Summary: ¿Qué pasaría si Te quedan dos meses en la preparatoria y desde que llegaste que Te gusta esa chica? ¿Qué pasaría si hubieras prometido cuando pequeño que irías a esa preparatoria? Si peor, ella es preciosa, pero el único problema es que no sabes si te recuerda, al fin y al cabo no se ven desde los cuatro años.

Digimon no me pertenece, ni los personajes, ni sus actitudes

Tan solo el corazón de mi adorado Taichi-kun

Dedicado a Megu-chan, a Izumi-chan y a Willis-san


La regla

Chapter Nº 1 : Inicio...

La chica de cabellos mieles lo miraba como todos los días ¿Cómo le podía gustar un chico tan distinto a ella? La reportera tomo sus cosas al toque de la campana y se dirigió al siguiente salón.

-¡Córrete Yagami! – Dijo al intentar salir del salón.

- Ya…- Estaba harto de esa niñita que se creía perfecta ante todos, que mandara a todos, aunque por ella haría lo que fuese.

- Señorita frialdad ¿Cuándo nos podrás sonreír y mostrar tu amabilidad? – Dijo un rubio, un poco más bajo que su mejor amigo. Mejor conocido como el chico rebelde de toda la preparatoria, Yamato Ishida.

- ¡Cuando dejes de ser engreído y tú amigo tan arrogante! – Dijo y se fue un poco más enfadada de lo que estaba. Al salir del salón, se encontró con una de sus mejores amigas.

- Mimí-sempai ¿Estamos listas? Tenemos que dejar listo lo del equipo de fútbol para hoy – Dijo Miyako, la pequeña de pelo color lila.

- Si, pero habla tú con Yagami. Estoy que exploto del dolor de cabeza – Dijo…no quería hablar con él. Tan sólo estar en la misma habitación se ponía nerviosa.

Mimí aprovecho de ir a dejar sus cosas en el salón de historia, todo estaba tranquilo. Tenía mucho que hacer, pero no le importó y tomo su libro favorito de su bolso. "Cumbres borrascosas". Cuanto deseaba ella que ese imbécil la quisiera tan sólo la mitad que Heatchcliff amaba a Catherine.

- Permiso – Dijo un moreno al entrar al salón, nuevamente se había encontrado con ella, estaba en su sitio leyendo un libro. Simplemente se veía preciosa.

- ¿No tienes otro lugar en donde molestar Yagami? – Pregunto ella al sentir una poderosa mirada sobre ella.

- Realmente no Tachikawa, aparte que cada vez que me vez te enfadas y te ves chistosa –

- Yo no estoy enfadada – Dijo ella cerrando su novela y dirigiéndose hacia el capitán de fútbol.

- Entonces ¿Por qué pones esa cara? –

- Es la única que tengo Yagami –

- Pues no lo creo – Dijo el moreno al tomarla de la cintura, acercándola a él. En ese instante los dos mostraron un notorio sonrojo.

Mimí no entendía porque él se sonrojaba, a su vez Tai también estaba bastante confundido con el sonrojo de ella. ¿Es que acaso ella se acordaba?

Lamentablemente la campana sonó y los dos se separaron rápidamente, Mimí se dirigió a su sitio, mientras todos los compañeros de clase tomaban cada uno sus asientos.

¿Qué me esta pasando? ¿Por qué se sonrojo? ¿También le gusto? Es que ¿Por alguna vez en mi vida me van a corresponder en el amor? – Pensaba una y otra vez ella, durante la clase.

- Deja de pensar en ella – Dijo Yamato a su mejor amigo, desde que habían comenzado la clase, su amigo no dejaba de mirarla embelesado.

- ¿Por qué no te metes en tus asuntos? –Preguntó enfadado el capitán de fútbol.

- Ya…aunque yo sólo lo digo porque son demasiado diferentes, aparte ella te odia –

- Si, tú sabes que eso no es lo importante. Por ejemplo cuando estuviste con esa chica Motomiya, creo que se llamaba –

- Ah Jun, pero a ella le gustaba la música y su banda favorita es la mía –

- Bueno no me interesa, hoy lo intentaré – Dijo decidido el moreno.

