-En busca de una esposa-

by: Atori


Devoción y gratitud

Sesshomaru tenía la vista perdida por primera vez en su vida. Algo le tenía preocupado y ese algo no podía quitárselo de la cabeza por mucho que quisiera. Incluso en sus sueños aparecía ese problema.

Sentado en su sillón de la sala principal parecía un youkai que estaba en sus últimos días de vida. Empezaba a sentir eso que sentía los humanos, preocupación, angustia, desconsuelo...

-Sesshomaru-sama ya hemos regresado... –dijo Jaken acompañado de una jovencita humana que no debía rondar más de los 21 años de cabello largo azabache bien cuidado, ojos chocolate y con ropajes parecidos a los de su amo, donde la parte superior lo tenía por fuera del pantalón haciéndole casi función de falda color rojo oscuro y alguna tonalidad blanca. El pantalón era marrón oscuro. Y el cinto que para una estrecha figura como la de la chica era demasiado largo color rojo carmesí. En sus brazos se adornaban especie de pulseras de oro y muñequeras fucsias que le llegaban hasta los antebrazos. Y finalmente una especie de collar rojo ceñido a su cuello- el clan de los youkais lagartos han sido exterminados por completo...

-al parecer tenían en su poder la esfera de las cuatro almas... nos hemos ocupado de devolvérselas a Kagome-sama y a Inuyasha-sama... –dijo la humana.

-ese idiota se ha casado, tiene hijos y la fuerza parece irse solo por la boca... –dijo Sesshomaru con desdén, al recordar las disputas mantenidas todavía con su medio hermano.

-Sesshomaru-sama, en mi opinión creo que comprendo que para Inuyasha-sama sea más importante cuidar su familia que de una joya maldita... por cierto, sus sobrinos le mandan recuerdos a pesar de cómo trata a su padre... –dijo la joven con una sonrisa divertida.

-no me recuerdes a esos mocosos... –dijo Jaken fastidiado- un poco más y el mocoso me da con sus garras... se nota que es como su padre...

Aquellos sentimientos que Sesshomaru había tenido regresaban al escuchar a sus dos sirvientes más leales hablar sobre la familia que su medio hermano había formado. No podía mentirlo, lo envidiaba. Envidiaba que él siempre consiguiera todo. La espada que tanto anhelaba, aunque ahora eso solo era un vago recuerdo, alguien quién le quisiera sin importar nada, incluso hijos...

-Jaken, retírate...

-sí amo entendido... –dijo el demonio sapo.

-Sesshomaru-sama yo me voy a alimentar y darle a Ah-hun un baño... –dijo la humana.

-Rin tú quédate... –ordenó antes de que la joven pudiera dar un paso. Se giró sobre sus talones para observarle- ven aquí...

Rin notando su angustia se acercó donde él estaba sentándose en su regazo como él le estaba indicando. A ella no le sorprendía estar tan cerca de su amo, de hecho comprendía que por muy youkai todopoderoso que fuera, también tenía un corazón como otro cualquiera, y eso lo apreciaba cuando la había revivido de pequeña y la protegía.

-¿se encuentra bien? –atreviéndose a preguntar.

-ahora sí... –apretando su cintura contra él- Rin agradezco que sigas estando conmigo a pesar de los años... incluso te has convertido en una guerrera para ayudarme a que mi territorio esté bien cuidado... y además tu presencia parece darle calor a este aburrido castillo...

-no diga eso Sesshomaru-sama... –dijo ella recostándose mejor en él- mi gratitud hacia usted por salvarme en tantas ocasiones nunca será suficiente como para agradecérselo...

-mi pequeña... –empezando acariciar su larga cabellera.

-amo... parece que hoy se encuentra más deprimido de lo habitual... creo que se siente demasiado solo... necesita a alguien, una mujer que esté a su lado...

-sabes perfectamente que no puedo permitirme el lujo de ir a buscar una mujer para mí...

-entiendo... –acomodándose mejor en él, mientras veía en su mente a su amo solo sin nadie a su lado, cuando ella no estuviera. Y eso no lo permitiría.

Ella misma le encontraría la mujer ideal, así agradecería lo que había hecho por ella durante todos aquellos años. Movería cielo, tierra y mar para encontrar a la mujer apropiada de su señor y ya sabía por donde buscar y que candidatas posibles.

o.o.o.o.o

Ah-hun aterrizaba en una aldea donde la paz se respiraba en el ambiente, a excepción de un hanyou que pretendía matar a un youkai kitsune de aspecto adolescente que corría como alma que lleva el diablo.

