Falling for you

Summary: La secretaria de ojos avellana, nueva en su puesto, conoce a su particular jefe, un hombre serio y educado quien parece frío y distante con sus empleados. Las apariencias engañan. UA- Sessh&Lin

Aclaraciones Narrativas:

-Diálogos-

-"Pensamientos"- cuando interviene la conciencia aparecerá en negrita.

Narración en 1ra persona(Generalmente de Sesshoumaru)

Narración en 3ra persona

-.-.-.-.- Cambio de Espacio / tiempo -.-.-.-.-.-

#.#.#. Flash Black Comienzo / Fin .#.#.#

(Aclaraciones de las autoras)

Capítulo 1:

Mal día

Lunes 17 de Octubre. 7:00 a.m.

-Buenos días Japón! Hoy tenemos un día despejado de primavera...- Sonaba el estrepitoso radio-reloj, el cual encendía su alarma a las 7 en punto-Tenemos una temperatura alrededor de los 16ºC aumentando a 22ºC a medida que transcurra el día... les recomendamos llevar un paraguas, ya que hay probabilidad de lluvias hacia la n...-Calló el aparato, a causa de una joven de ojos color miel claro, cabello castaño, y unos 20 años de edad, quien buscaba seguir durmiendo. Resignada, gracias a los rayos del sol que se colaban por entre las cortinas iluminándole la cara, se levanto mirando la hora...

-Ahmmm... aun tengo tiempo... mi entrevista es a las 8:30...-La joven bosteza y luego de tomar una toalla entra en el baño. Después de darse una ducha con agua tibia, se cambia poniéndose un conjunto bastante elegante aunque no demasiado; su vestuario consistía en una remera sin mangas con cuello de tortuga bien holgado color negro, con una falda tableada color bordo y un bleizer del mismo color como abrigo, en los pies llevaba un par de botas, y tenia el cabello suelto.

Luego de tomar el desayuno y acomodar su departamento, toma su cartera, las llaves, y después de mirarse un momento en el espejo, agarra una boina negra, la cual colgaba del perchero y se la coloca en la cabeza para salir. Toma el ascensor bajando hacia la planta baja, al abandonar del edificio extiende la mano tomando un taxi.

-Son $9,95-Anuncia el chofer del vehículo una vez que se detiene frente a un enorme edificio de oficinas.

-Tome...-Dice la joven dándole el dinero para luego bajar. Mira atentamente el edificio frente a ella y luego camina algo nerviosa hacia este... era su entrevista de trabajo en una de las mas prestigiosas empresas de todo Japón, y había escuchado que el jefe era demasiado exigente con sus empleados. Ella, justamente, iba a entrevistarse para el puesto bacante en esa empresa, y le daba miedo ser rechazada. En verdad necesitaba ese empleo...

Luego de suspirar mirando la puerta, entra en el lugar dirigiéndose hacia los escritorios de la recepción.

-Vengo por la entrevista para el puesto disponible...-Murmura nerviosa la castaña mirando a la muchacha del otro lado del escritorio quien seguro alguna vez se había sentido como ella.

-Si... su nombre por favor?-Dice la mujer de cabello azabachado y lacio, de aspecto serio.

-Si... mi nombre es Lin Piroko...-La castaña mira como la mujer de larga cabellera negra busca en una lista el nombre y luego asiente.

-Si... Sígame por favor...-Musita poniéndose de pie, para luego caminar hacia el ascensor y subir hasta el ultimo piso. Allí, caminan entre pequeñas oficinas divididas por paredes de no más de un metro y medio de alto formando pequeños cubículos en donde se veía a la gente trabajar. Algunos jóvenes volteaban a ver a la muchacha nueva mientras que algunas chicas murmuraban sobre la 'nueva secretaria' del jefe, y demás cosas que Lin no alcanzo a escuchar bien.

Caminaron hasta detenerse frente a una puerta de madera bien barnizada, la cual la azabachada golpea, para luego abrir tras escuchar la indicación de una voz masculina diciendo 'Adelante'.

-Señor... Aquí llego una persona que busca el trabajo disponible- Dice la joven de la recepción luego de cerrar la puerta tras de sí, dejando a la castaña afuera.

-Ah... bien... dile que pase para hacer la entrevista...- Sonaba la voz masculina de un hombre, que se hallaba sentado de espaldas a la puerta mientras miraba por la ventana.

-Si, señor...- Responde la mujer para luego salir mirando a la ojimiel que observaba la puerta para luego ver a la chica frente a ella–Puedes pasar...- Murmura la dama de cabello oscuro abriendo la puerta haciéndola entrar.

Lin asintió y luego camino con pasos lentos y nerviosos, entrando en la oficina...

–B...Buenos días...- susurra nerviosa viendo como el hombre que aun permanecía sentado se pone de pie de espaldas a ella.

-Siéntate...- Dijo refiriéndose a las sillas frente a su escritorio, mas a modo de orden que a una ofrenda... Después voltea mirando a la castaña sentarse, para luego tomar la carpeta color azul que se hallaba sobre su escritorio.

