TITULO: WHO ARE YOU?
SUMMARY: Las personas eran crueles, agresivas, indiferentes. Rukia no encajaba en ese mundo. Pero hubo un tiempo que sintió que había encontrado un lugar en él. Y ese lugar creyó que era al lado de Ichigo. Sin embargo, resultó dañada, y esas heridas aun no cicatrizaban.
Parejas: Ichigo y Rukia, Grimmjow y Rukia
CAPITULO 1
– ¡Hagamos una promesa! – Exclamó de repente la pequeña, sorprendiendo a su compañero que hasta hace unos instantes disfrutaba observar las enormes nubes del parque donde siempre los llevaban sus abuelos para jugar.
– ¿Una promesa? – El niño la miró con recelo. Para tener apenas 8 años, a su amiga siempre se le ocurrían ideas extravagantes. Muy extravagantes. Ideas que siempre lo involucraban y que muchas veces terminaban con un "¡Están castigados!" por parte de sus abuelos.
Pero…una promesa no tenía nada de extravagante así que, ¿Por qué no acceder?
– Está bien
– ¡SIII! – La niña celebró su triunfo brincando alrededor suyo.
"Igual que un conejo" pensó el menor rodando los ojos por esa actitud tan "infantil"
Cuando ella paró de celebrar, lo señaló de repente y dijo:
– Tú – Señaló su pecho – y yo…. ¡Mejores amigos hasta el infinito y más allá! – Señaló el cielo donde, para la pequeña, se encontraba ese "infinito y más allá".
Durante unos instantes, su compañero de juegos se la quedó mirando en silencio. Él ya era bastante maduro para su edad y siempre se preguntaba cómo rayos se dejaba convencer por esa "mocosa". Tal vez Shakespeare tuviera la respuesta.
Pero…
Por el momento se dejaría llevar por esos ojos violáceos. Esos violáceos profundos que siempre lo hipnotizaban y que provocaban una inexplicable calidez en su pecho.
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La pequeña, sin dejar de apuntar al cielo, apartó la vista, Cada vez que cruzaban miradas, tan cerca, ella no pasaba de los tres segundos antes de mirar hacia otro lado. No entendía el por qué, pero eso la molestaba mucho.
Fue entonces que sus pensamientos fueron interrumpidos por aquella ansiada respuesta.
-Ya
Ambos se sonrieron a la vez.
Se sentían como en una película de superhéroes dónde ambos combatían juntos contra el mal.
"Juntos hasta el infinito y más allá"
...
Metió las llaves del departamento al bolsillo de su falda y caminó rumbo al ascensor de su piso.
Mientras avanzaba, divisó a los gemelos de Yoruichi, su vecina, frente a la puerta de dicho aparato.
Una mueca de molestia se dibujó en su rostro. Decidió dar media vuelta y encerrarse hasta que ellos se fuesen. Sin embargo, para su mala suerte, uno de ellos notó su cercana presencia.
–¡Cariño!
"Demonios"
Rukia Kuchiki tuvo que resignarse a abandonar su plan de huida.
– Buenos días. – Saludó con su ya acostumbrada sonrisa plástica de oreja a oreja.
Harumi le devolvió el mismo gesto, pero de manera genuina, mientras que Haruki le frunció el ceño y se cruzó de brazos.
Ambos niños de 8 años se diferenciaban el uno del otro por dos cosas: La primera, el color de sus ojos: uno tenía ojos pardos y el otro, ojos celestes.
Segundo y más importante que el anterior:
– Las princesas primero, cariño – Le dijo Harumi , con un tono de voz galante, cuando las puertas del ascensor se abrieron.
– Harumi, deja de llamarme "cariño" – suspiró cansinamente.
– Lo haré, por supuesto – rio – Cuando nos casemos te diré "amor", cariño.
Cerró los ojos tratando de mantener la compostura y no darle un par de coscorrones al mocoso.
