Advertencias:
Por fin, otro cacho terminado. Estoy decidida a terminar todos mis fics, pero es mas fácil empezar con los que tienen solución. Es gracioso notar el cambio en el "estilo". Por que hace muchooo que tenia guardado este fic.
Me dio flojera traducir mi español chilango, o mexicanismo que se fue colando en la redacción. Generalmente si lo hago, pero gracias al cielo no es mucho, que apuesto, no lo notaran,
No se sientan ofendidos por el contenido, ni de la historia, ni nada. Es una historia que se suponía una comedia. No estoy segura de haberlo logrado.
Ni mucho menos a las alusiones en el summary. La verdad nunca he leído ese fic.
Harry se sentó frente al televisor de pantalla plana. Abrió la cajita de la hamburguesa y le dio una mordida. Mastico en silencio. Mientras veía los infomerciales.
-"Así es Lisa, Esta noche tenemos una verdadera oferta…"- dijo el comentarista con cara estúpida. Mientras Harry le daba un trago a su soda.
-"ya lo creo Peter, es una oferta que nadie dejaría pasar!..."-
-"si se trata de la nueva fragancia "Deseo"…"-
La mujer hizo una cara de fingida felicidad y tomo el producto en sus manos.
-"es una fragancia para caballeros que las señoras no podrán resistir!"-
-"Además, cada botella contiene 40 mil feromonas!"-
Unas graficas sin sentido comenzaron a acaparar la pantalla, Harry considero por un momento cambiar el canal, pero en realidad, le daba flojera levantarse por el remoto.
-"La universidad de Tombuctú a demostrado con sorprendentes investigaciones, los maravillosos resultados, y cualquiera que use este producto tendrá la facilidad de relacionarse con mujeres!"-
Harry comenzó a reír, ¿de verdad existía la universidad de Tombuctú?
-"y eso no es todo, solo esta noche le daremos Dos botellas!"-
-"Dos?"- pregunto la mujer.-"que sean 3 y un maravillosa colección de Cd´s para seducir…"-
-"y todo al increíble precio de 50 €. Llame llame, llame Ya!"-
Harry se enderezo y pudo verse reflejado en la mesa de cristal donde tenía los pies. Algo incomodo miro su rostro, su cuerpo, su ropa. Incluso su cabello. Tenía ya bastantes años sin una relación. Y cuando conocía una mujer. Ellas lo botaban sin motivos…
Sintió lastima de si mismo. Miro de nuevo el televisor que brillaba con los números. Tomo el teléfono y marco avergonzado.
-"Canal de ventas, línea de compra. Puedo ayudarle?"-
-"si…quisiera..Un….un pedido de….la fragancia deseo.."- murmuro apenado.
-"claro señor!, cual será su forma de pago?"-
-"Crédito…"- dijo Harry rebuscando en su pantalón hasta encontrar la billetera.
Dios su nombre, y su numero.
-"señor Potter, usted ya es cliente de canal de ventas de S.A.D …A.N.D.P ..AIN. Que esta noche esta recompensando a sus clientes favoritos, felicidades, señor Potter, se gano una plancha y un tostador.."-
Harry no contesto nada, le dieron los detalles, y en unos dos días su pedido llegaría. Colgó el teléfono. La idea de comprar la fragancia le había parecido mala, pero al dar su número de crédito, se sintió momentáneamente feliz…y luego aquella soledad lo embargaba hasta sentirse vacio.
Miro su departamento. Lleno de cosas estúpidas que había comprado. Algunas incluso aun cerradas en sus empaques originales. Se levanto y pateo el costoso archivero anti incendios que compro. Maldijo a la compañía. Se había lastimado el pie con el plástico duro de mil años de duración.
El golpe le quito el coraje, pero aun había frustración en el. Se recostó de nuevo en su sillón de piel negra marca Furnier. Y puso de nuevo los pies descalzos en su mesa de cristal marca Pierquis.
-"Ahora, pasemos con esta segunda y maravillosa oferta."-
Dijo el presentador. Harry lo miro con el seño fruncido, pero después, dejo que el comercial lo absorbiera totalmente.
Cuando Harry decidió que era hora de ir a la cama, ya había comprado un perfume, unos pendientes. Unos patines. Una alfombra persa imitación bizantina. Un florero chino de porcelana. Una botella de vino. Y una afeitadora nueva.
