Hola a todos, de nuevo les estoy escribiendo un nuevo fic de Inuyasha, pero esta vez se trata de un Song Fic, no pertenecerá a una sola canción, tampoco les diré cuales son, hasta irlas subiendo, estoy segura de que les encantara, a pesar que será un poco triste el principio, verán que el final mejorara.

Tal vez el inicio sea un poco enredoso, pero tranquilos, poco a poco desenmarañare todo, además si eres demasiado ( a ) dramático ( a ), espero no hacerte llorar, creo que esta muy melodramático, pero hermoso.

Anotación Especial: Muchas partes de este fic están primera persona (ósea en "yo"), además de que "los pensamientos los escribiré en este tipo de letra" y para hacer más interesante el fic, abandonare por esta ocasión mi estilo de poner el nombre del personaje antes de su dialogo, ahora irán en cualquier momento, antes, después, etc.


Cap 1: Siempre es de noche

Era una hermosa tarde de verano, Kagome se dirigía a la casa de la familia Akagi, ese día tardo para terminar sus deberes, una sonrisa dibujada en su bello rostro y el sonido de un murmuro musical salida de sus labios, sus pensamientos estaban llenos de amor, pese a todo lo que pidieran decirle otras personas, a ella no le importaba amar a Inuyasha, mucho tiempo antes ya lo hacia, desgraciadamente tuvo que ser un accidente la causa de su amistad, pero a ella no le importaba, era cierto que no sentía ningún obstáculo en su camino, simplemente lo amaba como era, no había nada que a ella le hiciera cambiar de opinión, nada.

Miroku había llegado hacia unas horas, tocaba el piano para su mejor amigo, el cual se encontraba sentado en un sillón dirigido hacia la ventana, donde entraban calidos rayos de sol que poco a poco se apagaban, aun faltaba mucho para que anocheciera, por lo que el ambiente estaba tan cómodo. Desde la cocina venía un olor delicioso, galletas recién horneadas, la especialidad de su prima, con gusto ella iba a verle para pasar un tiempo con él, Sango a pesar de estar un poco incomoda por la visita de Miroku, trataba de hacerles amena la tarde, preparando chocolate caliente para acompañar las galletas.

Inuyasha a duras penas le intentaba confesar a su amigo un enorme secreto que traía a cuestas desde hace mucho, Miroku entendía aun antes de que él terminara, pues lo notaba en la manera de comportarse de su amigo, había cambiado mucho, después de tanto tiempo de apatía por la vida y por la gente, cambio gracias a Kagome, ella con toda su paciencia, jamás se había alejado de él, pese a todo, no era una simple amiga, ni se le podría comparar con toda las tipas que antes se dijeron serlo y que cuando las necesito le dieron la espalda.

Sonó el timbre, la joven Sango bajo apresurada desde la cocina, le emocionaba mucho platicar con Kagome de vez en cuando, Inuyasha guardo silencio a los comentarios que hacia a Miroku, entonces este sólo le hizo saber que sería mejor que algo hiciera, ya era tiempo, pero en la mente de Inuyasha algo no le cuadraba del todo, eso le molestaba bastante, acaso seria egoísta si intentaba algo más con esta niña que tanto lo cuidaba, aun no lo sabía, pero trato de llegar a una solución cuando llego a la sala Sango seguida de Kagome.

- Que tal Inuyasha, veo que tomas un baño de este hermoso atardecer - se acerca depositando un beso en la frente de chico para luego arrodillarse y recostar su cabeza en las piernas de él.

- La tarde es hermosa, aun más ahora...... - no puede evitar sonrojarse, pero recuerda que allí esta su prima y su amigo - Sango, podrías......

- Lo siento primito, me tengo que retirar, las galletas y el chocolate te los pude traer Miroku en un rato, no tiene mucho que hirvió, te puedes quemar, deja que se enfrié - dijo mintiendo para dejar solos a su primo y Kagome, pero no sin antes darle broche de oro - además, Miroku me acompañara a la parada de los autobuses, cuando regrese, te dará el chocolate, nos vemos después Kagome.