"Harumi me adora"
– Ella es sólo una plebeya – Haruki se adelantó e intencionalmente le pisó el pie izquierdo.
" Y Haruki me detesta"
–¡Lo hiciste a propósito, Haruki! – Chilló su hermano cuando finalmente estuvieron los tres dentro.
– No – Mantuvo sus brazos cruzados sobre su pecho y dándole la espalda, fingiendo sentirse "ofendido".
"Oh no"
Antes que el de ojo pardos se abalanzara sobre el otro, la joven lo retuvo del brazo y lo llevó hacia la esquina más alejada de su hermano.
– Basta. Este no es lugar para pelear, Harumi – Lo regañó y el pequeño asintió avergonzado.
Luego se acercó hacia el otro y sonrió con malicia
– Deberías pisar más fuerte, Haruki. Las niñas lo hacen mejor.
El mencionado enrojeció de cólera y mantuvo su mirada asesina sobre ella hasta que las puertas de nuevo se abrieron y partieron hacia la salida del edificio.
– ¿Nos vas a llevar a la escuela de nuevo, cariño? – Preguntó Harumi batiendo sus pestañas a modo de petición.
Ella suspiró como todas las mañanas que sucedía aquello.
– Supongo que sí.
Y Haruki hizo un mohín.
.
Luego de salir de la estación del tren, los gemelos y Rukia se detuvieron al ver un enorme anuncio digital puesto en el edificio más alto de Karakura, la ciudad.
En el anuncio se podía apreciar a una bella joven de cabellos fucsia recogido en 2 coletas. Sus iris eran del mismo color. Llevaba puesto un veraniego vestido blanco. Durante unos segundos cantaba en medio de enormes flores rosas para luego el escenario ser cambiado a flores violetas y arboles posteriormente. Siempre tenía en sus manos una botella de shampoo.
– Riruka-chan es tan linda – Exclamó Harumi luego que el comercial acabara. Entonces se dio cuenta de lo que dijo y abrió mucho los ojos, en pánico. Se volvió hacia Rukia que se encontraba pensativa todavía mirando el anuncio. – ¡N-no tanto como tú, cariño! ¡Tú eres mi "one of a kind"!
– Patético – Dijo por lo bajo Haruki. Cuando estuvo a punto de girar y seguir su camino a la escuela, se detuvo.
Rukia continuaba observando el anuncio de la modelo. Pero lo que más le llamó la atención al niño era la mirada llena de seriedad de la joven y lo fuerte que apretaba sus puños que ya estaban adquiriendo una tonalidad morada.
…
Cuando llegaron a la escuela de los gemelos, Rukia recordó por qué había decidido huir de esos dos en la mañana. No es que detestara a los niños. Mientras no fueran suyos, ellos le agradaban.
El problema, en realidad, era las miraditas que le echaban las mamás de los demás mocosos cuando los dejaba en la entrada.
– Esa de ahí es la hermana mayor. Me han contado que, en vez de ir al instituto, falta a clases con el enamoradito – Le comentaba una de ellas a la otra sin tener la decencia de decirlo en voz baja.
– Va a terminar igual de libertina que la madre – Se lamentaba otra.
Rukia, de nuevo, intentó ignorarlas y dejó a los gemelos detrás del enorme portón de la escuela.
–¡Adiós, cariño! – Apenas terminó de despedirse, Harumi corrió donde un grupo de niños que ella suponía eran sus amigos.
Cuando iba a girar para retirarse, se percató que alguien todavía estaba ahí.\
Haruki la observaba en silencio. A ella le incomodaba cada vez que hacía eso. Pareciese como si estuviera maquinando un plan macabro para desaparecerla de este mundo.
"Ok, no más películas de terror por este mes"
Ya le estaban afectando el cerebro.
Cuando se decidió a confesarle que su mirada la estaba poniendo de nervios, una aguda voz se adelantó:
– Deberías mandarlas al diablo.
