Inocencia
Karen McCormick era inocente, a la luz de la luna jugaba a las espaldas de su casa mientras veía las luciérnagas pasar…muy pocas veces pasaba y ella aprovechaba aquello…le gustaba la luz que resplandia aquel animalito.
Kenny veía a lo lejos como su hermanita jugaba, reía como si fuera la ultima vez con aquellas lindas luciérnagas ¿acaso había algo mas tierno que eso?
Karen…tenia tanta vida por delante, sueños, logros. Ella llegara a ser algo que sus padres y hermano e incluso el no llegaron o llegaran lograr. Por eso él la apoyaba y protegía; era su nena…era su hermana.
Su inocencia era tan brillante, incluso se diría que era mas inocente que Leopold… (Y eso que él amaba a ese pequeño).
No soportaría si algo le pasaba, no quería perderla. Ella era su vida, su futuro, nunca la iba a abandonar.
Desde dentro de la casa de escuchaba el grito de su madre llamándolo para que ayude a lavar lo viejos platos sucios que tenían. Miro por un momento a su hermanita que seguía riendo mientras cogía con sus pequeñas manitos a una luciérnaga…estaba sana y salvo.
Era tan inocente, ante su familia, en la escuela y ante las peleas constantes en su casa, ella tenía la seguridad que algún día terminarían.
Kenny, seguro que su hermanita estaba bien se dirigió a su cas aunque con un vuelco en el corazón.
Cuando Karen estaba sola, la luciérnaga salió volando. Ella pensó que aquel animalito estaba jugando así que corrió detrás de él.
El animalito seguía volando, su luz conducía hacia la autopista Karen al atraparlo quedo parada justo en el medio, sin darse cuenta que un carro se dirigía hacia ella.
Al notarlo quedo parada, mientras veía asustada como aquel vehículo se dirigía hacia ella con una gran velocidad, sus piernas no le respondían…lo único que se pudo decir es de que hubo un sonido tan fuerte…que llego hasta la casa de los McCormick.
Kenny al escuchar aquel ruido salió mas rápido que nada solo para ver aquella terrible escena que le ofrecían sus ojos.
Su hermanita, la nena de sus ojos, la pequeña chiquilla inocente; se encontraba tirada en medio de la calle mirando hacia la nada mientras sus manitas estaban juntas, aquel carro había arrollado de la cintura para abajo.
Lo único que el muchacho pudo hacer fue correr y coger tan fuerte a la pequeña que se mancho de la sangre de la niña.
Dios al parecer no solo le gustaba verlo morir de forma ridícula todos los días si no ahora también le quitaría a la primera razón de seguir viviendo y cuidarse de sus muertes.
"Kenny, tengo frío y mis piernas me duelen" La pequeña sentía el dolor tan fuerte…no lo soportaba junto al frío que sentía por su columna.
"Tranquila Karen, yo estoy aquí" Kenny sentía que las lagrimas salían de sus ojos, su hermana se estaba muriendo.
"Kenny…adiós hermanito" susurro la pequeña antes de caer muerta en los brazon del rubio
Kenny negaba fuertemente la cabeza mientras lloraba…se había ido. Gritó. Con todas la fuerzas que tenia.
"No te preocupes Karen, pronto nos vamos a volver a ver mi nena" susurro Kenny mientras veía como otro carro tocaba el claxon para que él se retirara de su camino.
La muerte llego para el, pero no justamente para que muriera para siempre, solo quería verla otra vez.
Karen era tan inocente, con sus amigas mal pensadas, con su hermano, con la gente, ante las peleas y también ante la muerte.
Porque simplemente Karen era pura y simplemente pura inocencia.
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Dios mate a Karen T.T lo siento pero tenia que hacerlo, me vino la inspiración cuando Jazz me buscaba un apodo xD bueno espero que les haya gustado y… ¡Déjenme un review que el botoncito esta muy bonito!
Bye!
