Notas de Nakokun (traductora)
Buenas y santas os de la Diosa. Heme aquí –después de casi un mes de ausencia, snif- con la continuación de "Out for an airing", que ya lleva cuatro capítulos publicados y está por terminar. Por diversos motivos concernientes a mis estudios, voy a actualizar cada dos semanas –más seguido, sólo si la Diosa me lo permite-, por lo que, para cuando termine de traducir este fanfic, de seguro las autoras a las que les traduzco habrán publicado un capítulo más de sus historias ("You wish!" de Din Kelion, y "Eternal youth" de RedLioness). De lo contrario, envíenle sus deseos que continúen, que entre todas les vamos a dar el empujoncito que les falta.
Ahora sí, al fanfic.
.-.
Jack Spicer nunca pensó que diría esto, pero su vida era maravillosa. Había pasado poco más de un mes desde que Chase había puesto el añillo dragón en su dedo, prometiéndose a Jack para siempre. Una semana después del primer intento de cita, salieron de nuevo y Jack se las arregló para atraer a un violador para que Chase lo asesinara.
No había sido tan malo, pero el pelirrojo debía recordar el cerrar sus oídos y respirar por la boca la próxima vez. Y usar algo que no se manchara con sangre.
Después que el guerrero esparciera al humano por el pavimento en todas direcciones, el señor dragón estaba tan irritado que se saltearon la cena, y se teletransportaron directo a casa, para una noche de sexo apasionado.
La semana siguiente había sido –los ojos de Jack rodaron y gimió en el fondo de su garganta- noche de sushi. Fue-wow-oh Dios-sólo increíble. El joven albino juraría que se había venido cinco veces. Cuerdas de seda y pelotas de juguete y salsa de soya, oh sí.
Volando de vuelta a casa con su jet, Jack tuvo que cambiarse rápido, mientras liberaba su excitación sólo de pensar en eso.
Aterrizar un jet con una mano era difícil, así que Spicer se forzó a sí mismo a salir de sus pensamientos, lejos del jengibre y las algas. Nunca olería wasabi de nuevo sin sentirlo en sus huesos.
Una semana atrás, habían ido a cazar violadores en Miami de nuevo, y se encontraron con nadie más que Sólo lavado en seco y Phooka. Al parecer el nombre del rubio era Matty, y ahora tenía a Phooka bajo su posesión.
El kelpie estaba muy avergonzado, en parte porque estaba disfrutando ser el novio del rubio, pero más por la forma en que Chase lo señaló y lanzó risas estruendosas por más de diez minutos. A pesar de eso, los cuatro habían salido juntos por unas cuantas horas.
Jack y Matty bailaron e incitaron a dos hombres hasta fuera del club, para lo que ellos llamaban una "Fiesta de Azúcar y Picante". Los jóvenes adolescentes, uno gótico en cuero y el otro irresistiblemente adorable en puro blanco, atrajeron a sus nuevos acompañantes hasta una playa apartada. Unos minutos después, Jack y Matty volvieron a club solos. Alrededor de veinte minutos después, Phooka y Chase se les unieron; el keplie parecía como si hubiese disfrutado una buena comida, y el guerrero parecía como si simplemente hubiese disfrutado algo.
Jack odiaba admitirlo, pero Matty era como una novia con la que podía hablar e ir de compras.
¿Y qué hay sobre el monstruo vicioso con el que tú sales?
¿Oh, de verdad? ¿El tuyo hace eso también?
Son todos guales, ésas deidades inhumanas. Y siempre se agarran las sábanas.
Dímelo a mí. Hey, ¿cuán lejos te deja llegar el tuyo cuando eres cebo de violadores? ¡El mío apenas me deja que me toquen y toma una eternidad el convencer a una pelota de limo para que venga contigo!
Oh, sólo derrama algo de vodka en tu camisa y divaga por ahí como si estuvieras realmente borracho. Eso siempre funciona.
El lazo de las novias se solidificó cuando Matty vio el anillo de Jack. El rubio chilló de tal forma que podría quebrar un vidrio, y empezó a atiborrar al pelirrojo con preguntas sobre la boda.
A estas alturas, Chase y Phooka habían vuelto. Jack no sabía qué decir. Tartamudeó algo sobre no saber si iban a tener una ceremonia cuando Chase lo eligiera.