–Mmmh... Señorita Piroko- Agrega leyendo el nombre en la carpeta, para luego ver a la joven asentir.

-S-si…-respondió ella observándolo detenidamente. Era bastante extraño. Vestía, como era de esperarse, con un traje color negro que le sentaba muy bien. Su piel era muy clara, pero quedaba bien con su cabello que era blanco y bastante largo. Era completamente diferente a como la había imaginado. Casi olvidando que estaba allí por una entrevista de trabajo, sonrió, a lo que el hombre frente a ella frunció el entrecejo.

-Puedo saber que es lo que le causa gracia? –comentó en un tono que denotaba molestia.

-D-disculpe…yo…-respondió Lin avergonzada volviendo la vista al escritorio para no volver a encontrarse con los ojos amarillentos y fríos de su posible jefe.

-Mejor limítate a responder mis preguntas-al ver a la joven asentir prosiguió- Aquí dice que tus estudios son sólo secundarios, no estudias?

-Si señor… este año ingresé a la facultad de abogacía…- Responde la castaña.

-Así que supongo que no hay ninguna razón particular para que seas mi secretaria, dado que tus estudios son escasos y no tienes ninguna experiencia.- Agrega el hombre de ojos dorados.

-Mh… supongo que tiene razón… pero sabe… necesito este empleo…-

El hombre frente a ella la miró por largo rato, examinándola, como midiendo sus capacidades.

-Te pondré de prueba durante una semana, tu permanencia en el puesto dependerá de tu eficiencia en dicho tiempo, correcto?-

-Si, esta bien, muchas gracias- se pone de pie y hace una pequeña reverencia.

-Comenzarás hoy mismo-mira el reloj- pídele a Higurashi que te enseñe el lugar. Espero no hagas que me arrepienta.-

La chica asiente y luego de despedirse educadamente sale.

Sentía ganas de saltar de alegría, lo había conseguido, lo que creía casi imposible… Ahora que tenía un trabajo fijo todo sería mas fácil, podría mandarle dinero mensualmente a su hermano y hasta podría darse algunos gustos… mas adelante, si todo marchaba bien, hasta podría mudarse a un mejor apartamento... definitivamente, estaba muy feliz.

Pero… había algo que le molestaba, que le impedía estar tranquila… seria la secretaria de ese hombre tan serio? Pasaría todos los días largas horas con él? Parecía arrogante y ambicioso… y si no la aceptaba? Debía esforzarse en mantenerse en el puesto que había ganado, debía definitivamente agradarle a su jefe.

Al salir de la oficina, se encuentra con la misma joven de la recepción. Lin suspira y sonríe levemente.

-Bien, Señorita Piroko... sígame por aq...-Dice la azabachada siendo interrumpida por la castaña...

-Lin... por favor... llámeme por mi nombre- Musita la chica de ojos miel levemente ruborizada.

-Mmh... sígame...-responde la joven comenzando a caminar hacia el ascensor. Lin suspira resignada y luego camina detrás de esa seria mujer.

Ambas descienden hasta la planta baja donde se acercan de nuevo a la recepción donde se encontraba otra mujer de cabello azabache y revuelto, de ojos chocolates discutiendo, enérgicamente, con un hombre del mismo color de cabello y ojos similares a los del jefe de la empresa, mientras que una chica de ojos y cabello castaños intentaba calmar la situación.

-Kagome... tranquila, ya cálmate...-Decía la castaña de cabello lacio intentando detener a la mujer que desprendía chispas de los ojos.

-Que es lo que ocurre?-La mujer que Lin había seguido decide intervenir...-Joven Singan!... el jefe lo esta esperando hace media hora... se puede saber que es lo que esta haciendo perdiendo el tiempo y de esta manera?-Dice la dama de muy mal humor.

-Kikyou. Es que la 'Señorita' Higurashi...-Dice el joven intentando excusarse sin resultado.

-No mientras, Inuyasha! Mmmh! Vete... Idiota...-Ahora la joven que discutía anteriormente había intervenido.

-Kagome! Ya veras... esta 'conversación', la terminaremos después- El chico de melena plateada comienza a caminar hacia el ascensor notablemente enojado.

-Señor Singan- Kikyou lo detiene antes de que abordara-Dígale al joven Fyakustk Miroku que debe ir a buscar los papeles en la escribanía...-Agrega para luego ver al caballero asentir y subir en el ascensor-Bien... Señorita Piroko, ellas son quienes le mostraran el lugar-Musita mirando a las jóvenes quienes sonríen y hacen una reverencia.

-Mucho gusto, Mi nombre es Higurashi Kagome...-sonríe con amabilidad.

-Y yo soy Fucheu Sango

-El gusto es mío...-Dice la ojimiel haciendo una reverencia.

-Bien... muéstrenle el lugar y no se distraigan...-Kikyou las mira frívolamente-

"Ahmmm parece que ella se lleva muy bien con el jefe... su actitud es muy parecida..."-Lin miraba a la mujer de larga cabellera ponerse detrás del escritorio de la recepción.

-Bien... síguenos...-Dice la castaña de la recepción comenzando a caminar junto a la señorita Higurashi, con Piroko detrás de ellas.

