APRENDIENDO A SER UN HOMBRE

Capitulo 1

Ranma estaba en su habitación, era una noche lluviosa, el ambiente a tierra mojada proporcionaba un agradable aroma.

El joven estaba asomado a la ventana. "Echo de menos disfrutar de la lluvia con mi cuerpo de hombre…"- pensó- "Me encantaría poder mojarme con ella, sentirla en mi piel… pero no como mujer…"

Bajó la mirada y una lágrima bajó por su mejilla-"si sólo se tratase de mojarse con la lluvia… podría aguantarlo pero… hay tantas cosas que no puedo hacer… con mi cuerpo normal…"

De repente observó una silueta bajo la lluvia. "Akane"- murmuró. Acto seguido bajó las escaleras y se asomó a fuera, sin llegar a mojarse.

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"Akane, ¿qué haces?"- preguntó.

"Me has asustado… estoy disfrutando de la lluvia… hacía tiempo que no llovía ¿verdad?"- dijo la joven. Ranma solo asintió y Akane continuó-"echaba de menos éste aroma… la sensación de la lluvia en mi piel…".

Ranma estaba ahí parado, observando como Akane cerraba los ojos y alzaba su cabeza hacia el cielo. Sus cabellos y ropas estaban ligeramente mojados, su piel brillaba debido a las gotas que se posaban en ella. Estaba preciosa.

El joven se sonrojó al tener ese sentimiento hacia ella.

De repente, Ranma salió junto a Akane a disfrutar de la lluvia.

Al hacerlo, pudo ver que no se había transformado en mujer, seguía en su forma normal.

"Akane…"- ella abrió los ojos en respuesta a su llamada y vio cómo ese joven se acercaba a ella. Como poco a poco el cuerpo de éste se mojaba y las gotas resbalaban por todo su cuerpo y empapaba su cabello haciéndolo caer de forma sensual por su rostro.

Ranma sin decir nada, la tomó de la cintura y la besó con pasión.

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"¿Ranma, ¿Estás ahí? Yuju, DESPIERTA"- Ranma estaba en otro mundo, se había perdido en sus pensamientos.

"¿Akane?"- notó que todo había sido producto de su imaginación.

Él todavía seguía dentro de la casa, de pie mirando al exterior y Akane estaba fuera mirándole con cara extrañada. "Esto yo… estaba despistado, ¿qué haces aquí Akane?"-preguntó.

"Disfrutar de la lluvia hace tiempo que no llovía ¿verdad?"- Ranma ya había oído a Akane decir eso, y también la había visto como estaba en ese momento, gozando de la lluvia resbalando por su cuerpo- "¿por qué no vienes y me acompañas, Es muy agradable, ¡venga!".

Ranma se negó- "luego tendré que tomar un baño para volver a mi aspecto normal… no tengo ganas…".

Ante la respuesta, Akane giró la cabeza en dirección a Ranma, frunció suavemente el ceño, como intentando demostrar que su respuesta no había tenido mucho sentido- "¿te sucede algo? Es la primera vez que te veo así".

Ranma se molestó- "¿Así, ¿Cómo?".

Akane- "¿Estás en crisis con tu cuerpo femenino?".

Ranma se sorprendió- "¿Cuándo se supone que dejé de estarlo?"

Akane respondió- "Ya…, pero estás acostumbrado, ya no debería molestarte tanto"

Ranma puso cara de frustración- "Akane… nadie se acostumbra a algo así…"- se giró dándole la espalda y dijo- "buenas noches" -mientras desaparecía entre las sombras.

Akane se metió adentro, estaba empapada pero había disfrutado de la lluvia como nunca- "¿Qué estará pasando por su cabeza?"- pensó para sí mientras cogía una toalla que dejó anteriormente preparada para secarse el pelo.

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Ranma ya se había metido en su habitación y había podido observar como Akane se metía en la casa, dejando la lluvia atrás.

Se tumbó en su futón y quedó dormido profundamente gracias al relajante sonido que hacía la lluvia.

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Akane ya estaba también en su habitación, sentada en su escritorio, mirando por la ventana cómo seguía cayendo la lluvia, ahora con más intensidad. – "que extraño"- pensó Akane –"creí que ya estaba acostumbrado a eso de la maldición"- Akane se levantó y se metió en la cama, quedándose mirando al techo hasta que finalmente se durmió.

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Ranma estaba esperando a Akane en el parque, había quedado con ella para decirle algo muy importante. Estaba muy nervioso. Le había comprado una orquídea.