-¿Te gustaría?-
Spicer estaba empezando a reconocer esta frase como un código para: quiero mimarte, pero soy demasiado genial para hacerlo de forma espontánea, así que pretenderé que lo haría por divertirme.
Todo lo que tenía que hacer era decir sí y Chase accedería.
Jack había dicho que sí.
Así que ahora el genio gótico estaba oficialmente comprometido con el más grande cerebro maligno de todos los tiempos, tenía un anillo con una piedra enorme para probarlo y, lo mejor de todo, acababa de derrotar a Raimundo en un Duelo, y todo lo que había tenido que hacer fue decirle al brasileño que tenía un culo fabuloso.
Ver al Dragón del viento retroceder con horror, y salir volando y gritando como una chica, fue lo mejor de ése día. Cualquier cosa que pasó después era glacé(1) en la torta.
Los homofóbicos eran divertidos.
Oh, ¡y Matty les había enviado fotos que había tomado ésa noche! Jack había mirado algunas en su computadora, pero entonces la alerta de Shen-Gong-Wu lo había hecho salir. Jack sólo había cliqueado "imprimir todo" y lo dejó trabajando. Deberían estar listas por éstos momentos.
El pelirrojo piloteó con cuidado el jet parea un aterrizaje vertical en su guarida secreta. Abriendo la cabina del piloto, el joven albino tomó su nuevo Wu y descendió.
Bien; todo lo que tenía que hacer era poner el nuevo Wu a salvo, agarrar algo de ropa limpia, juntar las fotos y, entonces, volver a lo de Chase. Él prácticamente vivía allí, de todos modos.
La vía de pensamiento de Spicer se cortó en seco cuando vio la delgada figura de una mujer con largo pelo rubio, sentada en su mesa de trabajo, llorando.
-¿Mamá?- preguntó Jack –Creía que no ibas a regresar de la India hasta el fin de semana. Hey, ¿qué pasa?-
La señora Spicer le alcanzó una fotografía.
Jack sintió cómo un sonrojo se extendía por su cara.
-Oh-
Inmortalizados en 24 x 30 había una toma de Jack Spicer, Joven Genio del Mal, vestido como el primer premio de una fiesta fetichista, sentado en la falda de Chase Young, Eterno Amo de la Oscuridad, vestido como un modelo de moda sumamente sensual.
Se estaban besando.
Bien, no, eso no era cierto, y Jack intentó buscar algo para decir. Besando podría haber sido inocente. En la foto, Jack y Chase estaban Devorándose. Podías ver sus lenguas interactuando a un metro de distancia.
Hablando de lo que podías ver, el pelirrojo había deslizado su mano dentro de la camisa, medio desabrochada, de Chase, acariciando el pezón del señor dragón. El guerrero tenía una mano dentro de los muslos de Spicer; podía haberla movido arriba o abajo; Jack sabía de memoria que sería hacia arriba. Supuso que debía sentirse afortunado que Matty no hubiese tomado la foto treinta segundos después.
Jack no se sentía muy afortunado en ése momento, en particular porque comprendió que, para empezar, no sólo había descubierto su historia reciente ilustrada sobre sus preferencia sexual, en el mundo real y a todo color, a su madre, sino que la foto de sí mismo estaba exhibiéndolo de forma descarada.
A su madre.
-Así queeeeeeeee… ¿Cómo estuvo India?-
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Jack pensó que no podía ser peor. Estaba tan equivocado. Cuando su madre insistió en ver todas y cada una de las fotos en la pila, viendo cada una antes que Jack pudiese hacer nada, se puso peor. Cuando su padre llegó a casa, aparentemente llamado por su histérica madre, las cosas definitivamente se pusieron peor.
En una especie de shock, Jack se preguntó cómo había sido ésa llamada de teléfono.
"Jonathan, oh, Dios mío, ¡nuestro bebito besa hombres! ¡Ven a casa así ambos podemos gritarle como locos!"
Aún flotando en ése estado de separación, Jack empujó la pila de fotos hacia sí y empezó a mirarlas.
Matty era un buen fotógrafo; sólo tenía alguna cámara digital pequeña, pero se las arreglaba para capturar un motón de buenas tomas sin importar las débiles luces del club y de la playa.
Jack paró frente a una foto en particular.
