Capitulo
El bullicio era demasiado en aquella casa de barrio... personas bajaban cajas de un camión de mudanzas solo para meterlas a una casa, parecía que los nuevos residentes de aquella casa estaban instalándose, la casa de en medio de la calle era de un color durazno en las paredes, una reja blanca era el primer obstáculo y después una puerta de madera, de pronto un suspiro se escuchó, era el suspiro de una joven chica de aproximadamente 13 años de edad, miraba al cielo como esperando una respuesta o más bien deseando una vida por fin estática...
La chica vestía un vestido verde aqua con un chaleco gris, su cabello negro lo tenía atado en dos coletas con un pequeño flequillo que cubría la mitad de su cara, toda su vida se resumía en aquella escena desde que era un bebe nunca pudo tener un "hogar" por culpa del trabajo de sus padres siempre se estaba mudando lo cual no le permitía establecer relaciones de amistad demasiado intimas, y en ese momento había perdido total interés en las personas, su madre quien guiaba a los cargadores de cajas se percató de la mirada perdida de su hija por lo que tomó una decisión, le quito la caja que traía de las manos:
-Nosotros terminaremos de bajar esto... ve y diviértete, conoce el vecindario Haruko - le dijo su madre, Haruko la miro con cara de "Nada de lo que digas me hará irme de aquí y lo sabes bien" su madre la vio con una cara aún más insistente.
-No- dijo Haruko
-No me hagas hacer esto- la adolescente miro a su madre fijamente retándola, su madre se sentía culpable, por su culpa su hija había llegado a ser eso, una niña encerrada en su cuarto que solo salía para comer o ir al colegio, sin amigos ni personas cercanas, sin felicidad o luz en su vida.
No era que ella no quisiera hacer amigos, siempre hacía amigos cuando entraba pero al tener que irse se iban para siempre, y así era con todo se encariñaba con algo y luego lo tenía que dejar ir, y bueno después de algunos intentos no quiso volver a hacer amigos ¿Para qué? Pensaba, todos le toman por un tiempo y luego le dejaban sola…
Y aunque sabía que estaba herida por dentro la muchacha siempre parecía estar en paz en equilibrio, nunca tenía problemas, en la escuela era estudiosa y tenía algunas de las mejores notas y nunca causaba problemas a sus padres cosa extraña para una chica de 13 años.
La señora miro a su hija con decisión y se metió a la casa cerrándola por dentro- Aquí no entras hasta que tengas amigos o sea la hora de la cena- le grito desde adentro mientras los cargadores y algunos vecinos que pasaban por ahí la miraba extraño
-Madre esto es embarazoso... – dijo tocando la puerta
-No me importa...-
Haruko suspiro y se dio la vuelta para salir caminando, camino por un buen rato sola, pensando, sin mirar mucho a su alrededor.
-Al menos este lugar es tranquilo- se dijo así misma cuando paseaba por el lado de un río y decidió sentarse en un pequeño espacio de pasto –Supongo que puedo esperar aquí hasta la hora de la cena- volvió a decir, suspiro mientras apoyaba su cabeza en sus palmas y se perdió en sus pensamientos hasta que
-¿Disculpa?- dijo alguien a sus espaldas y ella volteó era un chico moreno de cabello azul negruzco, junto con otro un poco más bajo de cabello castaño claro
-¿Si?- pregunto ella
-Hola me llamo Takao y él es Kenny... Estábamos caminando por aquí y te vimos sola... No te habíamos visto antes supusimos que eras nueva así que vinimos a presentarnos- El chico le pareció demasiado energético pero aun así se veía con buenas intenciones sonrió internamente
-Me llamo Haruko me acabo de mudar...
-Me alegra conocerte Haruko, nos preguntábamos ya que estas sola ¿Te gustaría venir con nosotros? – lo pensó por un momento, después de todo sería más aburrido estar sola que acompañada, al menos estar con esos chicos le ayudaría a pasar el rato, claro intentaría no encariñarse con ambos, sus padres habían dicho 3 años de estar ahí… ¿Sería suficiente para hacer amigos?