- Por mi encantado Sango, disculpe señorita Kagome, nos vemos en un momento - siguiéndole el juego a Sango, se retiraron apresurados.

- Me pregunto hasta cuando seguirán con ese juego - su mirada se enterneció al verlos salir, dejando escapar un suspiro.

- A qué te refieres Kagome.

- En serio no lo haz notado Inu.

- Notar qué...

- Jajaja, de verdad eres un despistado, tan solo oírlos es más que suficiente.

- Pues........ mejor dime.

- Tu prima y Miroku al parecer están interesados.

- Como lo sabes

- Me extraña que no notes los cambios de vos que tienen cuando hablan entre si, aunque también hay otras cosas...

- Supongo que hablas de como se tratan y...... como se miran

- Inuyasha discúlpame, no quise ser imprudente.

- No lo eres, jamás lo haz sido..... pero ahora quisiera algo...

- Si dime, ya sabes que haré lo posible.

- Gracias - dijo casi como un susurro, tomo con una mano, las manos de la chica, con la otra acariciaba su hermoso cabello, tomo aire y al fin le dijo como un susurro - Cuéntame como va cayendo el sol - "Mientras hablas pensare, que guapa estas que suerte ser, la mitad del cuento del atardecer, que observo al escucharte, por que mis ojos son tu voz"

- El sol comienza a perderse entre las montañas, es hermoso, esta causando que sus rayos tomen distintos efectos en el cielo, es como un brochazo en un lienzo de colores desde púrpuras hasta rosas, aunque el azul no permite que le gane terreno, se cuela por las orillas y al final, se intenta combinar con el púrpura; las nubes también pelean por ser vistas como una maravilla, toman parte del color del cielo rosa y morado, es un bello paisaje donde el sol hace sentirse para no hacer creer a la gente que es una pintura, aun calienta la tarde, ¿Lo sientes verdad? - Voltea a mirarlo, le gusta describirle detalladamente todo cuando él se lo pide, pero le incomoda un poco el hecho de que sin querer pueda hacerlo sentir mal, pero tal vez lo presiente pues la acaricia con más lentitud a lo que sube su rostro.

- Acércate - "cuando estemos piel con piel" - Mis manos te dibujaran, tu aroma me dirá tu edad - "Junto a ti unidos, sin saber por que, seguramente se me note el resplandor de una ilusión, por que a tu lado puedo olvidar, que para mi siempre es de noche, pero esta noche es como una atardecer, si logras que a la vida me asome, tus ojos sean los que brillan, y la luna que la borre, que en mi eterna oscuridad" - El cielo tiene nombre: tu nombre, que no daría yo por contemplarte, aunque fuera un solo instante.

- A veces eres tan ideatico Inu, aunque me gusta que toques mi rostro, es muy tierna la manera en que lo haces, aunque no te perdonare si andas divulgando mi edad - Trato de bromearle, realmente esos comentarios la ponían nerviosa, pero feliz.

- Me encantaría ver tu cara sonrojada, aunque lo puedo sentir, de verdad es divertido - Decía sin poder dejar de sonreír.

Todo lo que resto de la tarde siguiendo bromeándose, hasta que Inuyasha empezó a sentir frió y noto que ya estaba empezando anochecer, querría no tener que mencionarlo, pero la familia de la chica se preocuparía, resignado y casi sin ganas lo dijo.

- Hace frío es tarde y tienes que volver - Tratando de hacérselo notar

- Lo se pero me gustaría quedarme un poco más - Si fuera por ella se quedaría todo el tiempo, pero le entristecía saber que no se podía.

- Que hay alguien que te espera seguro - De sobra sabía que la madre de Kagome era algo especial cuando llegaba tarde.

- No tienes que recordármelo, no te preocupes, mi madre no se enojara por retrasarme, sabe que estoy aquí - Y aunque llegase a molestarle, seguiría despreocupándola, todo por ver feliz a Inuyasha.

- Una vez más el tiempo se nos fue ¿Volverás? Dime si mañana volverás, como lo has hecho cada tarde, para contarme como muere el día - Sin notar que casi lo dijo en un tono suplicante, se sonrojo.