Chase y Jack habían hecho una pausa cuando dejaban el club. La luz de la puerta era apenas visible detrás del pelirrojo, dándole la iluminación justa para agregar un brillo especial a sus apretadas ropas negras. La pálida piel del joven gótico estaba brillando bajo el flash; era como estar superexpuesto. Le daba a Jack un halo fantasmal.
Chase, por otro lado, estaba lejos de la luz. Su pelo negro y ropas oscuras se mezclaban en la oscuridad, como transparentándose. Sólo su cara y las partes de piel en su garganta, manos y estómago se podían ver con claridad.
El Genio Maligno y mortal Maestro del Tai Chi, quien podía matar sin tocar, había deslizado sus brazos alrededor de la cintura de Jack, y estaba besando al joven con ternura en la frente. Lo que de verdad impactó al pelirrojo era ver cuán feliz lucía Chase.
Por su parte, el pelirrojo estaba sonriendo ampliamente. Había sido tomado por sorpresa por el beso en la frente, pero amado cada momento de él, y eso demostraba.
"Luzco tan feliz" pensó el pelirrojo. "Ambos lo parecemos. Matty estuvo diciendo toda la noche cuán enamorados parecíamos. ¿Por qué mis padres están tan enojados con eso?"
-Debería enmarcar esta- Jack murmuró alto.
-¡¿Qué acabas de decir?!- ladró su padre. Había estado gritándole a Jack por los últimos diez minutos, pero el genio gótico había dejado de escuchar después de los primeros treinta segundos.
-Debería… enmarcar esta- repitió el pelirrojo, levantando la vista.
Su padre apenas lanzó una mirada a la foto en las manos de su hijo, antes de apartar la vista como si fuera porno gay hardcore. Jack sintió una chispa de enojo e algún lugar en su interior.
-Y yo que estaba preocupado porque pensé que ibas a volverte algún tipo de solitario antisocial. ¡Ahora me encuentro con que has estado durmiendo por ahí con hombres extraños!- escupió Jonathon Spicer, temblando.
-¡¿Durmiendo por ahí?!- repitió el joven. La chispa creció a una flama -¡No soy una prostituta! ¡Siempre estoy con Chase!-
-Después de todo lo que hemos hecho por ti, Jackie; ¿así es como nos pagas?- sollozó su madre, entrando de nuevo con una taza de café en la mano. Jack estaba seguro que estaba muy condimentado con algo.
-Bien, no puedo hacer nada con respecto a quién amo- dijo Jack, como si se disculpara.
-¿Amor? ¿Amor?- repitió Cecilia Spicer en desacuerdo, gesticulando hacia las fotos esparcidas en la mesa de Jack -¿Crees que el amor luce así?-
EL pelirrojo estudió la foto en sus manos.
Un Jack feliz, deleitado con el afecto que estaba recibiendo. Un Chase feliz, complacido más allá de toda medido por el compañero que había elegido.
-Bien, sí- respondió Jack con honestidad.
Ambos padres se lo quedaron mirando como si hubiese dicho; "¿Qué hay de malo con el genocidio?" Su hijo les mostró la foto, ehibiendo lo que podía ver prácticamente saltando de la página.
-¿No ven lo felices que estamos? ¡Estoy en una relación firme, monógama, con alguien a quien amo mucho! ¿Qué hay de malo en eso? ¡Amo a Chase!- Jack señaló con su dedo a la foto -¡Nos amamos! ¡¿No pueden verlo?!-
El padre de Jack se dio vuelta, poniendo una mano sobre sus ojos. Pero su madre vio. No necesariamente lo que su hijo quería que viera, pero ella vio. Una mano bien manicurada salió disparada y agarró la mano de Jack, la misma con la que estaba señalando la foto, por la muñeca.
Su mano izquierda.
La que tenía el anillo con la piedra enorme.
Por unos minutos, Cecilia sólo se quedó ahí.
-Dime que no es un anillo de compromiso- rogó Jonathon, mirando por entre sus dedos.
-Ah… L-les iba a decir antes de la boda- mintió Jack, lamiendo sus labios con nerviosismo.
El padre de Jack se llevó ambas manos a la cabeza. Por un minuto el pelirrojo pensó que estaba llorando. Su madre todavía no reaccionaba, pero todavía estaba parada frente a su anillo, mirándolo con una intensidad que casi asustaba.
-Dinastía Ming… - murmuró.
-¿Qué?- preguntó Jack.
Los dedos de Cecilia volaron hacia el anillo, pero su hijo cerró su mano, fijándolo seguro.