-No estaría mal...- dijo y los siguió por el vecindario ellos hablaban de sus cosas cuando ella escucho un sonido particular, parecía como si dos cosas chocaran insistentemente, la chica volteo al origen del sonido y vio como dos cosas cónicas se golpeaban entre sí en medio de una bola de chicos más o menos de su edad
-¿Que ocurre por allá?- preguntó un poco confundida
-¿Quieres ir?- dijo Takao
-Si...- dijo con un tono de curiosidad
La chica miraba la batalla y no parecía entender del todo...sin embargo veía fascinada los movimientos de cada una de las cosas desconocidas, las seguía con los ojos sorprendida por los movimientos que podían llegar a hacer.
-Parece que nunca estuviste en una beybatalla- le recrimino el muchacho mayor con un tono de burla
-¿Beybatalla?- dijo
-¿No sabes qué son? ¿En qué mundo vives? - otra vez burlón
-Me mudo seguido nunca llego a captar las modas...- La verdad era distinta no salía de su cuarto, computadora, libros y música, siempre sola sin interesarse en el mundo exterior.
-Oh ya veo... Lo siento...- dijo arrepentido después de ver el súbito cambio en la cara de la chica de una feliz y curiosa a una obscura y tímida – Pues esos son beyblades se usan para bey batallar... el objetivo es hacer que el beyblade de tu oponente deje de girar probando así tu fuerza y rapidez...
La chica escuchaba demasiado atenta a la batalla, cuando uno de los chicos marcó su victoria sacando el otro bey del lugar de juego
-Es increíble- dijo ella
-Sabes nosotros también practicamos eso...
-¿En verdad?- dijo emocionada
-Sí, si quieres podemos enseñarte...
-¡Por favor!- dijo demasiado emocionada el rio un poco
-Claro solo deja voy por mi beyblade lo olvide en casa hoy- La chica no se había dado cuenta pero eran ya más de la hora de la cena
-Yo... Debo regresar a casa... ¿Les parece si nos vemos otro día?
-El que quieras
-¿Mañana?
-Por supuesto
-Hasta entonces
La muchacha salió corriendo a su casa impaciente por el día siguiente, cuando llego pudo escuchar la voz histérica de su madre
-¡Pero ya son más de las 6:00 p.m!-
-¿Mama?- dijo ella entrando a la casa viendo a sus dos padres sentados a la sala y su madre histérica gritando a su padre
-¡Haruko! ¡Gracias al cielo estas bien! ¿Dónde estabas?
-Mama...- dijo un poco molesta –Recuerda que me echaste de la casa... y dijiste que no volviera hasta que encontrara amigos...
-¡O que volvieras para la cena!- la mujer reacciono – Espera ose a que...
-Me encontré con unos chicos hace rato... Se me fue el tiempo perdón
-Ya no importa...- dijo su madre en un tono un poco de vergüenza -Vamos a cenar
Tanto Haruko como su padre se veían un poco molestos.
Al día siguiente Haruko se levantó temprano, por la noche había llegado a la conclusión de que si quería aprender ese extraño deporte debía conseguir un beyblade, así que se vistió rápido para salir en busca de uno, su madre la veía sonriente de que su hija estuviera feliz en tanto tiempo.
Haruko caminó y se encontró con unos chicos que estaban en la bola del día anterior y preguntó dónde podía conseguir una cosa de esas, le indicaron una pequeña tienda al final de la calle y ella entró, buscó distintos modelos y eligió uno blanco y negro, preguntó el precio, era más de lo que había esperado pero de seguro alcanzaría con sus ahorros, efectivamente tuvo que gastar sus ahorros en ese extraño juguete pero no importo de seguro valdría la pena.
