FALLOUT EQUESTRIA

ARBUS SHADOW

INTRODUCCIÓN

Valla, por fin despertaste. Rust Armor ¿no es así?

¿Dónde estoy? ¿Quién eres?

Digamos que soy como tu abogada. Por cierto, necesito que me hables un poco de ti, así podré pensar en algo para defenderte tu juicio.

¿Una abogada para un juicio? ¿Pero de que estás hablando?

Todos debemos enfrentar uno en algún momento, pero te explicare eso más adelante. Ahora necesito que me hables de ti; algo general para poder empezar a trabajar.

Está bien… pero espero una buena explicación. Estos últimos días han sido un poco confusos para mí.

Todo a su debido tiempo pequeño. Comienza cuando quieras.

De acuerdo. Para empezar, me crie en una granja muy al sur de Equestria, más allá de New Appleloosa. Vivía con mi abuelo y una cebra, a la cual llamaba Sr cebra. Aprendí a trabajar la tierra y a sembrar todo tipo de plantas; los días siempre eran largos y aburridos, solo trabajar durante horas en la misma monótona rutina. Afortunadamente, por las noches o cuando mi abuelo no estaba, el Sr. cebra me contaba toda clase de historias. Las más maravillosas provenían de un libro café y hablaban sobre una yegua que abandonó su establo y logro salvar a Equestria de la tiranía de ojo rojo, la maldad de la diosa y la destrucción que causaría el enclave.

Todas las historias eran sorprendentes. En ese momento me era casi imposible llegar a imaginar tales cosas, no solo por tratarse de un potro que vivía en una granja aislada del mundo, también por tratarse de un pequeño flanco en blanco.

Por desgracia muchas de las historias eran cortadas de golpe cuando mi abuelo llegaba a la granja. Por alguna razón a él no le gustaba que el Sr. cebra me leyera o contara cualquier tipo de historia. Según mi abuelo "no era necesario llenarme de mierda la cabeza", y después de una muy larga discusión el Sr. cebra dejó de contarme historias, pero en cambio me enseñó nuevas cosas, como leer, dar uso a muchas de las plantas que cultivamos y otras actividades.

Eso suena interesante, pero no es suficiente. Tu cutiemark es muy curiosa ¿Cómo lo obtuviste?

Bueno, pasaron unos años para obtenerla. La recibí después de poner una rueda dentada unida a un contenedor de semillas detrás del arado de la granja. Esto permitía abrir el suelo y plantar las semillas inmediatamente, ahorrando un montón de trabajo y de tiempo, lo cual me resultaba muy útil porqué mi abuelo ya no podía realizar trabajos fuertes por su edad.

Tanto para él como para mí fue una sorpresa, no solo por como la obtuve, también al ver lo que era; un pequeño mango de color rojo con varias cosas saliendo de él. En su momento mi abuelo dijo que era una multiherramienta, un objeto que los unicornios solían usar en los talleres para realizar trabajos simples sin necesidad de cambiar de herramienta.

Debiste estar muy feliz por tenerla es algo muy importante para todos.

La verdad es que sí, pero esa no fue una alegría completa. Siempre quise que el Sr. cebra estuviera para verla, pero él se marchó después de una muy larga y ruidosa discusión con mi abuelo. Afortunadamente me dejó un regalo antes de irse; la llave para abrir su cobertizo, además le prometí que no la usaría hasta obtener mi cutiemark.

Una vez mi abuelo se fue de la granja abrí el cobertizo; no quería hacerlo con él cerca porqué siendo algo del Sr. cebra, sabía que él no tomaría bien el regalo. El lugar era impresionante, había una gran de cantidad de objetos extraños, entre ellos una estatua de madera que el Sr. cebra golpeaba todas las noches, un montón de cajas y un pequeño estante con libros, siendo el más interesante, un libro con una vieja cubierta café.

Tal como esperaba mi abuelo se molestó por verme ahí, pero con el tiempo se acostumbró a que el lugar fuera mío e incluso toleraba que pasara una tarde entera leyendo, golpeando aquella estatua o que durmiera ahí en lugar de en la casa.

Ese cobertizo suena como un lugar especial; debes mantenerlo en muy buen estado.

