Introducción
¿Que sentirías si el amor de tu vida hubiera tenido un accidente de coche en el que casi pierde la vida? ¿Y si después de eso hubiera permanecido en coma dos semanas? Pero aun hay algo peor, ¿que sentirías si al despertar no recordara nada?
Ese era el caso de Isabella Cullen, esposa del famoso cantante Edward Cullen. Ella iba conduciendo hacia su preciosa casa cuando un camión se salió de la calzada delante de ella. Ella intentó esquivarlo y por ello chocó con otro coche que conducía en dirección contraria, ella quedó atrapada dentro del coche.
Había sido un milagro que hubiera quedado de una pieza, estaba grave, el golpe había sido devastador, pero nada en comparación con lo que podía haber pasado. Ella había sufrido un fuerte golpe en la cabeza y se había roto una pierna desde el tobillo hasta casi la cadera.
Pero lo que más le preocupaba a Edward era que ella estaba embarazada de cuatro meses en el momento del impacto. Los médicos decían que no había signos de que hubiera sufrido ningún daño, pero eso no le alentaba, necesitaba estar completamente seguro.
Al verla despertar dos semanas después del golpe se sintió tan feliz que no pudo evitar abrazarla y besarla repetidas veces, pero ella se puso nerviosa y empezó a gritar. El médico llegó y la examinó haciendo que el mundo cayera a sus pies con el diagnóstico, ella tenía amnesia y no recordaba nada.
Y allí se encontraba él, fuera de la habitación, esperando a que el psicólogo del hospital terminara de hablar con ella y explicarle todo antes de que él volviera a entrar.
Emmet y Alice, los otros dos miembros del grupo "The Cullens", sus hermanos, habían ido a verlo en varias ocasiones para comprobar el estado de Bella, pero nada lo animaba. Tampoco lo hacían las llamadas de su padre y su madre desde Forks, su hogar.
El psicólogo salió de la habitación y se dirigió a Edward muy serio.
-Señor Cullen, le he explicado a su esposa todo lo relativo a su vida actual, está muy sorprendida pero lo ha asumido bien. No le cuente nada de golpe, espere a que ella le haga preguntas y solo responda a lo que le pregunta. No debe forzarla a recordar, cuanta más presión tenga más le costará.
-Gracias doctor- Edward sonrió y entró en la habitación- Hola- Dijo suavemente al cerrar la puerta y toparse con esos ojos color chocolate que tanto le gustaban- ¿Puedo sentarme a tu lado?
-Si- Dijo con una voz apenas audible. Edward se sentó en la silla que había más cerca de la cama- No, espera. Siéntate en la cama, quiero verte bien- Le pidió ella algo nerviosa.
Edward aceptó encantado, cuanto más cerca pudiera tenerla le haría sentirse mejor. Se sentó frente a ella y dejó que le examinara el rostro a fondo, viendo como la preocupación estaba en los ojos de ella.
-Bella, ¿que te preocupa?
-No recuerdo nada- Bajó la mirada- ¿Como te sentirías si despertaras un día sin saber ni quien eres y te dijeran que estás casado y esperando un hijo?- Suspiró- No te estoy culpando, pero es algo muy frustrante.
-Lo se, para mi también lo es, en cierto modo- Le levantó la barbilla para poder ver sus ojos- No sabes lo que es ver al amor de tu vida tendida en la cama durante dos semanas y que parezca que no va a despertar. Y cuando al fin la ves despertar, saber que no te recuerda...- Una lágrima cayó de los ojos de Edward, Bella la paró con un dedo.
-No quiero que llores- Le pidió- No se porque pero eso me duele- Le dedicó una pequeña sonrisa- ¿De donde eres?
-¿Quieres hablar ahora de eso? Sería mejor que descanses.
-De eso nada, soy tu mujer y tengo derecho a saberlo todo de mi marido- Intentó sonar divertida- No pretendo dejarte, este bebé que espero es tan tuyo como mío y por ello no saldré huyendo. Supongo que si me enamoré una vez de ti puedo volver a hacerlo.
-¿Quieres volver a enamorarte de mi?- Bella asintió bajando la mirada avergonzada y sonrojada- Eso me haría el hombre más feliz del mundo.
-Pues sonríe de felicidad- Bella también sonrió- Ahora responde, ¿de donde eres?
Bella lo interrogó durante toda la tarde y gran parte de la noche, ella realmente quería conocerle, algo en él la atraía y le hacía sentir bien. Se sentía completa a su lado y el tener un hijo suyo en su vientre la ayudaba mucho.
Bella se sorprendió al saber que Edward era el cantante de un grupo que habían formado él y sus hermanos, y que gozaban de mucho éxito. Le contó que los dos eran de Forks, que ella y su hermana Alice habían sido amigas desde pequeñas, que él la había conocido en una de las fiestas de cumpleaños de su hermana porque él era dos años mayor.
Hizo lo que él psicólogo le había dicho y solo respondió sus preguntas, aunque se moría por contarle todos los momentos que habían pasado juntos.
Al ver como Bella caía rendida por el sueño, se sentó en la silla que había junto a ella, le tomó la mano y se quedó dormido él también, esperando que al despertar todo eso fuera un mal sueño y ella estuviera en casa, sonriente y feliz.
Aquí está mi nueva historia, espero que os guste, al principio se centra mucho en Edward y Bella, pero poco a poco irán entrando en protagonismo el resto de personajes.
Si no es mucho pedir, dejad un review dándome vuestra opinión sobre la introducción y diciendo si os gustaría que la siguiera, gracias.
Nos leemos
