Bueno, al fin el tan esperado fanfic de Ao no Exorcist que había prometido ewe. Uf! Me tardé xD pero es que hubo partes en las que debía de ajustar detalles… y además estoy trabajando en otros 3 fanfics más,
Bueno, aún así, siendo que me tarde corrigiendo… creo que hubo partes que suenan medio fuera de lugar… es que lo fui armando conforme me venían las ideas xDU.
Al parecer este fic si será algo largo… pero créanme que valdrá la pena, a mi me encanta esta historia, y eso es raro que me agrade tanto, pero la verdad creo que no está tan pa'l catre xDD
Sin más preámbulo entonces, comenzamos:
AO NO EXORCIST NO ME PERTENECE… y eso es una desgracia… solamente hago uso de las circunstancias para crear una historia ficticia e3e
PD: UNA COSA MÁS ANTES DE COMENZAR… el título pues… no se me ocurrió otra cosa que poner, supongo que por este momento es el que más se acerca a la temática…
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
PAINFULL WIRED LIFE
"Perdóname por ser tu hermano"
Habían sido unas semanas un tanto difíciles después de que el vaticano accediera a dejar a Rin con vida a pesar de ser el hijo de Satán. Las condiciones que se le habían impuesto no eran tan difíciles, al menos eso le parecía a Yukio, pero para su hermano parecía que inclusive sin mencionárselas le eran imposibles de desempeñar. Ahora más que nunca tenía que seguirle, vigilarle y cuidarle a cada momento, haciéndola más bien de niñera. Aquellas lamas azules parecían ser un reflejo natural de Rin que no podía controlar aún…
Le absorbía bastante de su tiempo. No podía dejarlo solo. Pero siendo su "tutor" y profesor también tenía que hacerse responsable, lo había prometido.
Pero cierto día llego una misión directa del vaticano que demandaba su asistencia y la de otros exorcistas. El asunto en mención trataba acerca de un espíritu del bosque, un demonio poderoso que había habitado por mucho tiempo ese lugar, pero que ahora que había despertado estaba causando bastantes estragos. Era necesaria la presencia de los rangos más altos de meister y siendo Yukio doctor y dragoon, era un personaje bastante útil. Por recomendación de Mephisto era que había sido convocado, y ni siquiera tiempo había para reclamar, o preparar cosas, debía partir esa misma tarde. Shura había vuelto al vaticano para arreglar ciertos asuntos y por lo tanto no estaría en la academia y Yukio tampoco… ¿Quién se encargaría de Rin entonces?
Era obvio que aquel no era su mejor día.
Aquella tarde había terminado de dar clase al grupo de Bon, Shiemi y los otros mientras Rin entrenaba solo en otra habitación, debido a l ausencia de Shura, que había tenido que asistir a una junta en lugar de Mephisto ("Yo no puedo dejar desprotegida la escuela" puso el demonio de excusa). Era obvio que sabía que ni Okumura ni Kirigakure estarían en el colegio.
Una lejana chicharra fue la que interrumpió e indicó el final de la clase. Un leve suspiro se escapó de la boca del profesor y cerró el libro del que hacía unos momentos estaba leyendo.
-Bien chicos, es todo por hoy. De tarea por favor lean el capítulo 8 de su libro de texto. Que tengan buenas tardes.
Dicho esto, los alumnos comenzaron a estirarse tras una larga hora de clase y lentamente comenzaron a abandonar el aula no sin antes dedicar un ademán o frase de despedida a "Okumura-sensei" al mismo tiempo que el brindaba una serena sonrisa en forma de respuesta.
-Shiemi-san, ¿Podrías hacerme el favor de darle esto a tu madre?
-¿He?
La rubia que distraída se había rezagado de los demás miró a Yukio que le tendía una hoja de papel pequeña en la mano que le tendía desde el escritorio.
-Huh, sí. Claro Yuki-chan. ¿Qué es?
-Ha, es solo un pedido de materiales que necesitaremos para una próxima practica pero como no estaré presente unos días no podré ir a la tienda a hacer el encargo yo mismo.
El castaño sonrío con calma.
-¿Te irás unos días, Yuki-chan? ¿Es que acaso tienes una misión? – la chica preguntó con una energía mayor y un ligero ardor en sus mejillas se hizo presente, interesada en la posible ausencia de Yukio.
-Estás en lo correcto.-respondió inseguro- Pero es solo una misión pequeña, estaré de vuelta en unos cuantos días-mintió.
