VIDA SIN SENTIDO

Las imágenes del pasado le volvían una y otra vez. Cada vez temía más cerrar los ojos y ver todas las muertes de los seres que quiso y del error de su pasado. Ese error que lo acompañaría hasta su muerte. Y eso iba a hacer... morir. Moriría para irse de ese mundo que lo consumía poco a poco al principio pero, ahora, era como una cuesta abajo. Los recuerdos aumentaban, le inundaban la mente y, incluso, ya no importaba cerrar los ojos para verlos. Severus Snape estaba en su despacho sentado ante su escritorio con la vista perdida. Una vez más, como otras tantas, vio el final de "la última batalla".

Él luchaba al lado de Dumbledore en los jardines del colegio. Esa noche habían aparecido cientos de mortífagos junto a los dementores y en medio de todos, con todos sus poderes y más fuerte que nunca, estaba él. El verdadero culpable, Lord Voldemort. A su alrededor iban cayendo las víctimas inocentes que protegían a los alumnos. Primero cayó Flitwich, McGonagall y algunos aurores. Harry y sus amigos, Ron y Hermione, se pusieron al lado del director y lucharon como nunca antes lo habían hecho. La batalla los rodeaba y más heridos y cadáveres caían a sus lados sin poder remediarlo. Eso fue la causa por la que Harry no aguantó la rabia que lo invadía y se echó encima de Voldemort pero, por desgracia, estaba muy bien protegido y en segundos un ataque mortal le dio en su cuerpo adolescente y cayó a los pies del traidor sin vida.

- Observad, el que una vez fue el niño que sobrevivió ahora muere a mis pies, eso es lo que haréis todos-dijo con malicia.

Al ver eso, Dumbledore luchó con las últimas fuerzas pero pereció. Severus se encontró solo ante el peligro, su único y verdadero amigo había muerto. Albus, el único que le dio su confianza, el único que le dio todas las oportunidades que hizo falta había muerto. Tras eso la esperanza fue cayendo entre "los buenos" y cayeron hasta quedar los últimos. Entre ellos había el joven Malfoy y Severus. Voldemort los hizo prisioneros y los sometió a las peores de las torturas, Draco no sobrevivió. Severus, entre cuatro personas más, tuvo la "suerte" de elegir. Podían unirse a Voldemort y gobernar a su lado o morir en ese momento. De esas cuatro victimas, Sirius Black pidió la muerte y se la concedieron. Los demás se unieron a Voldemort para no morir. Severus fue el único que no pudo elegir, Voldemort lo puso bajo su dominio sin escuchar sus palabras. Desde ese día, hacía ya un año, había sido profesor de Pociones Mortales en la escuela de Magos Oscuros. Allí solo iban los sangre limpia y salían preparados para matar a cualquiera. Por eso Severus maldecía el día que decidió pasarse al lado oscuro en su juventud y de haber perdido a todos sus amigos.

Se levantó de la silla y abrió un cajón de su escritorio, De su interior sacó una caja de madera que al abrirla se veía un arma muggle. Una pistola. Con lágrimas en los ojos la cogió entre sus manos y la contempló unos segundos. Su vida ya no tenía sentido, hacía tiempo que había dejado de tenerlo. Levantó la pistola y el frío metal de la punta tocó la piel de su sien derecha. Por última vez vio a Dumbledore, a Harry, a Draco, a Sirius, a McGonagall... a todos los muertos por intentar salvar el mundo. Apretó un poco el gatillo y pensó "esto es lo que debería haber hecho hace tiempo, acabar con todo".

Y en ese instante, en los pasillos de las mazmorras se oyó un disparo y Severus cayó al suelo sin vida pero con una débil sonrisa en los labios. Por fin sería feliz.

Nts- otro fic cort q hace siglos q tengo, fue uno d ls primeros q escribí, espero q os guste aunq m da muchísima pena haber matado a mi sol.