A lo lejos vio aparecer a Akane, venía muy hermosa con un vestido blanco de tirantes y un sombrero a juego. Ella se acerca con una inmensa sonrisa hasta llegar a la altura donde él se encontraba.- "hola Akane, me alegra que hayas podido venir"- Ranma le tiende la flor y se sonroja muchísimo – "la compre para ti".

Akane recibe la flor con una sonrisa de felicidad – "Oh Ranma, muchas gracias"- sus miradas se encontraron perdiéndose en ellas. Sus cabezas comenzaron lentamente a moverse hacia el otro, sus respiraciones se hicieron más fuertes y sus alientos se mezclaron. Ranma sintió las gotas de lluvia caer sobre su cara y notó como Akane se alejaba – "lo siento Ranma, yo quiero a un hombre, no a una mujer"- Akane desaprecio de su vista dejando a Ranma-Chan invadida por la desesperación...

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Ranma se levantó sobresaltado, la maldición le estaba afectando mucho y ya era hora de ponerle remedio. Tenía volver a ser un hombre completo.

Se levantó del futón y preparó su equipaje en silencio, si el panda se despertaba tendría que llevarle y ya le había dado demasiados problemas.

Salió de la habitación por la ventana y entró en la de Akane.

La vio dormida en la cama, no quería que nadie lo supiese pero le gustaba verla dormir. Se veía tan hermosa y femenina así.

Pasó una mano por su frente apartando unos mechones de pelo -"esto lo hago por ti Akane. Cuando encuentre la cura volveré a buscarte y te diré lo que siento, mientras tanto no soy digno de ti, ya que la mitad de las veces me las paso como mujer".

Ranma beso la frente de Akane, dejó una nota sobre su escritorio y salió por la ventana. Saltó la cerca de la casa y se perdió en la oscuridad.

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Por la mañana, Akane se despertó intranquila, su interior le decía que había pasado algo.

Al incorporarse en la cama, vio un sobre en su mesilla que no recordaba haber colocado allí.

Se levantó, se colocó en su escritorio. Akane- "¡es una carta de Ranma!"- rápidamente la abrió y comenzó a leer.

Carta

Akane, siento mucho haberte dejado ayer por la noche de esa manera… yo… estoy muy confuso. Ya no aguanto más de ésta forma… no puedo seguir siendo hombre y mujer a la vez… no me hace sentir bien…

Me he marchado de viaje en busca de alguna cura… no te diré a dónde me dirijo, esto es algo que debo hacer yo solo… espero que me comprendas.

Pronto nos volveremos a ver… pero, esta vez… volveré yo solo, sin mi forma femenina.

Ranma Saotome

Tras leer la carta, Akane se quedó en silencio, con los ojos mirando al vacío. No podía creer que se fuese sin decirla adiós personalmente.

Sintió una punzada en su corazón, algo que pocas veces había sentido. Sus ojos se empañaron de lágrimas e involuntariamente comenzaron a salir sin control.

Akane-"Para de llorar niña estúpida!"-se decía así misma. – "cuando entenderá que no me importa su maldición"- arrugo la nota entre sus manos mientras hacia esfuerzos por contener las lágrimas que momentos antes brotaban de sus ojos.

Esta vez las cosas serían diferentes, no iba a quedarse en casa de brazos cruzados esperando que él volviese a buscarla. No, podía pasar mucho tiempo, podía terminar olvidándola y no volver nunca. No esta dispuesta a dejar que eso pasase – "Ranma no baka" – las lágrimas volvieron a salir por sus ojos que seco rápidamente con el dorso de su mano. – " ya basta" – se dijo a sí misma – " no vas a quedarte llorando porque ese baka decidió tener una crisis con su lado femenino".

Se levanto furiosa del escritorio y abrió el armario, empezando a sacar ropa de él, junto a un macuto y un saco de dormir.

Hizo un equipaje ligero, no sabía cuanto tiempo estaría fuera, así que metió lo necesario: su GI amarillo y ropa de campo.

Si iba a ir a China a buscarlo para traerlo de vuelta y demostrarle que su maldición no le importaba, era mejor llevar ropa cómoda para atravesar campos, bosques y montes. – " ¿Pero que se ha creído? Cuando le encuentre me va a oír ".

Se cambió el pijama, se puso ropa deportiva y bajó a la cocina.

Afortunadamente se había despertado pronto y la casa estaba en silencio. Lo único que se oía era sus continuos murmullos.

Buscó algo de comer en la cocina ya que Katsumi aún dormía y no iba a despertarla para que la hiciera el desayuno.

Sé sirvió un baso de leche y cogió un poco de la cena sobrante que su hermana guardó en la nevera.