-Oh, ¿Y Rin te acompañará? – esa pregunta tomó desprevenido al lentes, sabía que lo preguntaría pero aún no sabía cómo responderle.
-Am… -vaciló un instante antes de contestar- No, no lo creo-comenzó lentamente e incomodo por la pregunta- Él tiene… clases especiales ahora mismo y no puede faltar por algo tan insignificante.
-Ya veo, -soltó ella más calmada- bueno Yuki-chan espero que tengas suerte –y le dedico una sonrisa- Y no te preocupes, yo le entregaré esto a mi madre.
-Sí, claro. Muchas Gracias Shiemi-san.
Y sin más, ella salió con sus cosas en mano y tarareando una canción moviéndose a ese ritmo.
El Okumura menor también se dedico aguardar sus cosas. Cada vez que metía una cosa en su portafolio se detenía momentáneamente, como si estuviera en cámara lenta y meditabundo se distraía divagando a partir de la pregunta de Shiemi "¿Y Rin te acompañará?". Era obvio que ella no estaba enterada de la gravedad de la situación y era normal, tan normal como la pregunta que ella había hecho. Pero para Yukio le pareció una cuestión bastante crítica. No sabía qué hacer si su hermano se enteraba de que se iría de la academia unos días "seguramente insistirá en ir". Últimamente había estado insistiendo más de lo normal en esas cosas de ser exorcista y decía que lo mejor para él era ganar conocimiento por experiencia. Pero eso era inaceptable.
Rondando superficialmente en sus pensamientos camino inconscientemente a la biblioteca a regresar un libro.
Tras terminar con ello se dirigió a su despacho de profesor a coger las cosas que le hacían falta para el viaje. Una vez allí comenzó a guardar un par de botellas con líquido y 2 cargadores. A continuación abrió 2 cajones, pero solo había algunas hojas de papel; se detuvo por un instante mientras recordaba en dónde….
"… la habitación…" recordó. Sintió un peso en su estómago, ¿Por qué precisamente ese día tenía que olvidar sus armas? Y tras pensar y estar seguro de que sus armas de repuesto y sus municiones extra las habían dejado en su habitación, salió indispuesto y se dirigió al cuarto 602, solo deseando que su hermano no se encontrara ahí.
Sabía que debía darse prisa para ganar tiempo pero no pudo evitar ir disminuyendo el paso a medida que se acercaba a su cuarto.
No tardó mucho en llegar a su habitación, se detuvo delante de la puerta y trató de pensar en cómo evadir a su hermano en caso de que estuviera adentro, en eso estaba cuando se dio cuenta que ningún ruido salía de la habitación. "Quizás no hay nadie…". Yukio tragó algo de saliva y abrió la puerta con cuidado. Escuchó chirriar las bisagras más que de costumbre y maldijo en su mente por aquel inoportuno sonido que resonaba en el inusual silencio de la habitación.
Estando dentro se sintió ajeno. La ventana estaba abierta y una brisa fresca mecía las cortinas. El dormitorio estaba vacío. El profesor sintió un peso menos en su estómago y notó que su respiración se normalizaba. "Es una suerte que no esté aquí". Se acercó a su escritorio y buscó sus repuestos con toda tranquilidad, encontró una en su cajón y otra bajo la cama de Rin, seguro que había estado jugando con ella. Las dejó sobre la mesa y se acercó a su cama para coger la mochila pero justo cuando se volvía la puerta se abrió.
-Hey, Yukio, estás aquí.
No podía creerlo, había estado tan cerca… ¿Por qué tenía que aparecerse él ahora?
-¿Qué haces aquí tan temprano? –Decía mientras caminaba a su cama y dejaba su espada sobre ella- Es raro verte por aquí tan tempra…
Al girarse Rin había visto que había algunas cosas sobre el escritorio y también que su hermano cargaba con una pequeña valija.
Por su parte, el castaño creía que Rin no había notado nada fuera de lo común, no había reaccionado inusualmente y parecía que podía evadirlo… sí, podía hacerlo, ahora solo tenía que…
-¿Vas a algún lado?
-¿Eh?
Rin se acercó un poco a él y lo miró con seriedad.
-Te pregunté que si vas a algún lado. Llevas varias cosas, ¿Acaso vas a realizar un exorcismo?
Era increíble, había estado tan cerca, no contaba con la sagacidad de su hermano. Frustrado se llevó una mano a la frente sintiendo venir los kilos de preguntas que seguramente le haría.
-¿Qué?