A la mañana siguiente. Despertó sintiéndose bien. Aprovecho el buen humor para salir de casa y conseguir su desayuno en Wcdonalds. Estaba tan bien, que incluso se dio el lujo de comer mas ordenes de panquecas.
Harto de su sabor, continuo su recorrido por las calles abarrotadas de Londres, hasta llegar al caro gimnasio al cual se había registrado.
Polka, su entrenador personal, le grito como todas las mañanas, lo débil, lo marica, lo gordo que estaba, y lo obligaba a hacer ejercicios pesados y repetitivos.
-"inclínate mas Potter!, dale duro, vamos, mueve esos músculos perezosos, mas duro!"- gritaba Polka, alentándolo a hacer mas abdominales.
-"eso es todo lo que puedes?, carajo quiero verte sudar las paquecas que te desayunaste maldito hijo de puta…"-
Harry frunció el ceño mientras se quitaba el sudor. Polka era uno de los mejores entrenadores de Londres. A Harry le parecía un poco rudo a veces, pero en algo tenia razón.
-"muy bien Potter, es todo por hoy…"- dijo su entrenador, mientras le daba una mano para bajarse del extraño aparato que le hacia trabajar los bíceps.-"ya lo sabes, cada hamburguesa equivale a 1000 sentadillas, espero que lo consideres cuando decidas que vas a comer…"-
Cansado se dirigió a las duchas, tratando de no avergonzarse de estar desnudo con un montón de hombres musculosos. Y aun más, de que ellos en realidad se reían de su cuerpo.
Se sintió triste mientras se ponía la ropa.
-"trabaja mas duro... "gordito".."- le dijo un sujeto castaño que Harry sabia había ganado el premio. Míster Egg. Para cuerpos perfectos y musculosos.
Se sonrojo y se puso apresurado su camisa. Tomo su mochila y se marcho corriendo, mientras las risas de los sujetos resonaban fuera del vestidor.
No se dio cuenta de que caminaba de nuevo al restaurante de comida rápida, hasta que estuvo justo frente a las puertas de cristal. Lo considero varios minutos hasta que las palabras de su entrenador resonaron en sus oídos. Rápidamente y con mucho más sentido, se regreso sobre sus pasos.
El caldero chorreante estaba como siempre abarrotado de gente. Algunos lo saludaron, y le dieron la mano entusiasmados. Pero el le pidió a Tom que lo pusiera en la mesa mas alejada.
Comió lentamente, de nuevo frustrado por las varias miradas que le lanzaba la gente. Una mano golpeo su hombro, y se encontró con su mejor amigo.
-"que hay Harry!"- dijo Ron sentándose con el.
-"que hay…"- le respondió sin mucho entusiasmo.
-"escucha…hay una fiesta…ya sabes, con los compañeros de la oficina."-
Harry le lanzo una mirada, la última vez que lo había acompañado a una fiesta, había terminado en un apasionante debate sobre cortinas estilo York, con una anciana de 85 años.
Mientras que Ron pasaba la noche ayudando al señor Edson a buscar su dentadura.
-"no, no, escucha.."- dijo Ron entre risa.-"esta ves si es una buena fiesta…, te juro que solo gente de nuestra edad!"-
-"quienes?"-
-"algunos de la oficina de Aurores, unos otros del equipo de investigación…unos de regulación y control. Y me parece que invitaron a unos sanadores que hacen sus residencias en San Mungo."-
-"seguro que no es otra de esas fiestas…"-
-"si, seguro!"- contesto Ron, mientras le quitaba el tenedor y le quitaba un poco de su comida.-"además irán unas chicas que tienen unos traseros….uff, y me dijeron que son facilotas…así que, podríamos tener suerte!"-
Harry asintió poco convencido. Después de una charla amena, se quedo de ver con Ron a las 8 afuera de su casa. El regreso a su departamento.
Paso la tarde como siempre viendo el televisor, la liga interestatal de Soccer había comenzado la temporada hacia unas semanas. Tomo un par de cervezas y se comió una bolsa de patatas. Aun que luego se sintió culpable.