Rin sonrió abiertamente al ver que muchas cosas no habían cambiado tras su última visita. Siempre que venía era lo mismo. Ver al hermano de su amo persiguiendo al kitsune; o a Kagome con la palabra en la boca "osuwari" y el hanyou estampado literalmente en el suelo; o...

-cuanto tiempo sin vernos... cada vez estás más hermosa querida Rin... –susurró un hombre poniendo su mano sobre su hombro.

La chica solo cerró los ojos más divertida esperando lo que sabía que sucedería a continuación.

Un golpe seco se escuchó y un chichón en la cabeza de aquel hombre. Para Rin era demasiado obvio el ambiente cargado de celos de una mujer hacia lo que era su propio marido que seguía siendo un pervertido y que pedía peticiones de matrimonio a cualquier chica que veía, incluso a ella, salvo cuando no se encontraba Sesshomaru. Después de todo, conocía muy bien como podía comportarse el youkai si lo viera pretendiéndola, aunque fuera capaz de desenvolverse sola, y la prueba estaba en lo que le había hecho a Jaken.

Jaken.

Se acordó de él, donde le había pedido que lo acompañara y que un principio se había negado por lo que tuvo que emplear la fuerza bruta y ahora ahí estaba sobre Ah-hun medio atontado.

De pronto, unos gritos de alegría irrumpieron el lugar tras haber visto como un youkai caballo que conocían muy bien había aterrizado y ahí delante de Rin aparecieron dos niños hanyou y otros dos humanos.

-es Rin-chan... Rin-chan... –dijo contenta una niña hanyou muy parecida a Inuyasha.

Inuyasha dejó a su perseguidor al escuchar la voz de la pequeña y se volteó para ver a la protegida de su hermano. Por otra parte, Kagome había salido de la cabaña con una sonrisa en los labios al ver como sus hijos y los de sus amigos abrazaban eufóricos a Rin haciéndola caer incluso.

-te hemos echado de menos... –dijo una pequeña humana de cabello largo azabache recogido en una coleta baja y ojos oscuros.

-Tetsuo, Aya... dejad a Rin en paz... –dijo Sango a los dos niños humanos.

-ey, pero si ha venido el estúpido idiota este... –dijo el niño hanyou de aspecto también como Inuyasha pero de cabello negro y ojos chocolate- ¿y si...? –sonriendo maliciosamente.

El pequeño hanyou cogió una piedra del suelo y se la lanzó al pobre Jaken que cayó de Ah-hun hacia el suelo recibiendo dos golpes, el de la piedra en su cabeza y el del suelo en su cuerpo.

-¡Kyo! –le reprendió Kagome, observó a Inuyasha quién reía entre dientes- Inuyasha... –empezó con los brazos en jarras- osuwari...

El hanyou adulto cayó al suelo lanzando maldiciones a la mujer por lo que recibió otro osuwari. El niño de nombre Kyo vio a su padre en lamentable estado y dejó su atención en el youkai sapo.

-ven Izayoi... –le dijo a la niña hanyou con intenciones de molestar a su padre con sus típicas travesuras.

-ay... –se quejó Jaken levantándose con la ayuda de su báculo- esos niños aprenden demasiado de su "tío" –miró a Rin quién reía por lo bajo- oye niña no tiene nada de gracioso... además, te debo una por golpearme...

-oh perdona que seas tan débil Jaken-sama... –murmuró la joven con suma inocencia haciéndole rabiar.

-Rin... –acercándose Kagome a su amiga lo mismo hizo Sango tras dejar sus hijos al cuidado de su padre que del golpe estaba medio inconsciente- que alegría que nos visites...

-Sesshomaru como siempre no aparece... –dijo Sango resignada.

-en realidad, él desconoce que yo esté aquí...

-no me sorprendería nada que mi hermano te prohibiera que vengas a verme... –dijo Inuyasha con fastidio y algo recuperado de los osuwari. Pero, con su comentario volvió a recibir otra dosis.

-¡bah! No le hagas caso a lo que el tonto de mi marido diga... –dijo Kagome empezando a andar hacia la cabaña con Rin y Sango- pasa y cuéntanos a lo que has venido... y de paso te doy las gracias por habernos devuelto la esfera de los cuatro espíritus...

-eso ha sido un juego de niños... me sirvió de calentamiento... últimamente hay mucha tranquilidad en los dominios de Sesshomaru-sama...

-es increíble ver en lo que convertiste siendo la niña que eras... –dijo Sango con un tono que reflejaba melancolía.

-sí... bueno... –dijo Rin bajando la voz.

Un silencio muy incómodo se formó entre las tres mujeres, donde la más pequeña había agachado la cabeza tristemente.

-y dinos Rin¿a qué has venido? –preguntó Kagome de inmediato para que aquellos recuerdos no se intensificaran.