Después se dirigió al lugar donde se había encontrado a los chicos el día anterior y se limitó a esperar:
-¡Haruko!- llamó Takao
-Takao Kenny- saludó
-Solo dile jefe... ¿Lista para las lecciones?-
-Por supuesto-
El muchacho intentó enseñarle lo básico a lanzar el extraño objeto, y ella por más que lo intentaba no lograba lanzar aquel artefacto.
-Tranquila todo se logra practicando- dijo Takao
-Gracias- Ella sonrió y siguió intentando con la guía de Takao y Kenny
El tiempo había pasado rápido , Haruko se la pasaba día y noche practicando con aquel beyblade... y diario veía a ambos chicos, podría decirse que ahora eran "amigos", incluso iban al mismo colegio, eventualmente la chica era cada vez mejor en el deporte del beyblade.
Poco a poco iban conociendo distintos personajes el más significativo hasta ahora era Kai Hiwatari un chico con una pandilla que aterrorizaba a bladers hasta que Takao le dio una lección gracias a una "Bestia bit" una criatura sagrada que había estado en la familia de Takao por generaciones y ahora le ayudaba a él, después conocieron a Max, hijo del dueño de la tienda de beyblade, después de mucho acontecimientos Takao logra controlar a su bestia bit Dragoon y todos son invitado a participar en un torneo, en el cual todos aceptan entrar con tal de vencer al oponente: Kai.
Las competencias avanzaron rápido Max logro vencer en su bloque y llega a las semifinales, cosa que Kenny no logra hacer, sin embargo Haruko también avanza en su pero Kai se niega a beybatallar con ella, ella insiste, sin embargo pierde ante el muchacho, ella se desespera e intenta mejorar a toda costa sin embargo al exagerar sus sentimientos no logra conseguir nada y al estar en calma consigo misma es escuchada por una Bestia legendaria que luego se convertiría en su Bestia Bit.
Mientras tanto Max se prepara para su propia batalla contra Kai, sin más que decir ambos comienzan su pelea Kai tenía una clara ventaja por su Bestia Bit, sin embargo casi terminando aquella batalla Max gana una Bestia Bit, aunque pierde en contra de Kai, Takao tiene su propia batalla contra un blader invencible hasta ahora Ray, después de hacer unos arreglos a Dragoon Takao logra empatar con Ray sin embargo a último momento él deja la batalla dejando en finales a Kai y Takao.
La batalla final fue demasiado reñida sin embargo Takao logra vencer a Kai, los 6 chicos son encontrados por el líder de la BBA la Asociación de Bey Batallas, revelándoles que serán un equipo representando a Japón.
Y así comenzó el viaje...
-Haruko... Haruko... ¡Haruko!- Los ojos de una chica de 17 años, ligeramente morena de un cabello mediano color negro se abrieron de golpe, despertó en lo que parecía un salón de clases de Preparatoria, viendo como los demás compañeros en su salón la veían fijamente todos vestían el mismo uniforme pantalón vino camisa blanca y suéter vino con una corbata para los varones y falda para las señoritas, en ese momento la campana sonó, todos salieron presurosos de aquel salón ella intento escapar también
-Señorita Haruko- dejo salir un gran suspiro, volteó para enfrentar al profesor
-En verdad lo siento profesor...
–Haru...- dijo en un tono más calmado y sereno –Yo sé que eres una buena chica... tenemos increíbles recomendaciones de ti... Sé que no das tu verdadero potencial... – Ella callaba –Pero si no mejoras tu desempeño me temo que se verá reflejado en tu historial académico...
-Entiendo profesor...- dijo
-De seguro junto encontraremos una solución-
-Si...- asintió y en aquel momento salió del salón -¿A quién le importa el historial académico? – se dijo así misma... mientras más recuerdos pasaban por su cabeza:
Tres años habían pasado desde la escena de su sueño... Tres años que ella no olvidaría.
El primer año, el año en que conoció a todos, sus viajes por China conocer a la chica de cabellos rosas y rasgos gatunos que sería su mejor amiga, los E.E.U.U y al final Rusia para ganar y ser campeones mundiales, donde un hombre loco y malvado había querido apoderarse de sus bestias bit para dominar el mundo usando un equipo de chicos genética y físicamente entrenados para tal fin.
