pero son cosas que pasaran... Probablemente, en este mismo instante, Hinata esté trabajando en eso.
- Probablemente. - Suspiro Tenten. - Conociéndola debe estar huyéndole a Naruto desnudo. - Todas comenzaron a reír. - Sakura e Ino estarán más tranquilas, en el hospital ven muchos tipos desnudos.
- He visto demasiados. - Empezó a decir Sakura. - Y no es la gran cosa.
Temari sonrió. - Quizás porque no has visto a un chico que te guste...
Sakura asintió. - Pero he visto a Shikamaru, Naruto, Sai e inclusive a Kiba. - La muchacha lo dijo con total normalidad, el labio de Temari comenzó a temblar. - Y están bien, probablemente los disfruten.
Ino miro con pena a Temari. - Sakura solo quiere molestarnos.
- Hablo en serio... les vi los traseros a todos cuando los vacune. - La pelirosa tomo un trago de su bebida. - Les sorprendería saber quién está más definido.
- Ya cállate. - Temari rodo los ojos y todas rieron nuevamente.
La reunión con las chicas había sido muy divertida, Temari termino abriéndose bastante con ellas, Ino comento que ella era muy divertida pero no dejaba de decir que la gente de Konoha era estúpida y por ende le gustaba mantener esa caratula de chica ruda.
Su última guardia de la semana seria en unas tres horas, si bien no se encontraba lo suficientemente descansada sabía que tenía que ir a trabajar, quería llegar bastante lejos, le gustaba su trabajo y todo lo que estaba logrando.
- Ayuda por favor. - Una chica gritaba dentro del bosque. - ¡Alguien nos ayude! - Sus lágrimas limpiaban la sangre y el polvo en su rostro, a sus pies estaba su compañero, lleno de rasguños y quizás algunos huesos rotos, la caída desde el acantilado había sido muy fuerte, su misión se había arruinado y probablemente su pueblo estaría a la espera de alguna respuesta. - ¡Terui! - Las lágrimas de la chica no paraban. - Por Dios... No moriste en la guerra y morirás de esta manera...
Una sombra se movió sus espaldas, la chica no pudo evitar estremecerse, lo peor que podía pasar ahora es que llegaran los enemigos, aquellos que estaban persiguiendo desde hace un rato. - ¿Qué pasa? - La voz de la persona era suave, no parecía una por la cual temer, la chica rubia se giró y se encontró con un chico pálido que vestía ropa vieja y sucia, por alguna razón lo encontraba familiar.
- Ah... - Ella tartamudeaba, temía por la vida de su amigo y por la suya propia, el hombre parecía un vagabundo, y los ladrones que perseguían lo eran igual. - Estábamos de camino a la aldea de la lluvia... - Ella busco entre sus cosas y saco una banda, mostrando el símbolo de su aldea. - Somos de la Niebla. - La chica lloraba. - ¿Usted?
- ¿Perseguían entonces a los delincuentes de la lluvia? - Ella abrió los ojos como platos, su amigo que estaba a su lado se quejó para cuando ella lo soltó y se puso de pie. - Puedo ayudarte con eso. Soy de Konoha. - La muchacha no dejaba su posición de ataque, en cambio el pálido chico de cabellos negros la miraba con calma. - Deberías llevarlo a Konoha, está cerca.
- ¿Quién es usted? - Ella lo apunto con un Kunai, su especializada eran las armas, no tenía mucho contra aquel tipo que parecía tener más fuerza, más conocimiento teniendo en cuenta la calma en sus palabras, el chico a su lado era maestro del hielo, desearía que se encontrara bien ahora. - Nombre.
- Llévalo a Konoha. - Repitió el. - Te esperare en la salida de la ciudad para ayudarte a terminar tu misión, una vez que se recupere el país se encargara de devolverlo a tu aldea.
