-Quítate de aquí estúpida fea.
-Como alguien puede ser tan horrible y atreverse a salir
Siempre es lo mismo, empujones, arañazos, libros por el suelo, siempre terminaba con una rodilla raspada o con un moretón en algún lugar del cuerpo. Podían llegar a ser demasiado crueles conmigo.
Esta mañana por lo menos no me golpearon, pero nunca pasaba un día desapercibida, y no era precisamente porque fuera hermosa o interesante.
Soy Isabella Swan, me gusta que me digan bella, a nadie le importa y nadie me llama siquiera isabella, para todos soy la fea, o el patito.
Traigo unos enormes lentes con una cinta en medio porque se me quebraron, mi ropa no es muy diferente a la que cualquier persona usaría, o por lo menos alguien que no sea tan presuntuoso, traigo siempre conmigo, pantalón de mezclilla, con una remera y mis converse, tal vez el pantalón es una talla o dos más grande de lo que necesito y la remera igual, pero no deberían llamar a una persona fea, por su manera de vestir.
Siempre he sido muy torpe, así que cuando llego a casa golpeada mi padre ya no me pregunta, que fue lo que me paso. Mi madre creo que sospecha algo pero nunca dice nada, solo insiste en que vallamos de compras, que me ponga lentillas y cosas así, pero no me gusta anda de eso.
Esta mañana van a llegar nuevos estudiantes y todos están muy emocionados con eso, las chicas vinieron hoy más que nunca, con su ropa más descarada como si eso fuera posible y los hombres, están babeando y todavía no saben cómo son las mujeres que vienen.
La primera clase paso sin percances, al menos para mí, hoy me ignoraron, más de la cuenta y yo he tratado de no toparme con nadie para no ganarme un golpe.
En la segunda clase ya se nos estaban uniendo los primeros nuevos, era una pequeña, de cabello corto, y muy sonriente. Y un chavo grandote y musculoso daba miedo solo de verlo. Se presentaron como Emmet y Alice.
La chica Alice se sentó con Jessica, como odiaba a esa mujer, no solo era la más mala de todos conmigo, sino que también era la que me decía las cosas más horribles junto con Laurent su amiga del alma. Par de arpías.
El chico Emmet, se sentó conmigo, tenía una gran sonrisa con hoyuelos, lo hacían verse muy infantil y mono. Tal vez debería de saludarlo, pero no, la pequeña ya se había sentado con Jessica así que no tardarían en empezar a llamarme patito ellos también. Y para mi sorpresa el me saludo.
-Hola, soy Emmet, ¿cómo te llamas?
No pude evitar ponerme roja como un tomate, nadie me hablaba mucho de echo nadie me hablaba si no era para ofenderme.
-Hola, soy isabella, pero me gusta más bella.- dije muy bajito, creo que apenas logro escucharme.
-Qué bonito color rojo bella. - soltó una carcajada muy fuerte
Yo no dije nada, ya estaba empezando a burlarse de mí, y eso que todavía no hablaba con nadie sin duda mi suerte y mi vida siempre iba a ser así, todos riéndose y pasando por encima de mí. No pude evitar que mis ojos empezaran a picarme, tenía muchas ganas de llorar, pero no lo iba a hacer, tenía que ser fuerte.
-Oye, fue broma, sabes, no quería ofenderte, lo siento.- se estaba disculpando eso tenía que ser broma
-No pasa nada, solo que cuando todo el día se burlan de ti, es difícil saber cuándo lo hacen jugando y cuando lo hacen para burlarse de ti.
-entiendo, no quise hacerte sentir mal, y por cierto tienes unos muy bonitos ojos.
-Gracias.
Bueno por lo menos el no se había burlado de mi, y al parecer Alice estaba harta del parloteo de Jess, volteaba constantemente a ver a Emmet con cara de disgusto y el solo se reía.
En la siguiente clase me toco con uno más de los nuevos alumnos, Edward era muy guapo y estoy segura de que a más de una se les cayeron los calzones de la impresión.
Había solo dos lugares uno delante de mí con Ángela y el mío, Vi que Tanto Jessica como Laurent nos echaban una mirada llena de odio a mí y a Ángela, parece que también ella va a tener problemas hoy.
Edward se sentó a mi lado, y me saludo con un movimiento de cabeza.