Estaba tan aburrido que comenzó arreglarse desde las 6. Se baño un buen rato en la tina, se corto las uñas. Acomodo su cabello. Plancho su camisa y pantalón. Eligio de una variedad interminable de chaquetas. Y rebusco entre las cajas de los zapatos.
Sufrió demasiado al darse cuenta de que, la camisa le aprieta al grado de que los botones parecían apunto de salir disparados, el pantalón no le cerro, la chaqueta le apretaba el pecho. Y lo único bueno eran los zapatos que, pensó agradecido eran lo suficientemente caros para ser cómodos!.
Tuvo que buscar de nuevo entre su ropa. Y arreglo un nuevo conjunto, se cambio de inmediato, y esta ves si le quedo. Murmuro una maldición. Aun le quedaba tiempo, así que modelo frente al espejo.
Bah…el no estaba tan gordo!..., solo que la gente tiene otros conceptos vacios sobre lo que es la belleza!. Ese era su problema!. Se acomodo los lentes incomodo. Además, su estilo de vida había cambiado después de todo.
Se sonrió a si mismo, se puso la capa y desapareció con un "plop".
-"hey Harry…"- le dijo el pelirrojo. Apenas se apareció en la sala de su casa.
-"estas listo?"-le pregunto.
-"claro…"-
Ron lo tomo de la muñeca, y desaparecieron y aparecieron repentinamente dentro de una aparatosa fiesta.
La música estaba terriblemente alta, para el gusto tranquilo de Harry. Que prefería su costosa colección de cd´s de música New Age. Que había comprado con su tarjeta Oro. De American Frex.
-"vamos de este ladooo"- le grito Ron, mientras caminaban entre el mar de gente. Hasta llegar a la mesa de bocadillos. Y su amigo le paso un plato. Harry lo miro confundido.
-"pensé que tendrías hambre…"-
Harry bufo enfadado. Y su autoestima callo más abajo del suelo. Quizás su pequeño "Yo" interno había llegado con el mismo Satán. Sabia que Ron no había querido ofenderlo, pero lo había echo.
Dolido comenzó a perderse entre la gente, y Ron protestaba detrás de el, disculpándose a gritos, pero para la suerte de Harry, la gente ya lo había arrastrado lejos.
-"Hola!..."- le dijo a una chica.
-"hola…"- contesto ella, acomodándose el cabello.
-"quieres bailar…"-pregunto ofreciéndole la mano.
-"Oh…oh…lo siento…pero..pero…mi amiga!...ella fue a conseguirnos un trago..Y tengo que esperarla….por ahí"- dijo la chica perdiéndose rápidamente entre la gente.
Bien…se dijo mientras bajaba su mano lentamente. No importaba realmente. Harry no necesitaba ninguna mujer para sentirse bien!.
Llego a otra mesa llena de bebidas. Y comenzó a probar de todo un poco. Paso el tiempo ahí, simplemente junto a las bebidas, mientras que los demás, bailaban y reían.
-"Hola Harry!"- dijo una voz conocida, dejo de vagar la vista y se concentro en buscar a quien le llamaba.
Deán Thomas estaba ahí, extendiéndole la mano cortésmente. Y el respondió con una sonrisa falsa.
-"que hay Deán..., que haces de tu vida?"-
-"ahh ya sabes, trabajando en el ministerio, me dedico a hacer Auditorias…, es un trabajo pesado…me da envidia tu estilo de vida.."- dijo amargado.
Harry sonrió irónico.-"pues yo lo detesto!"-
-"como puedes detestarlos!. Si no haces nada!...solamente te dedicas a gastar todo ese dinero que te da el ministerio!, disfrutando en tu departamento, echado todo el día, mientras que nosotros nos despertamos a las 6 de la mañana a trabajar…"-
-"no hago nada…"- murmuro Harry enfadado.-"tu no sabes nada!"-
Claro que el hacia algo!, todos los días iba al gimnasio. Salía al cine!, tomaba clases de cocina los martes y los jueves por la noche, tenia curso de computación los sábados. Hacia asistencia social los domingos!. Jugaba Soccer los lunes…
-"por favor Harry, todos leemos los tabloides…, me entere de que compraste un auto nuevo...con nuestros impuestos…"-murmuro Deán también enojado.
