In the Deep By Valery Ryddle

Aclaración: Este fanfiction está ubicado justo cinco años después de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, exactamente después de que el trío dorado escapó de Gringotts, eso significa que la Batalla en Hogwarts nunca sucedió.

Summary: Después de 6 años de que se desatara una cruel guerra en el mundo mágico, Draco Malfoy y Hermione Granger caen juntos en una trampa de los mortífagos. Tienen dos opciones: matarse o hacer una alianza para salir.

ADVERTENCIA: Rated MA (18+). Este fanfiction contiene escenas explícitas de violencia, uso deliberado de lenguaje fuerte y grosero, temas adultos tratados de modo detallado y escenas fuertes. Well, bajo advertencia no hay engaño xD

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"Este mundo está lleno de trampas, algo que es sublime se puede volver una obsesión, algo que te ilumina te puede contaminar y algo que te hace creer que sabes todo puede terminar siendo lo mismo que después te hace saber que no sabes nada. Relativismo, existencialismo y esos días de "profundidad", una profundidad abismal esperando encontrar un manantial cristalino, agua pura y "verdad", esperar aún sabiendo que la verdad no existe."

Peter Tosh

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Capítulo 1: Deeper

-Creo que es una trampa…-susurró Hermione Granger fijando su castaña mirada en su mejor amigo.

Harry Potter, el niño que vivió, la única esperanza del mundo mágico aún después de casi seis años de una cruda guerra, le devolvió una mirada intensa que no pasó desapercibida a pesar de que solamente la luz de su varita lo alumbraba. No le respondió, pero lo conocía tan bien, que sabía que él pensaba lo mismo, pero antes de que pudiera contestarle el menor de los Weasley, Ron, le gruñó.-¡Es mi hermano! No podemos dejar que muera…-

Hermione se sintió culpable, y ni siquiera se vio capaz de mirar a los ojos a su pelirrojo amigo, lo cierto era que comprendía totalmente el empeño de Ron por arriesgarse esa noche para recuperar a Bill Weasley.

Bill había sido capturado hace dos meses en uno de los enfrentamientos con los mortífagos, Fleur había quedado inconsolable, y ella y sus lágrimas habían logrado finalmente convencer a Harry de emprender el rescate. El pitazo de un infiltrado había sido claro, Bill estaba preso en una cueva ubicada en un frío y oscuro bosque al Norte de Escocia. Hermione le había enviado una mirada de inseguridad a su pelinegro amigo, queriéndolo advertir de que toda la información que les habían dado parecía poco confiable, pero finalmente la presión de los Weasley, quienes ya habían perdido a Percy y a Arthur en uno de los tantos enfrentamientos y que además tenían a Ginny convaleciente, terminaron con cualquier pensamiento racional en su pelinegro amigo.

Así que ahí estaban esa fría noche de otoño, el trío dorado, con Remus Lupin y los Gemelos Weasley en una misión suicida para rescatar al mayor de los Weasley. Según el informante, solamente habrían dos mortífagos custodiando la celda, por lo que Harry reticente había decidido que solamente ellos irían, aunque Hermione sabía, que el verdadero motivo por el que no dejó que más personas los acompañaran era no perder más gente, en caso de que todo resultara ser una emboscada.

Sus pasos eran lentos, y de cierto modo temerosos, como si los seis supieran que se acercaban a su muerte. El sonido de las ramas crujiendo a sus pies, mezclado con el fuerte viento que calaba sus huesos solamente acrecentaba el temor.

Hermione aumentó la presión sobre su varita, sabía que estaba a punto de hiperventilar así que tomó aire profundamente tratando de calmarse. Después de seis años de guerra ya debería estar acostumbrada a esa sensación en la boca del estómago, producida por el miedo de que simplemente ese sería su último día. Todos los días se levantaba con ese miedo, y estaba segura de que no era la única. Día a día entre peleas, sangre, muerte… era algo que le llevaba a sentirlo, y quizá esa emoción era la única que le avisaba que todavía estaba viva.

Algunas noches lloraba, por los muertos y por los vivos, por lo que pasaba, por lo que sentía o por su nueva capacidad de prácticamente dejar de sentir, simplemente porque la realidad era demasiado amarga. Y solamente se calmaba cuando Harry se acostaba a su lado y la abrazaba, sabía que él también sufría… eso de buscar los horrocruxes los estaba matando lentamente, habían destruido cinco, sabían que faltaba Nagini y que esos años habían servido para que el-que-no-debe-ser-nombrado creara un horrocrux más, del cual no tenían idea de que era o donde se encontraba; la guerra se había prolongado, y la responsabilidad residía en el trío dorado, que apenas tenían 22 años.

