Me encontraba afuera de la escuela Tomoeda. Podía ver a lo lejos a las guardaespaldas de mi madre. Siempre les pido mi espacio cuando me dejan pero se esperan hasta que entre a la escuela, entiendo que son órdenes de mi madre.

Puedo verla acercarse en sus patines. Observo el prendedor que tengo en mi mano, dice que ama patinar porque siente que está volando. Aprieto el prendedor contra mi pecho, respiro. Se que es hora de decírselo.

Con ella vienen Touya y Yukito. Me alegra que su hermano la cuide aunque ella diga que solo la acompaña por obligación.

-¡Buenos días Sakura!

-¡Buenos días Tomoyo!, camina más rápido, tengo algo que contarte.

-Tranquila Sakura, ¿qué sucede?

-Creo que me gusta Yukito, es tan encantador y es tan lindo conmigo y…

Guardo el prendedor en mi bolsillo, alguien más le ha dado sus alas.

-…¿qué pasa Tomoyo?, ¿me estás escuchando?

-Me alegra mucho Sakura, es un joven muy agradable y apuesto.

Será en otra ocasión.