"Tenma y Kurama discuten sobre quien estuvo con Minamisawa la tarde del sábado sin saber que extraños sucesos ocurrirán en Raimon ¿y si ambos tienen razón?. YAOI multipairing."

Con este capítulo comienza mi nueva historia, dando inicio a mi publicación de fics de Inazuma Eleven. Este fanfic no será muy largo, pero me servirá para ver si vale la pena publicar las otras historias que tengo (?).

Advertencias y notas varias: Yaoi/shonen ai (chicoxchico), sucesos paranormales, una pareja hétero (¿?), algo de violencia, Minamisawa es de Gassan Kunimitsu y Kurama salvaje anda suelto (¿Qué? ¿No se han dado cuenta de lo peligroso que es Norihito cuando se enoja? Tal vez su técnica sea awesome pero no sirve mucho, aun así lo amo-odio con todo mi corazón). La pronunciación aproximada del nombre del fic sería "Dubelgóngare".

Disclaimer: Inazuma Eleven no me pertenece y este fanfic es sólo por diversión.


Dubbelgångare

Capítulo 1: Sábado por la tarde

—¡Idiota! ¡Eso es imposible!— Kurama se notaba claramente molesto, tenía el ceño fruncido y los puños apretados manteniendo firmeza y tensión en su postura.

—Ku-kurama-kun…— Hayami intentaba calmar al peliceleste pero no tenía el valor suficiente como para detenerlo. Sabía que cuando su compañero de clase estaba nublado por la ira sus reacciones eran excesivamente violentas y más cuando de por medio estaba involucrado el ex delantero de Raimon.

—Pero… Kurama-sempai, no estoy mintiendo— el ser nuevamente recriminado por parte del mayor le causaba nerviosismo a Tenma. Habia costado demasiado ganarse un poco de la confianza del moreno quien fue el último en unirse a la revolución contra el Fifth Sector y aun así no podía ganarse todo su apoyo o un poco de consideración, bastaba recordar lo ocurrido con la técnica "Doble Wing" donde el delantero se ofreció como carnada por el bien del equipo, no porque confiara en él.

—¡No vengas a engañarnos!— gritaba completamente histérico con claras intenciones de abalanzarse contra el castaño pero fue detenido por Hamano y Amagi.

—Eh… Kurama-sempai— Kageyama tomó la palabra y todos le prestaron atención. —¿Por qué no cuentan cada uno su versión de lo que pasó?— Todos los presentes dentro del camarín asintieron, como el capitán no estaba en ese momento aceptaron la propuesta ya que no querían armar escándalo dentro del recinto.

—Entonces les explicaré lo que pasó ese día…—

Atardecía en las calles de ciudad Inazuma por las mismas donde Matsukaze corría junto a Sasuke manteniendo un ritmo constante. El cielo poco a poco se tornaba anaranjado a medida que se acercaba a la cancha ubicada al lado del río. Hoy había acordado reunirse en ese lugar con Nishizono para practicar sus pases nuevamente. Apenas alcanzó a cruzar divisar el puente cuando el sonido de su celular lo hizo detenerse, como era su amigo quien le llamaba contestó apresurado dejando que su mascota recuperara el aliento.

¿Shinsuke?—

Tenma, lo siento. Llegaré tarde porque hubo un accidente en el camino...—

¿Estás bien?— interrumpió el castaño bastante preocupado.

Sí, no te preocupes. Desde un edificio en construcción cayeron unos fierros y la policía interroga a los testigos y tendré que declarar—

¿En serio?—

Sí, algunos dicen haber visto a un chico entrar a la construcción, pero no pude verlo... oh, debo hablar con la policía ahora, apenas termine iré a la cancha—

Tranquilo, te estaré esperando ¡Nos vemos!—

Bye!— finalizó la llamada y suspiró decepcionado pero cambió radicalmente su actitud al notar que su perro ya estaba bastante cansado.

Sasuke, descansemos un poco en la cancha ¿si?— el animal bostezó atolondradamente y siguió a su dueño hasta el campo, que para su sorpresa ya estaba ocupado por un joven de cabello violeta. Se acercó manteniendo la velocidad y cuando ya estaba lo suficientemente cerca de él pudo reconocer al chico.

