¡Hola! Esta es la primera historia que subo desde esta nueva cuenta. Pese a eso, ya hace un tiempo que conozco esta página. Tuve una cuenta anteriormente bajo el nombre ''pinknails'' (para las que lo reconozcan, que no creo sean muchas XD)

En fin; sobre la historia:

El título de la historia hace referencia a una canción, obra de Kevin Johansen.

Este fic es un AU. Así que si el estilo no es su cup of tea, sugiero detenerse ahora.

El primer capítulo es (al igual que el segundo también será) bastante, muy, corto. La idea es presentar un poco a los personajes principales (claro está, Sakura, y Sasuke), en los primeros dos capítulos.

¡Paciencia!, subiré capítulos nuevos con frecuencia, y la historia irá tomando forma. Puede que el capítulo sea confuso para algunas, pero a no preocuparse, ya que todo será aclarado a su tiempo.

Espero que les guste, y por favor, ¡reviews!


Un día en la vida

''Pide un deseo'' le susurró amorosamente al oído, mientras la abrazaba.

La niña cerró con fuerza los ojos, sonriente, y pensativa. ¿Qué podía pedir que ya no tuviese?
Al pasar cada día, comenzaba a creer más y más que era la niña más afortunada del mundo.
¿Juguetes? Tenía montones. ¿Amigas? Muchas. ¿Dinero? Sus padres le brindaban todo lo que ella necesitaba, y más.

Sus padres… sin duda la mayor de sus fortunas. El sentimiento parecía fortalecerse en sí, al sentir la calidez que irradiaba su madre mientras la abrazaba y la sonrisa cariñosa que su padre le dirigía desde el otro lado de la mesa de cumpleaños.

Sakura optó por solo soplar las cinco velitas de su pastel.

Una semana después, no pudo estar más arrepentida de esa decisión.


La joven se miró al espejo, sin realmente prestar atención a la imagen que éste le devolvía. Tomó una banda de cabello, y ató el suyo, de manera tal que ningún mechón quedó libre.

Se puso la falda gris, hasta las rodillas. Se puso los calcetines, ató sus agujetas, pero antes de ponerse el sostén y camisa, palpó sus senos clínicamente, como lo hacía todas las mañanas, desde hace un par de años.

Tomó algunos libros de su escritorio, para luego arrojarlos en su bolso. Descendió las escaleras, dirigiéndose a la cocina, en dónde el desayuno la esperaba en la mesa.

Una caja de cereales.

Se giró a la nevera para tomar la leche, y notó un post-it en ésta, que leía ''Llegaré tarde del trabajo. No me esperes despierta. Besos, pa. ''

''Para variar. '' Murmuró sarcásticamente la chica, para nadie en particular.

Procedió a tomar su desayuno, sentada a la mesa. Sola.

Era un día más.