Aquí esta el primer capítulo de un FF que tenía en mente desde hace mucho tiempo. Espero que os guste
oOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOo
El sol amenazaba con salir en el pueblo de Karakura. Todavía no había ningún movimiento, ya que era demasiado temprano. Aunque para cierta morena el día ya empezaba. En la casa de los Kurosaki, Karin, que tenía 16 años, se estaba vistiendo para salir, a pesar de que el sol todavía no había salido del todo.
Se puso unos pantalones de chándal negros con una franja roja a lo largo, una camiseta de tirantes blanca y después una chaquetilla también negra con una franja roja a lo largo del pecho, a juego con el pantalón. Para acabar, recogió su largo pelo negro en una coleta que casi la llegaba hasta la cintura.
Había decidido dejárselo crecer a petición de su hermana Yuzu. Aunque su pelo no era lo único que había crecido. Ahora estaba más alta y tenía sus curvas. Aunque lo que más se notaba que había crecido, a disgusto de ella, eran sus pechos. Estaban del mismo tamaño que los de Orihime. Ese detalle era realmente un problema para ella, porque decía que la molestaban para jugar al fútbol. Sí, su pasión seguía siendo el fútbol. Y ahora precisamente, se iba a entrenar con sus amigos. No había cambiado nada. Seguía siendo poco femenina, tanto en personalidad como en la forma de vestir. Pero sus grandes pechos su cara bonita y su pelo largo, se encargaban de darle un toque de feminidad. Aunque a Karin la molestaba mucho ser así. Mayormente, por el sinfín de tíos pervertidos que atraía. Aunque siempre acababa dándoles una paliza ella o Ichigo. Aunque el pelinaranja, últimamente se pasaba mucho tiempo en la Sociedad de Almas por lo que mayormente la tocaba a ella.
Cuando Karin terminó de arreglarse, cogió su bolsa de entrenamiento donde metió el balón antes de salir. Todavía no había amanecido del todo y Karin se puso a correr, así iba calentando.
Cuando ya quedaba poco para llegar al campo de entrenamiento sintió la presencia de un hollow. Tuvo que cambiar rápidamente de dirección. Ichigo no estaba en esos momentos en la Ciudad de Karakura, así que ella tendría que hacerse cargo.
Cuando lo encontró dio un suspiro de resignación, esperaba algo más interesante. Era un hollow pequeñito y con pinta de poco poder. Como ése, ya se había cargado más de mil. De repente sintió nostalgia, teniendo en cuenta que hollows como ese era de los primeros que había vencido. Sacó su balón rápidamente y le dio una patada directa hacia el hollow, aunque no le hizo mucho daño que se diga.
-¿Pensabas hacerme algún daño con eso niña?- El hollow la miró con una sonrisa burlesca.
-Realmente no, es que me dio nostalgia.- El hollow no entendió ni una sola palabra de lo que había querido decir Karin. En ese momento, sacó una píldora gicongai y se la metió en la boca. Tras esto consiguió salir de su cuerpo vestida de shinigami. Le dijo a su cuerpo que se alejara y desenvainó su zampakutou. No tardó mucho en acabar con el hollow. Usó movimientos rápidos, no quería llegar tarde. Tras acabar con él sin ningún tipo de contratiempo, volvió a su cuerpo. Recogió su balón del suelo y se fue corriendo hasta el campo de entrenamiento.
Sociedad de Almas
Tras una gran pila de papeles estaba un peliblanco con el ceño fruncido y, para variar, trabajando. Había crecido bastante en estos últimos años. Ya no se le conocía como el bajito de los capitanes. Además se había hecho bastante famoso en el Seretei y no solo por su habilidad como capitán. Pero a pesar de su popularidad, él, al igual que Karin, no había cambiado nada. Seguía siendo igual de responsable.
-Taichooo!!
Una voz inconfundible asomó por la puerta del tranquilo despacho. Y acompañado por ese pequeño grito iba una sonrisa que se puso a escasos centímetros de la cara del capitán tirando algunos papeles de la mesa.
-Valla, se han caído. Bueno eso no importa ahora. ¿Sabes taicho? Me he encontrado a Renji cuando venía para acá y me ha dicho que hay reunión urgente de capitanes.
Un tic apareció en la ceja del capitán que denotaba su enfado.
-Pues a mi todavía no me ha llegado esa información.
