Capitulo I
¡Madures insatisfecha!
El sol desciende lentamente sobre las colinas, quizás temeroso de presenciar lo que en esta pequeña villa ocurre a diario. No, solo es un pensamiento estupido y mundano que no tiene nada real en el.
Prefiero que se oculte, mi reino es mas eficiente en la oscuridad, disfruto del negro de la noche, solo en el puedo soltar una miserable lagrima que insiste persistente en salir de mis ojos.
Una solitaria lagrima, nada mas, mi rostro sigue tan frió e inmutable como siempre, mirando fijo el como trabajan mis vasallos a mis pies, el como en todos los mundos tiemblan ante mi presencia. Al menos aquellos en los que existía oscuridad.
Los paraísos o sitios de Idílico reposo, me alejaban por su fuerte presencia benéfica, me asqueaban profundamente.
Malditos, poseían lo único que fue importante para mi en vida, algo que simplemente jamás valore hasta que yo misma lo deseche como si fuese basura. Billy, ese idiota transitaba de paraíso en paraíso, siendo retenido en éxtasis por múltiples divinidades, su alma poseía maldad que yo misma le había inculcado con el pasar de los años.
Debía admitirlo, a medida que pasaba el tiempo, su estupidez no disminuía, pero si aumentaba su malicia, inclusive llegue a observarlo disfrutar el humillar a los vecinos, sus comentarios se volvían sarcásticos e hirientes, claro, disfrazados bajo un tono de inocencia y estupidez.
Aun recuerdo como al cumplir nuestros 15 años la adolescencia llego a golpearnos de manera extraña, mi cuerpo se desarrollo de formas que harían de Eris, un montículo de fresca mucosidad.
Tú por tu parte, seguías idéntico, salvo que por alguna razón no eras una bola de grasa como tu padre, Eras delgado.
Realmente mi meta al cumplir tal edad, no era atraer chicos, sino colocar a todos bajo mi poder, trayendo caos y destrucción a cada rincón de este inmundo planeta. Tú en cambio te dedicaste a ser un chico, corriendo tras cualquier trasero bonito, claro fracasabas en cada uno de tus intentos, simplemente eres demasiado estupido e inocente como para saber manipular a una chica para que cállese a tus pies.
Sin darme cuenta, te alejabas de mí con el pasar de los días, yo estaba muy distraída con Grim como para comprender que tu atención le pertenecía a alguien más. Para cuando lo descubrí, simplemente no podía aceptarlo, de todas las mujeres de este mundo, de todos los seres vivos que existen, tenia que ser ella.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Al principio no lo tome muy en serio, tu ausencia era muy bien suplida por el esquelético, pero realmente, algo me faltaba, Huesos solo era mi lambiscón, mi prisionero, simplemente estaba a mi lado por la promesa que le obligaba a permanecer junto a mi, no deseaba estar conmigo, aun cuando sabia que mi dominio sobre su mundo había comenzado con grandes avances.
Mi tiempo libre, lo había dedicado justo al hecho de que sin Billy para arruinarlo, mi ataque fue directo, fuerte e indetenible, en una miserable semana conquiste todo aquello que era conocido como inframundo, ya dominado este, el mundo humano caería por si solo bajo mi poder.
Cada nación, más corrupta que la anterior, cedía ante mi persuasiva forma de pedirles rendirse o morir, muchos escogieron la vía fácil, una muerte dolorosa y agonizante, logrando así amedrentar a las demás naciones de tan siquiera pensar la estupida idea de oponerse a mi mandato, Me encontraba en lo que yo creía era mi cenit, la cúspide de mis logros, a los 15 años había dominado en cuestión de semanas todo lo que me propuse.
Grim paso a ser mi "consejero" ante la mirada atenta de mis sirvientes, incluso se rumoraba que era mi amante, pero mas equivocados no podían estar, yo aun era un ser humano, a pesar de mi alma corrupta y podrida, era un miserable ser humano, al menos por ahora; mi cuerpo necesitaba del dulce placer de la carne, y para cumplir el requisito de amante, al menos debes tener órganos con los cuales puedas tan siquiera intentarlo.