Su segundo año con el intento de réplicas de Bestias Bit y otros tratando de protegerlas.
Durante estos años la relación con sus compañeros había crecido a más no poder, comenzando por Kai
-Kai…- Susurró, no, no, no, no lo recordaría de todos sus compañeros de equipo era del que menos necesitaba recordar en esos momentos, sacudió la cabeza intentando sacarse la imagen de Kai de la cabeza
Claro también atragantarse de mostaza con Max, Rei era su confidente era un chico calmado y que siempre le daba consejos, le daba una mano cuando la necesitaba, Kenny con él podía hablar de tecnología y a final estaba Takao su mejor amigo a pesar de ser obstinado la muchacha lo llego a querer bastante, llegando al punto de pensar tener sentimientos por el chico, pero pronto se dio cuenta de que solo eran infantiles así que se los barrio de un movimiento.
Sin embargo el tercer año fue el inicio de la tragedia... Todo comenzó cuando Takao siendo el campeón mundial por dos años seguidos deja de lado la amistad y se le sube la fama a la cabeza, cansados de esto sus exageraciones, sus amigos lo dejan para probar que ellos son iguales, lo cual deja a Haruko destruida y según ella abandonada de nuevo... Rei y Max fueron demasiado duros con ella y Takao
En el proceso conoció a un chico, Brooklyn, que la hizo sentir comprendida ambos habían estado solos por bastante tiempo siendo traicionados por personas en quienes creían podían confiar, sin duda el chico le había hecho despertar sentimientos nuevos e inesperados que ninguno llego a comprender hasta que fue demasiado tarde y gracias a la maldad de un viejo enemigo y a la rivalidad que causa entre sus equipos su amistad se rompe, uniendo así a los demás para salvar al beyblade y al mundo.
Al final, todos estaban felices, al parecer todo había terminado pero, los padres de Haruko aparecen y se la llevan a otra escuela separándola de nuevo de sus amigos, bueno no era que tuviera el correo o el correo electrónico pero no era lo mismo… No era igual a despertar todas las mañanas con los gritos de su amiga Hiromi para intentar despertar a Takao algunas cartas y e-mails llegaban cada mes aun así no era suficiente... Sus amigos… Quizá no volvería a verlos…
Después de todo la distancia no es algo que cualquiera supere…
Y ahí fue donde los problemas comenzaron Haruko no aguanto más, esa había sido la última gota que soportaría y deprimida comenzó a tener problemas en el colegio, no tenía amigos y sus notas cada vez eran más bajas...
Caminaba tranquilamente por los pasillos de la escuela, era un internado los salones estaban en un edificio y a unos metros de distancia se encontraban los dormitorios de chicas y chicos, era la única ruta que usaba no conocía otras partes del colegio a parte de los campos de deportes… Estar deprimida no impediría que estuviera en forma… nadie a su lado tal vez debido al hecho de que ella era bastante antisocial. En sus días pasados era antisocial... Después dio a conocer que en realidad era insegura y solo usaba su rudeza para cuando estaba sola, cuando conocía a las personas se volvió una chica tímida, con miedo a hablar a personas nuevas pero que ocultaba un gran corazón, noble y tierno que poco a poco fue ganando confianza para conocer a más personas
Pero de repente alguien la detuvo:
-Disculpe ¿Haruko Matsumoto? - Un joven preguntó
- Sí - respondió molesta
- ¿Podría venir conmigo? Usted tiene una llamada en la oficina - Ella asintió y siguió al joven
-Nuevo secretario supongo - pensó mientras miraba su torpeza, abrió la puerta de la recepción para ella y caminó hacia el teléfono, la primera vez que entraba ahí un escritorio, del joven supuso, un garrafón con agua y una puerta que decía "Sala de maestros"
- ¿Señor Dickenson? Ella está aquí - La muchacha se sorprendió al escuchar Dickenson el dueño de BBA tenía que ser un error, el hombre pasó el teléfono a Haru
- ¿Hola? - Le preguntó nerviosa
- ¡Haruko! Estoy tan feliz de escuchar tu voz - una voz de anciano llamó por el teléfono
- ¿Señor Dickenson? ¿Es realmente usted? - El hombre se echó a reír
- ¿Quién más? - Ella se echó a reír a su última pregunta estúpida - Escucha, hay una razón importante por la que te llamé - se calló para escuchar - Abrimos un nuevo campeonato… Los chicos te necesitan
- ¡¿En serio?! Estoy tan feliz que... -
- Pero hay un problema – cerró la boca otra vez - Tu lugar en el equipo está vacío y debido a las normas de un equipo debe ser mínimo de 5 miembros, Daichi ya no está en el equipo, así que realmente te necesito, pero me temo que alguien recibió esta información y nos ofrece un nuevo miembro, debido a la política de BBA no podemos decepcionar a nadie, incluso amenazan con poner una demanda sobre nosotros...
