You Unlocked My Eyes… and My Heart
By: Amu-Butterfly
Capitulo 1: La Llegada Inesperada
Idioma: español
Yima: Obvio que está en español
Yumi: XD
Yima: ¿Te ríes de algo que yo dije?
Yumi: *Se ríe hasta que se queda sin aire*
Yima: ¿Qué le pasa a esta?
Amu-Butterfly: Fue al dentista.
Yima: ¿Y?
Amu-Butterfly: No tenían sedantes, así que le pusieron gas de la risa.
Yima: Ah
Yumi: XD XD XD XD XD XD XD XD XD XD XDDDD
Yima, Amu-Butterfly: e.éU
Amu-Butterfly: Oye Yima, aquí no todos te conocen, preséntate.
Yima: Y si no ¿Qué?
A-B: Yima.
Yima: e.éU Yo soy Yumi, la segunda chara de Amu-Butterfly, Yumi fue la primera chara y es mi gemela, yo soy la mala de las dos y mi cabello es azul hasta el cuello y tengo me peino hacia la izquierda y mi color favorito es el negro y el morado, Yumi se peina hacia la derecha y tiene el cabello del mismo color que yo, al igual que nuestros ojos que son color zafiro, si, somos como la versión de Ikuto-sama en mujer, pero es porque Amu-Butterfly esta traumada con el e.éU los colores favoritos de mi gemela son el negro y el dorado o amarillo y siempre lleva esos dos colores encima. Listo, termine.
A-B: Muy bien, empecemos con el fic. nOn
Yumi: XDDDDDD
Normal POV
En un día perfecto y normal en la academia Seijo, en una pequeña ciudad escondida en alguna parte del Sureste de Japón, donde los temas mitológicos y la magia eran un horrible tabú en la comunidad. Un joven peli azulado de ojos color zafiro de tez morena, caminaba junto a un chico rubio con ojos rojos de piel albina una cabeza más bajo que él camino a la escuela. Hablaban plácidamente de un tema en especifico, no todos en aquella escuela se sentían bien en lo más mínimo hablando respecto a eso, pero este par sí, de hecho, hablaban de eso todos los días en cuanto se veían. ¿El tema?, fuerzas sobre naturales.
- Entonces, ¿Tú crees que si existan los fantasmas, Ikuto-niisan? – Preguntó el de más baja estatura refiriéndose al chico de orbes azules.
- Por supuesto Tadase – le respondió el otro viendo hacia el frente sin prestarle demasiada atención.
- ¿Ne?, desearía que pasara algo así como una aparición fantasmal o algo por el estilo aquí, siempre está demasiado tranquilo. – se quejó Tadase.
- Sí – concordó Ikuto mientras suspiraba – ansío algo de emoción en nuestras vidas, es tan aburrido que juraría que todo está gris, aunque sea algo como lo del otro día.
- Pobre Saya, después de eso nadie supo más de ella.
FLASHBACK
Ikuto trataba de prestarle atención a su clase de Música, ya que su maestro les estaba explicando una técnica con el violín llamada "Pizzicato", pero, como la rutina lo marca, recibió uno de los mensajes de sus tantas admiradoras, esta vez, lo golpeo en la cabeza, eso le dolió, ya que no era solo un mensaje, era una carta, el chico la tomo antes de que golpease el suelo con una rapidez que solo los gatos poseen y abrió el sobre, busco con la mirada a la culpable, pero nadie pareció darse cuenta de que él se había volteado siquiera, no le dio importancia y la abrió. El contenido era, como siempre, un mensaje y también tenía una paleta de cereza ((N/A: Quiero una *¬*)) y un chocolate Hershey's con almendras, dejo los dulces donde estaban y sacó el mensaje, decía lo siguiente:
Buenos Días Ikuto-sama
Sé que tal vez no me conozcas, o tan solo no me tomes en cuenta, pero soy tu mayor admiradora, mi nombre es Yamabuki Saya y voy en el mismo salón que tú en clase de Literatura, Arte y Música, desde la primera vez que te escuche tocar el violín me quede fascinada con tu hermosa interpretación, me gustaría que alguna vez aceptaras que cantara contigo, ¿Qué te parece hoy a la salida?, bueno, aparte de eso también te quería preguntar si te gustaría salir conmigo alguna vez, aunque tu respuesta a ambas preguntas sea negativa, por favor, acepta los dulces, son un regalo.