-Muévete idiota, pato.
Me levante lo más rápido que pude, pero alguien me detuvo de la mano, voltee a verlo y era Edward me estaba sujetando con mucha fuerza.
-Que te pasa, no puedes venir y hablarle así, eres tonta o que
La cara de Jessica era de total sorpresa no podía creer lo que le estaban diciendo o que me estuvieran defendiendo.
Se dio la media vuelta con los ojos como platos y alternaba la mirada entre yo y mi compañero de asiento.
-Gracias.
Me tomo el mentón y me hizo que lo mirara a los ojos.
-¿te encuentras bien?
-Si estoy bien, gracias por defenderme aunque creo que va a ponerse peor luego.
El no me dijo nada se dedico a mirar mis ojos, no pude evitar ponerme roja por segunda vez en el día. Pero lo que sentía era diferente, trate de ignorar lo que estaba sintiendo, y empecé a escuchar la clase.
Todo paso sin más percances, pero tenía miedo de lo que pudieran hacerme Jessica y Laurent, podían llegar a ser muy crueles cuando se lo proponían y si de mí se trataba era peor.
Llego la hora del almuerzo y no tenía nada de ganas de ir, no sabía lo que me esperaba, pero tenía mucha hambre hoy no había desayunado malamente, me recordaría hacerlo todos los días y evitar ir a desayunar con todos. Estaba terminando de guardar las cosas en el casillero cuando aparecieron Laurent y Jessica.
Agarraron las cosas de mi casillero y las tiraron, empezaron a romper mis cosas nunca antes lo habían hecho, trate de detenerlas pero como siempre mi torpeza no ayudaba mucho Laurent me aventó y me pegue en la cabeza.
-Que demonios les pasa a ustedes dos, par de zorras.
Levante mi mirada para ver quién era y era la chica pequeña de la segunda clase con las manos en la cintura. Y junto a ella una rubia alta que no vi en las otras clases.
-déjala en paz si no quieres terminar con el nido de pájaros que tienes como cabello por el suelo.
La rubia alta y Alice me estaban defendiendo ¿Por qué?
Jessica y compañía se fueron casi corriendo del lugar y Alice y la rubia me ayudaron a levantarme.
-estas bien, cuantos dedos tengo.- me pregunto la rubia poniéndome su mano frente a mi cara
-Estoy bien muchas gracias, tienes cinco dedos y por lo que veo mis lentes no sobrevivieron.
Malditas habían pisado también mi único par de lentes tendría que empezar a usar lentillas.
-bueno pues te hicieron un favor esos lentes eran muy feos.
Terminamos de levantar mis cosas y tiramos lo que ya no podía ser rescatado, les di las gracias por enésimas vez a las dos chicas.
-Bebe Rose, donde estabas, ya me comí lo que te había pedido, ¿Qué paso aquí te pelaste?
El grandote que llego junto con Alice estaba aquí, y al parecer era novio de la rubia.
-Osito, no. Estamos ayudando a ¿Cómo te llamas?
-Bella.- Dijo Emmet y se acerco a mí
La rubia lo miro extrañada peor no dijo nada
-Bueno ayudábamos a bella, porque dos zorras le estaban sacando las cosas de su casillero, y la aventaron y se golpeo la cabeza.
-y le rompieron sus lentes.- dijo Alice que se encontraba sentada a un lado de mi.
-porque te dejaste bella?.- me pregunto Emmet
-No se preocupen de verdad esto no ha sido nada, hacen cosas peores todo el tiempo, desde descomponer mi camioneta hasta hacerme llegar a la casa con moretones.
-eso no está bien, son un par de abusivas. Deberíamos de ponerlas en su lugar no crees rose
-Tienes razón Ali, tenemos que ponerlas en su lugar
Alice y La rubia estaban metidas en una conversación de cómo hacerles pagar lo que me hacían, yo no tenía ganas de vengarme de nadie así que me desconecte de la plática que tenían.
-Bueno muchas gracias de nuevo chicas, creo que me voy a ir a mi casa.
Empecé a caminar decidida y a sabiendas de que tal vez mi carro no funcionara, porque como de costumbre siempre ele metían mano, era un carro muy viejo un chevy pero yo lo amaba, era mi bebe.