¡Santa Mierda!
¿Un niño de 8 años acababa de sugerirle que mandara al diablo a las mamás de sus amigos?
Ella solo atinó a asentir mientras el pequeño caminaba tranquilamente a su aula.
Le causaba gracia las palabras que utilizó, sobre todo porque sabía que estas no eran exclusivas del menor, de seguro su alocada madre tenía que ver mucho en ello.
"Me recuerda tanto a…"
Su rostro palideció luego que esa persona apareciese en su mente.
Sacudió la cabeza como si con ello pudiera borrar esa imagen de su cabeza.
Era imposible.
Una vez lo recordaba, se demoraba un largo tiempo en alejarlo de sus pensamientos. Esa era otra de las razones principales por las que prefería evitar a los gemelos.
Ambos le recordaban aquellos felices momentos de su vida a los que nunca volvería.
…
–¡Buenos días, Kuchiki-san! – Inoue Orihime la recibió en el aula con una deslumbrante sonrisa.
Era de las pocas personas por no decir la única que le daba los "buenos días" cada vez que llegaba a su clase.
Los demás ni la notaban y eso, para ella, era un gran alivio.
– Buenos días, Inoue-san – Le devolvió el saludo en un tono más bajo para luego acomodar su mochila a dos pupitres detrás de ella.
Mientras sacaba su libreta de apuntes notó como algunos compañeros miraban embobados la delantera de su compañera.
¡Qué descaro! ¡Ya hasta se les caía la baba!
Estas eran de las veces que Rukia agradecía ser enana, plana y sin gracia, a tener una figura de modelo como la de Orihime. Por su belleza, la pobre estaba condenada a que solo tomen en cuenta su físico y no su intelecto. Y en realidad le daba mucha pena. La chica era muy inteligente y daba lo mejor de sí para todo. Y mantenía siempre esa sonrisa de felicidad a pesar de todos los rumores que circulaban en torno a ella…
Lo último le causó tanto coraje que se volvió a esa tira de pervertidos y les gritó sin pensarlo:
–¡¿Qué tanto le miran las tetas, ¿eh?!
Se produjo un repentino silencio en el salón y todos se giraron hacia la causante del alboroto.
¡Santa Mierda!
Rukia solo quería que la tierra la tragase.
¡¿Qué rayos había hecho?!
Ella lo que más había evitado en estos últimos años era destacar del resto, no molestar ni ser molestada. Estar aislada y evitar que esos ataques de nerviosismo volviesen y ahora por una estupidez todos sus compañeros no dejaban de mirarla fijamente.
¡De un momento a otro, se había vuelto el centro de atención de la clase 205B!
Repentinamente sintió su cuerpo ser aplastado por otro más voluptuoso.
–¡Gracias por defenderme, Kuchiki-san! – Inoue era la que se había aventado a abrazarla y ahora la tenía aprisionada entre sus brazos. Su rostro estaba a poco de tomar una tonalidad roja por la presión de los enormes pechos de la joven.
¡Esto era más bochornoso que lo anterior!
Era un hecho que ya nadie olvidaría su rostro y de ahora en adelante sería señalada en algunas conversaciones como la bocazas que defendió a la pechugona de Orihime. ¡No solo le aterraba que hablaran de ella, sino que comenzaran todos esos ojos a perseguirla!
– I-Inoue-san… no puedo respirar – Logró apenas decir.
"Alguien ayúdeme, por favor"
Sus súplicas fueron escuchadas.
–¡Orihime, la estás ahogando con tus tetas!
¡Santa Mierda!
Esperaba que sus suposiciones sobre la identidad de su salvadora fueran erradas, porque si sucedía lo contrario… todo iba a terminar en un desastre.
–Lo siento. – Inoue la soltó y ella pudo respirar al fin.
– No…no te preocupes – Habló, con la mano sobre su pecho tratando de recuperar el ritmo normal de su respiración.