Así fue por unos años, pero en una noche con lluviosa un rayo cayó generando un incendio. Recuerdo despertar a mi abuelo de un grito. Salimos de la casa en medio de la fuerte lluvia y corrí sin pensarlo para tratar de rescatar todo lo que fuera posible.

Lo primero que busqué fue el estante donde estaban los libros, tratándose de un incendio mi prioridad era salvarlos del fuego. Tomé el primer libro que vi y lo lancé fuera del ardiente lugar; gire y tomé otro libro para lanzarlo.

El calor era sofocante y el humo hacia arder mis ojos y nariz decidí salir por algo de aire fresco, pero cuando mi mirada cayó sobre la estatua de madera envuelta en llamas, sin razón, mi cuerpo se bloqueó impidiendo que saliera.

¿Y cómo escapaste de ahí?

Fue gracias a mi abuelo; él me hizo reaccionar lanzándome una piedra y una vez fuera colapsé en el suelo cubierto de lodo. No sé cuánto tiempo estuve dentro, pero mi nariz y mis ojos estaban muy irritados por el humo. Miré la puerta e intenté levantarme para volver a entrar, pero parte del techo colapsó, bloqueando la entrada y sellando el destino de todo lo que estaba al interior del cobertizo. No pude hacer más que ver cómo, en medio de una fuerte lluvia, los recuerdos de mi mejor amigo eran destruidos por el fuego.

Eso suena muy impactante. Creo que tengo una base para empezar, más no es suficiente para armar una buena defensa… Si mal no recuerdo dijiste que estos últimos días fueron muy confusos. ¿Te molestaría hablar al respecto?

No en realidad, tal vez así también pueda organizar un poco mejor mis ideas. Aunque han pasado como tres semanas, ¿Tendré suficiente tiempo para contarte todo?

No te preocupes, tenemos suficiente tiempo para que me lo expliques todo.

De acuerdo. Todo comenzó hace como tres semanas… el día en que murió mi abuelo.

CAPITULO 0

-No… No puedes dejarme- dije a mi abuelo- Él estaba enfermo desde hace una semana, había usado muchas medicinas diferentes y toda clase de recetas, pero no lograba curar su enfermedad.

-No hay nada que hacer muchacho. Enferme de aquello que no es posible curar- el viejo pony estaba recostado en su catre; él soltó un fuerte y seco tosido al terminar -Eres un buen chico Rusty. L-lamento no haber sido un mejor pony contigo-

-No. Podemos salir de esto. Buscare otra receta o algo. Aún… Aún hay cosas que puedo intentar-

Las lágrimas se formaban en mis ojos, mi abuelo rio levemente antes de toser otra vez. No podía verlo así, quería hacer más para tratar de curarlo, había intentado todo lo que podía hacer con base a mi libro de plantas, pero nada parecía funcionar.

-Hay cosas que no podemos cambiar por más que lo intentemos. No creo tener mucho tiempo… Debes revisar mi caja personal. Sé que no es el mejor momento para decirlo. Pero… Lo lamento-

-¿De qué hablas? Siempre has sido directo, solo dime lo que quieras- No sabía de qué estaba hablando, la tristeza y la confusión inundaba mi mente con muchas preguntas. ¿Qué quería decirme?, y si era tan importante ¿Por qué en este momento?, ¿Por qué tantas disculpas? Sabía que la muerte estaba asechando a mi abuelo y él también era consciente de ello, acaso… ¿acaso estaba despidiéndose?

-Lamento no haberte dicho nada sobre tus padres… O… Sobre Arbu-

Su frase detuvo en seco mi tren de pensamientos. Primero, nunca supe nada sobre mis padres, mi abuelo solo se limitó a decir que mi madre me dejo a su cargo desde que era solo un bebe y nunca menciono nada sobre mi padre. Por otra parte estaba la cuidad de Arbu. Siempre sentí una gran conexión con la ciudad aunque no recordaba estar ahí, al parecer era solo un bebe cuando nos marchamos. Mi abuelo hablaba de ella todo el tiempo y ocasionalmente nos contaba historias sobre sus días como cazador de radiodrilos. Siempre me pregunté por qué se fue de la ciudad, sus historias nunca mencionaron ningún conflicto con sus compañeros o ningún problema, salvo la escasez de agua. A veces me atrevía a preguntarle, pero él desviaba el tema o decía estar ocupado.