-No, no es nada…
-Hm, entonces ¿Qué? ¿A dónde vas?
-Nisan no creo que sea algo que…
-¿Es una misión cierto? ¿Es lejos? ¿Irán muchas personas? –El entusiasmo de Rin comenzaba a subir y Yukio ya comenzaba a sentirse agotado-… ¿Puedo ir?
Esa pregunta, esa maldita pregunta es la que estaba esperando, ¿De que se jactaba? Sabía que tarde o temprano eso saldría a discusión.
-Entonces, ¿Cuándo nos vamos?
-¿Cuándo no vamos? Creo que estás equivocado nisan…
-¿Equivocado?, vamos, sé que no fui seleccionado para eso pero si tú me dejas ir, ¡estoy seguro que no me dirán nada! – decía sonriendo.
-¿Acaso crees que es aceptable que yo haga eso? Por alguna razón mandan llamar a exorcistas de nivel alto, ¿no crees?-suspiró-No quiero discutir nisan, así que sólo…
-Seh, lo sé. Discutir no es bueno, así que ¿Por qué no dejamos esta palabrería y nos vamos de una vez?
No, no, no, no, ¿Por qué él? ¿Por qué?
Yukio trato de controlarse, pues comenzaba a perder la paciencia. El decirle NO rotundamente a Rin significaría el comienzo de una discusión, pero así Rin sabría la respuesta y no tendría que darle más vueltas al asunto. A su pesar, sabía que tenía que hacerlo al fin y al cabo, y que mejor que pronto.
Respiro hondo y habló con firmeza.
-Nisan, quiero… dejar algo claro, no pienso llevarte, sería abuso de autoridad el llevarte si no eres convocado…
-Pero yo se que…
-ADEMÁS-le interrumpió- tienes un entrenamiento y deberes que hacer, no puedes acompañarme, así que déjalo de una vez.
Rin se quedó callado, y su gemelo pensó que por fin había comprendido. Era bueno, ¡al parecer no tendría que reñir tanto como había pensado!
-Bah, excusas.
-¿Qué has dicho?-Rin había fruncido el ceño y puesto sus manos en los bolsillos, actitud impertinente, eso era lo que significaba.
Era imposible, él sabía que era imposible. No podía dialogar con Rin una vez que se ponía con esa actitud pero no importaba, por ningún motivo le dejaría acompañarle.
-¡No me trates como a un niño!
El disgusto de Yukio comenzaba a aumentar y sabía que no era bueno pero por alguna razón ya no importaba que tanto más pudiera empeorar la situación, ¿ansiedad quizás?
-Hermano, déjate de tonterías. Te he dicho que ésta misión es solo para exorcistas calificados, son órdenes directas de arriba. Además recuerda que no debes salir a menos que sea necesario…
-¡Es necesario!, Iré a ayudarte…
-¡Claro que no! Tú sabes tan bien como yo que no serías de mucha ayuda, juzgando el mal manejo de tus llamas y tu irresponsabilidad, además muchos exorcistas no podrían trabajar contigo cerca.
-¡Ha!, ¿Me estas llamando idiota acaso?
El más alto se golpeo la frente, no era lo que había querido decir, pero al parecer se estaba cumpliendo la idea de Rin…
-¡Responde Yukio!-exigió.
-Nisan por favor, no quiero discutir más…
-Entonces ¿Me dejarás acompañarte?
-¡Por supuesto que no!
-¿¡QUE!? Pero si acabas de decir que…
-¡Sé lo que dije! Yo no me refería a eso, yo solo… ¡AHHG! Es suficiente-La paciencia de Yukio estaba llegando al límite más alto-¡¿Por qué no lo comprendes?! ¡Es por tu propio bien!, además no quiero andarte cuidando allá hermano.
-¿Cuidarme? Pero si yo….
-¡Nada!, aunque digas eso harás algo a lo que yo tenga que ir a ayudarte y luego dar la cara por ti, me darás más trabajo, ¡serás una carga para la misión!
Rin se quedo mudo después de escuchar a Yukio con tal tono de voz, pero aún más al escuchar sus palabras.
-¿Una carga? –Susurró para sí mismo- Eso no me importa. Te he dicho que hay cosas que pueden estar relacionadas con Satán y…
-¿Cómo podría….?
-¡¿Quieres dejarme hablar?! Esto… esto es… Yo… lo sabía, sabía que pensabas eso, me lo dijiste desde el primer día, pensé que habías cambiado de opinión pero veo que no es así. Sigues siendo igual Yukio: inteligente, calculador, frío e indiferente. Y sabes perfectamente que odio que me traten como a un niño.
