¡Hola a todos!

Aquí les presento el siguiente fic XD.

Es el primero que subo para el conocimiento público D:

Puede que les guste, puede que no, pero si estás aquí tal vez te haya interesado el título, pues si, contiene sangre, dolor, drama, asesinatos, y unos poquitos ingredientes más.

Cabe aclarar que los personajes de YU-GI-OH no me pertenecen, solo hago uso de sus nombres originales en el manga.

Sin más que disfruten del fic.

Capítulo 1 – Rehén

Contenían involuntariamente la respiración. Sucedió tan rápido que ninguno de los presentes se atrevía a emitir sonido alguno cuando al fin volvieron a respirar.

La mujer del grupo soltaba lágrimas que ni ella sabía interpretar, los demás, con ojos de espanto y sorpresa, fijaban su vista a un punto específico en la habitación. Para sus mentes todo era oscuro como la noche y rojo como la sangre, una luz comenzaba a iluminar de a poco la escena.

Frente a ellos estaba el motivo de su sorpresa. Con la cabeza gacha, permanecía sin mostrar sus ojos cubiertos de una inexplicable sombra, sostenía en una mano un arma de fuego que había sido recién utilizada dejando a sus pies un charco de líquido rojo y espeso.

El solo dijo con voz seria y fría...

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Eran las 7:00 am en Ciudad Domino, un joven de ojos amatistas se apresuraba a comerse su pan tostado con jalea de uvas, mientras en la puerta de la casa-tienda su abuelo lo llamaba para que bajara puesto que el taxi estaba esperando. Yugi subió al taxi sin muchas ganas y con su abuelo acompañándolo partieron.

El chico permanecía perdido en sus pensamientos, su abuelo lo observo y antes de intentar animarlo pudo notar que su nieto sujetaba con fuerza el milenario artefacto que colgaba de su cuello, mientras raspaba un costado del mismo con una uña, esto ya se le había hecho costumbre en momentos de tensión; el anciano entonces decidió no decir nada y solo contemplar el paisaje.

En la mente de Yugi los recuerdos lo bombardeaban sin tregua cuando….

-Yugi…estas bien?- hablo Atem.

-Ah…mou hitori no boku….¡sii!... claro que estoy bien- respondió con una bella sonrisa.

-Sabes que a mí no me engañas ni con la sonrisa más sincera que FINJAS…te conozco como si fuera tu hermano… dime, ¿Qué te pasa?, no paraste de llorar toda la noche y ahora estas a punto de volver a hacerlo (con lo que me costó calmarlo).

-Tu sabes dónde vamos, y que día es hoy…..Sabes que no me siento nada bien….la verdad quise…-

No pudo terminar pues sintió el abrazo de Atem, había comenzado a llorar de nuevo sin darse cuenta.

-Aibou, tranquilo, todo estará bien, estoy aquí contigo- tratando de consolarlo.

-Lo sé, gracias Yami- dijo Yugi sonriendo y sin fingir esta vez.

En el exterior se pudo notar una pequeña lágrima pasando por una de sus mejillas mientras curvaba sus labios en lo que parecía ser una sonrisa.

Llegaron a destino, el tricolor bajo con unas velas en las manos, su abuelo con un ramo de flores, el anciano puso un mano en el hombro de su nieto como queriendo darle fuerzas y comenzaron a caminar. Pasaron por varias lapidas hasta llegar a un par que yacían en el suelo, adornaron ambas con las flores y velas que trajeron.

Atem contemplo el paisaje, hileras casi interminables de lapidas blancas y bien cuidadas en el verde césped, unas con velas e inciensos, otras con flores, y otras tristemente sin nada, tal vez ya olvidadas…Fijo su vista en Yugi quien levemente inclinado a un lado de su abuelo, parecía recitar en voz muy baja oraciones, ambos permanecían con los ojos cerrados; decidió entonces desvanecerse para no parecer inoportuno.

-.-.-.-.- Yugi -.-.-.-.-

Hoy es un día triste, aunque el cielo este azul para mi es completamente gris. Siento en mi corazón que pronto lloverá en mi gris escenario.

La tristeza.

Todo este dolor que siento ya no lo soportare mucho tiempo más. Llorare como lo hice ayer por no poder soportar más esta tormenta de sentimientos.

Salada y amarga lluvia.

Me sentía solo en medio de esta tormenta en mi mente, ráfagas de memorias me arrastraban a lo que parecía ser un huracán de sentimientos, dolor, tristeza, impotencia, y mucha añoranza. Sentí un abrazo y escuche algo que parecía ser la canción de cuna que mi madre me cantaba para tranquilizarme cuando era pequeño, abrí mis ojos volviendo a la realidad, era Atem cantando con suave voz la canción de mi madre.

-¿Cómo...sabes...esa canción?- entre sollozos dije.

-Me preocupe y busque algo en tus recuerdos que te calmara-dijo con una sonrisa gentil-y esto me pareció lo más adecuado. ..Ahora tranquilo, tienes que descansar un poco o preocuparas al abuelo.

-Tienes razón, y... gracia, eres el mejor Yami-le sonreí y me acosté, "es el mejor hermano que podría tener, solo quisiera que nunca se fuera" pensé mientras iba quedando dormido como bajo algún encanto.

-"Aibou perdón por el hechizo pero tienes que descansar y sé que no te dormirás voluntariamente"- pensaba para sí mismo Atem mientas se desvanecía en la oscuridad.