–Tsk. Orihime, ¿Sabes que pudiste ahogarla entre tus dos balones?
–¡Sarugaki-san!
"Bien, es el momento indicado de desaparecer de la escena."
A pesar que la mayoría dejó de mirar la escenita, algunos aun mantenían los ojos pegados en ella y esa la ponía muy nerviosa.
–¡Oye tú! – Rukia maldijo mentalmente al darse cuenta que Hiyori la estaba llamando. Se volvió hacia ella.
–¿Si?
– ¿Cuál es tu nombre?
Rukia enarcó la ceja.
¿Era en serio? ¿Le estaban preguntando por su nombre?
–Rukia.
– ¿Eres nueva, no?
Antes que pudiera contestarle que no, que llevaban año y medio compartiendo la misma clase, una persona entró al aula y captó la atención de todos.
–¡Buenos días, Jaegerjaquez –kun! – Inoue en un parpadeo había aparecido frente al recién llegado.
De todas las personas que más "resaltaban" en la escuela, y por supuesto que Rukia evitaba cruzar su camino a toda costa, Grimmjow Jaegerjaquez era el primero en su lista.
¿Primera razón? Era el hijo de la directora.
Si rozas tu hombro con el suyo, estás suspendido. Si sonríes demasiado cerca de él, expulsado. Si eres feliz y él no, adiós récord académico.
¿Segunda razón? Su aspecto.
De cabello celeste, color que ella más detesta luego de naranja, y ojos felinos.
Tenía tantos piercings en ambas orejas que Rukia juraba esas eran sus armas para degollar a sus víctimas. Y siempre estaba con una sonrisa malévola, como si analizara a quien hacer miserable el día de hoy.
¿Tercera razón? Esta es la más importante: ¡Grimmjow lidera una pandilla de gangsters!
Algunos días llegaba con golpes en la cara o con varias vendas en los brazos. Otros días ni aparecía. Muchos de sus compañeros juraban haberlo visto tratar con los yakuzas y golpear policías por puro placer.
Esas tres razones eran suficientes para mantenerse alejada de ese tipo y vivir un poco más.
– Hey. – Fue el saludo de Grimmjow al mismo tiempo que posaba su mano sobre la cabeza de la muchacha y la despeinaba. Extrañamente, Inoue-san era la única estudiante a la que trataba "decentemente". A los demás o los torturaba, insultaba y golpeaba, o los ignoraba, como en el caso de Rukia.
– Le dije que disimulara – Habló Hiyori más para sí misma, pero Rukia la escuchó. Entonces su vista fue hacia las mejillas de Orihime. Estaban prendidas de un adorable tono carmín y su sonrisa era de una boba enamorada.
Así que a Orihime le gustaba Grimmjow.
"Me compadezco de sus gustos"
–Es inevitable, ¿no? – Le comentó, pero se arrepintió de haberlo hecho por que sin querer había empezado una conversación con Hiyori y eso era lo que menos deseaba.
Luego de Grimmjow, Hiyori Sarugaki era la segunda de su lista. Rubia, e igual de enana que ella. La chica tenía fama por su carácter de mil demonios. Si alguien la molestaba, era seguro que terminaba en la sala de emergencias.
– Pues sí – Finalmente le respondió encogiéndose de hombros.
Rukia se sintió aliviada. No había manera de continuar esa "conversación" así que decidió volver a su pupitre, cuando de pronto:
–Ya Grimmjow! ¡Le estás arruinando el peinado a Orihime! –Nelliel Tu Odelschwanck, o mejor conocida con el diminutivo de "Nell", apartó la mano de Grimmjow y lo jaló hasta su asiento al extremo opuesto de donde Rukia estaba.
Rukia sintió nauseas al ver las manos de ambos entrelazadas Aunque esos dos no eran "oficialmente" pareja, mantenían una relación muy extraña que se resumía en muuucho contacto físico.
