La Isla
Capítulo 1
- Que! - fue lo único que pude pronunciar- No madre... No me casare con él.
- Pero hija es lo mejor que puedes hacer... Además viene de una familia con mucha plata… vas a poder hacer lo que tú quieras.
- Madre a mí no me importa la plata... No madre no me casare.
- Pero tú no te mandas sola te casarás sí o sí.
- Mi padre no hubiese querido eso para mí.
- Pero hija no querrás estar sola el resto de tu vida.
- Seria lo mismo si me caso con alguien a quien no quiero... Prefiero esperar.
- Te aras vieja y gastada como los libros que lees.
- Por lo menos estaré feliz con un libro en mi mano esperando a la persona perfecta... Prefiero eso a ser infeliz casada con alguien que no conozco.
- Mira tú no decides esto, te casaras dentro de cuatro meses y se acabó la discusión- mi madre ve mi rostro de tristeza y se acerca a mí- mira hija en un tiempo más acompañare a tu padre en el cielo y no quisiera dejarte sola por favor acepta esto si
-Madre yo estaré bien con o sin un marido- la quede mirando y no pude seguir reclamando más- está bien madre, pero no te aseguro nada... Mira aun tienes tiempo para cancelar la boda si a mí me parece un hombre bueno, lo are, pero si no créeme que are lo posible para no casarme- se puso tan contenta al escuchar solo lo que le convenía que no se dio cuenta de lo que dije en las últimas palabras
- Ay hija te va a agradar Naraku es un hombre responsable y tiene mucho dinero- todo eso me dice que no será muy bueno. Ya no soportaba estar en la casa con tantas cosas que pasaran muy pronto, quizás dejar de existir sería la única salida, pero por el momento solo iría al único lugar que sé que nadie iría a molestarme.
Hace muchos años mi padre implanto un rumor de que la persona que entrara en aquel lugar tendría un reloj en su contra que marcaría su muerte. Recuerdo que mi padre después de seis años transcurridos de haber pisado la isla nos dejó solas a mi hermana, a mi madre y a mí. Antes de que muriera me contó la verdad dijo que en aquella isla había una cascada que curaba cualquier mal pero que nadie debía saber de su existencia porque ocurrirían grandes desastres me confío a mí el secreto, me enseño todos los senderos de la isla y el poder curativo de cada plata, cortezas de árbol y frutos pero lo más importante era la cascada de la isla si el poder curativo de las planta y frutos del lugar no causaban la cura, la cascada tenía el poder de curar hasta el pero mal que existiera, también me contó que debía ayudar a la gente del pueblo como él lo hacía, pero que debía decirles a todos que su muerte era a causa de la isla. Llore todas la noche no podía entender por qué mi padre quería que hiciera eso, su muerte fue lo más triste para mí pero nunca rompería la promesa de proteger aquella cascada su muerte no sería en vano.
La isla siempre está sola nadie se atrevía a poner un pie ay todos dicen que yo soy la única que podía ir ya que conté que una noche cuando caminaba por la playa la isla me llamo y me obsequio un collar con la mitad de una perla para poder ir cada vez que quisiera todos los del pueblo me creyeron y así para mí sería más cómodo ir cada vez que quisiera y necesitar. Casi siempre voy día por medio pero esta semana he ido todos los días era el único lugar donde podía estar sola, relajarme y encontrar una solución a mis problemas.
- Hola Hoiyo- salude al chico que estaba en el muelle
- Hola señorita Kagome como esta- me contesto animoso
- Un poco desanimada... Me podrías llevar otra vez a la isla
- Señorita ha ido toda la semana le sucede algo... Sabe que soy un buen amigo y que no le contare a nadie
- Lo sé... Vamos llévame y en el camino te cuento
- Suba a su carruaje- me dijo tratando de sacarme una sonrisa. Me subo al bote y comienza a remar hacia la isla suelto un suspiro y comienzo a contarle.
- Hoiyo mi madre me quiere casar con un hombre que ni conozco
- Pero usted no lo ama- dijo al ver la expresión de mi cara
- Si eso es verdad pero mi madre ya le dijo que si y la boda será dentro de cuatro meses, mañana llega el y en dos días más llegan mi hermana y su marido y mis primas- suspiré de nuevo con un poco de tristeza- no quiero casarme incluso le dije a mi madre que no se confiara mucho que soy capaz de cualquier cosa por no casarme pero no me hizo caso.
- Qué piensas hacer.
- No lo sé solo espero que me ocurra algo bueno.
- En fin señorita espero que solucioné sus problemas.
- Eso espero- dejamos de hablar hasta que llegamos a la isla.
- Llegamos... Como a qué hora la vengo a buscar.
- Una hora antes de que se ponga el sol.
- Entonces nos vemos- baje de vote y me dirigí a lo más profundo de la isla comencé a idear algo para no casarme pero nada se me ocurrió todo lo que ideaba eran un mal plan tenía que despejar mi mete, y ya estaba por llegar al lugar perfecto para poder hacerlo.
