Quinn

Me sentía tan miserable, tan sola. Todos tenían a alguien, ya sea alguien a quien amar, alguien en quien apoyarse. ¿Y yo? ¡Estaba sola! Intenté ocultarme de los demás, tiñéndome el pelo de rosa, haciéndome un arete, aparentando ser la chica mala. Pero la verdad es que por dentro estaba muriendo. Me arrepentía tanto de haber dado a Beth en adopción… probablemente al menos la tendría a ella conmigo.

Hice hasta lo imposible para que Shelby perdiera a Beth y así yo pudiera recuperarla. Todos me decían que me detuviera en la locura en la que me estaba adentrando, Puck, Sam, todos, pero la que más me acosó fue Rachel. Tiene esa maldita costumbre de perseguir cada acción que hago, de tratar de tranquilizarme. Intenté robarle a Finn, sin embargo, ella sigue ahí apoyándome, sabe que no estoy bien y trata de enderezarme en el camino. ¡A veces se vuelve malditamente molesta!

Como en las seccionales, se pasó todo el tiempo atrás de mí, diciéndome que no cometiera una locura, cuando iba a decirle a Figgins sobre la relación de Shelby y Puck, me detuvo, diciéndome que si hacía lo incorrecto me iba a sentir horrible, que al menos hablara con Shelby primero. Y cuando lo hice, las palabras de Shelby me destrozaron, desde que regresó con Beth, todo cambió en mi vida. Y finalmente, cuando ganamos, estábamos tan felices que no me di cuenta de lo que pasaba hasta que las vi... a las Trouble Tones congeladas. Tenían tantas esperanzas de ganas que cuando perdieron su mundo se vino abajo y fue eso mismo lo que me hizo verme a mí frente al espejo. Las palabras de Rachel vinieron a mi mente, ella tenía razón. Esa molestia esquizofrénica tenía razón desde el principio. Si seguía así, iba a arruinarle la vida a Beth y finalmente me terminaría odiando y sería yo la que terminaría perdiendo. Entonces, al día siguiente, comencé a buscar a Rachel, para darle las gracias de lo que había hecho. Le pregunté a Finn y me dijo que estaba con el Director Figgins hablando de su suspensión por lo que hizo con los votos de Kurt. Llegué hasta el despacho y la vi sentada, hablando con él. Así que me senté a esperar frente a la secretaria. Y mientras esperaba la observé, como movía las manos a lo loco y no paraba de hablar como de costumbre. Y me di cuenta, que es una excelente persona, que había cometido un grabe error al tratarla mal todo este tiempo, al intentar arruinarle la vida, como lo he hecho con todos y conmigo misma. Y tomé la decisión de cambiar, de comenzar de nuevo. Primero que nada, intentaría arreglar las cosas con el Glee Club, tratar de unificarnos todos nuevamente y al mismo tiempo, arreglar las cosas con Rachel, ella se lo merecía.

Salió de allí, contándome todo y cuando le dije mis razones de porque estaba allí, vi su cara de felicidad. Eso me llenó de alegría, así que cuando preguntó si éramos amigas, discretamente le dije que si y fue la sonrisa en su rostro lo que me dio energías para continuar. Le dije de mis intenciones de ir a YALE para estudiar actuación, se mostró alegre, pero fueron sus palabras cuando me dijo "eres mucho mejor de lo que crees" que me quedé pensando. Luego de que aceptara el trato de dejar a las Trouble Tones hacer su propia actuación y todo eso, que las chicas aceptaran y que todos estuviéramos cantando juntos We are Young. Terminamos el tema, dándonos un fuerte abrazo y cuando nos liberamos, Rachel me miró, sonrió y se acercó a mí, apartándome de los demás.

"Realmente salvaste el Glee Club Quinn."

La miré y no se porqué, me sonrojé cuando me dijo eso. Instintivamente hubiera comenzado a insultarla, pero reservé las ganas de hacerlo y en cambio la miré y fui sincera por primera vez en mi vida.

La tomé de las manos y le sonreí.

"Tú me salvaste a mí Rachel, así que la que tiene que agradecer aquí soy yo."

Nos quedamos mirando y se lanzó sobre mí, abrazándome. Me quedé un poco impresionada al principio, pero luego le respondí el abrazo. Y estando así, fue que lo sentí, su respiración, su olor, la forma en que me abrazó… me hizo sentir bien, me hizo sentir completa. Ella siempre estuvo ahí para mí…

Mis pensamientos se detuvieron a determinar detalladamente lo que sentía en ese momento, algo que veía sintiendo desde hace mucho tiempo. Cada vez que hacía algo para dañar a Rachel, cada vez que la miraba, que le hablaba, que cantaba con ella. ¡Oh, por dios! ¿Cómo no pude darme cuenta antes? Yo… ¡Estoy enamorada de Rachel!

