Me Vuelve Loca

1. Plan de Ataque

¿Seguro que estarás bien sin mí?

Esas palabras resonaron con toda la fuerza que pudiera tener en esos momentos su conciencia. Suspiro pesadamente y se dejo caer en la amplia cama que adornaba el centro de su habitación, tomo una almohada y dejo ir un grito ahogado por el objeto que aprisionaba contra su rostro. Su fiel compañero lo veía desde la esquina de la cama con nostalgia, sabia que la añoranza había tomado posesión dentro de su vida. Una vieja carta y fotos de su niñez y adolescencia lo hicieron recordar aquello que creía superado, pero no había estado más que escondido, guardado bajo la fuerte coraza que cubría ante sus sentimientos.

– ¡No! – se escucho por debajo de la almohada, contestando a esa voz dentro de su cabeza. Nadie lo escucharía, tan solo su fiel amigo. El mencionado movió las orejas en seña de preocupación y se acerco a el.

Ash alejo la almohada de su rostro y se incorporo, miro a los ojos a su Pokemon y se dio cuenta de lo que trataba de decirle. Vaya, a veces que si era lento, tenía que reconocerlo.

El tiempo había pasado y había sido bueno para ambos, por fin había logrado todo aquello que desde pequeño deseo. A sus veintidós años era por fin un Maestro y miembro de la Elite de Kanto, claro que eso solo era para empezar. Iba escalando "Ketchum, el sucesor de Lance", algunos apostaban que el seria mejor que el, después de todo era el nuevo campeón de la Liga. En cuanto a eso no podía quejarse. Las cosas habían salido mejor de lo planeado, aunque el camino que recorrió fue largo.

De inmediato dejo su lugar sobre la cama para dirigirse a su portátil, acceso a su correo corporativo y tecleo con rapidez.

A todo el comité:

Por motivos personales y con carácter de urgencia me debo de ausentar a partir del día de mañana durante el transcurso de toda la semana. He tenido imprevistos y me veo obligado a salir fuera de la ciudad. De antemano expreso una disculpa por ser tan presuroso mi comunicado. Estaré en contacto con ustedes.

Ash Ketchum.

El moreno sonrió y cerró su correo, tomo su cazadora, sus lentes contra el sol y su fiel amigo corrió detrás de el. Camino por el amplio pasillo hasta llegar al living, tomo las llaves de su auto y aseguró la puerta tras de si. Sin saber siquiera que era lo que estaba haciendo salió a toda la velocidad que le estaba permitida por la carretera principal, quizás iba un poco excedido. Era un domingo por la tarde, por motivos de trabajo se encontraba viviendo en Ciudad Verde, Ciudad Celeste no le quedaría tan lejos, si se apresuraba llegaría cuando las primeras estrellas ocuparan lugar en el cielo. Ash podía equivocarse muchas veces, pero de todas esas ocasiones había aprendido algo, aquella ocasión no seria la excepción pero si seria especial y diferente. Y aunque sus ideas no eran claras el era siempre había actuado guiado por sus impulsos y eran esos mismos los que lo habían llevado hasta donde estaba. Esta vez su corazón latía con más fuerza que nunca.

El tiempo en ocasiones resultaba el peor enemigo y esa vez no era la excepción. Lance pondría el grito en el cielo cuando se enterara que su mejor elemento había "huido" con solo un desvergonzado correo pidiendo disculpas. ¿Cómo podría dejarlo botado en esos momentos?. En recientes meses se había presentado la oportunidad de transferir a Ash hasta la Liga de Teselia, como Maestro era una oportunidad excepcional, ya no formaría parte de la Elite, asumiría un cargo importante dentro del Comité Administrativo de la Liga, ese selecto grupo formado solo por los mejores, con un representante de cada región, el mejor ¿Y quien mejor que Ketchum? Esas fueron las palabras expresadas por Lance. Era la oportunidad que había estado esperando toda su vida y justo cuando lo veía venir, la vida lo vuelve a poner entre la espada y la pared trayendo a memoria viejos recuerdos, sentimientos que creía enterrados. Y esta vez su traidora conciencia se encargo de torturarlo hasta el extremo. ¿Volverías a perderla otra vez? Se repetía esa vocecilla cruel. No, no podía. No esta vez.

Su mente iba imaginando ¿Qué podría llevarlo justo a ese momento que tanto esperaba? Y de repente lo supo, quizás había sido el aire fresco pegando en contra de su rostro, tal vez solo era otra loca idea de su cabeza, era otra de esas corazonadas que raras veces fallaban. Conocía bien a esa pelirroja, la curiosidad le ganaría. Pero seria el mismo quien la llevaría a formular esa pregunta que Ash esperaba contestar, el mismo se encargaría de hacérselo notar. Con esas ideas rodando por sobre su cabeza, acelero el auto con rumbo a Celeste. Solo tendría una semana, siete días para enamorarla. ¿Seria capaz de eso? El reloj comenzaba a correr. Estaba decidido, su destino estaba en manos de Misty.

.-.-.-.-.-.-

Hola!

Bien, esta loca idea me rondaba por la cabeza después de una platica con mi mejor amiga, o sea que esta basado indirectamente en una situación real jaja bueno mas o menos. Esta vez prometo CERO SUFRIMIENTOS bueno solo poquitos, pero nada cruel como Hurricane, también será un fic cortito, menos de diez capítulos. Tenia que sacarlo es como una terapia para mí después de escribir tanto drama jaja…

Este es solo el prologo, ya tendrán mas en los próximos capítulos.