Atte.
Yamabuki Saya
El mensaje al final tenía un beso hecho por unos labios con lip gloss rojo sangre, Ikuto se dio la vuelta y comprobó como una chica de cabello rojo lo contemplaba con nerviosismo en los ojos, cuando se percato de que fue descubierta desvió la vista con un repentino color rojo en las mejillas, nuestro querido Neko sonrió cuando la chica volteo a verlo una vez más creyendo que ya no la observaba y moviendo los labios le preguntó "¿Te llego mi carta?" a lo cual Ikuto asintió y movió los labios como si dijera "Nos vemos a la salida", con aquello el rostro de la chica se ilumino y en sus ojos le salieron estrellitas, para después voltear a ver al maestro quien le pedía que cantara la canción que el recién había enseñado al grupo, la chica, nerviosa, paso al frente y viendo a Ikuto comenzó a cantar.
Fue como una horrible tortura.
Se notaba que la chica cantaba con toda el alma, pero, su voz no era apta para el canto, cuando abría la boca para emitir cualquier sonido todos se tapaban los oídos lo más fuerte que podían, incluido a Ikuto, parecía que invocaba al mismo demonio con sus alaridos, y cuando termino, muy orgullosa de su interpretación, abrió los ojos con una sonrisa y volteo a ver directamente a Ikuto quien se mordió los labios para evitar soltar una risita y desvió la vista, pero el resto del salón no fue tan amable y soltaron una carcajada a coro limpio, hiriendo a la pobre Saya, quien salió del aula llorando.
- Bi… bien, guarden silencio – dijo el maestro que tampoco soportaba mucho la risa – Veamos, Ikuto-kun, ¿Puede pasar al frente e interpretar esta canción con su violín para nosotros?
- Por supuesto – respondió amablemente para después pasar al frente después de haber sacado su violín y comenzó a tocar una hermosa melodía, al terminar, todo el salón le aplaudió y una que otra chica derramo una lagrima, incluido el presidente del Salón, Sanjo Kairi.
Después de que se callaron los aplausos se escucho un grito afuera del salón que helaba la sangre, todos callaron al instante y salieron del salón como una estampida de toros, los únicos tres que permanecieron en su sitio fueron Ikuto, un amigo suyo llamado Souma Kukai, de ojos verdes y cabellos cafés con una piel bronceada y Sanjo Kairi, de ojos y cabello verdes y lentes sin muncho aumento.
Los tres chicos se precipitaron al área de donde venían los gritos para encontrarse con la hermana menor de Ikuto, Utau, una chica con una buena afinación para el canto, de cabello rubio recogido siempre en dos coletas y ojos morados, su mejor amiga Yaya con tendencia a actuar como bebé, siempre llevaba el pelo recogido en dos coletas igual que Utau, pero su cabello era naranja y más corto, Rima, la mejor amiga de ambas, parecía una pequeña muñeca de porcelana con su carita de ángel y sus rizos rubios hasta los tobillos, el mejor amigo de Ikuto, Tadase y su amigo Nagihiko, de ojos y cabello azules o morados, su cabellera era demasiado larga, le llegaba a la cintura, todos ellos se encontraban en primero de secundaria , Ikuto, Kairi y Kukai se encontraban en segundo.
- ¿Están todos bien? – preguntó Kukai preocupado por sus amigos, en especial por Utau, ya que le amaba tiernamente.
- Era justamente lo que les íbamos a preguntar – dijo Nagihiko con rostro pensativo.
- ¿Qué ha ocurrido?
