FT y sus personajes son propiedad de Hiro Mashima.

hey niggis! wazup! (?), adivinen quien dejo de cumplir años hasta hace apenas dos horas y el día 28 de enero!?, claro mi primo! (?), jajaja aparte de él, también cumplí años yo, su servidora (?), y bueh...que les dire?, recibi muchos dulces! eso me encanto xD, a mis 22 años me siento como una mocosa recibiendo dulces xD, lo siento...en fin...espero que esto les agrade, pensaba publicarlo en el transcurso del día, pero a cada tanto me interrumpían para felicitarme .-., pero en fin!, ya lo traje y eso es lo que cuenta!, so...en fin...solo disfruten y lean si!?, gracias!~


~[¿Problemas incómodos?]~

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~[Gray Fullbuster & Juvia Lockser]~

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Era un día tranquilo en la ciudad de Magnolia, las calles traficosas con sus personas que iban y venían de sus respectivos trabajos. Una ambulancia, un camión de bomberos y dos carros de policías hacían sonar sus sirenas, las personas alarmadas decidieron hacer sus coches a un lado para dejar espacio libre para los medios que llevaban sus sirenas a todo lo que da. Dentro del coche que pertenecía a las policía iban dos personas.

—¿Que es lo que esta pasando exactamente?, vas echo todo una bestia al volante. —Cuestionó levemente alarmado el sujeto que iba de copiloto.

—Ni yo lo se, solo se que nos dieron la orden y que es en el aeropuerto. —Finalizó él tipo que iba al volante.

—¿El aeropuerto?, esto será interesante.

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En el aeropuerto habían pasajeros que recién habían bajado del último vuelo. Esperaban de manera paciente su equipaje. Entre ellos iba una peliazul que se encontraba con un hombre mayor alto, de cabello negro y ojos rojos, con facciones algo rudas, el cual se había ofrecido a llevar la maleta de la peliazul.

—Me alegra que estés de vuelta, ya te extrañábamos. —Dijo aquel hombre de manera fraternal mientras acariciaba la cabeza de esta.

—Mal contrario de eso, muchas gracias a ti tío, por acogerme nuevamente en tu casa. —Sonrío algo tímida. Su vista se posó en una revisteria y abrió los ojos con sorpresa y emoción. —¡En un momento regreso, debo ir por esa revista!

Aquel hombre sin poder negarse se resigno mientras tomaba camino para ir a su coche. La peliazul por otro lado había entrado a la revisteria, fue directo a la sección de revistas de modelos y de pasada por la sección de cómics y mangas, tomo unos cuantos números y antes de ir a la caja de coloco unos grandes lentes de sol que tapaban casi toda su cara y termino por pagar, tomo su cambio y echo a su bolsa lo recién comprado. Una vez que salió de allí se quito aquellos lentes para guardarlos en su bolso y comenzar a caminar entre las personas mientras buscaba a su tío.

Por otro lado los sujetos que eran de las policía ha se habían infiltrado al aeropuerto, uno de ellos se había separado del otro. Él morocho de manera sigilosa se acercó a uno de los estantes rojos donde se supone habría algún extinguidor, lo abrió y de este saco un pequeño maletín plateado y comenzó a caminar para colarse entre la gente. Delante de él había un montón de gente, le fastidia a eso, pero sus ojos se perdieron de manera inconsciente frente a unas curvas, muy buenas curvas tanto que bajo un poco sus lentes oscuros dejando ver sus ojos grises. Negó internamente y siguió, bueno trato de concentrarse en lo que tenía que hacer. Justo en eso la gente se tiro al piso al escuchar el grito y disparo de un hombre que tenía por rehén a una de las azafatas de los aviones.

—¡Todos quietos! —Había gritado sintiéndose con más seguridad al ver las reacciones de las personas ante el disparo anterior.

—No es posible, no es posible, esto no puede ser posible. —Murmuraba temerosamente la peliazul que se había dejado caer de sentón al suelo.

La tensión era fuerte. Incluso los guardias que habían allí no pudieron detener a un solo sujeto, bueno eso se entendería porque ellos no cuentan con algún tipo de arma. Las personas yacían en el suelo, algunas asustadas otros muy impactados e incluso algunos lloraban.