Tanto era la "pasión" entre ellos que Rukia una vez presenció, de casualidad…
"Maldita casualidad"
…a una Nell semidesnuda bajándole los pantalones a Grimmjow en el cuarto de materiales del gimnasio.
Fue tan grande el shock que tuvo que tropezó con unos balones de básquet y con suerte logró levantarse a tiempo y salir corriendo del lugar. Felizmente ninguno de los dos vio su cara y pasó dos semanas para que dejara de ponerse roja de la vergüenza cada que los veía.
Dios, realmente le inspiraba asco esos dos.
Entonces recordó a Inoue-san y la encontró con los ánimos por los suelos.
"Pobre Inoue-san"
Grimmjow era todo un…
– Imbécil
– ¿Qué dijiste?
Rukia ahora sí imploraba que se abriese el infierno y la tragase
¡Hiyori había escuchado decirle "imbécil" a Grimmjow! ¡No! ¡Peor aún, creía que el insulto iba hacia ella!
"Me va a matar. Enfrente de todos. Y me notarán. Me recordarán" Comenzó a temblar aterrada al imaginarse en esa probable situación.
– ¿Estás…? – Antes que Hiyori la sentenciara a muerte, la profesora llegó y ordenó a todos que vuelvan a sus sitios.
Rukia, por primera vez, tuvo esas ganas inmensas de abrazar a un maestro. No obstante, mientras avanzaba la clase, quiso ahorcar a la profesora. ¿La razón? ¡La muy desgraciada había dejado un trabajo de investigación que valía más de la mitad de la nota del curso y debía realizarse en grupos!
A pesar que los profesores siempre dejaban trabajos grupales, ella los hacía por su cuenta y no tenía problema alguno cuando los presentaba. Siempre había sido así en este año y medio de instituto… hasta ahora.
La maestra se había negado a su petición de realizar el trabajo individualmente. O era en grupos o reprobaba. Y Rukia no se podía dar el lujo de tener una calificación baja en su libreta. Su padre la castigaría de por vida. Y su abuela… uff mejor no ahondaba mucho en ello.
Y por eso mismo, ahora se encontraba sentada frente a Hiyori y Orihime. Sus compañeras de grupo. Eran ellas o Grimmjow y Nell a quienes también le faltaban un integrante más.
¡Y no, ni muerta hacía grupos con esos dos y terminar presenciando una película porno en vivo!
Todavía recordaba cómo había corrido donde Orihime cuando esta le preguntó si tenía un grupo de trabajo.
Seguro varios habían visto la ridiculez que hizo.
"Eres una estúpida Rukia Kuchiki" Se regañó mentalmente.
Estaba tirando a la borda en un día años de exitoso camuflaje en el instituto.
– La profesora dijo que podíamos escoger cualquier tema para el trabajo. Yo propongo La Influencia de las Redes Sociales en los adolescentes – Orihime terminó de hablar y miró ansiosa a sus compañeras – ¿Están de acuerdo? Digan que siii – Rogó con ojitos de cachorro herido.
– Como quieras. – Hiyori estaba prestándole más atención a un manga que leía que a ellas.
Orihime interpretó su "como quieras" como un "sí". Ahora solo faltaba Kuchiki-san.
– Está bien. Me gusta el tema – Fue su rápida respuesta.
Inoue explotó de alegría y se puso a hablar el resto de la clase sobre el tema.
…
"Debí suplicarle más a la maestra" Se lamentó Rukia horas después.
Estaba sentada en la azotea del instituto comiendo un bizcocho que compró en la cafetería. Gracias a los rumores sobre fantasmas que penaban en ese lugar, nadie se había atrevido a ir allí y ella podía disfrutar su almuerzo sola y en paz.
Hasta ahora…
– ¡Aquí estás!