No podía salirse. Eso fue lo que Chase había querido decir conque el anillo nunca debía dejar el dedo de Jack; no podía ser físicamente removido de su dedo. El pelirrojo había descubierto eso la primera vez que intentó bañarse después que el guerrero se comprometiera con él. Era un anillo mágico, después de todo. Pero eso no quería decir que su madre no pudiera dislocarle el dedo con un tirón, tratando de sacárselo.
-¡Esto tiene que ser una reproducción! ¡Sólo el diamante vale una fortuna (2)!- chilló, intentando girar el anillo dragón -¡Déjame ver la marca del fabricante!-
-¡No! ¡Mamá, deténte! ¡Ow!-
La madre y el hijo lucharon unos momentos. Cecilia Spicer era una distribuidora muy conocida en antigüedades asiáticas; Jack debería haber sabido que descubriría el anillo por lo increíblemente raro que era.
-¡Un anillo de la dinastía Ming de este tamaño fue vendido a Christie por dos millones de dólares el año pasado, y no estaba la mitad de bien conservado que éste! ¡Y no tenía ninguna gema!-
-Sí, Chase es asquerosamente rico; ¿eso lo hace mejor?- preguntó el pelirrojo, mordaz.
Cecilia ignoró el sarcasmo, empujando la intacta taza de café hacia la otra mano de su hijo. El joven albino tuvo que dejar caer su foto para que no se ensuciara con café.
-Hay lugares que pueden ayudar- dijo Jonathon, serio.
-¿Ayudar a qué?- preguntó Jack, sobre la cabeza de su madre.
Cecilia había desistido de intentar sacarle el anillo, y había sacado un lente de joyería de ninguna parte, estudiando el anillo hasta el mínimo detalle. Jack suspiró y tomó un sorbo del intacto café. No tenía sentido gastar la cafeína.
-Ayudan… a los chicos como tú con tu… problema- dijo el Sr. Spicer, medio a sí mismo.
-Oh, ¿te refieres a AFLYG (2)?- preguntó Jack, tomando más café.
El tumulto emocional de las últimas horas le habían dejado un sentimiento de cansancio. Le gustaría una buena siesta, hecho un ovillo sobre el pecho de Chase, pero parecía que iba a conseguir una taza de café. Tenía un sabor extraño, sin embargo; su madre debía haber echado alguno de sus antidepresivos en lugar de sólo licor. Jack no iba a pasar al Prozac.
-¿AFLYG?-
-Sí; Amigos y Familiares de Lesbianas y Gays. Es como un grupo de apoyo-
-¿Para nosotros?- Jonathon parecía haber sido tomado por sorpresa, al saber que su hijo sugería que sus padres eran los que tenían que ajustarse.
-Sí; ¿De qué estaban hablando? ¡Ow! ¡Mamá, cuidado con las uñas!-
-¡Cuatro millones si es pequeño!- declaró la Sra. Spicer –Quizás deberíamos pensar de nuevo sobre esto, Jonathon-
-Parece ser una mina de oro, mamá- resopló Jack, bajándose más café.
-Si él puede derrochar un anillo de cuatro millones de dólares en Jack, ¿qué otros recursos tendrá?- preguntó Cecilia, extendiendo sus manos –Es algo sobre lo que deberíamos pensar-
-¡Ellos no pueden casarse! ¡No legalmente!- lanzó Jonathon al mismo tiempo que Jack gritaba.
-¿Derrochar un anillo en mí?-
-¡Y ningún heredero! ¡No olvides eso!-
-¡Odio a los niños, de todos modos!- declaró el pelirrojo.
Resoplando ante la estupidez de todo, el pelirrojo apuró los restos del café. Era totalmente estúpido; él era homosexual. Estaba enamorado de Chase Young, y Chase Young estaba enamorado de él. Nada de eso iba a cambiar, ¿así que por qué estaba gastando saliva defendiéndolo?
Agitando un poco su cabeza, Jack echó otra mirada a su anillo. Cuatro millones, ¿huh? Y los enlazaría a él y Chase por toda la eternidad y, por demanda de Chase, lo protegería del daño. Jack no había visto lo último puesto a prueba, pero había ganado un Duelo son terminar hecho polvo por completo. Eso era algo. Eso era… El pelirrojo agitó su cabeza de nuevo, sintiéndose mareado. Su visión se nubló de repente.