- ¿En serio? – El rubio estaba perplejo por lo que acababa de decir su mejor amigo.

- Si, hoy será el día. Me dijo Miyako-chan que me tiene que entrevistar por lo del anuario –

Al tocar la campana, algo en la Tachikawa se tensó. Estaba nerviosa...Miyako le había mandado un mensaje de texto durante la clase diciendo que en el recreo siguiente había quedado con Yagami-kun para la entrevista.

Mimí tomó su bolso y se dirigió al puesto del afamado capitán de fútbol, estaba nerviosa.

- ¿Nos vamos? Miyako-chan ya me dijo –

Al moreno les costo darse cuenta de que su musa estaba allí, pero al verla con todas sus cosas se fue junto a ella.

- Se acabó el mundo o ¿Qué? – pregunto una pelirroja junto a Yamato

- Se decidió, ella lo tiene que entrevistar para el anuario y el dijo que le dirá todo lo que siente por ella –

- ¿A dónde vamos? – Preguntó el moreno, su decisión había hecho estragos en sus nervios.

- A la biblioteca, así al grabar la entrevista no hay ningún problema –

- Esta bien – Así no habría nadie, era más que perfecto.

Al llegar a la biblioteca, que se encontraba un poco alejada de los salones corroboraron que no había nadie, sólo ellos dos. Se sentaron en un gran sillón que se encontraba al fondo de esta, tenía más luz. Pero no se podía ver con claridad desde la entrada.

- Esta bien, primero voy a encender la grabadora y comenzamos – Dijo ella, mientras rebuscaba en su bolso su tan querida grabadora.

Al encenderla, se acomodó un poco y comenzó con las preguntas.

- ¿Hace cuanto que juegas fútbol? – Para ella sonaba ridícula la pregunta, ya que lo sabía perfectamente.

- Más o menos 14 o 13 años, desde los cuatro años que estoy pegado a un balón. Más que nada me apoyaron y enseñaron a que nunca me debía rendir aunque desde el principio era asqueroso y ni siquiera la podía dominar – Siempre recordaba la conversación la mini princesa que lo hizo aceptar su gusto y afición por el fútbol.

- ¿Cuándo te convertiste en capitán de fútbol de la preparatoria? –

- Cuando llegue, me impresione, mucho al entrar al equipo, era el único de primer año y pues el resto estaban en último año, así que al año siguiente los chicos del equipo decidieron que yo debía ser el capitán por conocerlos bien a todos ellos. Respecto a las técnicas y todo eso. –

- Si tuvieras que incitar a que los nuevos alumnos se integrarán al equipo ¿Qué les dirías?-

-Yo creo, que todo aquel que le guste el fútbol puede ingresar, siendo bueno o malo para jugar. Mientras les guste, eso es lo fundamental. Este deporte es para entretenerse, pasar un buen rato y nada más

- Gracias Yagami – Algo en ella le había dado un signo de emergencia, cuando el chico explicaba su máxima pasión, tomo la grabadora y la guardo en su bolso.

Él se acercó a ella, cuando ella se había parado, ya no había nada que perder. Tenía que jugar todo lo que tenía. No podía salir de la preparatoria sin siquiera decirle lo que sentía. Al tomarla de la cintura, volvieron a sonrojarse.

- ¿Por qué te sonrojas? – Pregunto él al pasar las yemas de sus dedos por las ardientes mejillas de ella.

Ella estaba absorta en los ojos de él. ¿Cómo le preguntaba eso si el también se sonrojaba? Los dos no sentían el tiempo, había nada entre ellos. La distancia era poca, su amor inmenso.

- ¿Por qué te demoras tanto? – Pregunto ella con mirada anhelante.

- ¿Para qué? –

- Para besarme – La chica no podía esperar más, sus ansias por besarlo y poseerlo eran inmensas y ahora que estaba tan cerca de lograrlo, no se iba a echar para atrás.

Ella acortó la distancia entre ellos, no había palabra que podría expresar lo que sentían. Su beso, no era como cualquiera, ella se sorprendió al ser correspondida, aunque no era como ninguno que hubiera tenido en su corta vida. Estaba cargado de pasión, ternura y sobre todo de amor.