Me quite la ropa y me metí a la cascada, este era el momento del día más perfecto en mi vida cada instante que pasaba en este lugar me entregaba un paz incomparable y me revitalizaba el cuerpo y mi solitaria alma. Hasta que descubrí que si me casaba no podría venir más hasta este lugar, ya que quizás al casarme con él no me dejaría venir o peor, me llevaría a vivir con él separándome de todo esto, podría contarle a mi madre la verdad pero arriesgaría a este lugar por no querer casarme. Mejor decido después quizás a último momento ocurra algo que me salvé sin sacrificar la isla que con tanto esfuerzo mi padre protegió con su vida.
Me sumerjo en el agua para calmar mis pensamiento y poder relajarme ya que quizás desde mañana todo comience a cambiar a mi alrededor y esta vez no dejare que me pasen a llevar como las otras veces esta vez me escucharán y si no me escuchas tendré que actuar, ya no me importa que la gente de la alta sociedad me critique a mí y a mi familia, no necesito de su aceptación para ser feliz… daría lo que fuera por conocer el amor antes de que me obliguen a casarme con quien no quiero ni siquiera conocer.
-Inuyasha la tormenta se está acercando.
-Lo sé- le da la espalda a su amigo que lo acompañaba día y noche, mira hacia las estrellas que estaban siendo tapadas por las nubes que anunciaban una terrible tormenta- despierta a todos esta será una noche muy agitada.
-De inmediato mi capitán- Miroku sale corriendo- levántense holgazanes tendremos una noche larga- comenzó a correr por el barco y avivar el ambiente para que la energía de todos despierte- solo los más fuertes se merecen regresar a casa.
Esa noche fue la más agitadas de todas, eran cerca de las seis de la mañana cuando el temporal comenzó a cesar, toda la tripulación estaba cansada pero animosa al saber que verían por fin a sus familias habían pasado ya casi tres años desde la partida y todos estaba ansiosos por lo bien que les había ido en su viaje ya que habían conseguido comenzar una empresa más limpia ya no eran unos sucios contrabandistas ahora volverían como unos verdaderos exportadores de mercancía fina y alimentos frescos.
Ya había amanecido y el seguía viendo desde la proa cómo se acercaban cada vez más al lugar donde había crecido donde había dejado todo por el amor de una mujer, por fin después de tres años podría merecer el amor que ella le había profesado sumergido en sus pensamientos no se dio cuenta que su amigo se acercaba.
- Inuyasha…
- Que pasa Miroku
- Investigué lo que me pediste...- Miroku lo queda mirando con esa expresión de que no son muy buenas noticias las que les traía.
- Y... Pues dime
- Ella se casó hace un año- queda mirando a su amigo que poco a poco su expresión cambia a una no muy buena- pero eso no es todo - Inuyasha le hace una señal para que siga hablando- se casó con tu hermano- su cara cambio aún más.
- Maldita dijo que me esperaría
- Quizás ella pensó que no volverías- Inuyasha se dio media vuelta dándole la espalda miro como toda su tripulación comenzaba a prepararse para desembarcar.
- Tenme mi caballo listo dentro de una hora partiré a la ascienda para iré a ver a mi hermano.
- No hace falta él se encuentra en el pueblo estará estos meces por acá ya que la hermana menor de aquella mujer se casara dentro de uno meses.
- Interesante- no iba a dejar que esa mujer lo haya despreciado de esa forma primero la torturaría un poco
- Porque aun sigues interesado en ella…tu no eras así- Inuyasha no era conocido solo por su negocio tránsfugos, en los burdeles todas las mujeres se lanzaban a sus brazos pero ya hace casi cuatro años que no ponían ni un pie en aquellos lugares. Aquel chico, aun recordaba cuando la vi por primera vez, llevaba un lindo vestido y en sus manos un ramo de flores eran unos claveles rojos lo recordaba muy bien, la siguió para saber a dónde se dirigía, en su mete surgieron varios pensamientos quizá iría a ver a algún familiar o… a su prometido pero para su sorpresa no fue así, aquella linda chica se dirigía al cementerio, la sigue hasta una tumba que tenía muchas flores que al parecer no eran de muchos días, estuvo un buen rato en aquel lugar arreglando las flores hasta que por fin se levantó del suelo y comenzó su camino de regreso, él miro como se iba para luego acercarse a la lápida y saber a quién había perdido ella y para su gran sorpresa conocía aquella persona ya que en varias ocasiones le salvo la vida a él y a su gente. Todos los días la veía cómo iba al cementerio le parecía distinta a las demás jóvenes que la diferencia de ella quisas estarían presentándose en la sociedad para casarse con el primer millonario que puedan conquistar con su falso amor. Pero un día no la vio llegar con esos hermosos ojos, que le habría pasado quizás tubo algún inconveniente, así pararon varios día que no la vio, un día tomo el valor y comenzó a buscarla tenía una pista que le podría ayudar en su búsqueda y así fue, cuando por fin la encontró y supe su nombre ideo un plan para poder hablarle cuando al fin un día lo consiguió se enamoró de ella, desde ese primer encuentro, se estuvieron viendo a escondida todos los días hasta que él se decidió en pedirle que se casaran pero antes reuniría una fortuna, ella le juro su amor y una promesa de esperarlo que fue sellado en una noche de luna llena de pasión. Pero ahora se daba cuenta de que nunca lo amo de verdad
- Porque ella me pertenece- después de recordar todo no iba a dejar que ella se burlara de él.
- Que piensas hacer Inuyasha
- Nada malo amigo- te daré unos días más querida Kikyo