Rukia se estremeció por esa nueva voz en su espacio personal. Levantó la vista y se encontró con una alegre Inoue y… una asustada Hiyori.
– ¡Hiyori-chan, ya te dije que aquí nadie pena! – Trató de calmar la joven de busto enorme a la bajita.
–¿E-estas segura? D-dicen que un chico de último año se suicidó ¡JUSTO AQUÍ! – Se escondió detrás de Inoue temblando.
"¿Hiyori asustada? Eso es nuevo" pensó Rukia. Siempre la había visto con esa imagen de chica ruda y temeraria, contrario a como estaba ahora.
– Pero Kuchiki-san siempre ha estado viniendo aquí y no le ha pasado nada. – Inoue intentó hacerla entrar en razón, pero nada.
Por otra parte, Rukia estaba muy sorprendida. ¿Inoue sabía que siempre venía a la azotea durante la hora del refrigerio? Pues sí. Y eso significaba que su plan no había tenido éxito.
No la ignoraban. Había fallado como ninja.
– ¡¿Y si ella es un fantasma?!
– Créeme, si lo fuera, no estarías respirando ahorita – Soltó sin pensarlo.
Esperó un golpe o patada, pero lo que recibió fue un bufido:
–¡Ja! Que graciosa
Al cabo de un rato, Hiyori aceptó que no había nada aterrador allí y las tres finalmente estaban sentadas comiendo sus respectivos refrigerios. Rukia había dudado si estaba bien compartir almuerzo con esas chicas, pero al final pensó que no tenía nada de malo solo por hoy.
De todas maneras, nadie más las vería reunidas ahí.
– Es la primera vez que como con Kuchiki-san. Que nervios! – Comentó Inoue y se llevó un pedazo de pan a la boca.
– ¿Nerviosa? ¿Por qué? – Le preguntó, curiosa. La que debería estar nerviosa era ella! Era la primera vez desde hace mucho tiempo que compartía la hora del refrigerio con alguien. Y para ser sincera, no tenía idea de qué hacer o decir.
– Kuchiki-san siempre ha sido muy seria. Por un tiempo, me inspirabas miedo y evitaba chocarme contigo por los pasillos. Pero… cuando nos tocó la misma clase este año me di cuenta que Kuchiki-san solo era tímida y le costaba relacionarse con los demás. Por eso, yo comencé a saludarte todas las mañanas. Me sentí muy feliz cuando me correspondías a los saludos. Y hoy, cuando me defendiste de esos pervertidos, pensé "!Wow! Kuchiki-san es una persona sorprendente" Disculpa si te incomodé con el abrazo, pero realmente estoy muy agradecida contigo y por eso deseaba mucho compartir la hora de refrigerio, aunque tal vez no te esté sintiendo cómoda con nosotras.
"…Inoue-san"
Rukia estaba muy sorprendida y no sabía que decir. Pero no hizo falta que hablara porque Hiyori continuó.
– Wow! Tremendo discursito te has echado – Rio la rubia. Miró a Rukia y le guiñó el ojo. – Pues… yo también quiero agradecerte por defender a Orihime. – Se rascó la nuca. Enrojeció un poco de la vergüenza por lo siguiente que iba a decir – Eres la única persona, aparte de Tatsuki y yo que lo ha hecho. La mayoría prefiere hacerse los ciegos y sordos cuando sucede eso. Son unos cobardes porque tienen miedo de luego verse involucrados en esos estúpidos rumores que hay. En cambio tú luces diferente a ellos. Es raro que nunca te haya notado en la clase, pero me has dado una buen impresión….eh, ¿Cuál era tu nombre?
– Rukia
–Jejeje No te sientas mal. Hiyori-chan no es de recordar los nombres de las personas.
– Y no le hagas casos a esas habladurías sobre mandar a un idiota a Terapia Intensiva! Sólo fue a enfermería. A la gente le gusta distorsionar la verdad a su antojo – Masculló molesta.