Las tres muchachas recorren el edificio, las dos que antes discutían ahora se mostraban dulces y amables con Lin quien se alegraba de que también hubiera gente así en esas enormes oficinas. En solo un par de horas parecían haberse hecho grandes amigas.

Luego de la hora del almuerzo, la castaña va nuevamente al despacho del jefe quien la esperaba para indicarle lo que quería que hiciera esta tarde.

-Bien, yo voy a salir, tengo un par de reuniones importantes. Regresaré a las 8 y espero hayas terminado…-hace una pausa- Deberás atender los llamados durante ese tiempo, tomar nota de lo que te digan y luego entregarme el informe, entendido?-

La chica asiente segura de si misma, no podía ser algo demasiado difícil…se sentón detrás del escritorio y vio como el hombre de frívola mirada abandonaba la oficina dejándola sola.

La tarde se pasó volando, antes de que pudiera darse cuenta ese hombre había regresado… y las cosas no habían salido precisamente como la joven esperaba.

-Que…haces?-preguntó con algo de desprecio al verla limpiando café derramado sobre el escritorio.

-L-lo lamento…se cayó…-respondía avergonzada y nerviosa a la vez al sentir su mirada sobre ella, la intimidaba.

-Mh… mi informe esta listo?-preguntó dejando su maleta a un lado y quitándose el saco.

-Si-si….enseguida…-respondió acabando de limpiar todo y tomando dos hojas repletas de anotaciones.

Él albino observo el trabajo de la muchacha y luego la miró con seriedad haciendo un bollo con las hojas que llevaba en la mano.

-Notas que solo tu puedas entender no me son de ninguna utilidad- dijo con frialdad- Para que sirvan deberás mejorar tu caligrafía… para mañana, quiero un informe decente, señorita Piroko.-

La chica asintió y suspiró desalentada.

-Ya puedes irte, tu horario acabó…-

-Si…-lo miró unos instantes pensativa, que triste se veía… tal vez por eso era tan frío y serio… se debería sentir muy solo tantas horas en su trabajo, lleno de preocupaciones y responsabilidades… presiones, discusiones… viviría solo? Tendría familia? Lo esperaría alguien en su casa con la cena caliente y una sonrisa? Seria…feliz? Negó levemente con la cabeza disipando esos pensamientos. No era de su incumbencia, ella era una secretaria, y él su jefe, sus energías debían enfocarse en mejorar….pero… Cuando se dio cuenta estaba de pie a su lado y luego de besar le tímidamente la mejilla lo miró levemente sonrojada- Hasta mañana -agregó con una avergonzada sonrisa y se apresuró a salir antes de que pudiera reprenderla por su atrevida acción.

El albino se quedo mirando la puerta cerrada con sorpresa... luego suspiro y se sentó en su sitio.

Lin sale del edificio y comienza a caminar en dirección a su casa. Era temprano, y, además, nadie la esperaba en casa. Compró comida para llevar y luego siguió camino. Ese dia no podía clasificarse, precisamente, como bueno.

-Supongo que no podría ser peor...-Murmura la castaña... En eso se escucha un estruendo en el cielo, seguido de una fuerte lluvia.-Me equivoque...-Suspira resignada y pide un taxi encaminándose hacia su departamento.

Una vez allí entra encontrándose con un pequeño hombrecito de aspecto serio, un anciano cascarrabias.

-Lin! Al fin llegas! Cuando piensas pagarme el alquiler!-El anciano grita mirando a la joven quien suspira mirando el suelo para luego mirarlo con una sonrisa y levantando una mano delante de su rostro para pedir disculpas.

-Lo siento, Señor Jaken...- La joven cierra los ojos con fuerza –Pero ahora... no tengo el suficiente dinero para pagarle los últimos meses del alquiler... pero, ya conseguí empleo... y con eso podré pagarle...- Agrega.

-Mas te vale pagarme para la próxima semana...-El viejo verde mira a la chica quien se preparaba para decir algo–O no tendré mas remedio que correrte del lugar... he tenido demasiada paciencia contigo, Lin...-Dice finalmente.

-Si... Señor Jaken...-Dice la chica bajando la cabeza. Luego de suspirar y secarse un poco, sube en el ascensor hasta el 15to piso y camina hasta el departamento con la letra 'C'. Mira la puerta y entra sacándose los zapatos, luego deja la comida en el horno y va a cambiarse con ropa seca.

-Que voy a hacer?- Dice la chica para sí mientras miraba la ciudad por la amplia ventana del living bien acomodado... Luego mira el lugar. El living del departamento de 3 ambientes con muebles de madera que daban cierto toque hogareño al lugar. Va a la cocina y toma su cena poniéndola en una bandeja para luego ir al living con ella y encender la TV pasando los canales mientras comía mirando el aparato, pero a la vez nada... Estaba agotada, a pesar de que el día se le paso bastante rápido, ese no había sido precisamente su día de suerte. Pensaba que hacer con el tema del alquiler, como llegar a fin de mes, y como ayudar a su hermano. Si. Finalmente el día se había puesto peor, mucho peor.