- No puedo confiar mi misión en alguien que no conozco, usted es un desconocido y no permitiré que se lleve el crédito por nuestra responsabilidad. - La muchacha hablaba ahora mucho más firmeza, el chico sonrió y negó, su cabellera se movió un poco revelando un ojo purpura, diferente, uno que era mencionado y visto solo por quienes habían fallecido o sobrevida a un ataque de algún Uchiha, la chica intento no temerle, aunque sus manos temblaban en este punto. - ¿Quién es usted?
- ¿Quieres mi ayuda o prefieres que tu amigo se muera por no haber hecho nada? - El sonaba un poco más irritado ahora. - Soy errante de mi tierra, no puedo llevarles el crédito de nada, alguien como yo no se le permite el privilegio de realizar misiones. - La chica fue relajándose, el muchacho hablaba de sí mismo como si se tratara de un saco de piedras, los Uchihas no eran de esa forma, eran presumidos, su madre había conocido algunos, pero ellos habían muerto, todos... excepto. - ¿Lo llevaras a Konoha? Conozco una buena doctora.
- Dígame su nombre. - Le espeto ella con recelo, el chico asintió.
- Probablemente lo sabrás en algún momento. - Él se agacho y tomo con su brazo al muchacho en el suelo, el herido se quejó del dolor. - Soy Sasuke. - La muchacha abrió los ojos como platos y vio su espalda comenzando a moverse, camino un poco más rápido hasta ayudarlo con su compañero herido. - ¿Tu?
- Soy Michiko. - Le dijo ella avergonzada, estaba conociendo al mismísimo Sasuke Uchiha, y sabía que se trataba de él, porque le faltaba una mano ahora que lo miraba con cuidado, y por supuesto sus rasgos eran retratados en los nuevos libros de guerra, en los libros que muchos niños estudiarían en clases. - Es usted mucho más apuesto en persona. - Le sonrió ella, aún tenía miedo, conociendo la historia del muchacho, de lo que era capaz... solo no quería morir hoy, su mirada era fría y vacía, no percibía ni un poco de empatía con la situación en la que se encontraba, ¿así era el no? todos decían que era un chico frio y calculador, uno que te mataría en menos de dos segundos, con sonrisa falsa temblaba en espera de la respuesta del chico, ¿le ofendería? No quería morir solo por intentar salvarse el pellejo con un halago.
- He visto... - Dijo el mirando al frente. - Lo terrible que me retratan en esos libros. - La chica sonrió, aunque por dentro su corazón latía con miedo. El la miro, con calma, como si le alegrara de que ella lo estuviera siguiendo ahora, Konoha estaba cerca, muy cerca, pero no había forma de que ella pudiera sola con su compañero, por instinto había pedido a los cielos ayuda pero si nadie hubiera llegado en unos diez minutos lo tendría que abandonar, y eso le dolería, mucho. - Como ninja. - Le dijo Sasuke. - No deberías de revelar tu identidad tan rápido. - La chica miro hacia el suelo, lo sabía, era su primera misión luego de la guerra. - Podría haberte matado si hubiera estado ayudando a los malos.
- Lo sé. - Ellos probablemente tendrían la misma edad, solo que el chico se veía, cansado, algo que aumentaba su edad a la vista de ella.
- Soy popular por eso ¿sabes? - El la miro otra vez, la chica sonrió con nerviosismo y asintió, entre ellos solo estaba su compañero inconsciente. - Ayudar a los malos.
- Soy buena. - Ella sonrió. - Nadie es más buena que yo en este mundo. - La chica sonriera con nerviosismo, porque sabía que si hablaba más tontería evitaría sentirse asustada. - Y esta ayudándome, me encargare de que todos sepan de que usted ahora, ayuda a los buenos. - Ella lo miro y él le sonrió apenas, como si sonreír no se le fuera permitido.
Sakura se masajeaba sus pies con alguna crema que robo del botiquín, sentía que pronto le crecerían garras o alguna otra cosa en sus tobillos, dolían demasiado y la gente no dejaba de llegar al hospital, parecía que la primavera era una buena temporada para enfermarse.
- Sakura. - Una compañera se asomó. - Me iré, que tengas buena noche, tú y tus pies feos.