-Es que te la tengo que dar yo.- Dijo Matsumoto sonriendo todavía más.
Toushiro comenzó a prestarla atención por lo que dejó de mirar a los papeles y se fijó en ella esperando a que le diera la información sobre la reunión.
-Pues yo que usted iba yendo. Porque me encontré a Renji hace más de dos horas y diro que era urgente. Taicho, creo que llega tarde.
-Mierda…-Dijo Toushiro en un susurro totalmente enfadado. Aunque no tenía tiempo de regañar a Matsumoto. Así que se levantó rápidamente de la silla y salió usando shumpo.
Al cabo de poco tiempo había llegado a la sala de reuniones y ya todos estaban allí.
-Llega tarde. Hitsugaya-taicho.
-Hai, gomen nasai.
Tras su disculpa ante el comandante Yamamoto ocupó su lugar.
-Bien, ahora que estamos todos, os comunicaré la razón de esta reunión. Al parecer un reiatsu ha aumentado notablemente de poder estos dos últimos años en el mundo humano.
-¿Cuánto exactamente?- Preguntó Ukitake.
-Del nivel de un capitán.
Todos los presentes en la sala abrieron los ojos sin poder dar crédito a lo que escuchaban.
-Pero eso no es importante ahora. La misión consiste en encontrar a la persona que contiene ese reiatsu y traerlo aquí.
-¿Acaso su intención es tenerlo como un shinigami aquí, en la Sociedad de Almas?
Pregunto esta vez Soi fon.
-Eso dependerá de quién sea. Pero ya sabéis lo necesario. Un capitán, su teniente y si lo desea, alguien más, irán al mundo humano y se encargarán de completar la misión.-hizo una pausa-Hitsugaya-taicho, ha sido elegido para completar esta misión. Así que esta misma tarde partirá hacia Karakura.
Hitsugaya se mantuvo todo el discurso sereno y con los ojos cerrados hasta que escuchó la palabra Karakura. Que tan solo llevo un pensamiento a su mente. Karin.
En el mundo humano, Karin se encontraba todavía entrenando. Ya era más de media mañana así que el entrenamiento ya estaba por finalizar. Cuando acabó tomó sus cosas y se dirigió a la tienda de Urahara. Cuando llegó vio a Ururu y a Jinta, como siempre, barriendo. Los saludó y entró a la tienda donde estaba Urahara.
-Buenos días Karin. ¿Has venido para que te convenza de que le cuentes a Ichigo que eres una shinigami?
Karin se sentó enfrente de Urahara con toda confianza.
-Llevas recibiéndome de esta forma durante más de dos años. ¿No te cansas Kisuke?
-Es que sigo pensando que él debería saberlo.
-Sabes como es Ichigo. Si ya es sobreprotector de por sí, imagínatelo si se enterase. Además, después de dos años en secreto, el castigo por su parte sería peor-Dijo Karin con pesadez, pues siempre que quería hablar con él, tenían la misma charla.
-Bueno dejémoslo. ¿Para qué has venido a verme?
-Quería saber si ya habías traído las píldoras gikongan del pato.
-¿No te gustan las de chappy?
-Algo así,¿las has traído?
-Gomen. Todavía no han llegado.-Dijo con una sonrisa.
Karin dio un suspiro de resignación y se levantó para irse, ya que estaba realmente cansada como para ahora ponerse a entrenar.
-Pues ya me voy.
-Antes de irte. ¿Qué tal va tu entrenamiento con los vizards?
-Todavía me cuesta mantener mi máscara de hollow, y Hiyori me tiene agotada.
-Ya veo, ella es así. Bueno, pásate cuando quieras para entrenar con Ururu y Jinta tu bankai.
-Hai, arigatou.
Tras esto salió de la tienda, se despidió de Ururu y Jinta y se puso a caminar sin rumbo fijo. Tan solo la apetecía pasear un rato. Las mañanas en Karakura eran muy agradables. Mientras caminaba se puso a recordar como había llegado a conocer a Urahara y como había tomado esa confianza con él.
Flash back
Karin iba por las calles de Karakura vuelta a casa tras las clases. Yuzu ese día estaba enferma, así que volvía sola.