Una vez leí sobre un incidente en Ciudad amistad donde un soldado del enclave vaporizo a un potro que provenía de la ciudad. Pregunté sobre aquel caso, pero como de costumbre, el solo desvío el tema.

-Encontraras lo que buscas si vas ahí. Eres un buen pony Rusty, no dejes que nadie cambie eso…- dijo el anciano pony sonriendo levemente antes de dar un profundo suspiro y cerrar sus ojos.

-¿Abuelo…? ¡ABUELO!-

Colapsé al lado del catre de mi abuelo, podía escuchar como una tormenta empezada a caer, a veces el estruendo de algún rayo coincidía con la caída de mis lágrimas en el suelo.

Levante mi mirada por un momento para mi alrededor, un rayo cayó cerca iluminando el lugar, permitiéndome ver toda la habitación. Primero estaba mi abuelo, el pony marrón quien tenía una hoz como cutiemark estaba totalmente relajado, parecía feliz, como si solo descasara después de un productivo día de trabajo. También vi el pequeño librero al lado su catre, donde estaba la caja de la que me hablo.

Saque la caja del mueble y la puse en el centro del cuarto. Había muchas cosas: Un paquete con tres orbes de memoria, una pistola, una gran cantidad de hojas de papel y una bolsa de tela donde encontré un sobre sellado, un registro de audio y una foto.

La foto fue lo primero, la obscuridad no me permitía ver muy bien, pero note a dos ponies sonriendo en la imagen, parecía tener algo escrito en ella, pero no podía leer que era. La deje de lado y tomé la cinta, la cual tenía una pequeña nota pegada.

"Ponme en la pata delantera izquierda"

Aunque esto era algo raro, sabía lo que quería decir. Al ver la pata indicada recordé que mi abuelo metía estas cosas ahí y luego se ponía algo en su oreja. Me acerque al cadáver y tome la pata, el frio metal brillo con la luz de los rayos en el exterior, permitiéndome ver donde debía insertar el registro, tomó un poco descubrir la manera correcta de insertarlo, pero cuando lo hice algo salió desde el lado de la ranura. Sabía que era, así que presione el pequeño botón y el audio empezó a reproducirse.

Hola Rust.

Si estas oyendo esto es porque estoy muerto…

Debe ser confuso muy para ti, además debes tener preguntas sobre muchas cosas. Bueno… Sé que no es la forma correcta de enterarse, pero tienes que saber esto.

La voz de mi abuelo era muy extraña, como si sintiera mucho dolor por lo que tenía que decir.

Desde que abriste el cobertizo me has preguntado sobre por qué nos fuimos Arbu o que paso con tu madre. Siempre evadí el tema porque no quería contarte el horrible fin que tuvo nuestra ciudad natal… Pero creo que estás listo para saber la historia.

Nuestra ciudad estaba al norte Manehatan, era una ciudad pacífica que comerciaba con carne de radiodrilo y daba asilo a quienes nos lo pedían. Todo fue así hasta la llegada de la habitante del establo al pueblo, como costumbre le ofrecimos asilo sin pensarlo, aún más teniendo en cuenta de quien se trataba, después de todo, no queríamos ser la ciudad que negó asilo a la gran heroína de los yermos. Estábamos felices por su presencia... Pero todo se fue a la mierda al llegar la noche. Sin aviso, ni razón, ella y sus seguidores empezaron a atacarnos, masacrando a todos en la ciudad.

Exceptuando a quienes logramos escapar, todos en Arbu murieron a causa del plomo y el fuego de sus armas… Incluyendo a tu madre. Ella se sacrificó para darnos tiempo de escapar; le rogué que escapara contigo y que yo me quedara, pero no me hizo caso; ella siempre fue muy terca.

