El mundo y los personajes de Digimon no me pertenecen.


La imagen en la memoria.

I.

Iori no recordaba mucho sobre su padre en realidad.

Tenía sus fotos, estaban su madre y su abuelo para hablarle de él, sí, pero no podía recordarlo por su cuenta. No con claridad, al menos. Hiroki era la imagen fugaz de un sueño intangible, un sonido vagamente familiar, lágrimas derramadas, una pérdida no olvidada y un susurro en el viento, un saludo de alguien que ya no estaba.

Las palabras de su madre lo reflejaban con amor, los ojos de su abuelo brillaban con orgullo en el presente, las fotografías lo delineaban con firmeza… A Iori le gustaba coleccionar los pequeños destellos de aquel que no había llegado a conocer. Las memorias que hablaban sobre su padre eran atesoradas en una pequeña caja en el fondo de su mente, guardadas para existir y conservadas para renacer en sus sueños.

Solía quedarse despierto, por las noches, preguntándose sobre cómo Hiroki habría sido con él, con su hijo. ¿Habría sido estricto o amable? Se dirigiría a él con la misma cadencia militar de su formación, ¿o sería más dulce y suave? ¿Qué sonrisa enseñaría su rostro cuando estuviese feliz? Había llegado a imaginar la cara de enfado que pondría cuando estuviese irritado.

Iori sabía que anhelar que todo fuese diferente no le devolvería a su padre, que era tonto, pero… No importaba.

Después de todo, soñándolo era la única forma en la que lo tendría.


N/A: Es extraño que después de volver a ver 02, Iori sea el personaje que más me ha interesado y me dio pena que no haya sido más desarrollado. No recordaba que era tan terco.