- Muérete. - Le respondió ella con una sonrisa, en el hospital, a pesar de las desgracias y los traseros sucios, todo terminaba siendo divertido, sobretodo sus compañeros, que no dejaban de hacerle preguntas tontas como ¿Es verdad que Madara es un tipo apuesto? Era imposible responderles que no, lo era pero... le temía, aun. - Linda noche.
Sakura dejo la habitación, tenía demasiado que hacer, o demasiados traseros que limpiar y medicinas que pasar a cada uno de los enfermos, por supuesto la mayoría de las personas se encontraban en sus casas, descansando de un domingo por la noche, mañana era el día cuando todos debían de empezar a trabajar, para ella, esos días feriados y fines de semana habían acabado.
- ¡Sakura! - Un chico le grito, no conocía su nombre, solo su apellido, Kurosawa, era su senpai, tenía mucho más conocimiento en el área hospitalaria, ella lo tenía en medicina, pero para llegar allí tenía que conocer este campo, la guerra y el hospital eran bastante diferentes. - ¿Donde esta Inori? - Le dijo con la voz bastante alta, Inori se había ido hace algunos segundos, antes de responderle él lo dejo a un lado. - Sabes que olvídalo, llego un herido desde la Niebla, viene en compañía de una chica, ayúdame a llevarlo, ella no puede sola. - Sakura lo siguió, ambos corrían escalera abajo, antes de llegar a la entrada la muchacha herida, llena de polvo y sangre se encontraba arrastrando a un compañero, a la sangre en sus ropas era reciente. ¿Qué les había sucedido?
- ¿Nombre? - Sakura le pregunto y la muchacha la miro como si se tratara de un ángel, eso era normal, porque ella se había vuelto un poco popular luego de la guerra.
- Terui, Terui Takehiko. - Le comento con ella, su voz era ronca y pesada. - Caímos por un acantilado de la frontera esta tarde... necesito terminar mi misión ¿Pueden ayudarnos? - Les pregunto, su compañero era ahora cargado por la pelirosa, el doctor Kurosawa lo acomodo en una camilla.
- Lo llevare a emergencia Sakura, ven en cuanto termines de tomar todos sus datos, avisa a recepción, es un extranjero debemos avisar a su aldea. - El doctor corrió con la camilla y Sakura miro a la chica, la muchacha no dejaba de mirar hacia la entrada.
- ¿Estás sola? - La rubia negó, Sakura sonrió, eso la tranquilizaba. - ¿Sabes el número de algún familiar o nombre?
- Roki, mismo apellido, es su hermano mayor y trabaja en la base del Cage de nuestra aldea. - La muchacha hablaba con nerviosísimo. - ¿Es usted la misma Sakura?
Sakura sonrió y asintió. - ¿Edad?
- Veintiuno. - Le dijo ella, la chica miro nuevamente hacia afuera. - Debo irme ahora, en su mochila encontraran todas sus partencias, cuando despierte, por favor. - La chica tomo la mano de Sakura fuertemente. - Dígale que debe avisar a la aldea de quien nos ayudó, probablemente yo me demore demasiado. – Sakura asentía, tenía muchas ganas de hacer a una chica a un lado y correr a emergencias, el doctor la mataría por llegar tarde, además tenía que llegar a recepción. - Se le debe, de no ser por él pudo haber muerto. - La muchacha miro nuevamente hacia la salida, le sonrió a Sakura. - Sasuke. - Sakura alzo ambas cejas sorprendida, más por escuchar aquel nombre. Su corazón latió con bastante fuerza. - Debo irme porque... me esta esperan- La muchacha llevo una mano a su boca, Sakura asintió, desinteresada, estaba bien si el no quería ser descubierto, este era el Sasuke de ahora ¿no? Muchos lo llegaban a ver pero nadie se lo decía, a ella o a Naruto, ¿acaso él lo pedía? Que estúpido. - Solo dígale ¿Bien? - La chica corrió hacia las puertas y desapareció, probablemente la Sakura del pasado hubiera corrido tras ella, para verle a él, pedirle una explicación, decirle que volviera, pero esta Sakura tenía demasiado trabajo que hacer.