Rachel

Abracé a Quinn, sabiendo que a partir de ahora, todo estaría bien entre nosotras. Realmente me alegra saber que puedo ser su amiga. Me alejé de sus brazos para mirarla y fue cuando lo noté, estaba paralizada. Y sus músculos estaban tiesos.

Se alejó de mí y se reunió con los demás, festejando como si nada. Mirándome de vez en cuando, regalándome una sonrisa.

Pero hay algo extraño en su actitud, desde que pasó lo del abrazo. Se ha comportado muy amable conmigo, no deja de mirarme. Es todo… tan extraño. En navidad, no hizo el especial con nosotros y se fue con Sam y la entrenadora Sue para ayudar a la gente sin techo. Cuando nos dimos cuenta de nuestro error, fuimos a ayudarlos. Y cantando canciones de navidad a su lado, me sentí muy feliz. Aunque recibía esas miradas cada tantos segundos, esas miradas que me ponían nerviosa y me hacían feliz al mismo tiempo. Feliz porque finalmente todo estaba bien entre nosotras.

"¿Te encuentras bien?"

Me preguntó alguien atrás de mí y me giré asustada. ¡Quinn! La persona que justo en estos momentos, no necesitaba ver. Le asentí y quise irme lejos de mi casillero. Lo cerré y comencé a caminar rápidamente, con mis libros en la mano. Ella comenzó a seguirme el paso y yo a acelerarlo.

"¡Rachel! ¡Rachel espera!"

Finalmente, me alcanzó antes que yo y se colocó frente a mí. La miré tragando saliva y decidida a saber que pasaba, la tomé del brazo y la llevé a los baños. Luego de verificar que no había nadie, comencé a gritarle.

"¿Qué rayos te pasa Quinn? ¿Por qué llevas mirándome así desde hace semanas? Desde las locales que me tratas así y no me quejo. Pero es esa mirada que me das, que me pone nerviosa."

La vi ponerse nerviosa y caminar de un lado a otro, esquivando mi mirada.

"¿Cómo quieres que te mire Rachel? ¿Con odio, como antes?"

Negué con la cabeza, la detuve con el brazo y me quedé sin palabras al ver la tristeza en sus ojos.

"Quinn… ¿Qué te ocurre?"

Comenzó a llorar y eso me preocupó

"Todos tienen a alguien… alguien a quien amar. Estoy cansada de estar sola… sin Beth… y ahora me doy cuenta que estuve enamorada de alguien desde hace años y ahora que me doy cuenta, esa persona ya está con alguien."

¿Quinn enamorada? ¿Será alguien del Glee Club? La curiosidad me superó y tomé su rostro, haciendo que me mirara y estaba llorando con tanta tristeza, que sequé sus lágrimas y le sonreí. Me devolvió la sonrisa y eso me llenó de felicidad.

"Ahora que sonreíste… dime. ¿Quién es esa persona? Puedo ayudarte si quieres."

Pegó una risa sarcástica y la miré frunciendo el ceño.

"¿Qué? ¡Puedo ser muy buen cupido si me lo propongo! ¿Por qué no podría ayudarte? Dime quien es."

Negó con la cabeza y comenzó a alejarse.

"No, no quieres saber."

Eso me hizo dudar y la miré, comenzando a enfurecerme.

"¿Qué? ¿Acaso es Finn?"

La vi frustrarse y enojarse. ¡Genial! ¿Acaso no podemos estar sin pelear un maldito segundo?

"¡No! ¡No es Finn por dios! ¡Tú no lo entiendes!"

Ya me había cansado, realmente necesitaba confiar en mí. Y presionarla fue la única opción que se me ocurrió por la cabeza. El timbre del colegio sonó, lo que significaba que las clases seguían, por lo cual no seríamos interrumpidas por largo rato. Era mi oportunidad para sacarle quien es ese chico. El profesor Shue sabrá perdonarme cuando le invente que Quinn se sentía mal. ¡Oh, por dios! ¿Le voy a mentir a un profesor?

"Quinn… ¿quién es esa persona? ¡Dime quien es!"

Le grité y en ese momento, pareció no soportarlo. Se acercó a mí y me gritó.

"¡Eres tú!"

Y se lanzó sobre mí, agarró mi rostro y me besó, fue un beso rápido. Para luego alejarse y mirarme asustada. Yo quedé helada donde estaba. ¡Que rayos! ¿Me acaba de besar?

Y lo peor de todo esto… que el beso… ¿me gustó? ¡¿Qué diablos pasa aquí?