Hizo una pequeña bolsa de provisiones tras saciar su apetito que introdujo en una mochila y subió a su cuatro a por el macuto.

Allí escribió una nota para su padre, hermanas y tío Genma que dejó, al bajar, en la mesilla del teléfono de la entrada.

" Bien"- se dijo Akane – " todo listo" – echó una mirada hacia las escaleras que conducían al piso superior – "le traeré de vuelta lo antes posible"- dicho esto se dio la vuelta y salió por la puerta dejando la casa en silencio de nuevo.

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Ranma se había apresurado mucho en su viaje. Llegó a China en poco tiempo, tomando un barco que salía del puerto de madrugada.

"Ya estoy aquí..."- se dijo a sí mismo -"ésta será la última vez que venga a China con ésta maldición, ¡lo juro!".

Se dirigió a los lagos encantados, que estaban destrozados tras la batalla con Zafron. Fue directo a la caseta del guía, si Soun había conseguido agua del estanque del hombre ahogado para el día de su boda, significaba que podría haber más en algún sitio guardada.

Guía- "hombre... Ranma, el chico que calló en la fuente de la jovencita, ¿qué te trae por aquí?".

Ranma- "vengo en busca del agua del estanque del hombre ahogado, mi tío me regaló parte de ese agua, y tengo la esperanza de que aún quede un poco"

Guía- "no sé de que agua me hablas..."- dijo haciéndose el loco.

Ranma le agarró por el cuello del uniforme- "¡¡no me tomes es pelo! Lo necesito, ¿no lo entiendes, sin ella nunca podré ser normal"

Guía- "mucha gente necesita esa agua, no puedo dártela por las buenas, no sería justo"

Ranma- "sé que no lo es, pero solo quiero mojarme con ella e irme... no pido que me la des... por favor..."- dijo a la vez que le soltaba del cuello y bajaba la mirada hacia el suelo- "tengo... últimamente muchas pesadillas... no puedo vivir así!- una lágrima caía por su mejilla- "¡¡¡No soy digno de Akane!"- de repente se paró y pensó en lo que acababa de decir... ¡había dicho que no era digno de Akane en voz alta!.

Guía- "comprendo... Akane es aquella chica que se convirtió en muñeca en aquella batalla en la que se destruyó el manantial... ¿no es así?"

Ranma- "sí..."

Guía- "tu prometida, me equivoco?"

Ranma- "sí... mi prometida..."- de repente subió la mirada dirigiéndola a los ojos del guía- "¡¡no puedo estar con ella, ¡¡¡No soy un hombre de verdad!".

Voz- "Sí eres un hombre de verdad Ranma, siempre lo has sido..."

Ranma se giró, esa voz la conocía. De repente vio una figura entre la niebla, que poco a poco se veía más clara- "¿Akane?"

Era ella, Akane había ido a buscarle...

Akane- "he venido para quitarte esa estúpida idea de la cabeza, no me importa que te conviertas en mujer, forma parte de ti... no te conozco de otra forma..."- decía mirándole fijamente a los ojos- "te quiero a ti, a tu forma de ser... todo..., no le des más vueltas, por favor... te lo ruego..."- dijo rompiendo a llorar.

Ranma se la quedo mirando, se suponía que ella tenía que quedarse en casa, ¿cómo le había encontrado? Akane seguía llorando y se dejó caer al suelo. A Ranma no le gustaba ver llorar a una mujer y mucho menos si esa mujer era Akane, pero no sabía qué tenía que hacer en estas situaciones. No era bueno con las palabras y siempre decía algo que terminaba haciendo enfurecer a su prometida. – "pero Akane, tú no lo entiendes, no quiero tener hijos en el futuro y tener que decirles que tienen un padre que se vuelve madre al contacto con el agua fría. No soy un hombre completo. ¡Sí prácticamente paso más tiempo como mujer que como hombre! Mientras esté así no soy digno estar contigo" – inmediatamente se tapó la boca arrepintiéndose de haberle dicho eso casi sin pensarlo.

Akane paró de llorar y le miró a los ojos enfrentándole. La rabia se apoderó de ella, ya estaba harta de las tonterías de ese baka –"¡¿pero tú eres tonto o te lo haces!"- Ranma la miró sorprendido.