"Sarugaki-san no es tan... matona"
Por primera vez, Rukia se sintió avergonzada por haber sido tan prejuiciosa con una persona.
–¡Kuchiki-san! – Inoue la cogió de ambas manos – ¡Seamos amigas!
"¿Qué?" Su semblante cambió a uno serio y apartó sus manos bruscamente de su compañera.
Recordó porque era reacia a relacionarse con la gente. Te pedían tu amistad y en el momento menos pensado te acuchillaban por la espalda. Sin asco ni remordimientos, se deshacían de uno luego de haberlo usado para su beneficio.
Las personas eran crueles, agresivas, indiferentes. Ella no encajaba en ese mundo. Una vez lo intentó, pero resultó dañada. Y esas heridas aun no cicatrizaban.
Y es por eso que Rukia Kuchiki no necesitaba amigos. Era feliz sola.
– Lo siento. Yo no necesito amigos. – Se levantó y avanzó hacia la salida de la azotea. Tenía que buscar otro lugar para estar sola de ahora en adelante.
–¿Por qué dices eso? – La pregunta de Hiyori la detuvo de abrir la puerta. Se volvió hacia ellas.
– Las personas que consideramos "amigos" tarde o temprano nos traicionan. Incluso si se conocen de toda la vida, terminan dándote una puñalada por la espalda. ¿Amistad? Esa palabra solo sirve para los idiotas.
– ¡Pero no todos somos así! – Exclamó Orihime, con los ojos llenos de lágrimas. Las palabras de Rukia la habían herido bastante. – Yo no sería capaz de traicionar a un amigo…
"No lo sé. Luces como una buena persona, pero no puedo dejarme engañar de nuevo"
– ¡¿No tener amigos por cargar un pasado de traición? ¿Esa es tu excusa? ¿Qué te han traicionado varias veces?! – Hiyori caminó furiosa hacia ella. – ¡Menuda estupidez! Que hayan jugado con tu confianza no significa que tengas que cerrar tus sentimientos a todo el resto. Existe gente confiable, gente que vale la pena valorar su amistad. Son pocos, pero hay. Inoue es de esos pocos ¿Quién te lo asegura? ¡YO! – La rubia cogió del brazo a Inoue y la jaló hacia la salida.
Cuando pasaron por el costado de Rukia, la chica de grandes pechos le susurró:
– Kuchiki-san, es malo guardarse todo para uno. Si lo sigues haciendo solo terminarás haciéndose un mal peor. A veces es bueno compartirlo con alguien. Inténtalo.
…
Cuando llegó a su departamento, se percató que había un paquete sobre el pequeño tapizán de la entrada. Lo recogió y luego de entrar, lo abrió.
Era un par de videojuegos que no logró comprarlos porque se habían agotado en todas las tiendas de la ciudad.
No sintió ninguna emoción, porque ella sabía que significaba ese regalo.
Un mensaje le llegó al celular:
Rukia, espero que no te hayas olvidado que hoy es el aniversario del abuelo. ¿Podrías llevar unas rosas de mi parte? Tengo que preparar un informe grupal para mañana y no podré llegar a tiempo hoy. Disfruta el pequeño regalo como compensación.
P.D: Me quedare en casa de un compañero así que solo prepara la cena para ti.
Ulquiorra.
Como siempre su hermano prefería gastar la mayor parte de su tiempo en la universidad que con su propia familia.
…
Luego de tomar una ducha y cambiarse el uniforme, se dirigió al cementerio de la ciudad. En el camino, compró las rosas que pidió su hermano y unos girasoles, los favoritos de su abuelo.