- Al parecer hubo un incidente en el baño de chicas de secundaría – informo Zukato Rikka((N/A: No recuerdo el apellido de ella ni el de Hikaru, pero lo dejaré así por razones que después entenderán)), una alumna de tercero de primaria obsesionada con todo lo que tuviera que ver con nuestros protagonistas – una chica de segundo de secundaria entró al baño desconsolada según algunas testigos, se encerró y después se oyó un grito proveniente de ella, una de las chicas decidió entrar a ver que ocurría y se encontró con el cuerpo inerte y sin vida de la alumna en cuestión – su semblante serio cambio por una sonrisa en pocos instantes – bueno, eso dicen los rumores, pero yo no soy nadie para asegurarlo, ¡Nos vemos chicos!
- Adiós Rikka-chan – se despidió Yaya quedándose atrás mientras el resto de los chicos corrían hacía la supuesta escena del crimen.
- Abran paso, ¡Déjenos pasar! – gritó Kairi haciendo a un lado a la multitud que se arremolinaba alrededor del baño tratando de ver algo, cuando por fin lo logro, pudo divisar a una chica de tercer grado de secundaría hecha un ovillo en la puerta del baño - ¿Qué ocurre aquí?
- ¿Te encuentras bien? – Preguntó Rima mientras se acercaba a la chica – ¿Cuál es tu nombre?
- Sa-Sayaka – respondió la chica con voz temblorosa – Fushimoto Sayaka.
- ¿Qué fue lo que ocurrió Sayaka-chan? – preguntó ahora Utau, a pesar de que Yaya era la encargada de los cuestionarios. Todos ellos estaban al pendiente de cualquier cosa que ocurriera, ya que al fin y al cabo eran algo así como la policía o los Guardianes de la academia.
- Kobeni-chan, María-chan y yo estábamos arreglándonos en el baño, cuando de repente entró esa chica de segundo, la tal Yamabuki Saya llorando desconsolada a uno de los baños, estuvo como diez minutos ahí durante los cuales se oyó una hermosa melodía proveniente del aula de música, con cada acorde el llanto de la chica se hacía más fuerte, hasta que el interprete llegó a la última nota, se quedo unos instantes en silenció, para después soltar un fuerte alarido de dolor, mis amigas y yo nos asustamos mucho y me dijeron que revisara que le ocurría – relató la chica, para después comenzar a hipar debido a los sollozos contenidos – pero… cuando entre… al baño… en el que se… encontraba… solo vi… su cuerpo… tirado a lo largo… del piso del… baño… mis amigas también lo vieron y… se desmayaron… yo salí para pedir ayuda… ambas siguen adentro.
- Ok, nosotros nos haremos cargo – dijo Ikuto para después señalar a Hikaru, un chico aspirante a Guardián que observaba atento la escena – Hikaru, llévate a Sayaka-chan a la enfermería. - el niño solo asintió y la ayudo a ponerse en pie, mientras la dirigía hacia la enfermería.
Todos entraron a la escena del crimen, incluido Kairi y se toparon con que lo que decía Sayaka era verdad, sus dos amigas yacían desmayadas debajo del lavadero, Nagihiko y Kairi trataron de despertarlas para llevarlas a la enfermería, mientras que el resto se adentraba al único baño cerrado.
Desearían jamás haberlo hecho.
En el suelo del baño descansaba el cuerpo decapitado de Yamabuki Saya, la sangre aún corría a borbotones del cuello, o bueno, de los restos de este. Su mano estaba recostada sobre la taza del baño, como sí señalara su interior y Tadase, tragándose el asco, levanto la tapa y todos quedaron impactados por aquella visión.
- No puede ser – dijeron Rima y Yaya a coro, la segunda no pudo contener las nauseas y corrió al lavabo para vomitar su escaso desayuno, Nagihiko y Kairi estaban entrando al baño en ese instante, después de haber dejado a Kobeni y María en la enfermería y también quedaron hechos piedra ante tal imagen.
La cabeza decapitada de Yamabuki Saya flotaba entre ligeras convulsiones en el agua sucia del retrete, su bello rostro estaba totalmente pálido y deformado por una mueca de horror en su cara, pero sus labios habían sido obligados a sonreír en una mueca espantosa, los habían cortado en las comisuras hacía arriba para que pareciera que sonreía, a pesar de todo, lo que más te helaba la sangre eran sus ojos.
