Contaba con apenas 4 años de edad cuando al caminar por el pasillo de las habitaciones, la luz que salía del cuarto de sus padres le llamó la atención. La puerta estaba entreabierta y asomó su pequeño rostro por la abertura.

Encontró a su madre frente al tocador cepillando su largo cabello negro azulado con cuidado y delicadeza. Las mejillas del joven Uchiha se pintaron carmín quedando embelezado con la larga cabellera de su madre.

- ¿Sasuke? ¿Qué haces? -

Confuso, quedó mudo al haber sido descubierto por el espejo y sin decir nada entró a la habitación colocando sus manitas por detrás de su espalda y jugueteando con los pies.

- Tienes un lindo cabello mamá - decía el niño apenado bajando la mirada para ocultar lo notorio de sus mejillas – Cuando sea mayor, me casaré con una niña que tenga un cabello largo y bonito como el tuyo.

Mikoto sonrió por el dulce comentario de su hijo y enternecida, tocó suavemente la punta de la nariz de Sasuke.

- Eres muy amable hijo – volvió a tomar el cepillo para continuar con su ritual viendo a su hijo através del espejo – Con esa actitud, seguro que la encontrarás.

Sasuke amplió su sonrisa, salió corriendo de la habitación topándose con Itachi, intercambiaron algunas palabras y juntos fueron al jardín.

Cuando Sasuke entró a la primaria, se corrió el rumor de que a Sasuke le gustaban las niñas con el cabello largo. El nunca se explicó como supieron eso, pero esa respuesta, Itachi se la llevó a la tumba.