De repente sintió un hollow muy cerca de donde se encontraba. Así que corrió al encuntro del hollow. Al da la vuelta a una esquina se lo encontró de frente. Estaba a punto de atacar a un alma, un niño pequeño que lloraba desconsolado. Karin corrió y se puso delante del hollow, mientras le decía al niño qe corriése lo más lejos que pudiera. El chico, se secó un poco las lágrimas y comenzó a correr, alejándose de donde se encontraba el hollow.
-Lárgate de aquí-Le gritó la morena intentando sonar convincente.
-Valla, tu también tienes un alto reiatsu. Te comeré a ti primero.
El hollow alargó la mano pero Karin pudo esquivarlo, era algo lento. Ichigo no estaba esos días en el mundo humano y sabrá Dios dónde coño estaba el shinigami encargado de esa zona. El caso es que estaba sola frente al hollow.
Ya se estaba cansando de evitar ataques. El hollow, también se hartó así que comenzó a atacarla con agujas afiladas. Karin logró esquivar algunas, pero varias la alcanzaron, en la espalda, la pierna, un brazo y otra la rozó el estómago. La empezaba a costar mantenerse de pie y tras el segundo ataque de agujas calló al suelo de rodillas. En ese momento el hollow la cogió con una de sus manos y Karin calló inconsciente.
Al abrir los ojos se encontró en medio de un desierto de arenas blancas con un cielo negro que no tenía ni una sola estrella ni tampoco una luna. Y aún así sorprendentemente todo el lugar estaba iluminado. Cuando se vio así misma iba vestida de shinigami y se asombró al verse así.
-¿Dónde estoy?- preguntó en un susurro totalmente asombrada por la situación en la que se encontraba.
-Bienvenida a tu subconsciente.-Al oír esa voz se giró rápidamente. Delante suya vio a una mujer joven de cabellos rubios dorados y ojos color ámbar que la miraban con una sonrisa. Era bastante hermosa. Llevaba un vestido largo y negro con una túnica encima del mismo color.
Además traía unos guantes sin dedos y unas zarpas de oro estaban colocadas en sus hombros sujetando la túnica.
-¿Qué…qué hago aquí?
-Idiota.-Dijo la mujer con calma.
Karin puso una mueca y vio a la mujer enfadada. Estaba confundida, pero en ese momento puso una mirada seria con algo de enfado por recibir ese insulto de su parte.
-¿Se puede saber quién te manda meterte con ese hollow? Haber esperado a que llegara el shinigami encargado de la zona.
La mujer se cruzó de brazos mientras la regañaba. Karin no entendía nada. ¿Acaso estaba muerta? Pero la mujer todavía no había acabado con su discurso.
-Que sepas que tenía pensado presentarme dentro de unos añitos. Pero bueno, que se le va a hacer.
La mujer dio un suspiro mientras cerraba los ojos con resignación. Entonces los abrió con mucha decisión y miró a los ojos negros de Karin. A lo que ella sintió una gran confianza hacia la mujer.
-Soy tu zanpakutou y tu eres una shinigami. No tengo mucho tiempo, dado que la mayoría lo he gastado en enfadarme. Así que ahora te voy a decir mi nombre para que puedas acabar con ese hollow y salvarnos la vida a las dos.
Karin la escuchaba sin acabar de creérselo. Entendía todo lo que la estaba explicando dado que Ichigo la había contado todo sobre estos temas. Pero la costaba creerse que ella era una shinigami.
-Mi nombre es "Kin'iro Megumi" y me invocarás diciendo "Ilumina".
Karin memorizó rápidamente el nombre. Estaba algo confusa, pero la mujer la inspiraba confianza.
-Está bien.
La mujer sonrió satisfecha al ver que Karin no ponía ninguna pega al respecto.
-Nos vemos Karin. Y sobre todo, más te vale no morirte.
Karin también sonrió desafiante. Tras estas últimas palabras de la mujer, Karin despertó ya fuera de su cuerpo y en el suelo. Su cuerpo todavía se encontraba en la mano del hollow. Desenvainó su espada y el hollow la miró atónito.
-Ilumina, Kin'iro Megumi
En un abrir y cerrar de ojos había cortado el brazo del hollow que tenía su cuerpo. Su zanpakutou era realmente hermosa. Completamente negra y en la empuñadura tenía una media luna dorada. Además una franja del mismo color recorría la espada desde la empuñadura hasta la punta de la espada. Y para finalizar, una pequeña cadena colgaba de la empuñadura, también del mismo color.