"Por favor no te exaltes, no te exaltes..."—Pensaba la peliazul temblando de miedo. De manera inconsciente se había puesto de pie, sus piernas flaqueaban, sus labios temblaban y...adiós poca cordura.—¡A-Ayúdenme por favor! —Logro gritar, pero su grito fue ahogado al sentir que era jalada bruscamente.

—¿Quieres callarte? Haces mucho ruido.—Le murmuro una voz ronca y varonil pero que al

mismo tiempo sonaba un poco exaltada. Ella se exalto un poco más al sentir la cercanía que había con aquella persona, y aparte en la manera que la sostenía era un poco comprometedora, pues uno de los brazos de aquel sujeto se encontraba rodeándole toda la cintura ¡Y con un solo brazo!, además de que el otro brazo pasaba por alrededor de su cuello y la mano rasposa del desconocido tapaba su boca. Si, al menos para ella esa posición si era comprometedora. Por otro lado al morocho le estaba comenzando a incomodar el echo de que esa mujer se estuviera removiendo como lombriz para soltarse de él. —Mira, no me importa quien carajos seas, pero necesito que cooperes, ¿Entiendes? —Cuestionó un tanto rudo y ella asintió. —Voy a quitar mi mano, y cuando la quite vas a estar calladita ¿va?, ¿puedo contar contigo en eso? —Ella volvió a asentir, pero al momento de quitarle la mano de manera despacio ella emitió un leve gritillo. —Dije que te callaras. —Susurro de manera demandante haciendo su agarre un poco más fuerte. —¿Te estoy lastimando...? —Ella volvió a asentir.

Entre tropezones, forcejeo y rastras entraron al baño. Bueno ella fue arrastrada a eso.

—¿¡Me puede decir porque me trajo aquí!? —Grito exaltada y tomando grandes bocanadas de aire.

—Oye, oye fui yo quien te pidió de manera amable que cooperaras conmigo y guardaras silencio, ¿Pero qué hiciste?, ah si ponerte a gritar y casi nos descubren por ti niñita.

—¡Juvia no es una niñita! —Grito defendiéndose de aquel sujeto al cual ya se había decidido encarar. Y tal vez...tal vez se había arrepentido...pero no...ahora entendía porque aquel sujeto podía rodearla con un solo brazo la cintura. Claro...con esos brazos...ese cuerpo, que a pesar de ser cubierto por ropa, se podía apreciar que estaba trabajado, muy jodidamente trabajado y marcado, ese cabello negro y desordenado en puntas sin mencionar aquellos ojos grises. Sintió sus mejillas levemente calientes al solo ponerse a pensar en lo que su cerebro le había formulado.

Aquel sujeto la miro con sorna y arrogancia, sumándole aquella sonrisa torcida. —¿Que paso?, ¿Porque no dices nada?, ¿la niñita se ha quedado sin habla? —Cuestionó con burla y sólo atinó a ver divertido las expresiones de la peliazul y sus mejillas coloradas levemente.

—¡Déjela en paz ella no se ha quedado sin habla! —Dio un leve pisotón mirándolo acusadora mente. Ella iba a continuar hablando hasta que se dio cuenta que era ignorada por aquel sujeto que se encontraba hablando por teléfono.

—¿Ya rodearon el aeropuerto?, si no te preocupes en cualquier momento salgo para allá, no, no es nada solo una piedra insignificante en el zapato.—Respondió mientras miraba a la peliazul.

—¡Juvia no es una piedra! —Sintió un dedo índice en sus labios y vio al sujeto guardar el teléfono.

—No quiero tener más broncas contigo. —Dijo de manera seca y mirándola de igual forma. —Será mejor que termine con esto de una vez. —Juvia lo miro confundida y pensó lo peor al verlo sacarse el cinto y mirándola a ella a la par que se acercaba de manera intimida te a ella.

—¿Que...que va hacerle? —Cuestionó en un tono de voz muy bajo y temerosa, retrocedía poco a poco hasta que sintió que chocó con la superficie del lava manos.

