Titulo: Atsui Chokoreeto

Autor: Katsuyoshi

Disclaimer: Los personajes,por suerte o por desgracia,no me pertenecen.Todo los derechos están reservados a Rowling y al resto de sociedades unidas a ella.Esto lo hago sin animo alguno de lucro.

Notas: La historia contiene shonen-ai ( no creo que llegue a tener relaciones explicitas) es decir,amor entre chicos.Si el género no es de tu agrado,no te molestes en seguir leyendo.No aceptare después insultos y demases.Cualquier crítica constructiva será bienvenida.

.-.Capítulo uno.-.

Aguamiel

La tenue luz de la tarde se reflejaba contra el lago,ahora helado,haciendo que destellos dorados adornaran la superficie.Esto,junto a la nieve típica de la época,le daban al paisaje un aspecto romántico que pocas veces podía disfrutarse.El ambiente estaba calmado y solo el lamento del viento al pasar entre las desnudas ramas de los arboles,hace meses engaladornados con un denso follaje verdoso,rompía el silencio que reinaba en Hogwarts.

Era el último día del año y el castillo disfrutaba del silencio pocas veces encontrado en época de estudios.Apenas diez o veinte personas habían decidido no pasar las vacaciones de Navidad con sus familias.Entre ellos,se encontraban Sirius,Remus y James.

Este último había decidido marcharse a Hogsmeade para apropiarse de varias botellas de Aguamiel y había intentado,junto con Remus y sin resultado alguno,que Sirius le acompañara.

- 'Me entretuve'- fué lo único que argumentó Sirius cuando volvió una hora después al cuarto con fingida cara de molestia,que poco le duró,ya que no pudo evitar estallar en carcajadas ante la cara de Remus,quién no creía que todos sus esfuerzos por tener unas horas de tranquilidad se hubieran ido al garete.

Ahora Sirius se encontraba sentado en el alfeizar de la ventana,observando el paisaje y lanzando de vez en cuando miradas furtivas a Remus,quién se encontraba a sus pies,dormido y con un grueso libro en el regazo.Desde su posición Sirius podía disfrutar del perfil del joven licantropo.Sonrió.Adoraba la calma de Remus,igual que su silencio,la sonrisa amable que adornaba su rostro durante todo el día,su tono dulce que solo a veces se veía invadido de dolor,el brillo que desprendían sus ojos cuando reía y su aroma a chocolate,canela y café.No estaba enamorado de él,o al menos eso pensaba,pero su aparente fragilidad y su carácter calmado hacía que Sirius sintiera la necesidad de abrazarle y no soltarle nunca.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando oyó gritos en la sala común.Bajó hasta la sala,con cuidado de no despertar al castaño al salir de la habitación y se encontró con la escena que ya se esperaba.Lily Evans mantenía alzada una botella de Aguamiel y reprendía a James,el cuál abrazaba tres o cuatro botellas más para evitar que Lily también se las quitara.

-'¿Ni en fín de año vas a dejarnos disfrutar,Evans?-Sirius se apoyó en la baranda de la escalera y cruzó los brazos.

-'¿Y tener que soportar después a una panda de borrachos?No,gracias'

-'Sabes que somos responsables'

-Si,claro...y mi novio es James,¿no lo ves?

James y Sirius se miraron con la ceja alzada,dirigiendo de nuevo segundos después,la vista hacia Lily.Los dos adornaban sus rostros con una sonrisa de medio lado.

- 'No he dicho nada...'

-'Aquí,la única que tiene que apartarse de las botellas'-Sirius se acercó hasta la pelirroja y le arrebató el Aguamiel- 'Eres tú'

-'Sirius,no intentes ligarte a mi novia'

-'¿Quereis dejar a Lily en paz? El único que tiene derecho a disfrutar de ella,soy yo'

Sirius,James y Lily se giraron hacia la escalera.Remus estaba a la mitad de ellas,con una notable cara de cansancio y en su mano izquierda ondeaba la capa de invisibilidad de James.

-'Venga,¿vamos a por comida?'

Los tonos caramelo que habían adornado el cielo durante la tarde,se habían fundido hacía horas con la negrura de la noche y pequeñas agrupaciones de astros iluminaban el castillo.Sirius y Remus se encontraban solos en la sala común,ocupando el sofá grande,frente a la chimenea.James y Lily habían desaparecido hacía rato,cargados de Aguamiel,chocolate y fresas.

Ambos se encontraban sentados de la misma manera.Recostados en el sofá,con las piernas encima de este,flexionadas,de manera que chocaban entre ellas.Frente a ellos y en el suelo,habían dos botellas de Aguamiel vacías,la tercera descansaba en los brazos de Remus,que cada cierto tiempo le daba pequeños sorbos o la extendía hacia Sirius.

El moreno tenía la mirada fija en el fuego,donde las llamas bailaban sin música.En cambio,Remus tenía la mirada fija en el licantropo,aunque de forma bastante disimulada.Observaba ante todo los labios carnosos y enrojecidos -debido a pequeñas heridas que él mismo se había producido cuando estaba nervioso- de su amigo.No sabía si era efecto del alcohol,aunque poco le importaba descubrirlo en ese momento,pero tenia la imperiosa necesidad de yacer con Siriusy sentir el calor de su cuerpo desnudo.Dejó de mirar a Sirius y dirigió tambien su mirada hacia el fuego.

- 'Necesito una novia'-pensó.

Hacía ya tiempo -dos años- que Remus había empezado a sentirse atraido por su mejor amigo,pero siempre de manera emocional.En contadas ocasiones le había asaltado la idea de disfrutar de su cuerpo,aunque en esas ocasiones,había tenido que darse una larga ducha fría para calmarse.

Y a pesar de los noviazgos semanales de Sirius,lo llevaba bastante bien.Por que pensaba que Sirius nunca se comprometería con nadie,muchísimo menos con él,pero la sola idea de que ninguna mujer pudiera alojarse lo suficiente en su corazón como para arrebatarselo,le hacía llevar los celos y las angustias sin demasiados problemas.Le asaltó la duda.

-'Sirius'

-'¿Ajá?'- El moreno dejó de mirar el fuego para fijar la vista en Remus.

-'¿Te gusta alguien?'

Parecía que Sirius meditara su respuesta.

-'La verdad es que no ¿Y a tí?'

-'Si...'

- '¡¿De verdad?! ¿Quien?'

La respuesta le llegó a Sirius en cuestión de segundos.Remus había cambiado la posición mientras Sirius respondía y en el último momento,vencido por un impulso,se había dejado caer sobre las piernas de este,de tal manera que consiguió llegar hasta sus labios,dandole un profundo beso.