Al ver que el tiempo se prolongaba, Harry había terminado acudiendo a la Orden del Fénix, que totalmente leal a él arriesgaban su vida buscando pistas del horrocrux sin tener conocimiento de la importancia del maldito objeto, porque al final Harry había decidido mantener el secreto entre los más allegados, después de todo en tiempos de guerra no se podía confiar en nadie realmente.

-Creo que deberíamos regresar…-susurró finalmente Harry después de casi media hora caminando en ese bosque que les crispaba los nervios.

-Harry…-intentó replicar Ron, pero se vio interrumpido por Remus que con una seña de la mano lo instó a callar.

-¡Agáchense!-apenas fue un susurro proveniente del pelinegro, pero bastó para que el resto del grupo apagara sus varitas y se echara al suelo con rapidez.

Hermione sentía que el corazón saldría de su pecho, al igual que Harry había visto las sombras pasar a su lado. La palabra emboscada taladraba su cabeza haciéndole sentir náuseas.

-¡Por Merlín! ¡Maldito ciervo!-chilló un Remus poniéndose de pie cuando logró divisar que era lo que habían visto. El licántropo soltó a reír por lo bajo, logrando evidenciar el sumo alivio que sentía, encendió su varita mientras se limpiaba las ropas, los demás no tardaron en imitarlo, e inclusive corearon su risa nerviosa. Siguieron caminando, cada uno absorto en sus propios pensamientos y miedos, olvidándose de que Harry había dicho que debían regresar.

-¡Mira, Harry!-chilló George señalando algo a la izquierda, unos minutos después, todos se giraron con cierto pavor ante lo que hallarían, para sentir luego un indescriptible alivio al encontrarse con una dichosa cueva.

-¡Vamos!-el siempre impulsivo Ron casi emprendía carrera para entrar a la cueva pero fue detenido bruscamente por el licántropo que lo jaló por la manga de su sudadera haciéndolo tambalearse.

-¡No!-la voz clara y cortante de Remus los heló a todos.-Todavía no deja de ser peligroso…-siseó.-Entraré primero y les haré una señal si está despejado.-

-Iré yo…-se apresuró a decir Harry.

-Harry, yo no soy tan valioso…-el tono amargo del lincántropo no pasó desapercibido por ninguno de los presentes.-Todas las esperanzas que tenemos están puestas en ti… así que iré yo, ustedes escóndanse.-Harry iba a replicar, pero la mano de su amiga sobre su hombro y su mirada de súplica le hizo desistir, finalmente con un cansino suspiro, asintió. Remus se aplicó un encantamiento desilusionador a sí mismo.-Si no regreso en quince minutos, váyanse…-le escucharon decir en un susurro, Hermione se estremeció involuntariamente, y fue arrastrada por Fred para que se ocultara junto con el resto antes de que apagaran su varitas.

Observó la silueta de Harry mirar fijamente el reloj, sabía que si el licántropo no volvía en el tiempo estipulado, el pelinegro los llevaría lejos de ahí. No era algo que hubiera hecho el antiguo Harry, pero la guerra cambiaba a las personas, y en el caso de Harry lo había encrudecido de cierta manera; tomaba decisiones aparentando seguridad y hasta cierta frialdad, e incluso había convertido su frase de guerra en "el bien común", así que si tenía que dejar a uno para salvar a cinco lo haría sin titubear, aunque Hermione que lo conocía tan bien sabía que lloraría amargamente después y se culparía el resto de su vida.

Cuando faltaba un minuto para que se marcharan finalmente Remus apareció. Hermione no se había percatado de que su cuerpo temblaba hasta que lo vio aparecer, suspiró de manera que delataba el gran alivio que sentía, y fijó su mirada en él, apenas siendo consciente de las palabras de su antiguo profesor.-Son cinco mortífagos, uno parece estar ebrio… efectivamente hay una celda pero no logré ver quien estaba dentro-

-Tenemos ventaja numérica…-murmuró Harry para luego callar, todos tenían la mirada fija en él, esperando instrucciones.-Todavía temo que sea una emboscada ¿No creen que está siendo demasiado simple rescatar a Bill? Nunca hemos podido rescatar a nadie después de que escapamos de la Mansión de los Malfoy, ¿porqué habrán dejado que encontráramos a Bill?-nadie respondió, aunque no lo manifestaran hasta los Weasley sabían que tenía razón, los mortífagos se habían vuelto aún más despiadados, sus rehenes les duraban dos o tres días después de ser sometidos a una horrible tortura.