—Te voy a enseñar a comportarte.

Y sin más lo único que vio Juvia fue todo negro debido a que cerró los ojos con fuerza . Ya podía verlo, este tipo increíblemente guapo y de carácter para el carajo. Quería violarla, bueno ella no se consideraba tan guapa, pero sabia de antemano que no tenían tan mal cuerpo.

—¿Eh? —Exclamo al momento en que solo escucho la puerta cerrarse. Abrió sus ojos azules y miro a todos lados, aquel sujeto ya no estaba. —¿Donde...?...¿¡Que!? —Soltó un sino grito que retumbo en el baño.

Poco después, aquel sujeto morocho que había salido del baño, miro a todos lados y se inclinó para abrir el pequeño maletín que tenía, del cual saco una pequeña pistola y la cargo. Se tiro al piso y poco a poco fue acercándose a arrastras a todo el bullicio.

—¡Oiga! —Grito él hombre que hace un rato acompañaba a Juvia. —¡Mi sobrina esta allá adentro déjenme entrar!

—¡Señor no puede entrar es peligroso! —Y tras esas palabras se escucho un balazo. Lo cual alarmó más al tío de Juvia.

—¡Me lleva! —Gruñó. —¡Maldita la hora en que no cargue mi placa carajo!

Dentro del lugar las personas se encontraban más temerosas que antes y con aquel disparo al aire libre de nuevo como no estarlo, alguna bala podría salir perdida y dañar a alguien. O eso hasta que vieron como uno de los policías de alto rango se había colado y lo noqueaba con el codo al sujeto que intentaba asaltarlos. A los pocos segundos el área ya se encontraba llena de policías rodeando al sujeto que yacía en el suelo semi inconsciente.

—De nuevo te luciste eh, ¿Gray?

—No es como si quisiera hacerlo Lyon, pero ni siquiera utilice los tranquilizantes. —Señaló la pequeña arma que había sacado del maletín.

Y así en pocos segundos los policías ya se encontraban llevándose al sujeto que intento hacer de las suyas.

#

Mientras tanto en el baño, se encontraban entrando un par de mujeres jóvenes que al parecer iban alardeando como pubertas enamoradas.

—Te digo que cuando él de cabello blanco entro se miraba jodidamente sexy, podría darle sexo oral. —Menciono una de las jóvenes con la voz completamente excitada.

—Pues a mi me gusto más él pelinegro, con esos brazos y ese cuerpo imagínate lo que podría hacer...

Juvia no podía creer lo que escuchaba. ¿Que tan promiscuas podían ser las mujeres?, ignoro un poco su pregunta pensando en que si alguien ya había entrado al baño, el peligro ya había pasado y sin pensarlo aclaro un poco su garganta.

—Esto...—Llamo la atención de las mujeres, las cuales la miraron un tanto sorprendidas. —¿Podrían ayudarme...?

—¡Claro! —Exclamo una acercándose a la peliazul.

—¿Pero que te paso? —Cuestiono la otra algo preocupada. —¿Porque estás amarrada de las muñecas a la tubería?

—No...no es nada...solo un incidente...—Dijo algo apenada. Pues recordar lo sucedido le hacía ponerse roja, al sentir que sus muñecas dejaban de apretarle y sentir la sangre circular, respiró más tranquila y se puso de pie. —Muchas gracias por ayudarme.

—No es nada, ¿Segura que estás bien? —La peliazul asintió.

—Si no les molesta, debo irme...yo...¡Dios mío mi tío debe estar muy preocupado! —Exclamo ante la imagen de su tío en su mente, podía verlo claro en forma de un dragón enfurecido al igual que su primo. —¡Muchas gracias de nuevo, con permiso! —Y sin más salió corriendo del baño.