¡Minamisawa-sempai!— corrió hacia el aludido quien le saludó con su clásico movimiento de cabello, dejando que su flequillo se acomodara.

Hola, hace bastante tiempo que no venía a este lugar— el ex alumno de Raimon vestía ropa casual y caminaba por el césped de la cancha de fútbol mirando a sus alrededores, en ese lugar el entrenador Endou los había llamado para un "entrenamiento especial" y por lo que supo después él fue el único en no asistir. Luego de dejar a Sasuke descansando junto a la banca el mediocampista tomó su balón y le propuso jugar unos minutos hasta que llegara su compañero de clases.

Minamisawa le había comentado que debía visitar a alguien en especial y que aprovechando el tiempo disponible decidió recorrer el campo de juego y reflexionar un poco. Tenma no sabía decir con precisión cuántos minutos estuvieron jugando en ese lugar, pero cuando el mayor ya se retiraba por el extremo opuesto de la calle reconoció a su amigo.

¡Tenma!— Shinsuke corriendo acelerado se acercó al pelicastaño, cuando ya la silueta de Atsushi se hacía apenas reconocible a contraluz. Eran alrededor de las seis de la tarde.

—¡Mentiroso!– el peliceleste aprovechó el descuido de Hamano para intentar taclear a quien hablaba hasta que los fuertes brazos de Kurumada lo detuvieron.

—¡Detente, Kurama!—

—¡Suéltame! ¡Lo que dijo él es mentira!— gritaba furioso sin importarle que Amagi lo levantara del suelo alejándolo de los demás jugadores, en especial de Hayami que se notaba demasiado preocupado.

Aún con el uniforme a medio desabrochar el único pelirrosa del equipo se acercó al dueño de la camiseta número once con serenidad—Será mejor que comiences a contar qué ocurrió ese fin de semana para que dejemos todo aclarado— Norihito bufó molesto pero una vez más tranquilo Amagi lo soltó y procedió a narrar su versión de los hechos dudando un poco.

¿Debía contar todo lo ocurrido esa tarde o sólo lo más importante?...

Minamisawa-san ¿cuánto más piensas comprar?— el moreno caminaba junto a Atsushi cargando diversas bolsas de varias tiendas. Hace unas horas se había juntado con su sempai en la estación de trenes y desde entonces lo había acompañado a todas las tiendas mientras el de cabellos violáceos renovaba su ropa y compraba algunos libros.

Esta es la última tienda y luego vamos a comer algo— entraron al local y luego de algunos eternos minutos Kurama suspiró aliviado al ver cómo el otro tomaba unas bolsas más para ayudarlo con la carga. La tortura había terminado.

¿Y ahora a dónde iremos?— preguntó el más bajo mientras hacía malabares para cargar los paquetes.

Vamos a la cafetería que está dos cuadras más allá, quiero comer algo dulce— sonrió a modo de respuesta y juntos caminaron tranquilos por las calles entre la multitud. Desde que Atsushi se cambió de escuela pocas veces podía reunirse, y luego del partido contra Gassan Kunimitsu el delantero de ese equipo le prometió al menor reunirse un sábado por la tarde para divertirse y hacer otras cosas, Kurama esperaba algo no tan agotador como acompañarlo a realizar compras.

—Sempai… no puedes negarlo: él te usó como burro de carga— dijo en tono de broma Kariya causando las risas de parte del equipo las que se silenciaron con la mirada asesina de Norihito.

—Bien, como les decía…—

¿Esos eran los lentes de los que me hablabas?— probó la última fresa de su pastel sin quitar su atención de las acciones de Minamisawa, quien sacaba de un estuche burdeo unos lentes de marco negro finos, elegantes y a la moda. Algo "muy Minamisawa".