En un momento había derrotado al hollow sin necesidad de ninguna técnica especial de su zanpakutou. Aunque el haber ganado al hollow, no quitaba la gravedad de sus heridas y agotada calló inconsciente.
Al cabo de unas horas Karin abrió nuevamente los ojos pero esta vez se encontraba acostada en un futon y sus heridas estaban casi curadas. Miró a su lado y se encontraban Jinta y Ururu. Ururu sonrió al verla despertar y Jinta se levantó corriendo mientras gritaba.
-¡Urahara, la chica ha despertado!
Ururu siguió a Jinta y Urahara apareció por la puerta con su abanico en la mano.
-¿Cómo he llegado hasta aquí?
Karin conocía a ese tipo, pero no entendía como había llegado hasta allí.
-Ururu y Jinta te encontraron. Eres la hermana de Ichigo ¿verdad?
-Así es. Bueno…gracias por todo. Supongo que debería irme ya.
Karin se levantó con algo de dificultad e hizo una reverencia. Cuando ya iba a salir de la habitación, Urahara volvió a hablar.
-Con que…has sabido el nombre de tu espada el mismo día en que te has hecho shinigami. Increíble, me recuerdas a tu hermano. Si no te importa decírmelo …¿Cómo se llama tu espada?
Karin se dio la vuelta algo asombrada pero decidió responder.
-Kin'iro Megumi.
-Bonito nombre. Te gustaría…¿Qué te hablara más sobre ella?
Fin del Flashback
Sonrió ante este recuerdo. Realmente Urahara había sido un gran apoyo para ella y con él el resto de personas que trabajaban en la tienda. Sabía que ellos habían ayudado a su hermano cuando lo había necesitado. Conocía la historia. Recordaba las primeras conversaciones con Kin'iro Megumi en el sótano de Kisuke.
Flash Back
En el subconsciente de Karin se encontraba ella abriendo los ojos torpemente. Era la primera vez que intentaba entrar en contacto con su zanpakutou y lo había logrado sin muchos problemas.
-Hola Karin. ¿Qué tal con kisuke?
Reconoció su voz al instante. Se dio la vuelta y allí estaba ella. Con la cabeza bien alta y los brazos cruzados.
-Hola, Kin'iro Megumi.-Tras decir su nombre con total seriedad se dio cuenta de que era algo largo. Si su nombre normal era así, ¿como sería el del bankai? Aunque claro, quién sabía si acaso ella algún día podría conseguirlo.
-Ya sé que mi nombre es algo largo así que llámame Kin. Te ahorrará saliva.
-Está bien, Kin.-¿Acaso es mujer ahora leía sus pensamientos?
-Ya veo que has decidido aceptar el entrenamiento del loco del gorro. El mismo que el que hizo con el viejo Zangetsu?
-¿Le conoces?
-Pues claro que le conozco. Siempre burlándose de mi por ser más fuerte. –A Karin la calló una gota por la cabeza. "kin" era muy ruidosa. Y parecía odiar a la espada de su hermano.
-Pero ahora que sabes mi nombre pienso ser mucho más fuerte que ese estúpido viejo y le ganaré en una batalla. Lo tengo decidido.- A pesar de tener el aspecto de una mujer madura parecía una niña pequeña retando a otro niño. Además, Karin no tenía intención de luchar con su hermano. ¿Pero cómo iba a quitarla a la mujer su ilusión?. Además el bankai estaba lejos y mucho más el poder de hollow que tenía su hermano.
-Bueno Kin, si algún día eres tan fuerte como Zangetsu lo intentaremos. Pero ahora relájate.
-Sería mejor que dejaras de hablar conmigo y te pusieras a entrenar. Que sepas que yo adoro la lucha y el pelear y detesto perder.
Además de ruidosa era mandona. Menuda zanpakutou la había tocado. Pero en fin, alguna cosa tenía en común con ella y era que quería hacerse fuerte y también odiaba perder.
Fin del Flashback
Definitivamente su zanpakutou no había cambiado nada, estaba como loca por controlar bien a su hollow interior para enfrentarse a Zangetsu y era más pesada que Kisuke en el tema de contar todo a Ichigo. Dio un suspiro y siguió caminando. El tan solo pensar en Kin la estresaba bastante.
Cuando quiso darse cuenta había llegado a su lugar favorito. Una sonrisa nostálgica y triste se dibujó en su cara. Miró al cielo. Estaba donde años atrás había sido su lugar de reunión con una persona muy importante.