-ah... es verdad... –recuperando la seguridad en sí misma y acordándose de su misión- Kagome-sama necesito su ayuda...

-¿mi ayuda? –repitió la miko confusa mirando a Sango quién le devolvió la mirada y ambas volvieron a posar su mirada en la joven que tenían delante.

-así es... es sobre Sesshomaru-sama... desde hace tiempo lo noto muy decaído y bajo de moral... yo creo que es porque está solo y necesita a alguien a su lado...

-espera Rin... un momento... –la detuvo Kagome tratando de comprender sus últimas palabras- con lo de alguien a su lado... ¿hablas de una mujer?

-sí... él necesita una esposa para que no esté siempre sumergido en la oscuridad... pero Sesshomaru-sama debido a su posición no puede encontrar una adecuada...

-¿y quieres buscársela tú? –preguntó ahora la exterminadora perpleja.

-sí... de momento su corazón se tranquiliza cuando estoy con él, pero no voy a estar ahí para siempre... y no quiero que esté solo... por eso quiero encontrarle alguien apropiada para él... así podré agradecerle todo cuanto ha hecho por mí...

-Rin... en serio... tienes demasiada devoción por alguien como Sesshomaru... –dijo Kagome impresionada por las palabras y la determinación de su amiga. Finalmente sonrió- está bien... pero, para qué quieres mi ayuda...

-es que sé de tres candidatas posibles para Sesshomaru-sama... cada una de raza distinta...

-¿estás hablando de una youkai, hanyou y humana? –preguntó Sango asombrada y recibió un asentimiento por parte suya- pero... quitando a la raza youkai, Sesshomaru odia a los hanyous y a los humanos...

-con el tiempo la manera de pensar de cada uno cambia Sango-san... y puedo jurar que Sesshomaru-sama ya no odia a los hanyous... y a su manera aprecia a Inuyasha-sama... en cuanto a los humanos, hay excepciones... y por supuesto no es una humana cualquiera la que tengo en mente para mi amo...

-¿ya la conoces?

-conocemos... –corrigiéndola- de hecho las otras dos también las conocéis... pero están muertas y es por eso que necesito su ayuda Kagome-sama...

-¿eh?

-tiene poderes de sacerdotisa y junto a la tenseiga –poniendo una mano en la espada que tenía en el cinto- podríamos revivirlas... solo es hacer su cuerpo con barro con algo que les haya pertenecido y luego sería revivirlas...

-pero Rin, espera... solo Sesshomaru puede manejar a tenseiga... –recordándole ese pequeño detalle.

-sí Sango-san... en parte tienes razón... pero misteriosamente yo también puedo usarla...

-¿cómo! –exclamaron las dos a la vez.

-pero ese no es el caso ahora... tenemos que apresurarnos... –y le entregó a Kagome una pluma.

-ah... esto... ¿no es...?

-de Kagura... –finalizó la joven por Kagome.

Ambas la miraron con sorpresa. Rin planeaba revivir a una de las extensiones de su enemigo mortal que hace años habían eliminado. A Kagura, la que parecía estar enamorada de Sesshomaru.

-pero Rin... ¿estás segura de lo qué haces? Quien sabe si al revivir intenta atacarnos...

-no se preocupe por eso Kagome-sama... –dijo Rin con una sonrisa a medida que tocaba algo que también colgaba de su cinto, mientras los recuerdos venían a la joven de cómo había llegado a ser y obtenido aquel arma.

CONTINUARÁ…

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Notas de la autora:

Aquí estoy con un nuevo proyecto, que será de cinco capítulos, donde ya voy por el tercero. ¿Qué os ha parecido? La verdad es que en este fic había comenzado hacer una versión, una la de una Rin que sigue siendo ingenua, pero al ver una imagen de una Rin guerrera (de ahí de donde me basé su vestuario) me salió la inspiración de hacerla más madura por una razón que se descubrirá en el siguiente capítulo donde habrá un salto en el tiempo y veréis como Sesshomaru comenzó entrenar a Rin y por qué razón.

Si queréis saberla, me lo hacéis saber a través de vuestros reviews para publicarla cuanto antes porque estar, está hecha.

Por cierto, ya sé que este primer capítulo quedó corto, pero el siguiente os puedo garantizar que será más largo.

Y para terminar, quiero pedir unas disculpas por no leer los fics que tengo pendientes, pero si pasáis por mi profile y veis la cantidad de fics que he actualizado, comprenderéis que no he tenido tiempo... y ahora que me voy de viaje, disfrutando de unas vacaciones bien merecidas mucho menos... solo pido un poco de paciencia y prometo seguir con vuestros maravillosos trabajos.

'Atori'