Al salir se encontró con un bullicio de personas. No era de hacer ese tipo de cosas, pero comenzó a correr y empujar a las personas, disculpándose por su acto claro. El aeropuerto era un lugar grande y fácilmente se llenaba de personas, algunas estaban siendo atendidas por para-médicos mientras revisaban sus signos vitales y entre otras cosas. Se alegró de que las personas estuvieran bien y por lo que escucho en el baño, parece ser que no había heridos. Siguió su camino hasta que a lo lejos logró distinguir a su tío. Parecía un dragón escupiendo fuego, y a simple vista estaba enojado...muy enojado y preocupado. Dudo en acercarse, pero por otro lado sería lo mejor...ver como le gritaba a algunos jóvenes cerca de él no era nada agradable. Sin pensarlo se armo de valor y se acerco.

—¡Tío! —Exclamo mientras lo abrazaba por la espalda.

—¡Juvia! —Grito exaltado aunque un tanto más calmado al sentir y escuchar a su sobrina. Se giró y la miró con el ceño fruncido, Juvia ya veía venir su regaño, aunque no esperaba que este fuese a abrazarla de manera fraternal.—No vuelvas a asustarme así...estaba...yo...Juvia yo...

—Tranquilo tío, Juvia está aquí. —Dijo un tanto desconcertada aunque sonando lo más normal posible, la verdad ella esperaba un regaño y no un abrazo.

—¿Donde estabas?, ¿Te encuentras bien?, ¿Te hiciste daño? —Comenzó a cuestionarla seguidamente mientras revisaba que no hubiese alguna clase de herida. —¡Carajo Juvia! ¿¡Donde estabas!?

—Estoy bien tío, tranquilo nada me paso. —Sonrió brindándole confianza, sabía que Metalicana era terco. —Solo me duelen un poco las muñecas, pero nada de que preocuparse.

—¿¡Como que nada!?, ¡Ahora mismo hago que te revisen! —Se giró un poco y busco con sus ojos rojos a algún para-médico. —¡Rogue! —Gruñó y al instante un muchacho pelinegro de ojos rojos se encontraba a su servicio.

—¿En que puedo servirle Señor Redfox? —Cuestiono el pelinegro, luego paso su vista a la peliazul. —¡Juvia!, ¿Cuando llegaste? —La nombrada hizo una pequeña mueca que él joven entendía a la perfección. —Señor, perdone mi distracción.

—No importa Rogue, es normal después ustedes se conocen desde niños, solo te pediré de favor que, traigas a Rufus, necesito que revise si Juvia se encuentra bien y...¿Donde está el sin vergüenza de mi hijo?

—Sí, señor, Señor su hijo salió con urgencia, mencionaron que había un incendio en la librería del centro.

—Ese mocoso...bueno no importa, por favor ve por Rufus. —Rogue asintió y fue en busca del nombrado.

—Señor Redfox que sorpresa verlo por aquí. —Dijo una voz ronca.

—Gray, Que sorpresa, me informaron que te la rifaste en el operativo y como siempre te luciste, sabes como hacer tu trabajo muchacho. —Dijo con algo de orgullo, pues sabía que aquel muchacho hacía buenos trabajos en conjunto con su hermano.

—Solo hacía mi trabajo Señor, por cierto. —Menciono mientras le entregaba un folder amarillo a Metalicana. —Aquí está el informe que debía entregarle la semana pasada, tiene todos los reportes de los operativos inclusive el de hoy.

—Gracias muchacho. —Dijo Metalicana tomando el folder. —Juvia ¿Podrías cuidarlo por un momento? —Se giró para darle el forlder a la peliazul.

—Claro tío no hay problem-...

—¿Que pasa, te encuentras bien? —Cuestiono algo alarmado al ver que la nombrada no termino ni de hablar.

—¡Tú! —Grito señalando a Gray con su dedo. Él aludido la miró con una ceja alzada...de algún lado se le hacía conocida esa chica.

—¡Tú! —La imito solo que sin apuntarla con el dedo.

—¡Él salvaje del baño!

—¡La niñita chillona!

—¡Juvia no es una niñita y menos chillona!

—¿¡Ah no!?, ¿Quien estuvo apunto de echar a perder todo el operativo?

—¡Ella no sabía que era un operativo! —Ambos empezaron a discutir sin prestar atención a la presencia de Metalicana, él cual los observaba de manera curiosa.