Después de salir de allí, vagamos por un tiempo hasta toparnos con una caravana, la seguimos un par de meses hasta dar con esta granja donde conocimos a Lynx y hemos estado aquí desde entonces, ya conoces el resto de la historia… Excepto tal vez por una parte. Recordaras aquellas discusiones que teníamos por sus historias, especialmente aquellas sobre la yegua del establo o la que controla el clima. Resulta que todas son ciertas. Lynx no lo sabía, pero aquélla yegua que salvó a los yermos es la misma que destruyó nuestro hogar.

Hablando de él, recordaras que poco después de irse se formó una tormenta, una semana más tarde un caravanero me dijo que encontraron a una cebra que fue alcanzada por un rayo, no tarde en darme cuenta de quien se trataba, lamento que te enteres así, pero ya te lo dije varias veces "El clima no es tan caprichoso como parece".

Quiero pedirte una cosa muchacho… ¡Acaba con ella!

Ve a Ciudad amistad y busca a un pony llamado Healthy Fromage. Él también tiene motivos para deshacer de ella, además parece conocer a alguien que puede ir al proyecto pegaso solo.

Eres un buen muchacho Rust y sé que harás lo que te pido. Tal como decía tu madre, sé que harás lo correcto.

Baje mi casco con furia hacia el suelo, rompiendo algunas de las tablas con el golpe. La ira que inundo mi mente me hizo me olvidar del frio y el ruido de la lluvia.

Había pasado toda mi vida admirándola, quería ser como ella; sus hazañas, valores y acciones me inspiraban para trabajar duro y seguir adelante; pero ahora no podía soportar que ella fuera mi inspiración. Por otra parte, saber que ella era quien controlaba el clima me hizo más fácil enlazar mi odio, las fuertes sequías, las repentinas heladas o las inundaciones siempre destruían las cosechas y, poco a poco, la salud de mi abuelo.

Salí de la cabaña y me pare en medio de la lluvia mirando el cielo, las gotas de agua recorrieran mi rostro reemplazando lo que antes fueron lágrimas. Estaba muy obscuro, el cielo era negro, excepto cuando algún rayo cruzaba las nubes y desgarraba a través de la noche.

-IRÉ TRAS DE TI PERRA. NO ME IMPORTA SI TENGO QUE RECORRER TODA EQUESTRIA, APRENDER A VOLAR O A LEVITAR COSAS- grite en medio de la tormenta mientras me paraba en dos patas. -Pagaras lo que le has hecho a mi familia, a mi pueblo y a mí. ¡Pon el clima en mí contra si quieres! pero llegare hasta donde estas, cueste lo que cueste-

Puse mis cascos nuevamente en el suelo y al girar, un rayo cayó cerca de la granja, justo detrás de la casa, haciendo temblar el suelo.

Así que recibiste el mensaje.

Volví a la habitación para tomar la caja. Al entrar noté que el audio no se había detenido.

No confíes en tu abuelo mi pequeño, el no siempre es de fiar. Para él, solo aquello que le traiga algún beneficio es correcto… Pero sé que tú no serás así, sé que serás mejor que todos nosotros. Lamento no poder compartir más contigo. Nunca te rindas, sé que tú restauraras nuestro…

-¿Nuestro qué?-

-Energía insuficiente. Desconexión automática- dijo una voz desde la pata antes de expulsar la cinta.

Estaba muy confundido por esta última parte del audio. ¿Quién era ella?, ¿Por qué no quería que confiara en mi abuelo?, ¿Por qué era tan… Familiar? Mire por el cuarto tratando de dar sentido a esta última parte, viendo el sobre me acerque a él y lo abrí esperando aclarar todo; supe que lo había escrito mi abuelo por la letra y a diferencia de la foto, podía leerá a pesar de la obscuridad, aun así decidí acércame a la ventana para poder ver mejor.

Hola Rust, si lees esto es que debo estar muerto. No sé si ya oíste la cinta, pero antes de cualquier cosa necesito que me hagas un favor.

Quiero que retires mis prótesis y las lleves a Clowstep, es un pequeño asentamiento al norte de aquí. Toma mis patas y llévalas al encargado de la tienda, un hellhound color negro llamado Nushbil; que no te asuste su aspecto.