Y ahora siento que no poder contener las lágrimas más tiempo, pero no debo preocupar a mi abuelito, así que lo soportare, ocultare este fuerte sentimiento como ustedes me enseñaron a hacerlo…

Padres, los extraño tanto, cada vez que los recuerdo quiero llorar por no tenerlos a mi lado, pero no crean que solo sufrimiento me causan, solo que los necesito, recuerdo todo lo que hicimos juntos, aprendí tanto de ustedes, gracias a esos casi 13 años que pude pasar con ambos hoy puedo sonreír sin preocupar a nadie, guardándome este sufrimiento para mí solo, y así no preocupar a mi abuelito ni a mis amigos.

Ah por cierto, tengo amigos!, son geniales, Anzu, Jounouchi, Honda son mis mejores amigos, también esta Atem quien es como mi hermano súper mayor porque ya tiene más de 5000 años aunque les parezca extraño; también me he conseguido más amigos, entre ellos Mokuba y su hermano mayor Seto, y si ellos son Kaiba, pero son buenos, a pesar de que Seto me reta a duelo cada vez que me ve jajajaja.

Ya casi han pasado 3 años desde que partieron para siempre a lo que fue su último trabajo, sé que prometieron volver pronto cuando me dejaron con mi abuelito ese día, pero no los culpo ni los odio, al contrario, los amo, como siempre los ame desde que tengo memoria.

Los extraño tanto.

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Luego de unas horas decidieron regresar a casa, esa tarde Yugi habría quedado en ir a Kaibalandia con sus amigos, así que puso la mejor sonrisa, y se dispuso a pasarla bien como sus padres lo hubieran querido.

Mientras en algún lugar de Kaibalandia se encontraba un muy emocionado Mokuba acompañado de un serio y tranquilo Seto, el niño entro corriendo al domo donde se encontraban los controles de la plataforma de simulación de batallas, ambos siempre buscando la forma de mejorar sus productos.

De repente las luces se apagaron y un humo blanquecino comenzó a salir de los ductos de aire, poco o nada pudieron hacer para salir, seto un tanto desesperado, metió a Mokuba en un armario de la habitación y lo cerro bien tras de sí, quedando inconscientes ambos.

Cuando en niño despertó, salió del armario y noto que no se llevaron nada, ni siquiera información del nuevo proyecto, fue entonces que se dio cuenta de la ausencia de alguien muy importante. Se habían llevado a Seto. Salió corriendo, corrió tan rápido hacia la salida que cuando tropezó con alguien ambos cayeron dándose un fuerte golpe, el niño recupero la compostura y comenzó a hacer llamadas, entonces se dio vuelta con la intención de disculparse y se dio cuenta que era Atem con quien había tropezado, lo abrazo fuerte, este volvió a cambiar con Yugi quien correspondió el abrazo amablemente, el pequeño lloraba a mas no poder, cosa que desconcertó a todos los presentes.

- Que bien que los encuentro – dijo Mokuba.

- Jounouchi reto a Atem a un duelo y veníamos por eso- dijo Anzu.

- ¿Que pasa pequeño?- pregunto Jou.

- M…mi….hermanoooooooo – respondió entre sollozos.

- ¿Qué con él?- pregunto Honda.

- Tranquilo viejo así no te entendemos- dijo Jou.

- ¡Secuestraron a mi hermano!- grito desesperadamente- tienen que ayudarme, no sé qué más hacer, llame a la policía, a todo el mundo, y nadie puede ayudarme por qué sucedió apenas hace unas horas….

- Claro que te ayudaremos- respondió afirmativamente Yugi con una sincera sonrisa que hizo calmar al niño.

- Graciasssss.

- ¿Y por dónde empezamos?- pregunto Anzu pensativa.

- En la escena del crimen- dijo Jou con pose de intelectual logrando algunas risitas de los presentes.

Entrando al lugar que fuera la "escena del crimen", buscaron algunas pistas, Yugi automáticamente inspecciono meticuloso todo el lugar con la vista, notando al instante un papel que parecía ser una nota estratégicamente ubicada para ser imperceptible para cualquier persona, estaba en el suelo oculto entre la alfombra, así que Yugi fingió tropezar llamando la atención de todos y hallando por "accidente" la notas oculta.

-¿Qué es eso?- pregunto Honda

- ¿Que no ves que es una nota?- respondió Jou

- ¿Estas bien Yugi?- pregunto Anzu

- Sí..jeje..Pero gracias a eso encontramos esto- mostrando la nota

- Léelo Yugi- pidió Mokuba

- Bien, dice:

" Hola mi querido ángel, espero que no te hayas olvidado de mi tan pro…"- Yugi no dijo nada más, leyó la nota rápidamente con la vista mientras sus ojos se abrían a mas no poder, el rompecabezas brillo a los pocos segundos y Atem tomo su lugar ante la vista confusa de los presentes.

-Seguiré leyendo yo si no les molesta- luego de que los demás asintieran sin preguntar más ya que querían saber que decía la carta, Atem siguió leyendo:

"…tan pronto de mí, si soy yo. En este bonito día me lleve a un invitado especial a pasear por mi empresa, espero verte pronto, deseo tanto terminar con lo que comenzamos hace años."

- Nani! ¿Qué quiere decir?, Mokuba de que rayos habla?- pregunto Jou

- No lo sé- respondió anonadado, su hermano era un…

¿"rehén"?

-.-.-.-.-.- Continuara-.-.-.-.-.-

Dejen comentarios así se si les gusta o no.

¡Gracias por leer!

Hasta pronto…