-"pues vete al carajo…si no quieres no pagues tus pendejos impuestos…"-
-"no puedo Harry, me meterían a Azkaban, pero ya veras…voy a hacer escándalo"-
-"has lo que quieras, pero te recuerdo que yo salve tu miserable, y patética vida"-siseo Harry levantando los puños.
Las bebidas le hacían recordar más lentamente, cuales eran los golpes que le había enseñado Polka, pero al final se decidió, por el gancho derecho doble, Ferman, con el que Polka había ganado una competencia de Box.
Deán se fue al piso con el labio roto. Las mujeres a su alrededor comenzaron a gritar histéricas, alguien paro la música. Y todos miraban expectantes, esperando que Deán se levantara y comenzara a regresa los golpes.
-"Deténgase…"- dijo Ron sujetando a Harry.
-"¿Qué es lo que pasa aquí?"- pregunto una mujer, que Harry no conocía. Ella lo señalo con un dedo y pregunto.-"A ti quien carajo te invito…"-
Harry se ruborizo.
-"fui yo…Patricia."- dijo Ron.-"no pensé que fuera un problema"-
-"pues si es un problema…"- dijo ella .-"lárgate Potter.."-
-"espera Harry, no tienes que irte, si?, yo te invite…"- dijo Ron desesperado.
Pero Harry continuaba sentido con Ron. Se soltó de sus brazos, le dio una larga mirada de odio. Y se desapareció.
Reapareció en su departamento, se quito desesperado la ropa, y se refugio en las mantas de su cama. Se durmió unos minutos mas tarde, sin darse cuenta de que había comenzado a llorar.
Por la mañana. Su teléfono modelo Casanova marca Averted. Comenzó a sonar con desesperación. Despertándolo con un sobresalto. Atendió confundido la llamada.
-"Harry Potter?"- dijo una voz del otro lado.
-"si…"- murmuro tallándose los ojos.
-"que tal…..habla Draco…, Draco Malfoy…"-
Harry abrió los ojos con sorpresa, y salto de inmediato de la cama. No dijo nada. No sabia que decir.
-"espero me recuerdes…aun que, estoy seguro de que si, en fin, mande una lechuza al ministerio, y ellos me mandaron este numero telefónico, así que espero no te moleste que lo tenga…"-
-"no!, no….para nada…solo me sorprende tu llamada…"-
Una risa meldiosa se escucho del otro lado de la línea. -"si bueno…es respecto a un asunto un poco delicado…"-
-"que sucede?"- pregunto confundido.
-"no se si deba decirlo por teléfono…."-
-"escúpelo Draco.."- dijo con seriedad.
-"Aww…..que sabes de Hermione Granger?"-
-"no mucho….me llamo hace...hace….ummm….6 meses?"- dijo Harry luego arrepintiéndose, su mejor amiga tenia 6 meses sin llamarlo, eso lo convertía en un perdedor mucho peor…
-"si…veras..Ella esta en problemas"-
-"¿Qué paso?, ¿esta herida?, ¿esta ella bien?, ¿Qué paso Draco?"- pregunto Harry asustado.
-"cálmate Potter…ella esta bien, por ahora…"-
-"¿como que bien?, ¿que le sucede?"-
-"no se si debería decirlo por Teléfono..."-
-"entonces hay que vernos!, te parece hoy?"- pregunto Harry sujetando muy firme el teléfono.
Draco comenzó a reír de nuevo. -"estoy en Alemania…."-
-"ah…"- contesto Harry confundido.
-"pero tienes razón, debemos vernos…tendrás tiempo libre para pasar unos días acá en Alemania?, puedes quedarte en mi casa…"-
Tiempo libre, dijo su mente, luego sonrió irónico ante esas palabras.-"claro…"-
-"perfecto entonces, ahora mismo me encargo de mandarte mi teléfono, mi dirección y un mapa, dedícate a empacar hoy, y toma un vuelo urgente mañana. Así podre recogerte"-
-"si…"- contesto con una sonrisa.
-"bien..."- dijo Draco.
…
Se quedaron en silencio varios minutos.
-"y como estas?"- pregunto Draco.
-"mal…"- dijo Harry sin detenerse a pensar.-"digo, bien!..."-
-"bien y mal…entonces estas mas o menos…"- Draco rio un poco.