Debes estar atento, según Lynx, desde mucho antes que llegáramos, el imbécil trato de hacerse con esta granja varias veces; una vez te vea con mis patas sabrá que paso y tratara de engañarte para que se la des. No caigas en sus trucos, como comerciante puede llegar a ser muy convincente cuando se lo propone. También recuérdale sobre el regalo que deje para ti hace unos años; se supone que te lo daría cuando tuvieras tu cutiemark, pero olvide hacerlo.

Nunca te rindas muchacho, sé que harás todo en tus cascos para vengar a nuestro pueblo.

-Quiere que haga ¿qué…?- dije, toda la ira se disipó dejando lugar solo a la confusión. Casi no pude insertar la cinta aun cuando había visto a mi abuelo hacerlo y ahora debía retiras las 4 prótesis de su cadáver, además aún estaba esa fracción de audio, no podía sacar aquella voz de mi cabeza. Por otra parte el audio era un poco raro, era muy ruidoso, como si alguien estuviera hablando bajo la voz de aquella yegua, fuera de algunos fuertes sonidos de fondo como gritos y varios disparos; creí que la carta podría darme alguna pista, pero solo me confundió más.

Toda la información asaltó mi cansada mente haciendo que cayera sobre mi panza. Era mucho que procesar, las patas, las voces, el ruido de la tormenta (que ahora era una pequeña llovizna). Estaba totalmente cansado, no solo por el día de trabajo, también por toda lo que acababa de encontrar y que luchaba por atención.

Decidí descansar para salir en la mañana, me recosté en el suelo y puse mi cabeza entre mis cascos, mientras mi vista se obscurecía y el sonido de la lluvia despejaba mi mente.

Desperté más temprano de lo normal y me levante del duro suelo para preparar mi viaje, el sol aún no era visible, pero su luz bañaba la tierra lo suficiente para poder orientarse. Lo primera que hice fue tratar de retirar las patas de mi abuelo, gracias a la luz, pude notar un pequeño botón rojo que permitía liberar las patas.

Siempre fue un misterio para mí como las obtuvo, aun antes de que se fuera el Sr. cebra, sus patas traseras ya eran metálicas, ninguno de los dos me dijo porqué o como había pasado, pero siempre me causo curiosidad. Posteriormente, al día siguiente de obtener mi cutiemark, él obtuvo una nueva pata metálica, nunca me explico por qué, y deje de preguntar cuando amenazó con golpearme con ella, la última de sus patas naturales desaparecido un mes después del incendio, esa vez ignore el tema; sabiendo que no habría ninguna respuesta, dejé pasar la ocasión.

Fui a la habitación de las herramientas para tomar un arnés y la vieja mochila de mi abuelo, puse las patas en el arnés y empecé a recolectar todo las cosas que considere útiles para el viaje. Pensé llevarme alguna de las herramientas como arma, pero todas estaban rotas o en muy mal estado.

Lo primero que puse en la mochila fueron los libros, quería llevar un recuerdo del Sr. cebra, y a pesar de sentir algo de odio por el libro café, no podía negar que tenía información útil para el viaje además de unas hojas en blanco, también guarde el contenedor con los orbes y algunos papeles que había en la caja, finalmente guarde varias latas de comida y muchas semillas.

Al ponerme la mochila, vi que una pequeña hoja callo desde algún lugar, noté que se trataba de la foto de anoche, esta vez pude detallarla mejor. En ella había 2 ponies, uno de ellos era una versión más joven de mi abuelo; él tenía una gran sonrisa en su rostro, como si celebrara un gran acontecimiento. A su lado estaba una pequeña yegua color azul claro y con una crin marrón, la joven unicornio también sonreía, pero no parecía estar feliz, era como si el logro de mi abuelo fuera una tragedia para ella. Al mirar una esquina de la foto, note un pequeño escrito "La primera presa de mi pequeña", no sabía a qué se refería, así que guarde la foto en mi mochila para analizarla después.

Camine hasta la caja para sacar la pistola cuando un escuche un fuerte ruido detrás de mí.

-¿Es enserio?- dije mientras miraba el gran agujero en el fondo de la mochila, todo el contenido cayo y ahora estaba desparramado por el suelo de la habitación. Cerrar el hueco me tomaría mucho tiempo, especialmente sin los materiales necesarios para la reparación, mi mirada vago por la habitación buscando alguna solución hasta que vi la caja metálica.