No, aun cuando el rumor se expandía rápidamente, Para mi Huesos no era más que el cobarde sirviente, pusilánime y traicionero que siempre fue, no, extrañamente ese vació no tenia necesidad de rellenarse. Me bastaba el placer de gobernarlos a todos… a todos a excepción de Billy, ese mal nacido, donde demonios se encontraba justo ahora que había alcanzado mis sueños.
Deje mi trono sabiendo que nadie tenia el coraje de atacarme ahora que era su gobernante, mis largas torturas publicas para con los aguerridos que me desafiasen, fueron un buen escarmiento para aquellos que tan siquiera pensaran el atacarme.
Llegue a mi casa, como siempre mis padres y el vecindario no tenían idea alguna de lo que transcurría alrededor del mundo, simplemente vivían sus patéticas vidas como siempre lo han hecho, salte la barda que dividía mi casa de la de mi tonto vecino, entre como si nada, sorprendiendo a sus padres, que mostraban un obvio nerviosismo con mi entrada, algo ocultaban.
-. Hola Mandy, que sorpresa encontrarte aquí… en este… momento. .- Tartamudeo la madre de Billy mientras yo me acercaba a las escaleras de la casa.
Subí sin escucharles, pero la nerviosa madre insistía en que no era el momento mas apropiado para visitar el cuarto de su hijo, aparentemente me ocultaban algo, debía verificarlo con rapidez.
Abrí la puerta, esperando quizás encontrarme a Billy en el mismo acto de siempre, una posible estupidez, pero no había nadie en el, de hecho, la habitación era mas amplia, la cama era incluso el doble de ancho, aun cuando poseía este estupido espaldar en forma de perro.
Justo en medio de la cama las sabanas se mostraban tiradas al azar, pero con una extraña mancha de oscuro color que no pude distinguir bien en la lejanía, intente acercarme, pero la madre de Billy entro corriendo a la habitación como alma que llevase el diablo, derramando sobre la mancha una buena porción de tinta.
Deliberadamente había eliminado algo… pero que, no dije nada y me fui de la casa, no había rastro alguno de Billy, fui al parque para ver si lo encontraba, y en el camino pensaba el porque necesitaba la presencia de alguien que detesto tanto, quizás en el fondo me agradaba mucho Billy. Es mi único amigo, el único que a pesar de mis abusos, maltratos, insultos, y demás, seguía estando a mi lado pasare lo que pasare.
Al menos eso pensé hasta que lo vi en el parque, hablando con quien menos me esperaba, alguien que por nada del mundo, se creería mostraría un obvio interés en el. Apreté mis puños enojada, me acerque a ellos sigilosamente, esperando al menos que fuese una mala broma, no me importaba con quien estuviese Billy, era su problema, pero, de todas las chicas en el Instituto e inframundo, tenia que escoger a Mindy.
La chica que representa todo lo diametralmente opuesto a mi persona, como demonios podía dejar de visitarme y buscarme, por estar con ella, no podía aceptarlo, Jamás dejaría a Billy en sus manos.
Los espiaba tras los arbustos, mientras Mindy parecía quejarse continuamente de algo, Billy solo escuchaba sonrojado toda la discusión, algo había sucedido, y yo tenia que averiguarlo, Salí de mi escondite y mi dirigí hacia ellos, quizás podría arruinarle la relación al idiota, Mindy estaba destinada a sufrir a mi mando… Le haría pagar cada insulto y prepotencia que me entrego de niña, muchas veces le soporte por el hecho de que tarde o temprano le haría pagar con creces.
Y fue allí cuando todos mis planes se vinieron abajo con la plática que escuche…
-. Eres un idiota, no sabes cuanto me duele, no pudiste haber sido más amable conmigo, te dije que era mi primera vez imbecil. .- argumento Mindy mientras cerraba las piernas con delicadeza, esas palabras sumadas a sus movimientos, me dieron a entender que demonios era la mancha en la cama de Billy.
No supe porque, pero mi corazón se detuvo en seco, me acerque a ellos imprudentemente, sorprendiéndoles de golpe. Tú me miraste apenado, al parecer sabias que no me agradaría con quien estabas.