Sus antes hermosos ojos verdes estaban ahora inyectados en sangre y las pupilas eran totalmente blancas, pero estas aun se movían, vigilando cada movimiento de los Guardianes, cada vez que parpadeaba dejaba ver sus parpados morados como hematomas, Ikuto supo que, de haber podido, Saya estaría llorando y gritando su nombre sin parar.
- ¿Qué es eso? – preguntó Utau señalando cinco tubos de metal en los cuales no se habían fijado antes, estos aun mantenían la cabeza unida al cuerpo, lo cual explicaba el porqué la chica seguía observándolos a todos.
- ¿Cables Quirúrgicos? – sugirió Kairi con curiosidad.
- No, son demasiado… raros – respondió Rima buscando la palabra adecuada para describirlos.
- Miren eso – dijo Ikuto señalando a la cabeza flotante - ¿Qué es lo que tiene en la boca?
De entre sus dientes se asomaba un pequeño pliegue de papel, Ikuto le abrió la boca con cuidado y Saya no se resistió, al sacar el contenido, descubrieron que era una carta, la cual Kairi tomo en sus manos y comenzó a leerla ((N/YI: ¿Por qué sale tanto Kairi si lo odias? ¬¬U)) ((N/A: No lo sé ñ3ñU)).
Queridos Guardianes:
Tomen esto como una advertencia, su amiguita Saya a pagado las consecuencias de sus actos futuros, más les vale desistir de cualquier cosa no planeada y seguir con su vida monótona y gris de siempre, déjenle su puesto a los más jóvenes, al fin y al cabo, ellos no pierden tanto como ustedes, ustedes tienen más amigos, más mascotas, más recuerdos que perderían si fallecieran, ¿Ellos qué?, Hikaru solo perdería a su abuelo, Rikka solo a sus padres, ninguno de los dos socializa tanto como ustedes, es más, apuesto a que Yaya tiene cinco veces más amigas que Rikka, no las hagas llorar pequeña ¿Ok?, ignoren a cualquier persona que se presente en su camino y ustedes no conozcan, o de lo contrario seguirán viendo esto, si me hacen caso, dejaran de tener estas visiones, eso no significa que dejaran de pasar, no, al contrario, tan solo se ocultaran en el mundo de las sombras, una advertencia en especial para Tadase e Ikuto, no se enamoren de las chicas equivocadas.
Un beso nOn
Atte.
ZR
- ¿ZR?- Preguntó Yaya en voz alta.
- ¡No puede ser ~desu! – dijo una vocecita chillona desde la nada.
- Después de todo era verdad, ¿No es así? – respondió otra más dulce y armoniosa.
- Tenemos que avisarle a las chicas – dijo otra dulce, pero a la vez profunda.
-¿y qué estamos esperando?, Hay que decirle a Amu-chan – dijo la segunda voz.
- Hai – respondieron las otras dos a su vez.
- ¿escucharon eso? – pregunto Nagihiko creyendo que había perdido la cabeza.
- sí, ¿que pudo haber sido? – preguntó Tadase.
Todos quedaron en silencio pensando, pero de repente entraron dos chicas al habitación, ninguno los guardianes las conocía. La primera era realmente linda, tenía el cabello negro azabache hasta la barbilla, adornado por una diadema de plata, su piel era de un tono acanelado, al igual que sus grandes y brillantes ojos, rodeados de largas y chinas pestañas, que demostraban entusiasmo y a la vez aburrimiento, como si aquello fuera algo rutinario, era demasiado alta, de la altura de Ikuto más o menos, llevaba un vestido negro que le llegaba un poco más arriba de la rodilla, con encaje morado en el final de la falda, dejando ver sus largas piernas, también portaba unas botas de tacón alto que le llegaban hasta la rodilla, pero a pesar de ello se veían muy cómodas, en su pecho plano llevaba un pequeño broche del lado izquierdo en forma de la clave de fa y en el lado derecho de la clave de sol ((N/A: Para los que no sepan que es eso, son las dos claves musicales de la escala musical, la clave de fa es la de la mano izquierda y la clave de sol es la de la mano derecha, bueno, por lo menos en el piano que es lo que yo toco)).