Recogí todas mis cosas y las puse en mi mochila improvisada, había tomado la correa de la mochila rota y la pase a través de las agarraderas de la caja, era un poco pesada, pero no tenía nada más al alcance del casco. También se me ocurrió amarrar un poco de cuerda a la bolsa de tela para usarla como un pequeño bolsillo en el cual puse algunas hojas y las semillas. Coloqué todo en su lugar y camine hasta la puerta, tenía todo listo para salir, pero aún había una cosa que hacer.

Enterré a mi abuelo al lado de los restos del cobertizo y puse una capa de roca sobre su tumba, también rompí el mango de la pala para dejarla a modo de lápida, hice lo mismo como tumba simbólica para el Sr. Cebra, esta vez acomode los restos de madera quemada y utilice un azadón como lápida. Sabiendo que ambos estaban muertos creí que, a pesar de las discusiones, los dos amigos querrían ser sepultados el uno al lado del otro y antes de irme, levante una plegaria a Luna por el descanso de mis amigos y tutores.

Caminé hacia donde salían las caravanas, no sabía si era la ruta que tomaban, pero sentía que estaba en la dirección correcta.

Ni las historias del Sr. cebra, ni el mapa que estaba en el libro, ni nada me había dado una idea de que tan basto era el yermo, aunque desde la granja era posible ver hacia el exterior, nunca me atreví a cruzar la cerca.

Vi un pequeño parche verde en medio de la nada, sabía que gracias a un proyecto de la preguerra, una buena parte de la radiación había sido purgada de la tierra, lo que permitió que crecieran más plantas en el yermo o al menos eso me habían dicho. Mientras iba en dirección al pequeño parche, sentí una ligera vibración bajo mis cascos, no le preste mayor importancia y seguí hacia el lugar, al llegar, me senté en medio del pasto.

Aproveche el descanso para tratar de guiarme, había caminado por un rato sin encontrar nada, incluso consideré la idea de volver a la granja, pero al dar una mirada a mi alrededor noté que… No sabía hacia donde estaba.

Una nueva vibración salió del suelo haciendo que me levantara, no me pareció una coincidencia, por lo cual decidí desenfundar el arma.

-Pareces perdido muchacho- dijo una voz desde ninguna parte, mire al rededor en busca de la fuente, pero no había nadie. De repente, dos agujeros se formaron frente a mí, de los cuales salieron dos enormes hellhounds. Era usual ver uno o dos llegar a la granja con una carreta para comerciar, curiosamente cuando ellos se iban, podía encontrar libros o revistas cerca de la puerta. Solía tomar los más interesantes y guardar notas que luego almacenaba en el cobertizo, lamentablemente, todas estas se perdieron con el incendio.

Nunca había visto un hellhound en pony, aunque si veía a mi abuelo cuando comerciaba con ellos. Siempre me impresionaba su tamaño, ya que eran dos veces más grandes que mi abuelo; quien era ligeramente más alto que yo.

-Veo que llevas una carga interesante. ¿Puedo verla?- dijo uno de los hellhound mientras acercaba una de sus garras a las patas metálicas.

Di un salto hacia atrás y apunté mi arma a la criatura gris. Estaba asustado por la repentina aparición y aunque no sabía exactamente como accionarla, esperaba asustarlo o al menos hacerlo retroceder.

-Que linda arma… ¡esta es la mía!- dijo el otro hellhound mientras desenfundaba un gigantesco rifle y lo apuntaba a mi cabeza. El arma era casi tan grande como quien la usaba, cuando el enorme orificio del cañón toco mi nariz, mi boca se abrió dejando caer la pistola, mis orejas bajaron… Y…

Rust Armor:

Beneficios:

Escáner – Tienes muy buen ojo para usar lo que tienes al rededor. Puedes tomar la chatarra que encuentres en el entorno y crear objetos que puedan ser útiles en cualquier momento.

Conexión vegetal – Tu laso con las plantas es sumamente fuerte. Cualquier medicina que uses y esté hecha exclusivamente con plantas será un 50% más fuerte de lo normal.