-¿No confías en Smith?-preguntó finalmente Ron. Tom Smith era un hombre cercano a los cincuentas, sangre mestiza que había dado con ellos después de que lo ayudaran a escapar en una de las batallas-Él está siendo espía… él dijo que lo encontraríamos acá… todo lo que nos ha dicho antes resultó ser cierto-

-Hemos llegado tan lejos que creo que debemos intentarlo-la voz de Harry era firme, pero todos notaron que temblaba.-Hermione tú te quedarás afuera para cubrirnos la espalda.-

-¡No!-gruñó con prontitud la castaña.

-¡Alguien debe hacerlo!-

-Lo haré yo…-se ofreció Fred, cortando la discusión.-Además tengo mejor vista que ella, Hermione no podría ver una bludger hasta que la golpera-bromeó para aminorar la tensión.

Harry tuvo que aceptar a regañadientes, finalmente los cinco se adentraron a la cueva con la varita en alto mientras escucharon a Fred invocar encantamientos protectores alrededor de la entrada de la cueva. Remus tenía razón, no solo un mortífago estaba ebrio, sino que el resto parecía haber ingerido una considerable cantidad de alcohol por lo que sus reflejos fueron lentos. Así que en menos de 20 minutos lograron tener amarrados a todos los mortífagos sin haber sufrido ningún rasguño.

-¡Vaya eso fue fácil!-murmuró George, aunque intentó decirlo con entusiasmo, en realidad todos se percataron de lo receloso que sonó el pelirrojo, y aunque nadie dijo nada, había cierta confusión rondando en el aire.

La risa estrepitosa de uno de los mortífagos que estaba cerca de Hermione le erizó los vellos de la nuca. –Cállate-espetó Ron pateándolo con fuerza, no estaban acostumbrados a ser tan agresivos con los rehenes, pero la castaña se sintió realmente agradecida cuando logró callar esa risa.

-Miren…-Harry susurraba, pero todos se giraron a ver hacia donde él apuntaba, efectivamente ahí estaba la celda. Un hombre de cabello largo y rojizo estaba embrocado en el suelo dentro de ella, su cuerpo era realmente delgado pero nadie dudó que fuera Bill.

Su respiración se hizo realmente lenta, tratando de controlar la emoción ante la expectativa de haber rescatado al mayor de los Weasley; se movieron hacia la celda con parsimonia, como si pensaran que hacer un movimiento en falso haría desaparecer a Bill. Desde lejos no parecía respirar y eso empezó a alterarla, y al parecer Ron pensó lo mismo porque comenzó a correr hacia la celda, nadie lo detuvo y en cambio corrieron tras él. El pelirrojo abrió la celda con un rápido y efectivo alohomora, pero antes de que pudiera dar un paso dentro de la celda se escuchó un gran estruendo que hizo a todos retroceder.

Grades y gruesas cadenas ataron las extremidades del cuerpo de Bill, dejándolo suspendido para que pudieran verlo. Hermione gritó horrorizada sin poder contenerse. En donde antes estaban esos ojos azules llenos de vida de Bill, ahora solamente había cuencas vacías, la sangre seca bañaba su rostro, y lo más horrible era que había un hoyo en su pecho, dejándoles ver parte de sus entrañas. Ya no emanaba sangre de las heridas, lo que significaba que Bill llevaba mucho tiempo muerto.

No podía creer lo que veía, ni siquiera pudo apartar la mirada del cuerpo inerte, estaba realmente horrorizada, pensando que los mortífagos no conocían límites, no se dio cuenta de que lloraba hasta que sus mejillas estaban bañadas de lágrimas. Vio a Ron correr hacia el cuerpo de Bill, pero en cuanto lo tocó este se incendió. Escuchó gritos, tardó en percatarse de que los gritos provenían de su propia boca, Ron fue sujetado con fuerza por Remus tratando de impedir que se echara a las llamas para salvar el cadáver de su hermano, Harry se había quedado estático casi igual que ella, George se encontraba de rodillas en el suelo volviendo el estómago mientras sendas lágrimas bañaban su rostro.