—Claro que lo era y no dejabas de gritar.

—¿Cómo iba a creerle a un salvaje?

—¡No soy un salvaje, tú no cooperabas en ningún momento!

—¿Alguien quiere explicarme que pasa? —Se hizo presente la voz de Metalicana. —¿Se conocen?

—No, Juvia en su vida había visto anteriormente a este salvaje. —Menciono señalándolo.

—Y yo jamas había visto a una tipa más molesta que logrará sacarme tan fácil de mis cabales.

—¿Eh, de que carajos no me entere?, y me perdí. —Menciono Metalicana un tanto confundido, pues Juvia y Gray se hablaban como si se conocieran de alguna mala racha. —No entiendo bien que pasó, pero no voy a permitir que te dirijas de ese modo a mi sobrina. —Dijo algo severo mirando a Gray, él cual sudo frío mientras miraba como Juvia sonreía de manera triunfal.

—Lo siento Señor, no sabía que la señorita aquí presente era familiar suya. —Dijo entre dientes al ver como la sonrisa burlona de Juvia aumentaba.

—No te preocupes, lo mismo va para ella, no puedo dejar que se dirija de ese modo a uno de los mejores agentes que la policía tiene, así que tanto tú como Juvia se deberán dar una disculpa mutua.

—¿¡Qué!? —Exclamaron ambos a la par.

—No nos iremos de aquí hasta que lo hagan. —Sus palabras eran firmes. Tanto Gray como Juvia se miraban con poco gusto.

—Señor, me dijo Rogue que me buscaba. —Se hizo presente la voz de un rubio.

—Que bueno que llegas Rufus, por favor necesito que revises a mi sobrina.

—Entendido. —Afirmo, luego se acerco a la peliazul la cual extendió sus muñecas. —Es un placer verla de nuevo señorita Lockser.

—Igualmente Rufus. —Dijo en un tono algo elegante, sintió la mirada de Metalicana sobre ella, él sabía mejor que nadie que Juvia no daría su brazo a torcer sin algo de presión, suspiro y miró de mala gana a Gray. —Lo siento...siento llamarte salvaje...—Lo dijo un tono muy bajo, pero suficiente alto para que Gray escuchara, aunque este decidió divertirse un poco más.

—Perdona, no te escuche...hablaste muy bajo. —Dijo con algo de arrogancia, burla y arrastrando cada palabra. No sabía por que, pero de algún modo le causo gracia ver a la peliazul en ese estado.

—¡Que siento mucho haberte llamado salvaje!, ¿¡Contento!? —Exclamo mirando hacia otro lado.

—Claro. —Dijo con arrogancia. Juvia no necesitaba verle a la cara para saber la sonrisa socarrona que estaba pintada en los labios de Gray.

—Bien, es tu turno Gray. —Mustio Metalicana. Gray trago hondo, había olvidado que él también tenía que disculparse y ahora era él quien tenía la mirada burlona de Juvia sobre si.

—Yo...yo... —Se atraganto un poco con sus palabras, ¿Que tan difícil podría ser disculparse con una chica que lo miraba así?, para Gray era casi sacarse un ojo de la cara o cortarse un huevo. Colocó una de sus manos en su nuca mientras estiraba levemente uno de sus mechones negros y miraba a otro lado. —Yo...yo...lo sie-...lo sien..to...lo siento... —Mustio entre dientes.

—Perdone, no alcance a escucharlo. —Dijo Juvia con inocencia sumamente fingida, ganando una mirada fulminante por parte de Gray, ella supo que lo anterior lo había echo apropósito y ahora se las estaba cobrando.

—Lo...lo...lo siento... —Dijo lo suficientemente audible para que la peliazul "escuchara".

—Bien. —Menciono de manera satisfecha Metalicana y palmeo en la espalda a Gray. —Buen trabajo en el operativo muchacho. —Gray asintió lentamente.

—Debo retirarme, Señor, mi hermano me está esperando. —Metalicana asintió.

—Dale saludos de mi parte a Silver.

—Claro, con su permiso. —Y sin más Gray se retiro del lugar.

