Adiós, mi verdadero amor.

Para Terrence Graham Grandchester.

Mi querido Terry… ¿Tengo derecho aún a llamarte así? Espero que, por una última vez, sí lo tenga.

Hoy volví a pensar en ti… Suele suceder con más frecuencia de la que me gustaría… Lo hago cada vez que leo a Shakespeare, es inevitable…

Han pasado diez años desde la última vez que nos vimos. Diez años desde la última vez que supe de ti. Quiero que sepas que no he dejado de pensar ni un solo día en tu persona, a pesar de estar consciente de que no debería de hacerlo…

No terminamos de la mejor manera posible, los dos lo sabemos; yo estaba conmocionada por el intento de suicidio de Susana y en verdad sentí que lo correcto era que nos separáramos, por el bien de ella, que te amaba más que a su vida, por el tuyo propio, que no conseguirías ser feliz por la culpa que te carcomía. Tú ya no eras un hombre libre y probablemente nunca lo serías, espero que entiendas que yo no podía estarme aferrando a alguien que nunca sería mío y por eso decidí marcharme. Jamás te atreviste a dar el paso final, a dejarme ir de manera definitiva, así que fui yo la que decidió que no quería ser tu segunda opción. Aún recuerdo tu última carta, la que recibí en Navidad, en la que te atreviste a decirme que "nadie me va a amar como lo haces tú"…

Aquí estamos, diez años después, con la posibilidad de vernos de frente. De soltarnos a la cara diez años de sentimientos reprimidos, de deseos ocultos, de sueños sin cumplir. Diez años de desear que el destino nos junte de nuevo, ya que nosotros somos demasiado cobardes como para hacerlo por nuestra cuenta. Diez años en donde ninguno sabe qué ha sucedido con el otro, en donde sólo esperas que el recuerdo haya sido duradero. Ahora, por fin tenemos la oportunidad de decirnos la verdad, que no hemos dejado de querernos durante todo este tiempo a pesar de que ambos hemos rozado otra piel. Por una coincidencia increíble, nuestros caminos se han vuelto a encontrar gracias a tu madre y ahora tenemos un libro en blanco entero para escribirlo a dueto.

Pero decidiste no volver a buscarme. Una sola reunión te bastó para dejarme en claro, una vez más, que sigues sin tener la fuerza suficiente para pelear por mi amor. Al final, el recuerdo de Susana continuará interponiéndose entre los dos…

Te amé más de lo que debía y me dolió más de lo que merecía. Te esperé por tanto tiempo que mis ojos estuvieron a punto de perder su brillo y mi alma su fulgor. Te aguardé durante tantas noches que soñar contigo se volvió una obligación y pensar en ti se transformó en mi mayor pena. Ahora sé que nunca serás el hombre que merezco, el que necesito, el que me desea, el que sueña conmigo. Ahora sé que nunca seré la mujer que está destinada a estar a tu lado y deberías de aceptarlo, pero es tu debilidad la que te impide dejarme ir.

Terry, siempre serás mi verdadero amor… Pero es hora de decirte adiós…

Simplemente, Candy.

Ya no más tu Tarzán Pecosa…

Fin.

Notas:

- Los personajes de Candy Candy pertenecen a Keiko Nagita (Kyoko Mizuki).

- Considérese ésta como una misiva que Candy le manda a Terry en un universo en donde ha decidido dejarlo ir. Que quede claro que no estoy diciendo que ella se quedaría con Albert, simplemente hice que eligiera darle un adiós definitivo a Terry.

- Sí, aquí termina el fanfic. No tendrá continuación, no voy a escribir la respuesta de Terry y no voy a convertirlo en un Terryfic. Es un one-shot, por tanto es una historia de un solo capítulo sin continuación.