Vieron un patronus aparecer justo en ese momento, dejándolos estáticos, con las miradas fijas en ese ser brillante.-Vienen para acá, ¡Salgan ya!-la voz de Fred era inconfundible, y parecía que eso bastó para sacarlos del estado en que habían caído al contemplar en esas condiciones a Bill.

La palabra "emboscada" comenzó a resonar con más fuerza en la cabeza de la castaña, sacándola de su aturdimiento, y se giró a ver a Harry, cuyo rostro se había desprovisto de emoción alguna.-Vamos Ron, ya no hay nada que hacer…-masculló el pelinegro con cierta amargura, pero con tal firmeza que todos empezaron a correr de vuelta al bosque.

Cuando salieron de la cueva y vieron el rostro de Fred, supieron que estaban en un peligro inminente, sobretodo porque no pudieron simplemente aparecerse lejos de ahí. Sabían que los mortífagos hechizaban los lugares en donde peleaban para evitar que sus contrincantes se aparecieran, era un arma de doble filo, pero al parecer habían empleado los mismos hechizos anti-apariciones en ese maldito bosque, donde efectivamente parecían ser víctimas de una emboscada.

-Dispérsense, corran hasta las afueras del bosque en diferentes direcciones… y aparézcanse en cuanto puedan hacerlo…en el cuartel-fue la instrucción clara y concisa de Harry mientras veían a los mortífagos arremeter ante los hechizos protectores de Fred que estaban por ceder, eran muchos… demasiados como para hacerles frente, Hermione vio su expresión en el rostro iluminado por la luz que emanaba de la varita de Fred, estaba aterrado, igual que todos, pero nadie discutió, sabía que no podían hacerles frente, quedarse juntos los hacían ser un blanco fácil, y quizá dispersándose sería la única forma de que alguno de ellos sobreviviera.

Asintieron titubeantes. El rostro de Harry reflejó una determinación que los infundó de valor.-Cuando les diga corran…-murmuró su amigo alzando su mirada hacia la gran cantidad de mortífagos que estaban al otro lado del campo protector. Un hechizo enviado por un gran hombre rechoncho rompió finalmente la fina capa que los cubría.

Harry envió un encantamiento para incendiar el bosque y mantener a los mortífagos alejados un par de segundos para darles la oportunidad de huir. Grandes llamaradas se alzaron entre los dos bandos rodeándolos. Cada uno se colocó en un punto diferente del círculo de fuego, se aplicaron así mismo un encantamiento para quedar empapados de pies a cabeza. .-¡Ahora! –escucharon a Harry dar la indicación y entonces… se hizo el caos.

Hermione compartió una rápida mirada con el resto antes de echar a correr. Sintió un horrible calor mientras atravesaba las llamaradas, pero no se quemó… era la táctica que tenían de huida, la habían creado hace unos meses pero no habían previsto que la usarían tan pronto.

No supo de dónde sacó fuerzas para correr, correr como nunca lo había hecho… aferrándose a la efímera esperanza de sobrevivir esa noche.

Hechizos volaban por doquier, Hermione simplemente lanzaba hechizos a su espalda, a nada o nadie en particular, sin detenerse. Su ropa se empapó de sudor, sentía que su corazón saldría de su pecho en cualquier momento, y que sus pulmones estallarían, pero ni así se detuvo. Continuó corriendo, zigzagueando de vez en cuando para evitar hechizos.

Lo peor fue que escuchaba la risa de Bellatrix Lestrange cerca, demasiado cerca para su gusto, poniéndola aún más nerviosa, incentivándola de alguna manera en no dejarse atrapar… por lo menos viva. No pensaba caer en las garras de esa bruja de nuevo.

Escuchó un chillido a su espalda, y supo que al menos uno de sus hechizos había dado en su objetivo. "Piensa, Hermione, Piensa" de pronto una idea acudió a su mente, incendió tres arboles que tenía cerca para impedir el paso de los mortífagos que la seguía y se aplicó un hechizo desilusionador, guardó su varita en su bolsillo y empezó a trepar un árbol a unos metros del incendio. Sus músculos reclamaron por el esfuerzo pero le obedecieron mientras empezaba a subir sin mirar atrás, esperando que el incendio sirviera de suficiente distracción para los mortífagos. Cuando logró sentarse en una rama lo suficientemente alta, se llevó sus manos a la boca tratando de acallar su ruidosa respiración, estaba jadeante por el esfuerzo, y temía que justo en ese momento que los encapuchados habían apagado el incendio la descubrieran tan cerca de ellos.