-. Mandy, que… sorpresa no esperaba verte ahora. .- Miro tu rostro sorprendida, algo andaba mal, tus reacciones eran adversas a mi cercanía, no deseabas que me acercara a ti.
-. Que ocurre aquí Billy, que haces con ella. .- Te observe inquisidoramente, sabia que habías hecho, lo presumí de inmediato, estuve a punto de marcharme para cuando ella salto de su asiento. Aparentemente había olvidado su "dolor".
-. Sorprendida perdedora, veo que no pudiste conservar ni a tu "mejor amigo" a tu lado, pero como querría quedarse a tu lado cuando podría estar junto a mi. .- Me estaba retando, y como nueva dirigente de este planeta no podía soportar algo así, me di la vuelta mirándola fijamente.
Tu estabas tranquilo, algo en ti había cambiado, ¿realmente habías perdido tu virginidad ante ella?, quizás adquiriste madures con el acto, te aborrezco, te odio mas que nunca, en mi mente solo puedo torturarte una y otra vez de mil y una formas. Traicionaste mi amistad por el vulgar cuerpo de Mindy.
-. Que sucede fracasada, te duele que te halla robado a tu… .- No deje que terminase su frase, con un rápido movimiento de mi mano había callado toda oración en ella, en realidad cuando detuve el movimiento de mis extremidades, la Oz de Grim salio a relucir, hacia poco que había clonado una más poderosa completamente fiel a mi servicio. Había aprendido de Huesos como invocarla cuando la necesitase, y ahora la había necesitado para cortarle la cabeza a esta chica.
Lentamente se separo de su cuerpo, impactando contra el suelo un poco antes que el resto de su anatomía, saltaste aterrorizado, aun eras un cobarde cuando veías este tipo de situación, desaparecí la Oz mientras me alejaba del lugar, gritaste mi nombre mientras me perseguías, no lo soporte, la ira se apodero de mi.
Lo único que recuerdo con claridad eran tus gritos, si, tus gritos de dolor, mientras la Oz golpeaba ferozmente tu pecho, al parecer estaba tan enojada contigo, que quise matarte, y la Oz lo interpreto de inmediato como una orden, logrando atravesarte por completo mientras mirabas asombrado lo que hice.
Mire tranquila como sonreías, eres estupido hasta el final, te estaba arrebatando la vida y lo único que se te ocurre es sonreír, Saco de tu pecho la filosa Oz, de alguna manera aun continuabas con vida.
Quizás no era tu momento, llame a Huesos, que obedeció rápidamente mis ordenes, me sorprendió verlo vestido de albañil.
-. Que demonios haces vestido así. .- agregue mientras me acercaba a el, intentando descifrar que intentaba mi idiota sirviente.
-. Que crees que estoy haciendo, Las labores de Billy, el tarado se cree carpintero, ayer cumpliendo una labor del instituto, el inútil lastimo a su compañera de clase con el martillo. .- El guardo silencio cuando observo mi rostro aterrorizado por lo que acababa de escuchar, justo ahora se había dado cuenta de que prácticamente mis manos estaban cubiertas por salpicaduras de sangre.
-. Billy… .- retrocedí rápidamente, viendo que estabas muriendo, apenas me escuchaste sonreíste, me arrodille para ayudarte, mientras Huesos gritaba asustado por lo que había hecho, en el fondo sabia que te apreciaba tanto como tu a el.
-. DEMONIOS MANDY QUE HICISTE. .- grito anonadado al ver a su supuesto amo, morir lentamente ante sus ojos, cuando supuestamente era su labor decidir si vive o muere una persona.
-. Pensé que la mancha de Sangre en la cama, Pensé que Billy y Mindy habían dormido juntos. .- mire a Billy al rostro mientras convulsionaba, no podía hacer nada por el, todo objeto cortado por esa arma, estaba destinado a morir.
-. Como se te ocurrió semejante estupidez, Mindy apenas lo soporta, Billy le hirió la pierna ayer en un intento de terminar el proyecto, la mocosa sangro hasta por los poros por culpa del golpe. .- Grim guardo silencio cuando Billy intento hablar ante nosotros…
Mire atenta su rostro, por alguna razón había recordado la vez en que me beso, simule repulsión, pero extrañamente no tome venganza por ello, solo lo ignore. Eres el único ser vivo que me ha besado. Los otros solo lo han intentado y han tenido que vivir atados a una maquina.