- Por supuesto, sabes que en cuanto quede libre de mis deberes, siempre vendré a estar contigo - Decía mientras recargaba su cabeza en las piernas de él antes de despedirse - Ya.. ya me tengo que ir... nos vemos mañana Inu, que descanses - Depositando un beso en la nariz de Inuyasha en señal de despedida.

Desde el cuarto contiguo, alguien había estado observando, Miroku regreso y encontró a sus amigos conversando muy a gusto, por lo que estaba asaltando la cocina, las deliciosas galletas de Sango, saboreándolas con el chocolate, hasta que recordó que sus amigos también degustarían el chocolate y las galletas, se levanto y dirigiéndose a la sala con una bandeja en manos, se topo con una hermosa escena, por lo que decidió esperar y entro sigilosamente cuando Kagome salía de la sala, pronto se escucho cuando cerro.

- "Y se marcho ella se alejo de él, pero como en las cartas , dos puntos, posdata, se me olvidaba no me presente, solo fui testigo por casualidad, hasta que él me preguntó":

- Era bella ¿no es verdad? - Un suspiro salía de los labios de Inuyasha

- Más que la luna – "dije yo, y él sonrío"

Un silencio momentáneo invadió la sala, los pensamientos de ambos chicos volaban tratando de encontrar alguna palabra que animara el momento, pero estaba demasiado confuso entre la alegría y la tristeza, que nostalgia recorría la menta de ambos, si tan sólo ese día no hubiese ocurrido ese accidente o si Inuyasha hubiese sido más conciente de quien lo rodeaba, tal vez el pensar en el "hubiera" no servia, pero si le había dejado una gran lección, otro suspiro salio de la boca de Inuyasha, después termino de hacer la confesión que tanto le costo trabajo decir hace pocas horas a su amigo.

- Nunca más se hará reproches, por intentar amanecer, no volver a perderse en la noche por que su alma hoy brilla, con más fuerza que un millón de soles, pero en su eterna oscuridad, a veces se le oye a voces, que no daría yo por contemplarte, aunque fuera un solo instante... - Todo salio de su corazón como si el pecho le estallara para poder gritarlo, sintiendo como unas lagrimas intentaban luchar por salir, se tranquilizo para no demostrar más de lo que ya había hecho.

- Demasiado poética tu confesión amigo, pero debes decirle la verdad, no puedes ocultarlo más - Miroku no podía terminarse de creer lo mucho que Inuyasha amaba a Kagome, pero le alegro que su amigo al fin confesara lo que tanto escondía en su ser.

- Lo se, pero aun temo ser una carga para ella, no se cuanto tiempo estaré ciego, no quiero atarla a mi así, de que le serviría, la amo demasiado y no quiero ser egoísta - Un dejo apagado se deslumbro en su rostro, se notaba la intensidad de su amor por ella.

- Pregúntale entonces que decide, no decidas por ella, tu mismo lo dijiste, jamás te reprocharía el estar así, ella es feliz siendo tus ojos, hablándote de todo lo que le pides, es mejor decirle la verdad - Sabiendo que esto era pura realidad, esperaba que su amigo así lo entendiera.

- Lo pensare amigo mío, tengo que meditarlo bien........

La noche ya cubría el cielo, mientras Inuyasha seguía pensando en lo mismo una y otra vez, el chocolate y galletas apenas le hicieron sentir un calor dentro de si, pero la incertidumbre era cada vez más fuerte, tenía que tomar una decisión, ahora sería mejor descansar y pensarlo bien.

Continuara....


Espero que mi melodramatismo no fuera demaciado exedente, jejeje disfrute mucho escribiendolo, pero no vayan a intentar cortarse las venas con una galleta de animalitos (de chocolate), eh!!!, espero que me dejen reviews y me digan si les ha gustado, pronto subire otro capitulo, hay muchas sorpresas, nos vemos.

Atención: Tanto la canción como los personajes, no son de mi propiedad, tome prestada la letra del Canta Autor Alejandro S. ("Siempre es de noche") en este capitulo y los personajes de Inuyasha para el resto de todo el fic.