—Señor, Juvia se encuentra en perfecto estado, solo tiene una leve irritación en las muñecas con una pomada se le pasara en máximo de dos días. —Menciono Rufus.

—Gracias por tus servicios Rufus, es un alivio tenerte en el equipo con nosotros.

—El placer es mió Señor Redfox, ahora con su permiso me retiro. —Metalicana asintió y lo vio marcharse también, luego deposito una mirada en Juvia.

—Llegando a casa espero una buena explicación jovencita.

—Cl-Claro...—Asintió Juvia sintiendo un leve escalofrío ante la mirada de su tío. —"Todo por culpa de ese salvaje, es muy probable que Juvia reciba un castigo por parte de su tío..." —Pensaba la peliazul.

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Gray se encontraba en el automóvil ya de camino a la estación de policías junto a su hermano, él cual no paraba de reírse o más bien burlarse.

—¡Es que enserio, fue demasiado! —Grito al borde de las carcajadas. —¿¡Tú disculpándote!?, ¡Eso es algo que no se ve todos los días, por dios Gray, te hicieron pedir una disculpa! —Volvió a estallar en carcajadas.

—¡Cierra la boca Lyon! —Grito Gray propinándole un golpe al albino. —¡Claro que me tuve que disculpar, un superior me lo pidió y sabes que no puedo negarle nada a los superiores!

—Puedes golpearme todo lo que quieras, de todos modos no harás que olvide tan fácilmente ese momento, ¡Fue memorable! —Decía entre carcajadas mientras se limpiaba un par de lagrimillas por la risa. —¿Quien diría que al señor Gray "Tolerante, me vale madre todo" Fullbuster lo sacaran tan fácil de sus cabales una linda señorita?

—Debes estar ciego para decir que esa tipeja es linda, es todo lo contrario a leguas se ve que es odiosa y fastidiosa.

—No puedes negarlo, al menos no por mucho tiempo Gray.

Gray chisto la lengua en señal de molestia. Era cierto, Juvia lo había sacado muy fácil de sus cabales, hace mucho que no le pasaba y la única vez que le paso fue con la rubia fastidiosa llamada Lucy, no por nada era reportera. Pero con Juvia fue en cuestión de segundos, un nuevo récord y además habían superado a la Heartfilia. ¿Que si Juvia era linda?, ¡Claro que lo era!, incluso tardo un poco en darse cuenta que ella era la tipa de las curvas que iba mirando antes de que él loco de la pistola se pusiera a atacar, pero no es algo que diría tan fácilmente...no, en está vida Gray Fullbuster no diría eso, él no diría ni aunque le pagaran todas las fortunas del mundo habidas y por haber, que Juvia era linda. Aunque le resultaba divertido sus expresiones, eran graciosas como cuando ella se disculpó primero, eso fue verdaderamente gracioso, y luego de que un par de veces en ese mismo día habló en tercera persona. ¿Quien lo haría?, solo esa niñita.

—"Puede que tal vez resultes interesante niñita gritona..." —Fue lo último que pensó Gray al dar vuelta en una esquina para llegar a la estación.

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¿Fin?

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Bueno hasta aquí!, según tenía pensado hacer esto corto, pero me resulto...sí me resulto corto (?), pensaba hacerlo más largo pero bueh!, total, pensaba en hacer un tipo de drabbles/oneshot con momentos de Gray y Juvia problematicamente incómodos, divertido, comprometedores y obvio más adelante románticos o pervertidos, no se, todo depende de ustedes, no se cada cuando actualice esto, pero de mientras lo dejare como "completo", de igual modo podrían dejar algún tipo de idea o petición en sus reviews!, hagamoslo como un juego, dicen una palabra y yo me idealizo una historia de momento incomodo o lo que sea que mencione allí arribita xD, enywey! creo que es todo, por cierto vuelvo a preguntar algo que deje en mi FF de "Wherever you will go", ¿Les gustaría que respondiera a sus reviews por cada capítulo que deje en cualquiera de mis FF que comentan o por vía inbox?, no se díganme ustedes!~, sin más los dejo xD, los amo (?)

~Chachos~