-. Fue… divertido no lo crees… Mandy. .- No sabia a que te referías, como puede ser divertido que te lastimara de tal manera, acaso disfrutabas mi maltrato.
-. Fue… Divertido todo lo que vivimos juntos, Huesos, Mandy, eres mi mejor amiga, no puedo enojarme contigo. .- Eres un idiota, pareciera que siempre olvidas a propósito lo que te hago, intente hablarte pero tu cuerpo convulsiono grotescamente.
Di un respingo cuando tus ojos se clavaron en los míos, me miraste fijamente, hasta el punto en que pude ver como se fue la vida en tus iridiscencias. No derrame una sola lágrima por tu partida, lo admito, de hecho Grim lloraba con fuerza mientras yo acaricie tu pecho, mire fijamente la herida, arroje tu cuerpo al suelo mientras me levantaba lentamente.
Mire mis manos repletas de sangre, de hecho lamí todo rastro de tu sangre limpiándome ante un sorprendido Grim, parecía mirarme aterrado por mi forma de ser, camine hacia el interrogándole seria.
-. Vamos a por su alma, Billy me pertenece… a nadie mas, ¡quiero Su alma Grim! .- Huesos dio un respingo ante lo que acababa de escuchar, sabia que la pagaría muy caro si tardaba un segundo en abrir el portal, nos adentramos hacia el inframundo con tal de buscar el alma inmortal de mi posesión.
Pero aparentemente, ya alguien tenia sus ojos puestos en el, las deidades mostraron un obvio interés en poseer la única cosa que valoraba tanto como para siquiera lastimarme un poco.
Su alma había sido ya encerrada y trasladada hacia donde mi oscuro ser jamás podría entrar a buscarle. Maldije al mundo Celestial, sabiendo que era un castigo por todo lo que había hecho, tanto al inframundo como al mundo Humano, Grim retrocedió unos pasos para cuando me dirigí hacia el, tome su rostro con frialdad, mientras lo miraba fijo sin titubear, me acerque a el besando su osamenta, intentando en vano demostrarles a esos malditos que el perder a Billy para siempre no me lastimaría en absoluto.
Desde ese día se esparce el rumor de que Grim es mi amante, desde ese día soy la fría mujer que soy ahora, desde ese día una triste lágrima emerge de mi alma cuando estoy en la oscuridad.
Estaba decidido, Llame a Huesos, que de inmediato aparecía ante mi, estaba dispuesta a recuperarlo todo, quizás a comenzar de nuevo.
-. Huesos, prepárate, regresaremos… Quiero lo que me pertenece por derecho, Quiero a Billy de vuelta, aun si tengo que renunciar temporalmente a todo esto, regresemos una semana antes de que asesine a Billy, cuando su alma, cuerpo y voluntad me pertenezcan, Dominaremos todo el Inframundo nuevamente. .-
Huesos dio un salto, realmente extrañaba al mocoso, yo mire complacida como mi sirviente me llevaba a una habitación que probablemente, tenia preparada desde hacia años, quizás solo esperaba mi decisión. .- Sonreí con malicia, realmente no puedo creer que abandonare mi reino. Mi poder, mi posición, solo porque al final descubrí cuanto me gusta estar con Billy.
Se que aun cuando mis sentimientos no están muy claros, estoy conciente de una cosa, se convierta en mi amante o no, Billy me pertenece.
El portal nos envolvió con rapidez… regresándome mi juventud, regresándome a un pasado perdido y que creía olvidado, regresándome justo a mi casa hacia tantos años atrás, miro a huesos de reojo esperando que no nos hayamos equivocado.
Es allí cuando la puerta se abre de golpe, los dos miramos con ansiedad, sabemos quien es el que abre con brusquedad, no muestro un gramo de felicidad en mi rostro, aun cuando te miro fijamente, tal vez creo que eres una mentira, pero tu escandalosa voz me dice cuan real eres.
-. HOLA MANDY, HOLA HUESOS .-