Sí, son para lectura— dejando la cajita a un lado se acomodó las gafas y miró fijamente a Kurama, quien apartó la vista luego de cinco segundos. —Al parecer sí te gustaron— tomó el último sorbo de su frapuccino y se quitó los lentes, observándolos con mayor detalle —Después ¿vamos al parque? Al de siempre, Kurama-kun…—

Al oír esto el peliceleste se sonrojó en cosa de segundos, accediendo a la petición del otro. Minutos más tarde ambos estaban sentados en una banca semi oculta del parque donde siempre se reunían, en el mismo lugar en el que cada vez que se sentaban encontraban un gato negro que se recostaba en el regazo de Atsushi a quien llamaban con cariño Choco.

Kurama-kun, hace tiempo quería decirte algo…— el sonido de la cámara del celular del peliceleste lo sacó de sus pensamientos, le había tomado una foto mientras acariciaba al felino.

Ah, claro… ¿qué era?— guardó su móvil en el bolsillo no sin antes revisarlas fotos que le había tomado durante el día.

No alcancé a decírtelo antes de dejar Raimon, pero lo estuve pensando y…—

¿Y…?—

La verdad es que…—

¿Qué?— el moreno no se percató de que Atsushi hacía esto a propósito—

—…—

¡Dime de una maldita vez!— la paciencia se le había agotado luego de todas las vueltas que hicieron por la ciudad, y justo ahora su sempai buscaba molestarlo. Todo eso pasó al olvido en el momento en que su cuerpo fue rodeado por los brazos del mayor, obligándolo a acercarse al otro y percibir el cálido roce de los labios de él en los suyos.

—¿Recuerdas a qué hora pasaron por el parque?— preguntó Ranmaru mientras terminaba de quitarse el uniforme.

–Eh… no lo recuerdo, pero tengo las fotos— corrió hacia su casillero y entre sus ropas buscó su celular aprovechando de ocultar el sonrojo de sus mejillas que había aflorado al recordar esa tarde, obviamente no relató todos los detalles pero tenía evidencia de él era quien había estado con Minamisawa el sábado. Una vez hallado su celular se acercó a Kirino y le mostró la fotografía en la que salía Atsushi junto a Choco.

—Seis de la tarde con catorce minutos…— Un grito de asombro resonó dentro de los camarines, todos estaban confundidos en especial Tenma quien quedaría por mentiroso.

—¡Es imposible! Yo vi a Minamisawa-sempai a esa hora en la cancha a la orilla del río…— buscaba la manera de recuperar la credibilidad pero la prueba presentada por Norihito era demasiado contundente.

—¡No sigas mintiendo! a esa hora estaba conmigo en el centro de la ciudad— Kurama nuevamente era invadido por la ira obligando a que Amagi lo detuviera, pero Shinsuke salió a la defensa del mediocampista.

—Kurama-sempai, yo también vi a Minamisawa-sempai en la cancha justo cuando iba llegando—

En medio de la discusión Hamano se percató del ligero temblor en el cuerpo de Hayami, quien se abrazaba a sí mismo buscando calmarse. Conocía muy bien al de lentes y esto no era una buena señal.

—Tengo miedo… siento como si algo horrible fuera a pasar…— unas suaves palmadas por parte de su compañero buscaban relajarlo.

—Tranquilo, esto debe ser una confusión, nada más— Cuando la discusión estaba a punto de salirse de control Sangoku llamó a la calma a todos los que estaban ahí justo a tiempo para la llegada de Shindou, quien venía a buscar a los demás jugadores que se tardaban demasiado en ir a entrenar. Dejando de lado la pelea todos regresaron a sus respectivos casilleros para terminar de guardar sus cosas, y Ranmaru al ser el único que llevaba puesto su uniforme escolar captó la mirada del capitán.

—Kirino… ¿ocurre algo?— Takuto se acercó hacia el defensa bastante intrigado.

—Nada, sólo una pequeña conversación, eso fue todo. Más tarde te explico— el pelirrosa se mostraba levemente confundido, traspasándole esta incertidumbre al músico, pero ahora debía preocuparse de la práctica y más tarde sabría lo que ocurrió entre los jugadores. Sólo había que esperar.


Es corto, pero recién comienza la historia, al momento de publicar esto ya estoy avanzando con el capítulo 2 y 3... ¿tienen alguna idea de las parejas que aparecerán?.

Comenten, aleguen, manden saludos o sólo lean, pero cada review... bleh~ Sakka yarou ze a todos.