∞ Titulo:Uno más uno, no siempre son dos.
∞ Autora:YUKI-NII
∞ Rating: NC 13
∞ Género: Drama/Romance
∞ N/A: Harry Potter no me pertenece, todos los derechos son de las editoriales la WB y su autora J.K Rowling. Yo tan solo hago Slash sin fines de lucro más que el regalo de su tiempo para mis historias. Este fic participa en el reto #14 "Amortentia al azar" del foro Hogwarts a través de los años.
∞ Resumen:Estar acostumbrado a un amor no correspondido, parece ser una herencia Malfoy.
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Verano japonés.
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La primera vez que Scorpius prueba una sandía es durante el caluroso verano en Japón, justo en la prefectura de Kyushuu, donde su padre ha venido a hacer tratos comerciales con el sembradío de té negro que tienen en Inglaterra, y porque de pronto los muggle han decidió que separarse de la Unión Europea es algo que no traería consecuencias. Draco solo se está adelantando al desenlace inevitable, de crisis economía y restricciones arancelarias.
Scorpius está sentado en la parte trasera de la casa, esta descalzo y la yukata le resbala por un hombro. Tiene el cabello un poco largo recogido con pasadores y un ventilador pequeño que hace un ruido de motor cada vez que gira. Han terminado hospedándose en la parte muggle de la ciudad para mostrar empatía con los futuros compradores de las empresas Malfoy, eso es lo que Draco le ha contestado cuando debieron cerrar toda la habitación y poner el aire acondicionado a máxima potencia.
Da la primera mordida a la sandía casi con desesperación y hace un ruidito, cuando los jugos rojos le resbalan por sus agrietados labios y la pulpa se le deshace en la lengua.
La sandia real, la que es una fruta y no un sabor artificial de grangeas de honeydukes, le hace recordar la poción contra el resfriado que Albus siempre lleva consigo, porque es débil ante el frío, y dormir en las mazmorras parece ser más un reto que el hogar de año tras año para Potter.
Albus, que usa lentes solo dentro de su habitación, cuando nadie más puede verle, y porque sus ojos duelen de fingir no tener un problema para entender la rustica letra del profesor de pociones y estar ubicado demasiado lejos de la pizarra. Albus que ha peleado demasiadas veces con su padre en lo que va de las vacaciones y que escribe cartas cada dos días como si fuera un hechizo invocador que hará regresar más rápido a Scorpius.
Da una mordida más, chorreándose de dulce, con los ojos de Albus clavándose en su memoria y con el picor de su piel. Tienen solo 14 años, pero suelen pasar más tiempo entre ellos mismo que con cualquier otra persona. Han sido tres largos años, de enfrentarse a los status quo y las expectativas. Scorpius agradece internamente en tener a alguien como él cerca, para darse fortaleza porque le impulsa siempre ver al frente.
Porque Albus no es Harry ni Scorpius un Mortifago.
Cuando su padre regresa donde se están hospedando. Scorpius solo piensa en que quiere volver a los cielos grises de Inglaterra, con su clima húmedo y sus largos abrigos. Porque la sandía solo le avivo en el estómago y las fosas nasales, ver a Albus.
Tal vez el hechizo de invocación oculto en las palabras de la carta realmente funciono.