Iba llegando al carro y me alcanzaron los tres seguidos de un rubio mas, que era esto el día de poner colorada a bella y acosarla.
-No creo que sea buena idea que te vayas sola bella, tal vez alguno de nosotros pueda perderse alguna clase y llevarte primero con un medico y luego a tu casa.
-mi casa no está muy lejos de aquí iré caminando, creo que mi camioneta no sirve de nuevo.
No entendía porque eran tan amables conmigo apenas y los conocía, no me daban muy buena espina, nadie se porta bien conmigo, tal vez se habían aliado con Jessica y Laurent y me querían hacer quedar en ridículo. No lo iba a permitir.
-No me digas que ese par también te averían la camioneta, realmente les hace falta un escarmiento, se ve que no estás acostumbrada a este tipo de atención, por lo visto todos aquí son unos crueles, pero déjame decirte que nosotros somos muy unidos y nunca permitimos que anden tratando mal a nadie.- Rose como el decían todos parecía muy enojada
Ella y Emmet se pusieron a revisar el carro mientras se ponían y me preguntaban cosas me fui relajando poco a poco el rubio numero dos que había aparecido se llama Jasper Hale, es gemelo de Rosalie Hale. Los padres de estos dos, son empresarios y como viajan mucho decidieron dejar que vinieran a un lugar más tranquilo y menos peligroso.
Emmet y Alice McCarty que no tienen nada que ver son hermanos, dice Emmet que como él es mayor le robo bastante crecimiento a Alice. Ellos dos viven con los padres de Edward, ya que cuando eran más pequeños sus papas murieron en un accidente. Edward es hijo único, o lo era. Su papa es doctor y su mama ama de casa.
Los cinco son mejores amigos desde que tienen memoria sus padres son buenos amigos, yo no tenía mucho que contarles.
-Soy hija única, mi papa es jefe de la policía y constantemente viaja por cosas de trabajo y mi mama, es maestra de kínder.
-Y que haces para divertirte, bella.- No me había percatado que Edward se encontraba con nosotros.
Como pude respondí su pregunta, obviamente roja.
-Pues no soy de salir, así que si no estoy leyendo un libro estoy haciendo algo pendiente que tenga de la escuela. En ocasiones voy a la push, con unos amigos de mi papa o también con Ángela Weber.
-Que te gusta leer? Esta vez fue Alice la que pregunto.
-Bueno me gustan mucho la literatura inglesa
-A mi también podríamos intercambiar libros o podrías prestarme si no lo tengo que te parece.
-Claro.
-Me temo pequeña, belly, bells, que tu carro paso a mejor vida. Así que por más que no quieras que te llevemos a tu casa vas a tener que aceptar el aventón.
Me llevaron a mi casa con la promesa de pasar mañana por mí, y Alice me dijo que teníamos que ir de compras a Port Ángeles para conocernos mejor.
Este día sin duda había sido de lo más extraño, nunca me habían defendido, nunca se habían interesado en mi, y la patica más larga que he tenido es con Ángela, alguien a la que también tratan de la patada, pero no más que a mí.
Espero con ansias el día de mañana, por primera vez quiero ir a la escuela.
Mi mama estaba muy contenta de que fuera a salir con amigas. Estaba tan contenta que estoy segura que si salgo y los dejo en banca rota no le va a importar en lo más mínimo. Mi papa también se podre feliz de que por fin accediera a salir con alguien.
Charlie y Reneé siempre han estado conmigo paso a paso, y han visto como he sufrido por no tener más amigos que Ángela weber, no me dicen nada pero sé que les preocupa mucho que me la pase encerrada sin salir con nadie.
Mi papa ha venido a alentarme en múltiples ocasiones para que salga, que me divierta como una adolecente normal, dicen que no pueden creer que todos los padres se quejen de los adolecentes y que ellos no tengan ningún problema conmigo.
Mi mama se mostro aliviada de que al fin el chevy haya pasado a mejor vida, dice que eso les dará la oportunidad de comprarme algo decente y mejor para mí.
Así que lo más probable es que para mi próximo cumpleaños este estrenando coche.
Me fui a dormir con muchas ansias, no sé que esperar de la escuela, no sé si solo estará jugando conmigo o realmente quieren ser mis amigos, pero se siente bien. Se siente bien que no me digan pato o fea, que me digan Bella, es maravilloso.