-Realmente…este es el mejor lugar para mirar el cielo…ne, Toushiro?
Lo susurró al viento, no esperaba respuesta de nada ni nadie. Una única persona ocupaba sus pensamientos en ese momento. Toushiro. De no haber sido por la promesa de no volver a llorar nunca, probablemente habría dejado correr una lágrima por su mejilla. Pero en vez de eso sonrió con tristeza, después, se dio la vuelta en dirección ya sí, hacia su casa.
En la Sociedad de Almas, el capitán Hitsugaya y Matsumoto estaban esperando a Renji, Ikkaku y Yumichika se encontraban delante del portal.
-Ne taicho. ¿Estas contento?-preguntó Matsumoto con una gran sonrisa en la cara.
-Por qué debería estarlo?-Hitsugaya ni si quiera miró a Rangiku y siguió con su misma cara seria, de la que últimamente no se despegaba para nada.
-Hace más de dos años que no ves a Karin y ahora tienes la oportunidad.
Toushiro continuó serio ante su comentario.
-No tengo ninguna intención de ver a Karin en esta misión.
Matsumoto le miró preocupada. Sabía muy bien que esos dos últimos años había estado especialmente serio por no ver a Karin. Y ahora que tenía la oportunidad no quería verla, sus ojos mostraban tristeza.
-Cómo…¿Cómo podría verla ahora? Después de lo que pasó, después de lo que la dije. Lo que daría por poder hablar con ella o tan solo verla de lejos. Pero ella…debe odiarme.-Pensaba Toushiro.
En ese momento llegaron Renji, Ikkaku y Yumichika. Tras unos breves saludos, todos se dirigieron al mundo humano.
Mientras, en el mundo real, ya estaba atardeciendo y Karin se encontraba caminando hacia su casa, pues había tenido que salir a comprar algunas cosas que la faltaban a Yuzu para la cena. No sabía como, pero siempre acababa yendo hasta ese sitio que era tan especial para ella. Aunque esta vez, ella quería ir.
Se apoyó en la barandilla que tantas veces había compartido con él. Miró al cielo. Como si en él pudiera ver esos ojos que la hipnotizaban. El atardecer la recordó a la primera vez que habían hablado como amigos y también, la recordó la última vez que le había visto.
Flashback
Tras conocerse ambos cuando Karin tenía 11 años, ambos se hicieron muy amigos. Tanto, que Toushiro cada vez que podía iba al mundo humano para estar con ella. No hacía falta que se buscasen, Karin tomó la costumbre de pasar todos los días al atardecer por aquel sitio. Fueron dos años de verdadera amistad a pesar de que Toushiro pocas veces tenía oportunidad de ir y esas pocas veces que iba a penas se quedaba unos pocos días. Toushiro ya sabía a la perfección la vida de Karin y él siempre la contaba cosas sobre la Sociedad de Almas a petición de ella. Karin sentía que ya había estado allí, dado que las explicaciones de Toushiro para ella eran simplemente perfectas.
Ambos se estaban dando cuenta de que entre ellos estaba surgiendo alo más que una amistad, lo cual aterrorizaba profundamente a Hitsugaya. Él siempre había defendido las normas y sabía que un shinigami y un humano era algo muy mal visto. A pesar de que Karin fuera la hermana de Ichigo Kurosaki y de que pudiera verlo.
Un día, como cualquier otro, Karin llegó hasta "su sitio especial" donde estaba Toushiro como siempre esperándola apoyado en la valla. Llovía a mares. Una lluvia fría e incesante que tenía a Karin completamente empapada. Ya que ese día no había cogido el paraguas porque no sabía que llovería. Además, a ella no la importaba mojarse, es más, la gustaba. Al verle, también empapado y sin paraguas, ella le saludó con una sonrisa, como siempre. Él era la única persona a la que saludaba así.
Toushiro no la saludó y bajó la cabeza sin mirarla, Karin sintió como un escalofrío la recorría el cuerpo acompañado de un mal presentimiento.
-¿Pasa algo Toushiro?-preguntó Karin preocupada.
Él no la miró.
-Regreso a la Sociedad de Almas.-Dijo sin mirarla y totalmente serio.
-Pues valla. Pero si esta vez has estado menos tiempo de lo normal. ¿Cuándo volverás?-Pregunto Karin algo apenada.