Pero si creyeron que la primera era linda, la segunda parecía una Diosa, a pesar de ser dos cabezas más baja que la primera, su rostro angelical demostraba preocupación y astucia, se movía con torpes pero decididos pasos, estaba vestida de la misma forma que la primera, a excepción de que su vestido era más corto y en vez de encaje morado su encaje era rosa, su cabello rosado le caía suelto hasta los hombros, con tan solo un pequeño broche negro en forma de equis sosteniéndole el fleco para que no le estorbara en su vista, sus ojos fueron los que dejaron sorprendido a nuestro querido neko, esos dos ojos demostraban una inteligencia e inocencia infinita, sus dos orbes doradas estaban llenas de luz, al pendiente de todo lo que ocurría en aquel cuarto, desde la mirada aburrida de su compañera y las miradas inquisitivas de los Guardianes.
- Zaira-chan – dijo la chica de cabellos rosados a la mayor – Esta por ahí.
- Si, me doy cuenta – respondió la morena con tristeza y dulzura en la voz - ¿Pero que le han hecho?, pobrecita, tenemos que ayudarla Amu-chan.
- Hai, pero, la "doctora" aquí eres tu – respondió la cabellos de chicle a la otra encomillando la palabra doctora en el aire - ¿Cómo podría ayudarte?
- Se ve muy grave – susurro la otra con dolor mientras se hincaba al lado del inodoro – al parecer alguien se aseguro de que no pudiéramos hacer nada por ella – después de lo dicho señalo los cables de metal – esos tubos le transportan la sangre al cerebro y conectan su nariz con sus pulmones, el más mínimo roce la podría matar.
- ¿Y qué hacemos ahora?
- Remake Honey
- Pero… eso solo la curara por unos minutos.
- Es mejor que el hecho de que este agonizando aquí, podría durar una semana como máximo, pues moriría de inanición ((N/A: Inanición es cuando mueres de hambre literalmente, por si se preguntan quién es Zaira, sip, soy yo :D)) y no podría decirnos nada acerca de su asesino.
- Demo…
- ¡Ahora!
- … Esta bien – susurro la peli rosada después de pensarlo un buen rato – Suu…
- Hai Amu-chan ~desu – se oyó una vocecita aguda desde la nada.
- Watashi no kokoro, ¡Unlock! – Dijeron Amu y una voz chillona - ¡Chara Nari! Amulet Clover.
Todos los guardianes se quedaron boquiabiertos ante tal cosplay, se veía realmente linda y adorable, vestía un vestido verde como el que usan las mucamas, solo que este tenía forma de bombón, su cabello estaba recogido en dos coletas por unos broches en forma de trébol, sus manos eran adornadas por dos pequeños guantes y sus zapatos eran tipo loli-shota verde, se veía realmente adorable.
- ¡Remake Honey! – gritó la chica mientras que de un batidor manual salía un chorro amarillo que era tan dulce como la miel, inundo a su compañera, a Saya y a los guardianes con esa cosa, pero cuando desapareció no quedaron mojados o pegajosos como creyeron.
- ¡AH! – Gritó Saya quien se encontraba en el suelo con su cabeza unida a su cuerpo una vez más, se tocaba la garganta y no paraba de gritar, su cabeza solo estaba unida gracias a un poco de la miel que se estaba desvaneciendo lentamente, y a la pobre Saya le dolía sentir como se le escapaba la vida de las manos - ¡PORFAVOR HAGAN QUE EL DOLOR SE DETENGA! – Suplicó arañándose la garganta con las manos quitándose la miel más pronto, pero una mano morena la detuvo.
- Saya, detente, solo te lastimaras – le advirtió Ikuto ante la cara anonadada de las recién llegadas, se sorprendían de que pudiera ver a la chica que yacía allí tirada y que seguramente también podría verlas a ellas.
-¿El hechizo no funciona? – preguntó Zaira en voz alta.
- Pero… nadie más nos vio – respondió Amu al tiempo que se acercaba a Saya y a Ikuto - ¿Qué paso aquí?
