El holandés se levantó de la cama y vio durante unos momentos el cuerpo del que era su pareja desde hacía ya tres años y medio. Tenía el pelo moreno suelto, siempre lo tenía recogido en una cola aunque a Vincent le encantaba verlo así, sus parpados estaban cerrados tapando así sus ojos verdes que recordaban al color del mar, como estaba durmiendo de lado no se le apreciaba la cicatriz que le cruzaba en vertical el ojo izquierdo.

Le dio un beso en la frente y se fue vistiendo con el uniforme de la policía. El luso abrió los ojos mirando al rubio mientras se frotaba los ojos. Bostezo, Vincent siempre se levantaba temprano y siempre antes que él.

-¿Ya te vas Vinni?

-Sí, ya sabes que entro temprano a trabajar-respondió poniéndose la corbata y le mira-¿tú no tienes que ir levantándote?

-Ya sabes que nuestro horario es a nuestro gusto

Vincent rio un poco por eso. La tienda de música que regentaban Paulo y su hermano era famosa por dos cosas: por ser la mejor de la ciudad y tener casi todos los instrumentos, y porque sus dueños abrían sobre las diez o las once de la mañana.

-Me parece que hoy llegaba un encargo ¿no?

-…¡Joder!-exclamo el luso levantándose corriendo y cogiendo la ropa

El otro rodo los ojos, por la escena habitual y bajo a la cocina a preparar el desayuno mientras el otro se vestía.

Despues de un rato, cuando Vincent se estaba acabando el desayuno, bajo el portugués ya vestido, seguro que con lo primero que cogió del armario. Fue hasta la cocina y cogió un dulce que a saber dónde estaba.

-Eso no es sano

-Venga, no te pongas sobreprotector

Vincent frunció el ceño, desde que se había enterado de que Paulo tuvo un ataque al corazón hacia unos cuatro años controlaba todo lo que comía. Paulo solo le sonreía y le decía que no era nada pero el holandés insistía.

El portugués miro la hora y se terminó de dos bocados el dulce, se acercó al holandés y le dio un beso en los labios

-Me voy Vinni, nos vemos para la cena~

Y sin más salió corriendo de la casa, Vincent negó con la cabeza, este novio suyo al final siempre le cambiaba de tema cuando quería.

El luso llego justo a tiempo para la entrega de los instrumentos, pidió disculpas a los transportistas pues habían tenido que esperar unos minutos y ayudo a descargar las cajas porque era evidente que su Antonio se había quedado dormido.

A las once de la mañana apareció el español con el correo en la mano. Paulo lo miro inquisitoriamente, el español no pillo la mirada como era evidente.

-Que temprano has abierto la tienda ¿no?

-Si es lo que tienen los pedidos, que te hacen abrir temprano…

-… ¡Es verdad!¡Hoy eran los pedidos! Lo siento hermano no te enfades

-No me enfado, hoy casi lo olvido yo también, si no es por Vincent se hubiera ido el camión

El español sonrió, hoy no se llevaría una bronca por llegar tarde a un pedido, se sentó en la silla que estaba delante del mostrador y puso las cartas encima de la mesa. Su hermano dejo la taza de café que se estaba tomando y se sentó en una silla por detrás. Siempre abrían el correo de la tienda juntos, era como una tradición para empezar bien el dia.

Todo el correo parecía normal, facturas, propaganda, mas facturas, mas propaganda hasta que llegaron a una carta con sus nombres.

-Tiene el sello de las familias

-Lovi~~

Paulo sonrió un poco pensando que también seria del italiano malhablado, le dio la vuelta para abrirla y frunció el ceño. El sello que cerraba la carta no era el de Lovino, no era el característico tomate, era una cosa rara

-No es Lovino

-Si no es Lovi ¿Quién es?

-No lo sé…

-Hermano..nadie sabe que nosotros…¿verdad?

