Capitulo I
Me llamo Yuki Cross. Tengo 17 años. Soy una purasangre. Vivo con mi hermano y prometido Kuran Kaname. Vivo en la Academia Cross…o vivía.
Siento que paso mucho tiempo desde que ese dia, el dia en que decidi darle la espalda a la vida que llevaba como humana y seguir al hombre que mas me importaba en el mundo, o eso creía.
Solo paso un año, aproximadamente, desde que nos dijimos adiós con Zero. A decir verdad, fue una despedida de lo mas extraña. Me besó. Fue raro, nunca había sentido algo así, y mucho menos por Zero. Fue un beso cargado de desesperación y angustia. Definitivamente me dio que pensar. También, el me prometió que me buscaría y mataria con sus propias manos, pero por alguna razón sus palabras no me asustaron, mas bien me dejaron una sensación de exitacion en el cuerpo, porque sus palabras prometían que por mas que le repugnara estar cerca mio, me buscaría y así lo veria otra vez. Aunque ese momento nunca llego, ni tuve noticias de Zero.
A veces recuerdo los bellos días pasados en la Academia, los bailes, los días especiales, mis días como prefecta, las guardias nocturnas, y por mas que lo intente, no puedo borrar a Zero de mi mente, ya que toda mi vida anterior esta relacionada con el.
Pero no todos los días desde que empecé a vivir con Kaname-sama pienso en Zero. Él vino a mi mente especialmente porque Kaname-sama me dio una importante noticia.
-Mi querida Yuki, necesito pedirte un favor. Tu padre, Cross Kaien, me ha pedido que vuelva a la Academia. Parece que El Consejo de Ancianos no esta contento con el trabajo Ichijou como nuevo Presidente, por lo que el acudió a mi ayuda. Le dije que le daría una respuesta mañana por la mañana, pero antes quería consultarlo contigo- Dijo Kaname, con un tono muy dulce aunque preocupado en la voz.
Esa noticia me tomo por sorpresa. ¿Volver a la Academia? Por una parte era lo que mas añoraba en el mundo, extrañaba la rutina que llevaba, mi antiguo estilo de vida. El de ahora no era peor. Kaname me consiente como buen prometido, me da todos lo que quiero y siempre viajamos y conocemos nuevas ciudades. Aunque despues de un par de meses esa vida se volvió medio monótona. Pero volver a la Academia Cross, significaba dos cosas: Volverme parte de la Clase Nocturna y reecontrarme con Zero.
-Claro que si Kaname-sama. Si Ichijou-sempai lo necesita, con mucho gusto te acompañaré, además seria agradable volver a la escuela, y poder ver más seguido al Director.
Fue un viaje realmente largo, por lo que fingí estar dormida la mayor parte. No quiero que Kaname-sama se preocupe, ya que no puedo explicar lo que siento, esta sensación extraña que me invade desde que decidimos que partiríamos a la Academia, sorprendiendo a mi asombroso padre.
Siento que la velocidad del coche esta descendiendo, debemos estar por llegar.
Como si me leyera el pensamiento, siento el contacto de unos suaves dedos por mis mejillas, y bajando hacia mi cuello. Mis mejillas se encienden.
-Despierta, mi querida Yuki, ya estamos llegando a la Academia-
-¿Ya estamos llegando? ¡Que viaje tan rápido!-Quizá sobreactué un poco, no quería que Kaname se diera cuenta de lo nerviosa que me ponía pensar que estábamos por llegar.
El auto se detuvo, y en ese mismo instante, Kaname me abrió la puerta del coche y me ayudo a bajar. Seguro pensaba que no podría mantenerme de pie. Que iluso, ahora soy una vampira tan fuerte como el.
Tuvimos un pequeño trayecto hasta el edificio donde se encuentra la oficina de mi padre, pero no quise apurar mi paso ya que estaba apreciando todas las cosas que parecía haber olvidado. El perfume de las flores que nacen en los campos que rodean la escuela, el ruido del agua proveniente de la fuente, el color de los ladrillos que construyen el castillo de la Academia, la reja que divide la clase diurna y la clase nocturna. Miles de recuerdos afloraron en mi mente y me detuve a observar una ventana que permanecia iluminada. Era la habitación de Zero, por supuesto. No se como pensé que podría olvidarlo, despues de tanto tiempo.
Llegamos a la oficina de mi padre, y como bien supuse, al verme, estallo en lagrimas y me abrazo fuertemente rodeándome el cuello con sus antiguos brazos de Cazador. Casi se me escapa una lagrima, lo extrañaba muchísimo.
-Bueno Yuki, necesito que te retires por unos minutos, necesito hablar con Kaname-kun por un momento-Dijo mi padre, luego de secarse las ultimas lagrimas.
-Esta bien, aprovecharé y dare un paseo por la Academia, nos veremos mas tarde, Kaname-sama- Y dicho esto, me retiré de la oficina.
Necesitaba unos momentos a solas, quería llorar si lo necesitaba, y analizar un poco mas que era lo que me estaba sucediendo. Decidí caminar sin rumbo fijo, ya que no me apetecia ir a ningun lugar en estos momentos, aunque mi traicionero corazón me decía a donde tenia que ir.
Senti una presencia extraña a mi alrededor, algo que me decía: ¡PELIGRO! Por lo que frene de golpe, y sin pensar, comencé a correr en la dirección opuesta a donde me estaba dirigiendo, a una especia de bosque que rodeaba un lago, lugar donde Zero y yo compartimos muchas charlas durante nuestras guardias.
No deje de correr hasta que me choque frente a un cuerpo desconocido. Estaba corriendo tan rápido, que al frenar tan de golpe iba a caerme hacia atrás. Pero una mano me sujeto y evito esa caída.
-Lo siento, lo siento, lo siento mucho, señor!-
-¿Desde cuando me llamas señor?-Dijo un tono burlon, una voz que hacia meses que no escuchaba, que de repente hizo que mi corazón diera un vuelco y que latiera mucho mas fuerte de lo normal.
Decidi levantar la mirada y encontrarme con el rostro que mi mente pedia a gritos volver a ver.