-Geez, Mama- balbuceó, sintiéndose borracho -¿Qué le pushiste al caffe?-
Jack sintió que sus rodillas se doblaban, peor parecía que estaba a kilómetros de distancia. Intentó poner una mano en su escritorio para sostenerse, pero su mano aterrizó en el montón de fotografías, deslizándose cuando las fotos empezaron a volar. El joven albino cayó hacia delante, golpeándose la cabeza en la esquina de su escritorio, con suficiente fuerza para reventar uno de los vidrios de sus lentes. La fuerza del impacto lo hizo girar. Jack aterrizó boca arriba en el suelo de su laboratorio, rodeado por fotografías de él y su amante.
El Sr. y la Sra. Spicer lo vieron desapasionados.
-Peso pluma- murmuró la Sra. Spicer.
-Así que, ¿crees que puede funcionar?- preguntó Jonathon, como si su único hijo no hubiera recibido un golpe en la cabeza –Si su novio es tan rico como dice, podría tener los medios para detenernos-
Cecilia consideró esto por un momento, mirando a su inconsciente hijo.
-El novio no está aquí ahora-
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Por más afortunado que hubiese sido, ésta era la primera vez que Chase Young no había estado vigilando cada uno de los movimientos de Jack. El pelirrojo había puesto rumbo a su propia casa a ver a sus creaciones, y buscar ropa limpia. Entonces el Shen-gong-Wu se había revelado y Jack había salido para luchar contra los monjes por él.
Chase lo había visto todo con su Ojo de Espía (4), riéndose entre dientes mientras Jack cantaba y bailaba alrededor de su casa, cuando se creyó solo, alentándolo en silencio cuando el pelirrojo luchó en el duelo, y sintiendo una punzada de celos cuando Spicer pareció estar coqueteando con el Dragón Xiaolin del Viento.
La subsiguiente reacción de Raimundo, seguido por la maligna risa del pelirrojo, le aseguró a Chase que la actuación completa había sido planeada para vencer al joven líder. También había funcionado de maravilla.
El guerrero casi había ido a entrenar cuando Jack estaba volando a casa, pero el joven siguió moviéndose y gimiendo en su asiento. En un momento dado, incluso se había bajado el cierre de sus pantalones, acariciándose a sí mismo, lo que hizo que Chase lo imitara. El señor dragón se había preguntado si debía privarse de algo de caliente autoplacer, y el voyeur en sí lo alentó, pero entonces los padres de Jack estaban en casa.
Una tediosa discusión siguió y Chase, al final, dejó ser a su amante y se movió hacia otros pasatiempos más interesantes.
Como elegir el nuevo guardarropa de Jack.
Por más adorable que se viera su amado en su túnica desgarrada y sus pesadas botas, Jack Spicer pronto sería su esposo y el príncipe del negro corazón de Chase Young. Era hora que se vistiera como tal. Jack se había ajustado muy bien a la ropa sensual cuando salían en sus citas, y ahora vería qué tan bien se veía vistiéndose suntuosamente.
Chase Young pasó sus manos sobre un montón de exquisitos brocados negros, con acentos geométricos de rojo y oro, y pensando lo bien que destacarían los ojos de Jack.
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Demoré porque mi inspiración se fue de paseo, sumado a que ahora tengo que estudiar más y reduje a casi la mitad el horario de uso de mi computadora. Además, ahora actualizaré los sábados a la tarde, ya que, por más que no sea lindo, la facultad es primero. NO voy a dejar inconclusos "Phantom", "Akki" o cualquier otro fanfic que esté llevando, y traduciré conforme las autoras vayan actualizando. Si ellas no actualizan, no puedo traducir, así que no es mi culpa…
(1) Un tipo de cobertura para tortas.
(2) La expresión original era algo confusa, sin dudas una expresión no literal: "The diamond alone is worth a mint" o sea "Sólo el diamante vale una menta"
(3) En el original, "FFLAG", siglas de "Friends and Family of Lesbians and Gays", o sea "Amigos y familiares de gays y lesbianas"
(4) En el original era "Eye Spy Orb" pero no tengo la traducción de este Wu como se lo conoció en Latinoamérica, así que lo traduje como leyeron.
PD: y no me he olvidado del fanfic de Nightcathybrid. Se titula "Cualquier otro día" y ya voy a terminarlo.
Nos leemos
Nakokun