-No, los únicos que lo saben son Lovino y Francis

Antonio miro a su hermano que miraba la carta como si pudiera leer lo que ponía sin abrirla, se había quedado tan serio. Paulo no dejaba de mirar la carta, nadie les enviaba cartas a excepción de Lovino y en algunos casos Feliciano pero nadie más de ese mundo, entonces ¿de quién era la carta?¿de quién era ese símbolo?

-¿La abrimos?

-No

-Entonces no sabremos que hay dentro, quizás es de Lovi que ha cambiado de símbolo

-¿Lovino?¿Cambiar de símbolo?¿Cambiar el tomate? Él jamas lo haría, tanto tu como él tenéis esa obsesión por los tomates

-Es que están ricos~-dijo el español sonriendo aunque fue disminuyendo cuando miro la carta que su hermano había dejado encima del mostrador-entonces ¿la abrimos?

-Yo no la pienso abrir, si quieres ábrela tu

-Pues la abriré yo-cogió la carta y la miro-p-pero no quiero hacerlo solo

-Pues no la abras

-Nos quedaremos con la curiosidad

-La curiosidad mato al gato y creo que a nosotros no nos conviene saber que hay en esa carta

-Pero así nos quedaremos en la ignorancia, y no vale

-hermanito, mejor ignorantes que muertos

-¡La ignorancia es la madre de los crímenes!-exclamo una voz

Ambos ibéricos dieron un bote por el susto y se tensaron por esas palabras. Miraron a la puerta para ver Peter y a sus padres.

-¿d-desde cuando estáis ahí?-pregunto Paulo

-Desde que empezasteis a jugar a decir cosas con ignorancia-respondió el niño

-Siento que Peter se metiera por medio-murmuro Tino sonriendo levemente

-No pasa nada, acabas de ganar Peter-el español se acercó al pequeño-habrá que darte un premio ¿Qué puede ser Paulo?

-Pues una crea que una camiseta de su grupo favorito estaría bien-respondió el mayor dándole una camiseta a Peter-Ademas es la que tanto querías

-¡Sí!¡Sí!¡Qué bien!

-¿Qué se dice Peter?-le dijo el fines

-Eh…¡Thanks!

El niño miro a su padre sueco mientras miraba las guitarras, habían ido a allí para que el pequeño eligiera una. Antonio atendió a el matrimonio nórdico mientras Paulo ponía los CD de música de la otra parte de la tienda en su sitio.

Llego el mediodía y ambos se miraron, tendrían que ir a comer y deberían ir a un bar o haber traído comida de casa, cosa que no habían hecho.

-Venga, te invito a comer hermano-ofreció el menor sonriendo

Cuando Paulo fue a aceptar la invitación, vio aparecer al novio de su hermano por la puerta. Ivan era un ruso alto, rubio y con unos ojos violetas que sabía que a su hermano le encantaban. El ruso le hizo una señal para que no dijera nada y el portugués sonrió como respuesta

-Creo que hoy me quedare aquí, Irmão

-¿y eso porque? Yo quiero que tú..-antes de que pudiera decir nada más el ruso le tapo los ojos al español-¿Qué pasa?

-¿Quién soy?

El español toco las manos del ruso y sonrió al reconocerlas. Paulo miro la escena con un poco de envidia, Vincent trabajaba en la otra punta de la ciudad y nunca podía ir a visitarlo.

-Ivi~

El ruso le destapo los ojos y le dio un beso en los labios. Antonio se sonrojo y miro a Ivan con una sonrisa tonta en los labios. Miro a su hermano como pidiendo permiso para saltarse por hoy su comida con él e irse con Ivan a comer.

-Anda vete, si lo estás deseando

-Gracias hermano~

-Puedes venir con nosotros da~-propuso el ruso

-¿y ser un sujeta velas? Paso, id, yo tomare algo por ahí

Ambos salieron de la tienda y dejaron a Paulo solo. Este soltó un suspiro y cerró las puertas de la tienda poniendo el cartelito de cerrado. En verdad solo era por protocolo, no había traído nada de comer y la cartera la tenía en casa.