– Ginrei Kuchiki. Respetable esposo, padre y abuelo – Leyó la lápida donde descansaba la persona que tanto echaba de menos. – 2 años ¿eh? Que rápido pasa el tiempo… ¿Sabes abuelo? Hoy una chica me pidió ser su amiga. – Sonrió – ¡Hey! No te apresures en festejar. Le dije que no. ¿Por qué dije no? …
De pronto, las palabras de Inoue vinieron a su mente:
"Kuchiki-san, es malo guardarse todo para uno. Si lo sigues haciendo solo terminarás haciéndose un mal peor. A veces es bueno compartirlo con alguien. Inténtalo"
Y se quebró.
– Tengo miedo, abuelo. En estos 2 años, creí estar bien estando sola. Nadie me hacía daño. Creí ser feliz, pero… – Las lágrimas comenzaron a caer sobre sus mejillas – No puedo engañarme más. Empiezo a odiar esta soledad. Odio no tener en quien confiar. Odio no sonreír con alguien. Odio estar en esa azotea mirando como los demás se divierten. Odio no tener amigos. Odio… odio lo que soy ahora – Cayó de rodillas al suelo y su llanto se volvió más fuerte. – ¡¿Qué hago abuelo?! Me siento perdida. Te extraño tanto abuelo…
"Que hayan jugado con tu confianza no significa que tengas que cerrar tus sentimientos a todo el resto. Existe gente confiable, gente que vale la pena valorar su amistad."
Y allí estaba la respuesta.
Tal vez era hora de cambiar, de seguir adelante.
Tenía que avanzar y dejar atrás ese pasado.
– Ah.
Se levantó al instante. Había alguien detrás de ella.
Se limpió las lágrimas que quedaban de sus ojos y respiró hondo para tranquilizarse. Cuando giró se encontró con un joven alto de cabello naranja y ojos miel.
"Naranja"
El color que más odiaba.
– Disculpa por interrumpir. Sólo quería saber si esta era la tumba del abuelo Ginrei. – El chico, muy serio, la miraba fijamente a los ojos.
1
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Rukia apartó la mirada.
Tres segundos. Era lo más que duraba cuando sus ojos se encontraron.
Fue entonces que todo se detuvo por unos segundos.
Y recordó.
Recordó que hubo un tiempo que sintió que había encontrado su lugar en ese mundo cruel y hostil.
Y ese lugar creyó que era al lado de la persona que estaba frente suyo.
– Creo que vine muy temprano. – El muchacho le dio la espalda y se fue alejando poco a poco.
"No. No. No. No"
– ¡Ichigo! – Lo llamó sin dudarlo. No pensó que de sus labios volvería a salir ese nombre.
El aludido volteó y entonces la observó intrigado, como si se preguntase quien era. Pero eso, era ridículo porque ambos….
– ¿Nos conocemos?
Pasaron unos largos segundos hasta que Rukia negó con la cabeza.
– Me equivoqué de persona. – Y huyó de allí.
"¿Sabes abuelo? Sentirse sola no es lo peor, sino…sentir que te olvidó alguien que tú no puedes olvidar"
Sep, volví (?) Luego de bastaaante tiempo y con nuevo fic xD No me maten, pero mi inspiración desapareció durante la universidad. Ahorita estoy en mis últimos ciclos asi que tengo más tiempo. Debo admitir que no pense volver a escribir fanfics nunca más gracias al pedorro final de BLEACH, pero luego de leer unos angst IR muy buenos, me convencí que a la mrd Tite y sus canon, yo seguire con lo mío. Y pos nació este fanfic. Tendrá bastante angst y aún no decido con quien se quedará Rukia asi que será más emocionante (? Por ahora lo único canonn es el Harumi x Rukia :v
Sobre mis otros fanfics, los ire actualizando dentro de las siguientes semanas. Estoy volviendo a editarlos y agregándole más cosas ( Especialmente al de Blood Ties)
En fin, no les quito más su tiempo y me despido. Por cierto, si pueden le dan like a la página de FB: El Escuadron de Rukia Taicho, Soy admin alli y me ha ayudado mucho a sobrellevar el final de BLEACH xD
Bye 3
