¿Escuchan eso? ¿Escuchan los gritos de emoción de su humilde autora? ¿Quieren saber por qué son? Fácil amiguitos, son porque… ¡EL KAKASAKUMONTH FINALMENTE ESTA AQUÍ! Estoy muy feliz y totalmente emocionada y aunque no podré participar todos los días del mes, tengan por seguro de que trata de subir un par de capítulos por semana, todos serán pequeños por obvias razones (las obvias razones son yo hundiéndome en el trabajo y la desesperación) así que estén al pendiente.

El prompt para este día es "Camping" o "campamento", ¡Que lo disfruten!


Era una tarde soleada y calmada en las orillas del bosque de Konoha, las aves cantaban alegremente y en los alrededores se podía sentir la paz y tranquilidad del lugar, claro, hasta que todo fue interrumpido por un jeep que atravesaba el camino a toda velocidad, luego de unos minutos de ir por el camino el vehículo dio un súbito frenon aparatoso que levantó todo el polvo a su al redor provocando que las aves volaran asustadas, después de unos segundos y unos fuertes sonidos dentro del jeep que hicieron que se moviera violentamente una de las puertas se abrió de donde fue lanzado un peliplata que cayó sobre su trasero, para luego ser lanzada una mochila gigantesca que cayó sobre su abdomen provocándole un sonoro "ooff". La puerta se cerró de un portazo e inmediatamente la ventana del copiloto bajó dejando a la vista a un peligro y una castaña sonrientes.

—Vendremos a recogerte en tres días — dijo con voz cantarina el pelinegro — Claro, si es que sigues vivo —agregó con humor.

—Diviértete, y por favor, no dejes que un oso te coma — terminó la pelicastaña, y tan súbitamente como habían llegado volvieron a irse a toda velocidad por el viejo camino, dejando atrás a un frustrado peliplata quien no dejaba de gritarles improperios. Sacó de una de las bolsas de la mochila su celular para darle un vistazo pero sabía que era inútil, hace más de una hora había perdido la señal y estaba seguro de que no la recuperaría pronto, maldijo una vez más a su mejor amigo Obito quien lo había mandado a ese lugar alejado de la civilización.

Sabía que su mejor amigo había tenido buena intención, después del susto que les había dado a él y a Rin al desmayarse en medio de su sala en una de sus cenas semanales era totalmente consiente de que harían cualquier cosa para ayudarlo, cuando lo obligaron a ir al médico y este había dictaminado que era cansancio y estrés por su siempre ajetreado trabajo su mejor amigo había decidido que tenía que irse de vacaciones. Al principio no se había opuesto, pensando que un par de días en la playa le caerían bien, pero al parecer Obito tenía otros planes ya que había reservado sus vacaciones en un lugar alejado de toda forma de tecnología en donde "no pudiera, ni por error, hacer nada de trabajo", conociéndolo tan bien que sabía que aún de vacaciones se pondría a trabajar.

Levantándose del suelo con resignación y recogiendo de paso la pesada mochila comenzó a fijarse en su entorno, un extenso y frondoso bosque se extendía detrás de una pequeña cabaña con un letrero con la leyenda de "Voluntad de fuego: ecoturismo" y unas hojas al viento adornando la madera, estuvo tentado a no entrar y retrasar por un par de horas tortura pero el sol abrazador y el sudor que comenzaba a juntarse en su frente lo obligaron a moverse.

Empujó la puerta de madera suavemente provocando que el par de campanitas sobre esta tintinearan alegremente, avisando a quien sea que estuviera dentro de una nueva visita. Entrando de forma sigilosa y cerrando la puerta detrás de él sintió el aire fresco de un ventilador golpearlo inmediatamente haciendo que soltara un suspiro aliviado, la pequeña recepción estaba totalmente vacía aunque se podían escuchar ruidos al otro lado de la puerta de una de las habitaciones así que supuso que alguien vendría pronto a atenderlo, dejando su mochila sobre una de las sillas de espera comenzó a curosear.

Lo primero que llamó su atención fueron los numerosos reconocimientos y certificados del lugar, dando fe de que cumplía con todas las normas para ser un negocio de ecoturismo, después había fotografías de grupos de turistas, unas en frente de la cabaña, otras dentro del bosque, una en particular mostraba a varias personas lanzándose de una pequeña cascada, un suave carraspeo detrás de él interrumpió su examinación de las fotografías, dándose la vuelta para saludar al que sabía sería su guía se quedó totalmente en shock a ver a la persona que se acercaba a él.

Estaba totalmente seguro que esa pequeña mujer era una ninfa del bosque, con su suave cabello rosa recogido en una coleta alta, su hermoso rostro en forma de corazón y una nariz respingada y salpicada de pecas, pero lo que más llamaba la atención era sus grandes y brillantes ojos verdes, de un color tan profundo y hermoso como el bosque que se encontraba allá afuera, sintió el calor subir a sus mejillas al verla acercarse obsequiándole una dulce sonrisa.

—Hola, mucho gusto, tú debes ser Kakashi Hatake ¿cierto? —preguntó con voz melodiosa, el peliplata no pudo más que asentir anonadado — Mi nombre es Sakura Haruno y yo seré tu guía por este fin de semana. Espero que podamos llevarnos bien — terminó su presentación extendiendo una suave y pequeña mano a la que el ojigris no dudó en estrechar, podía sentir los callos en sus finos dedos y en ese momento se dio cuenta de que estaba acostumbrada a hacer trabajos rudos con ellas, el corazón de Kakashi dio un vuelco, siempre le habían gustado las chicas a las que no les importaba ensuciarse las manos.

—Veo que ya vienes preparado, excelente — continuó la pelirosa echando un rápido vistazo a su mochila sobre la silla — Espero que no te moleste, pero por esta ocasión creo que solamente seremos tú y yo, es raro para nosotros recibir turistas en esta época del año ya que todavía no son vacaciones, pero estoy segura que nos divertiremos. —El corazón del peliplata volvió a dar otro brinco al darse cuenta de que estaría tres días completamente solo con la hermosa pelirosa, adentrados en el bosque sin nada más que la naturaleza y su conversación. Mandándole un agradecimiento mental a su mejor amigo por tan buen tino al escoger sus vacaciones le dedicó una gran sonrisa a la pelirosa frente a él para contestar finalmente.

—No te preocupes Sakura, estoy seguro de que sí.


¡Díganme cosas! ¿Qué les pareció? ¿Están tan emocionados por este mes como yo? Vamos, quiero saberlo todo.

Como siempre, ya saben que los amo y que vivo de la validación ajena, así que espero con ansías sus comentarios, y no se olviden de seguir la historia, porque los próximos los actualizaré aquí.