- ¿Qué podemos hacer entonces? - Ahora estaba asustada
- Bueno, se organizó que ustedes dos tuvieron una pelea en 1 mes y medio, seis semanas, un día antes del campeonato a las 12:00 horas no minutos antes ni después, pero... -
- No más... - Pensó
- Parece como si la escuela no nos permitirá llevarte a menos que tenga un cierto grado, he hablado con todo el mundo pero nadie parece ayudar por lo que tienes un mes para aumentar sus calificaciones, lo siento chica -
-Voy a ver qué puedo hacer Sr. Dickenson, puede confiar en mí Voy a encontrar una manera de llegar a tiempo -
- Muy bien confiamos en ti - dijo, y colgó
- De alguna manera... - susurró
Caminó y de repente alguien la empujó dentro de una sala de director, un escritorio lujoso, tres sillas una placa con el nombre del director y su título una repisa con trofeos y fotos de generaciones escolares
-¿Que dem...?- dijo e intento regresar pero el que la había empujado ya la había encerrado en aquel lugar -¡Sáquenme de aquí!
-Tranquila señorita Matsumoto- salió un hombre por detrás.
-¿Quién es usted y que quiere?
-Esa no es manera de hablarle al director...- ella no dijo nada solo frunció el seño
-¿Me diría que ocurre director?- cruzó los brazos en un intento de sonar seria
-Tengo entendido que no te va bien en el colegio...
-Si...
-Bueno podría haber una manera de ayudarte con eso...- ella puso una cara de asustada tomando en doble sentido lo que su profesor hablaba –Calma no hablo de eso... – Para que ella estuviera más calmada abrió la puerta -Por lo que tengo entendido eres una deportista... para ser más precisa una Blader y por lo que veo una campeona
Ella se sorprendió había mantenido esa parte de su vida en secreto ya que al momento de recordarla su corazón parecía partirse en dos y dolía demasiado... Sin embargo al ser el director supuso que tendría que saber todo sobre ella
-Yo no soy la campeona reconocida... Y me gustaría dejar todo sobre aquel mundo detrás, en el pasado, ella estaba dispuesta a irse
-Tal vez no pero eres demasiado buena en lo que haces y esos talentos deberían de ser aprovechados... ¿Me preguntaba si quisieras ayudarme a hacer mi propio equipo?
-¿Que ganaría yo con eso?
-¿La satisfacción de ayudar a tu director?
-Muy gracioso- ya tenía un pie fuera de la oficina
-¿O tal vez el permiso que requieres para unirte a tu equipo?- Ella se detuvo y volteó incrédula
-¿Dice que si le ayudo con su dichoso equipo me dejaría ir con mi equipo?
-Así es pequeña...
- Tengo que pensar en ello - Casi corrió a su dormitorio sorprendida y nerviosa, sin saber qué hacer ante la propuesta anterior.
