El timbre suena, sus hombros se relajan y suelta un largo y agotado suspiro de alivio. Kevin acaba de tener una de las clases de historia m s inquietantes de su existencia -Jesus, eso fue raro- murmura al tiempo que va introduciendo sus tiles en la mochila. Una lapicera decide rodar por la paleta de su mesa-banco y cae al vaci -!Diablos! A donde vas?- el pelirrojo se echa al suelo de rodillas en busca del l piz de tinta. La acci n buscar-recoger le toma unos segundos, para cuando alza el rostro de nuevo ya se haya a solas con el profesor, todos se han marchado.

Su maestro lo mira con una frialdad id ntica a la que emplea cuando les imparte conocimientos sobre los grandes acontecimientos de la historia mundial: guerras, hambrunas, epidemias, ataques terroristas y asesinatos famosos parecen ser parte del repertorio favorito de este profesor ruso, cuyo acento extranjero vuelve la clase atemorizante -Hasta luego Sr. Vasilievich- Kevin se despide algo nervioso y cruza el aula r pidamente, le asusta, sin raz n concisa, estar a solas con l.

-Al fin te apareces- reclama Eddward recargado de espalda a la pared con los brazos cruzados -Lo lamento, tuve un tropiezo- Kev avanza hacia su novio pero ste no responde, sino que mira que mira algo con expresi n seria - Ah... Sucede algo?- al girarse un poco se da cuenta; Edeward y el profesor de historia, quien ha salido del sal n, se apu alan mutuamente con las miradas azules y profundas. El pelirrojo inclina la cabeza de costado, ya con anterioridad a atrapado al par mir ndose de la misma manera, en un inicio lo resuelve como su novio coqueteando con el maestro pero ahora comprend a que se trataba de un genuino juego de poderes, Edd y ese ruso no se agradaban.

-Valla sujeto- murmura el de cabellos negros -Es verdad, me da algo de miedo, no se como es que Nazz y las otras chicas se derriten como hielo al sol por l- comenta Kevin mientras pasan por el corredor que conecta a la cafeter a -Ni idea, es un idiota- asegura doble D -Aun m s que t - bromea Kev, sin embargo, la mueca en la cara de Edd deja claro que no le caus gracia.

En el comedor se sientan separados a comer, sus amigos no congenian ni nunca lo haran. De cualquier manera Eddward se encarga de pagarle el almuerzo, un detalle dulce que nadie debe saber.

Tras llenar barrigas utilizan el peque o espacio restante entre su reseso y la siguiente clase para asegurar bien la puerta del ba o masculino y encerrarse en uno de los cub culos, as pueden darse en cinco minutos todo el "amor" que les sea posible -Mis... mis padres no estar n todo el fin de semana- libera Kevin junto con un gemido al desprenderse de los labios de Eddward -Los m os jam s est n- dice Edd con una sonrisa pero acto seguido le besa la suave piel del cuello dejando ah una marca que el su ter pueda esconder - A caso ser que aun temes al monstruo bajo la cama y quieres que duerma contigo para que te proteja?- el m s alto coge firmemente las nalgas de Kevin para estrujarlas y obligarlo a ponerse de puntitas, alcanzando as a frotar sus caderas un poco -no... n-no es eso- responde Kevin sonrojado y aferrado como a la vida del cuello de Eddward -Entonces lo que t deseas es que te joda por toda la casa- afirma en tono pretencioso el de ojos azules buscando la mirada del otro, quien avergonzado por lo certero que llega a ser su novio, esconde la cara muy apenado -Suena horrible cuando lo dices as - dice el joven pecoso suave y algo decepcionado, doble D lo nota -No te portes como una princesa, sabes que bromeo- las caderas se separan, los talones del m s bajo tocan suelo, hay un ultimo beso que carece de lengua y humedad, pero existe un tierno roce de narices -Te veo al toque de salida- Kevin asiente a lo dicho por Eddward y ambos acomodan sus ropas listos para volver a clases.