-Si no quieres que te traten así deberías de dejar de comportarte como uno-soltó con tono burlón.
-¡Calla! – Rin había enfurecido. Odiaba ese trato, odiaba que Yukio se sintiera superior a él, que lo tratara como un menor, como un demonio.
-Calla tu Rin, que no tienes ninguna razón coherente por la cual estar generando esta discusión- El castaño habló con más calma pero notándose gran presión en su interior. Quería salir de ahí, quería que su hermano se sometiera, ¡quería dejar de discutir! Oh, ¡¿Por qué tenía que ser su hermano tan cabeza dura?!
El más alto dio por terminada la conversación y se volvió un cuarto de vuelta para dirigirse a su escritorio.
-Estúpido…
Yukio creyó oír mal. Se volteó lentamente y divisó de nuevo a su gemelo frente a él con una mirada que le hizo estremecer por un momento. Pasada esa sensación, se dio cuenta de que él quería volver a discutir. ¿Es que nunca terminaría? Era un pesado, no estaba dispuesto a seguir tratándolo con suavidad, él lo había provocado.
-¿Dijiste algo… demonio?-contraatacó con voz fría.
Las pupilas de Rin reaccionaron al instante y se contrajeron. No podía creer que su hermano se metiera con ese asunto para insultarlo. Eso había sido demasiado, Rin no estaba con ganas de seguir sin soltarle todo a ese cuatro ojos. Se lo merecía, le daría una lección y volvería a llorar tal como de pequeño lo hacía y ahora no tendría con quien acudir por consuelo, que gracioso sería eso, pensó amargamente.
-¿Eres sordo idiota? Solo eso faltaba…
-Sigue intentando, quizás lo logres-le retó. Y la paciencia de Rin había llegado al final.
-¡Eres un estúpido!
La repentina reacción del de ojos oscuros le tomo por sorpresa al contrario.
- ¿Y sabes algo Yukio? ¡Me importa una mierda lo que pienses o lo que hagas o lo que digas! No necesito de tu protección, estoy bastante grandecito como para que mi hermano PEQUEÑO me diga qué hacer.
-Tú solamente estas…
-¡Cierra la boca! –Interrumpió el semidemonio-Me ha quedado claro que no me quieres cerca y por supuesto ¿quién querría? Pero me da igual. Tú niñito llorón escucha esto (calla y escucha joder) y que no se te olvide: no te necesito, nadie te pidió que me protegieras, eres una constante y desagradable molestia solamente.
Las palabras de Rin resonaron con un golpe sordo y amortiguado dentro de la cabeza del menor, la abertura de sus ojos cambió ligeramente ante la hostilidad del comentario a pesar de haber tratado instintivamente de esconder sus emociones, pero Rin no lo notó.
-¿Terminaste?-respondió con indiferencia.
Rin hizo una mueca de enfado y gruño frunciendo más el ceño ante la falta de sensibilidad de su gemelo.
-Hazlo de nuevo, trátame como basura, lo haces perfecto, siempre ha sido así.-el más bajo camino hacia su cama a zancadas y recogió su espada, pasó de largo a su gemelo y se quedo unos segundos en la puerta antes de salir- Lárgate Yukio, no quiero escucharte más, tu voz me enferma y tu presencia también.
Cerró la puerta tras de sí con un portazo y el castaño se quedo inmóvil por un par de segundos tratando de asimilar lo que había pasado, "bakka" se repetía en su cabeza. Esa discusión había sido más larga que cualquier otra que hubieran tenido ¡Y era por una cosa insignificante, por Dios! Esa pesadez que sentía en la cabeza ahora también la sentía en el pecho y la atribuía a la actitud que había tomado su hermano. Absurdo, absurdo era aquello, lo era tanto que sentía una enorme ansiedad en él causada de su casi incontenible enojo que ahora tenía. Decidió calmarse, ir al lugar requerido y hacer lo que debía, eso le ayudaría a aclarar su mente. Resolvería lo de Rin cuando estuviera de vuelta y con la cabeza fría. Tras estas reflexiones él recogió sus municiones de repuesto de un cajón y las armas que había dejado en el escritorio maldiciendo por lo bajo el que no las hubiera llevado consigo para evitar el recién enfrentamiento con su hermano y se dirigió hacia la salida, pero justo cuando estaba su mano a 3 centímetros del picaporte pudo escuchar algo, una voz sutil, casi un murmullo que se iba desvaneciendo con cada segundo, como si la persona que hablara se alejara, acompañado de pasos que parecían alejarse igual.