A Hitsugaya se le hizo un nudo en la garganta y bajó la cabeza todavía más, no quería mirarla a los ojos. Temía que si lo hacía cambiaría completamente de opinión.
-No voy a volver Karin.
-¿Qué? ¿Pero por qué?
Karin ya estaba totalmente preocupada. No entendía nada. Toushiro apretó los dientes. Quería mirarla a sus ojos negros, decirla que la quería y que se quedaría junto a ella para siempre. Pero no lo iba a hacer. No podía.
-No voy a volver y ya está. Es algo que no te incumbe. Tengo cosas más importantes que hacer en la Sociedad de Almas, no puedo estar perdiendo mi tiempo aquí.- Dijo con un tono muy desagradable.
Karin no le reconoció en ese momento. Nunca la había hablado así. Esas palabras la habían hecho daño. Quería llorar. Pero su orgullo se lo impedía. Empezó a sentir rabia. ¿Acaso ella era un problema para él? ¿Entonces por qué la visitaba cada vez que podía?
-Pues si estas perdiendo tanto el tiempo, vete. Yo…yo pensaba que éramos amigos, pero ya veo que para ti soy un estorbo o algo peor.-Dijo todavía con un tono tranquilo.
Toshiro todavía no la miraba a la cara. Le dolía todo lo que estaba diciendo Karin. Pero él se lo había buscado. Era mejor así.
-Toshiro mírame. ¡¿Realmente no soy nada para ti?!
Karin le gritó. Cuando acabó sonó un gran trueno. ¿Cómo podía pensar eso? Ella era la persona más importante para él. Él la quería. Aunque ahora mismo no lo estaba demostrando. Quería mirarla. Quizá esa sería la última vez que tendría la oportunidad de ver sus ojos. Dudó un poco y finalmente levantó la vista para encontrarse con la mirada dolida de Karin. Ella, al verlo, sintió un gran dolor en su pecho. Los ojos verdes turquesa de Hitsugaya mostraban un gran dolor.
De repente empezó a llover con gran fuerza. En un momento, Karin notó como los labios de Toshiro se abrían dudosamente para darla por fin una respuesta.
-Gomen nasai.
La lluvia era tan fuerte que apenas había dejado que las palabras de Toshiro llegaran a los oídos de Karin. Toshiro miró un momento hacia arriba para ver las nubes negras sobre el cielo ya oscurecido. Karin le miraba con más tristeza todavía. Esas palabras la habían dado en lo más profundo de su corazón. Estaba intentando alargar el adiós. No quería irse. Pero era inevitable. Finalmente volvió a mirarla a la cara.
-Sayonara.
Karin pudo ver una sonrisa triste en su rostro. Ella no fue capaz de sonreír. Toshiro lo entendió.
-Sayonara, Toshiro.
Después de esas palabras la sonrió dulcemente todavía con la mirada triste y en un segundo desapareció usando shunpo. La lluvia seguía cayendo sobre Karin que se quedó un rato allí sola. Gotas de lluvia caían sobre su cara ocupando el sitio el que deberían estar las lágrimas que Karin, por su orgullo, no dejaba salir. Pero sin querer, en un momento, una lágrima rebelde, solo una, rodó por su mejilla. La primera en años, aunque rápidamente, Karin la quitó de su cara con su mano.
Fin del flasback
Karin abrió los ojos con tristeza. Desde ese día no había vuelto a saber nada de él. De repente oyó un trueno. Ya había oscurecido. Se la hacía tarde. En un abrir y cerrar de ojos había empezado a llover. Una lluvia fría y fuerte golpeó toda Karakura y empezó a empapar a Karin. Esta sonrió, ¿acaso el destino se estaba burlando de ella? Se apartó de la barandilla y comenzó a caminar de vuelta a casa, con tranquilidad, al fin y al cabo, no tenía prisas y no la molestaba mojarse
Mientras tanto, en la otra punta de la ciudad, el Capitán Hitsugaya y los demás ya habían llegado. Hitsugaya miró toda Karakura con su semblante serio, le pareció hermosa. Hacía más de dos años que no veía esa ciudad.
-Llueve, justo como aquel día.- Pensó.
oOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO
Y aquí está. ¿Os ha gustado? Si es así, por favor dejadme un reviw. Y si no, también xD, para decirme que no me vuelva a aparecer por aquí.
Gracias por leer