-"y tu?"-
-"solo…"- murmuro Draco.-"y trabajando como un esclavo…"-
-"ah…."- dijo Harry.
-"bien, Potter, es mejor que cuelgue…no se si lo notaste, pero es larga distancia…"-
Harry se echo a reír.-"claro…"
-"nos vemos entonces…"- dijo Draco
-"si…hasta luego…"-
-"hasta luego…"-
-"adiós..."-
-"bye…"-
Pasaron unos minutos. Y ninguno de los dos colgó. Luego comenzaron a reír.
-"al diablo!"- dijo Draco aun riendo.-"cuéntame que haces…y como estas"-
Harry sonrió. Sintiéndose cálido. Hacia mucho tiempo que alguien no preguntaba como estaba.
Pasaron dos horas hablando por teléfono, de todo, y de nada a la vez. Y cuando por fin Draco logro cortar la llamada. Harry se dio cuenta que había perdido su clase de Magia elemental de las 11. Y que si no salía ya mismo perdería su clase de Yoga.
-"al diablo!"- dijo echándose sobre la cama, aun con una sonrisa tonta en su rostro.
Disfruto del sentimiento por otro buen rato, hasta que este se desplazo por unos nervios poco usuales. Abrió una de las cajas de la sala. Y desempaqueto un juego de maletas marca Mac Jeff. De color rojo cereza.
Empezó a ordenar toda su ropa, eligiendo entre la que le gustaba, y la que le quedaba. Sus neceseres para baño, y busco su pasaporte.
Salió por la tarde, decidiendo que quería un guarda ropa nuevo. Una ropa bonita que quizás le gustara a Draco…
Se sonrojo estúpidamente. Mientras pagaba con su tarjeta Troyana negra. Y le daban las bolsas. Regreso a casa a tiempo. Y se preparo una ensalada con una sonrisa radiante. Hizo una llamada al aeropuerto, y consiguió su boleto en un avión de primera clase.
El timbre la puerta lo alerto. Fue a abrir la puerta. Era Ron, con una sonrisa cansada en su rostro, el pelirrojo traía unas un ramo de flores.
-"hola"- dijo Harry con una sonrisa dejándolo pasar.
Ron miro las maletas abiertas en medio de la sala, y todas las bolsas de compras.
-"te iras?"-
-"un pequeño viaje…"-
-"a donde?"- pregunto Ron con el ceño fruncido.
-"voy a ir a ver a Herm…"-mintió.
-"y por que no me habías dicho de esto?"- Ron dejo abandonadas las flores sobre la mesa.-"pude haber pedido unos días en la oficina. Sabes!"-
-"lo siento…"- dijo Harry sorprendido ante el coraje de su amigo.
Ron parecía querer seguir gritando, luego se calmo.
-"siento lo de anoche…"-
-"no importa…, no le caigo bien a tus amigos…"- dijo Harry.
-"ya no iré a esas estúpidas fiestas…"-
-"no tienes que sacrificarte por mi!"-
-"eres mi amigo!"-
-"y ellos también!"-
-"no pueden ser mis amigos, si les desagrada mi mejor amigo."-
-"muy noble de tu parte, pero aun así…no tienes que hacer eso, trata de relajarte, y pasa tiempo con ellos, yo estaré lejos de casa…"-
-"cuanto tiempo?"-
-"no se…"-
-"dices que vas a ver a Herm…"-
-"si…algo así…, iré a vacacionar, y si puedo verme con ella…"- murmuro Harry.
-"bien….quieres ayuda?"-
-"no, yo puedo solo"-
Harry regreso a empacar sus maletas, mientras Ron le contaba sobre lo que había echo en el trabajo.
En la noche, un águila le entrego un sobre, tenia escrito con una elegante y bonita letra. Un "Por si te pierdes".
Tenia un pequeña carta de Draco, indicándole que hacer si no se encontraban, pero le aseguraba que el estaría esperándolo. Harry memorizo el número de su celular. Solo por si acaso.
Cuando se fue Ron, el ya había terminado, así que se sentó frente el televisor. Mirando los comerciales de ventas, pero por primera ves en meses. No sintió la necesidad de comprar ninguna de las cochinadas…
Continuaraaaa….
¿Reviews?.
Ya se acabaron mis vacaciones….=(.