- No lo sé – murmuro Saya con los ojos llorosos – Estaba llorando cuando de repente escuche que alguien abría la puerta del baño pero no pasaba tal cosa, traté de salir, pero sentí como algo me lo impedía, entonces de… la nada salió… una chica… con un traje azul… con negro y amarillo… y una máscara… de plata – lo último fue deformado por los débiles hipidos de la chica, cuya cabeza empezaba a desprenderse nuevamente de su cuerpo – me dijo… que tenía que… intervenir… y me… arranco la cabeza… con un bisturí… gigante y… rápidamente… me metió esos cables… a la fuerza… yo sentí todo… pero solo pude gritar… un poco… después… metió mi cabeza… al escusado e… introdujo una carta… mi boca… y se quito la máscara y era… era…
- Espera, resiste un poco, dinos quien era – dijo la peli rosa abrazando a la chica agonizante en el suelo del baño, pero en cuanto la tomo en brazos, se le desprendió la cabeza nuevamente y rodó hasta los pies de Zaira.
- ¡SAYA! – Gritó Utau, quien era una intima amiga de la fallecida, Ikuto volvió al lado de su hermana para consolarla, después se volteo a ver a las dos chicas que estaban detrás de él.
- ¿Quiénes son ustedes? – preguntó con dolor en la voz.
- Eso no importa – dijo la chica de ojos ámbares – necesitamos esa carta.
- No te la daré – dijo Kairi quien aun tenía la carta en las manos y la tomo con más fuerza.
- No importa – dijo la mayor mientras sonreía – te la quitare por la fuerza, todo esto será como un sueño.
Y dicho esto, golpeo a todos los chicos ahí presentes en una parte del cuello, lo cual hizo que todos se desplomaran en el suelo. Al despertar, se encontraban en la enfermería con un espantoso dolor de cabeza, Kairi buscó por todos lados, pero ya no tenía la carta, se disculpó con sus compañeros y se recostó una vez mal, ya que de todos a él era al que le había ido peor.
- ¿Qué ocurrió con Yamabuki-san? – preguntó Tadase aun con unos vendajes en la cabeza.
- ¿Quién? – preguntó la enfermera.
- Si, Yamabuki Saya, la chica a la que asesinaron hace poco – le recordó Rima.
- Pobrecillos, están teniendo alucinaciones – dijo la enfermera con lastima – lo lamento, pero a esta escuela nunca ha asistido ninguna Yamabuki Saya, ahora duerman, necesitan descansar – después de decir esto, inyecto un calmante en los tubos que tenían conectados en sus venas, pero en lo oscuro de la habitación, a Ikuto le pareció ver dos orbes ambarinas que lo cuidaban…
Fin FLASHBACK
- Desde entonces nadie recuerda que haya existido Saya – murmuro Ikuto.
- A excepción de nosotros – completó Tadase.
- Me pregunto que habrá pasado con esas dos chicas.
- A lo mejor nunca lo sabremos.
Ikuto y Tadase se despidieron y entraron a sus respectivos salones, al primero estaba en segundo B y le tocaba canto y el segundo estaba en primero A y le tocaba matemáticas, cosa en al cual era realmente malo ((N/A: Yo también ¬¬))
- Chicos, me permiten su atención por favor – anuncio el director y tío de Tadase entrando salón de segundo B – hoy tenemos una nueva alumna – después hizo una seña con la mano para que pasara – su nombre es Zaira Rodríguez, viene desde México y su prima que si es de Japón, Hinamori Amu acaba de entrar a primero A.
Después de decir esto, entro en el aula una chica de cabello negro y piel y ojos color canela, tenía una diadema plateada y era muy alta.
- ¿¡QUÉ!? – Fue lo único que salió de la boca de todos los Guardianes, un gritó que resonó en toda la escuela y casi en todo Japón.
Yima: ¿¡QUE DIABLOS…!?
A-B: Estaba aburrida y de repente me llego esta idea TOT
Yumi: A mí me gusta esta historia nOn
Yima: Da igual…
Todas: ¡Dejen Reviews please!