Akane se levantó del suelo y ando hacia él – "lo que esta claro es que mientras pienses así no serás un hombre. Ranma para mí tu ya eres un hombre, pero tu problema es que te crees que por tener la maldición de la chica ahogada ya eres una mujer también y no lo eres. Tus hijos tendrán una madre pero no serás tu como mujer Ranma, porque aunque tengas cuerpo de mujer en algunas ocasiones… por dentro sigues siendo un hombre." – Ranma la miraba sin atreverse a replicarla. Ésta vez ella estaba muy furiosa. Una lágrima bajaba por su rostro rojo ya de gritarle. –"Akane..."- Ranma fue interrumpido por un nuevo grito de Akane –"¡cállate Ranma! Busca tu maldita cura si quieres, pero no la busques porque no creas ser un hombre"- dicho esto, Akane se dio la vuelta echo a correr, desapareciendo de la vista de Ranma, el cual sólo bajó la vista hasta el suelo sin atreverse a seguirla.

En su cabeza resonaban las últimas palabras de Akane. Un murmullo le hizo mirar al guía que le estaba hablando – "honorable huésped su prometida ha dicho lo correcto. Ha tenido muchas oportunidades de tener la cura para su maldición, pero hasta que no este en paz con su lado femenino no puedo dársela"

Ranma le fulminó con la mirada-"¿de qué lado femenino hablas...?"-una gota de sudor calló por la frente del guía –"pues de su maldición. No tendrá la cura hasta que se demuestre así mismo que es un hombre, aun cuando se convierta en mujer"

Ranma se rió para sí – " je! ¿Y usted cómo va a saber si me lo he demostrado o no?"

Guía -"eso es algo muy sencillo porque podré comprobarlo"

El guía se rió mientras Ranma se daba la vuelta para irse con una cara de muy pocos amigos dejando al guía atrás.

Ahora tenía que encontrar a Akane, no sabía donde había podido ir. – "pues vaya mierda de viaje"- dijo en voz alta Ranma – "vengo para que me dé la cura porque no soy un hombre completo y ahora tengo que serlo para que me dé la cura"-

Voz – "¡¡Raaaanmaaaaaa esta vez te vencerá y el amor de la bella Akane Tendo será mío. Ya debo estar cerca, prepárateeeeee!!"-Ranma se quedó mirando a Ryoga que acaba de aparecer de entre unos árboles tan perdido como siempre – "¡eh, P-chan!Que estamos en China, no en Nerima".

Ryoga se plantó frente a Ranma mirándole con odio: "estoy harto de que te interpongas siempre entre mi amada Akane y yo..."

Ranma: "¿tu amada Akane, ¿Estás bromeando?"- dijo en tono de guasa.

Ryoga- "no bromeo Ranma… estoy seguro de que si tú no estuvieses en medio… Akane se casaría conmigo"

Ranma-"no lo creo... ¿ por qué lo dices?"

Ryoga- "yo sí… porque yo la amo, más que tú, soy consciente de ello y tú en cambio… no eres capaz de decirle nada bonito, ni de confesarle tu amor"

Ranma- "¡deja de decir estupideces!"

Ryoga- "no permitiré que sigas haciendo daño a Akane"

Tras decir eso, Ryoga se lanzó contra Ranma velozmente.

"KIAHHHHHH!"-gritó Ryoga- "me las pagarás Ranma".

Ranma saltó por encima de Ryoga, estampándole contra el suelo.

"¿A qué jugamos ahora Ryoga?"- dijo burlándose de él.

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Mientras tanto, Akane caminaba por los montes sin rumbo fijo, no sabía dónde estaba.

Akane- "maldita sea… que tonta soy, me he perdido…"- se decía así misma.

Paró al lado de un lago, para descansar y comer, mientras pensaba qué hacer para salir de allí y volver a casa.

Akane-"en vaya lío me he metido…"

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La pelea entre los dos jóvenes seguía. Ryoga estaba realmente concentrado en la pelea, principalmente porque su odio le movía. Ranma no estaba tan centrado, pero esquivaba estupendamente los golpes, cosa que hasta entonces le estaba ayudando mucho.

Ryoga- "¡¡¡deja de esquivar y pelea como un hombre!"

Esa frase hizo despertar a Ranma, tenía razón, debía actuar de ese modo, para sentirse aún más hombre. Tenía muchos motivos por los que luchar, debía poner fin a la obsesión que tenía Ryoga por Akane…

CONTINUARÁ…

Bueno este es un fic de Akane-Chan (Gertrudis) y mío(Yumi-Chan) que estamos haciendo aquí entre las dos XDD aunque no lo crean tenemos vida social...XDDD.¿Cómo lo veis? Ya nos diréis que opináis, nos vemos en el siguiente capítulo. Un besote a todos.

Vuestros tomatazos y demás a y pitunyahoo.es