-¿Dónde mierda fue?-escuchó el gruñido de uno de ellos.

-¡Son unos idiotas!-chilló la voz de Bellatrix, golpeando al más alto y fornido de los mortífagos. –¡Dispérsense, no podemos perderla, creo que es la amiga de Potter!-los otros cuatro mortífagos que estaban con ella echaron a correr a diferentes direcciones y ella hizo lo mismo.

Hermione no se movió un par de minutos, no sabiendo exactamente qué hacer. Estaba aterrada, y temía bajar y delatarse aunque no parecía haber nadie cerca. No sabía dónde estaban sus amigos, ni siquiera si seguían vivos… un gemido ahogado escapó de sus labios creando un extraño eco en las profundidades de ese bosque.

-No, no … están bien, están vivos… me esperan en el cuartel…-susurró para sí misma, sus propias palabras le infundieron el valor que había perdido, echó una mirada a sus alrededores, cuando se cercioró de que no había nadie cerca finalmente bajó con lentitud. Trató de aparecerse, pero seguía sin poder hacerlo, así que emprendió una marcha con paso lento, sintiéndose ligeramente resguardada por su hechizo desilusionador.

A los pocos minutos se topó con la silueta de un hombre que parecía buscarla a ella y maldecía por lo alto, por lo que no logró escuchar el crujido de las ramas bajo sus pies. –Flipendo-susurró apuntándolo con su varita, el hombre voló por los aires antes de estrellarse contra un árbol totalmente inconsciente. Estaba por atarlo cuando de pronto un Expelliarmus le pegó, haciendo que su varita volara, cayendo varios metros lejos de ella.

-Granger…-escuchó el siseo del hombre que se acercaba a ella apuntándola fijamente. Hermione descubrió horrorizada que había terminado el efecto del encantamiento desilusionador. Y ahora se encontraba frente ella un hombre alto y esbelto, la máscara plateada brillaba en la oscuridad que los envolvían.

Estaba desarmada, iba a morir… y de pronto tuvo ganas de echarse a llorar. Ninguno de los consejos de Lupin en su intenso y breve entrenamiento le serviría en ese momento, la voz del hombre le parecía vagamente familiar, y lo peor es que él la había reconocido, ¿la mataría en ese momento? ¿o la llevaría para ser torturada … igual que a Bill? La simple idea le hizo soltar un sollozo que no pudo controlar.

Pero pronto el mortífago acabó con sus cavilaciones acerca de lo que le esperaba-Avada Ked…-escuchó al hombre empezar a pronunciar la maldición imperdonable, y entonces su cuerpo, el que creía que ya no tenía fuerzas para nada más, actuó por cuenta propia… y se abalanzó sobre el mortífago.

Remus los había entrenado para el enfrentamiento cuerpo a cuerpo, pero aunque sabía que no podría ganarle a un hombre que le sacaba por lo menos una cabeza de altura, se encontró corriendo para arremeter contra él. Su cuerpo impactó con fuerza contra el del mortífago, tomándolo por sorpresa, él soltó su varita y trastabilló, antes de caer de espaldas en un hoyo que estaba a unos pasos detrás de él, llevándola consigo.

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Nota de la autora: Hace unas semanas tuve un sueño, no puedo decir que fue agradable, pero al menos resultó interesante y bastante productivo para sacar la idea para este fanfiction, fue como si se viniera a mi mente escenas y escenas, e incluso el final, y entre más tiempo estuve pensando al respecto (en lugar de concentrarme en el mugrero de trabajo que tenía) empezaron a dar forma a esto. Lo mencioné en otro fic que tengo, este será bastante oscuro, más complejo y bastante explícito. No sé, me gustó la idea en mi cabeza, y me gustó como quedó el primer capítulo, ¿Qué les pareció a ustedes?

Dedico este capítulo y el fic entero, a Karlis, Patitaw, Scandra y Lizzie, las quiero un montón, agradezco enormemente su paciencia, su cariño y su apoyo. A Lizzie doble agradecimiento porque ayudo que a que este capítulo no estuviera lleno de horrores ortográfico .

¿Tomatazos? ¿Crucios? ¿Dulces? En un review, please. Gracias por leer ;)

Próximo capítulo: "Killer"