Apenas diez minutos después de cerrar, alguien llamo a la puerta. Paulo paso un poco del ruido, estaban cerrados y no pensaba abrir a ningún cliente, pero como el golpeteo no cesaba y que además empezaba a tener un ritmo que le sonaba fue a abrir la puerta.

Allí estaba su cuñada, Emma con su característica sonrisa gatuna. Paulo le abrió la puerta y la miro a la chica sonriendo.

-¿Qué haces aquí Em?

-Mi hermano dijo que te había olvidado la cartera en casa y como he visto salir a Antonio con Ivan supuse que no saldrías a comer ¿me equivoco?

-Emma, se nota que tu hermano es policía, se te ha pegado-comentó el portugués riendo un poco

-Así que te he traído comida y así comemos juntos~

-Obrigado Emma, pasa, seguro que esta riquísimo

El luso y la belga empezaron a comer lo que la chica había preparado. Hablando de cualquier cosa desde el trabajo de la belga en la cafetería de enfrente de la tienda de los ibéricos. Cuando ya iban terminando, la rubio vio la carta de encima de la mesa y la cogió

-Está cerrada, que raro

Paulo le quito la carta y la guardo en su pantalón

-Es que la abriré en casa

-Pero si siempre la abrís aquí

-esta es diferente…

Emma viendo que para el portugués era incomodo el tema decidió dejar el tema y seguir comiendo tranquilamente.

La tarde paso sin ningún sobresalto más y ambos ibéricos, Antonio llego dos horas después de haberse ido con Ivan, estuvieron atendiendo clientes y poniendo bien la tienda. Pero se notaba el ambiente tenso alrededor de la carta. Los dos hacían como que no existía pero era evidente que estaba ahí y era una realidad, que aunque quisieran, no podían negar.

Por fin llegó la hora de cerrar y cada uno fue a su casa, estuvieron hablando por el camino, dado que ambos podían ir un trayecto así, pero después se separaron. Paulo llego a su casa y entro en la cocina dejando la carta encima de la mesa. Vincent tardaría en llegar de la comisaria todavía.

Se sirvió un vaso de ron y miro la carta como esperando que esta echara a andar y le mordiera o algo así. No sabía qué hacer con ella ¿abrirla? ¿dejarla así? Suspiro desesperado y dejo el vaso ya vacío en la mesa. Cogió la carta y la abrió.

Vincent por fin llego a su casa después de un largo dia de trabajo, lo primero que vio fue a su novio portugués en la cocina. Entro y lo abrazo por la espalda dándole un beso en la mejilla

-Ya llegue Pau

-Boa noite Vinni~

-¿no huele a quemado?-comentó el holandés, era raro que la cocina oliera así, Paulo era un buen cocinero y casi nunca quemaba nada.

-Es que se me quemo la comida, he encargado un pizza

-¿Estas bien? No te suele pasar eso…

-Estoy perfectamente pero es que pensaba en otras cosas-dijo el portugués sonriéndole y dirigiéndose al salón-¿Sabes? Vendrán a tocar a la tienda Quarter-Passager

-¿El grupo de música de tu hermano? Crei que se habían separado…

-Se han vuelto a juntar

Ya los dos en la cama, Paulo miraba hacia el techo. Eran las dos de la mañana y no podía dormir, Vincent a su lado dormía desde hacía unas horas. El portugués no dejaba de darle vueltas a lo que decía la carta

"Sabemos vuestro pasado. El secreto os durara poco."

¿Quién podría saber su secreto?¿Quien tendría interés en desvelar su pasado? Ese que tan bien se habían empeñado en ocultar tanto Antonio como él.

-Joder…será una noche larga….

….

Hasta aquí el primer capítulo, espero que os haya gustado ^^

Intentare subir pronto el segundo capítulo~

Merece review?