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Querida Rose:
¿Estás nerviosa por tu primer día? Tu padre está muy contento de que hayas quedado en Griffindor, como nosotros. Estamos muy orgullosos, cariño.
Procura no acercarte demasiado a ese Malfoy Rose, puedo desheredarte ya lo sabes…
¡Ron! ¡Ya vale! Anoche Albus no quería ni contarles a sus padres que está en Slytherin y todo es por tu culpa. Tranquila cielo, puedes ir con quien quieras, no hagas caso a tu padre. Ahora lo que tienes que hacer es estudiar mucho y hacer amigos.
Por cierto, tío Harry y tía Ginny te agradecerían que le echaras un ojo a James.
Cariñito, necesitamos que este año lleguen menos cartas de quejas de la directora, si no vamos a tener que ir allí.
¡Ginny! No agobies a la niña… Tiene que prepararse para el día que tiene. Saluda a Neville de nuestra parte, pero no en clase. Y Hagrid os ha invitado a Albus y a ti a tomar el té, así que busca a tu primo. ¡Y abrígate que hace frío!
Rose lo he dicho en serio, no te acerques demasiado a ese Malfoy, Ginny dice que Al es su compañero de habitación y anoche les contó que le caía bien… ¡Bien! Recuerda tu apellido, no lo juntes con el de él.
Ron, ¡te lo advierto! Ya sabes cómo es tu padre cariño, ni caso. Te prometo que la próxima carta te la escribo cuando esté sola. Saludos de tu tía.
Te quiero mucho peque, pásatelo bien y, ¡recuerda escribir!
¡Y echarle un ojo a James!
¡Y alejarte de Malfoy!
Te queremos amor. Besos:
Mamá
(Y papá y tía Ginny)
Rose ríe mientras termina su carta. Sus padres nunca cambiarán. En cuanto termina su desayuno, se dirige a la mesa de Slytherin a ver a su primo.
-¡Hola Al! –saluda sentándose a su lado.
-Que contenta te veo… -murmura medio dormido.
-¿Por qué no? Hace un día increíble, hoy empezamos las clases y va a ser un año genial –sonríe.
-Buenos días –un chico rubio, de ojos grises, se sienta al otro lado de Albus.
-¿Qué tal has dormido? –se encoge de hombros.
-¿Y tú?
-Igual supongo… Oye mira, ella es mi prima Rose –presenta –Rose, él es Scorpious.
-¿Malfoy? –pregunta asombrada.
-¿Algún problema?- pregunta a la defensiva.
-Sólo me ha sorprendido…
-Ya…
-Esto… ¿Te han escrito tus padres ya? –pregunta Albus intentando salir del paso. La chica asiente con la cabeza y le pasa la carta –Vaya, no sé por qué te ha sorprendido que fuese él, tu padre ya te había avisado –sonríe.
-Ya lo conoces –refunfuña.
-¿Qué vas a hacer?
-¿Con qué?
-Bueno, le he dicho a Scorpious que si quiere puede venir a ver a Hagrid… y me ha dicho que vendrá, ¿qué vas a hacer? –pregunta preocupado. De verdad que no quería separarse de su prima, pero el chico Malfoy le caía bastante bien. Y su padre parecía conforme con la amistad.
-No sé…
-Tienes toda la pinta de hacer lo que dice tu papá –dice el rubio con sorna.
-De eso nada –dice.
-Claro que sí… Seguro que nunca has sido capaz de llevarle la contra a tus papis –sigue con su burla.
-Bueno, con tía Hermione nunca tiene problemas –explica Al.
-Con su papi entonces…
-¡Yo puedo hacer lo que quiera!
-Me gustaría ver eso –dice con marcado desinterés.
La chica se levanta y se va refunfuñando.
-¿Siempre hace eso?
-¿Cuándo se enfada? Sí, es como mi tía. Lo más seguro es que no venga –comenta con tristeza.
-Si quieres puedo ir otro día –ofrece.
-No, no, no te preocupes –sonríe.
Scorpious asiente, conforme. Esa Rose no le ha caído muy bien. Además, ¿dónde va con ese pelo? Tan rojo y tan desordenado…. ¿Y sus ojos? Tan azules que parece que pueden leerte el alma. No, no le ha gustado nada.