-… imbécil, ni quien lo quisiera de hermano…
Yukio se quedo congelado de nuevo frente a la puerta tras asimilar lo que acababa de oír. Suspiró para sus adentros con algo de pesar y no interrumpió su postura hasta pasados ya unos minutos. Seguro de que su hermano ya se habría ido para entonces, salió de la habitación y camino apresuradamente a la puerta del pasillo que después abriría con una llave especial que lo llevaría fuera de la academia.
"Está molesto, eso está claro" pensaba el de lentes.
-¿Es que acaso no puede entenderlo?- se decía mientras caminaba con languidez- Esto ha llegado al colmo de que incluso tenga que pelearme con el cada vez que voy a una misión. Pero… -el recuerdo de aquellas últimas frases aún hacían eco en su mente sin que él pudiera evitarlo- Pero aún así creo que lo que me ha dicho ha sido demasiado…
Distraídamente divisó aquel bosque al que tenía que dirigirse. No se encontraba lejos, por lo que no demoraría en llegar.
-Está molesto… a pesar de ello no creo que Rin… -Se detuvo, no quería pensarlo, era algo que revoloteaba en su cabeza pero no terminaba por aterrizar porque él se lo impedía- … no creo que Ni-san en verdad piense eso de mi…
Seguía dando vueltas al asunto. No había podido evitar preocuparse por aquella pequeña, minúscula y quizás insignificante razón pero que le hacía sentir un pequeño escalofrío en el estomago cada vez que recordaba la cara de su gemelo diciendo eso con toda seguridad y repugnancia.
-¡Agh! ¿Que estoy haciendo? Debería dejar de pensar en cosas como estas ahora. Debo apresurarme.-y dicho esto apretó el paso tratando de disolver aquella incómoda duda que le acechaba desde su corazón.
"Si claro, "Serás solamente un estorbo, Ni-san""
-¡Bah! Tonterías.
El mayor Okumura caminaba por los pasillos hacia el jardín del edificio de su dormitorio con paso enfurecido, apretando puños y dientes y arremetiendo su cola frenéticamente.
"Es increíble que se atreva a tratarme así, ¡soy su hermano mayor! ¿Quién se cree que es? Debería de tenerme más respeto pero ¡no! Actúa como el señorito cool solo porque se cree mejor que yo"
Seguía pensando en las razones de Yukio para no llevarlo con él y enfurecía más.
-¡Aaaaah! Es suficiente, ¡no lo soporto! ¿Desde cuándo se volvió tan creído? "claro ni-san yo te protegeré porque se lo prometí a nuestro padre", "tienes que quedarte aquí para no causar más estragos", "eres un estúpido que no hace más que depender de las llamas de Satán"-exclamo tratando de imitar la voz de Yukio – Muérete imbécil, no me jodas con esas cosas, si tanto me odias así debiste matarme desde el primer día que entre a esta escuela-
Se dejó caer en una banca cercana y resoplo con ganas. Por suerte aquellos pensamientos no salían de su boca, pues de seguro habría sacado tales gritos que, aunque estaba solo donde se encontraba, hubiera resonado su queja hasta 3 kilómetros a la redonda.
-Ese Yukio, se cree tan superior y todos le siguen el juego. "Okumura es un genio", "Deberías ser como tu hermano", "Gracias Yuki-chan","Yukio es profesor, es doctor y un exorcista a sus 15 años.", "Yukio ha hecho esto…" Yukio ha hecho aquello. Yukio, Yukio, ¡Yukio!, ¡ YUKIO! ¡SIEMPRE YUKIO!-aquella última palabra había resonado incluso más allá del jardín pero por suerte para Rin ese lugar estaba vacío.
-Yo solamente quería ayudarle…-Su agitación iba disminuyendo y ya podía respirar sin tanta dificultad. Bajó la cabeza y se revolvió el cabello aún molesto.
-Si no quería que lo acompañara solo tenía que decirlo…-murmuró
"Creí que eras el único que no me abandonaría…"
-Fin de capítulo-
¿Qué tal? Las peleas entre estos mocosos son bastante comunes así que dije… que comience todo aquí Xd
Realmente me divertí haciéndolos pelear… al principio claro, después comenzaron con hostilidades o;o
Pero bueno… esperen por la siguiente parte :D
Reviews?
