Capitulo 1: ¿Podrás salvarme?
Todo en la habitación se encontraba obscuro, a pesar de no ser más de las cuatro o cinco de la tarde, el cuarto estaba en penumbras. Las cortinas cerradas, las persianas cerradas y la puerta cerrada. Solamente una pequeña vela a punto de consumirse reposaba en un velador a un lado de la cama, en la cual, un pelinegro luchaba por seguir con vida.
-ah...kusso...-Los gritos de rabia y puro dolor se iban apagando a medida que pasaba el tiempo.
Al mismo tiempo, por la puerta del cuarto entraban y salían varias siluetas distintas sin parar.
Una tras otra atravesaban el umbral con toda clase de vendajes, antisépticos, bisturís, etc.
Derrepente una pelirroja se abalanzó sobre el chico tendido en la cama...
-¡Sasuke!-gritó comenzando a revisarlo desesperadamente buscando una manera de ayudarle pero era inútil.
Por mas que lo intentaba no lograba estabilizarlo.
-Kussooo!-La chica no podía hacer nada, era frustrante pero lo único coherente que podía y debía hacer era administrarle algo de morfina para ayudarle a sobrellevar el dolor.
-¡Mierda Karin!...-La chica giró la cabeza unos grados para encontrarse cara a cara con su compañero de equipo.
-¿Suigetsu?, te dije que no entraras-dijo entrecerrando los ojos, su tono era una mezcla de preocupación anexado con la rabia de haber sido desobedecida. Miró de nuevo hacia los azabaches cabellos de Sasuke, ¿Realmente no tenia solución?, ¿Acaso su muerte era inminente?
Sin dejar de observar aquellos cabellos casi tan negros y hermosos como los propios ojos del joven, camino de espaldas hacia la puerta, al llegar giró lentamente el pestillo entreabriendo la puerta de madera corroída por la humedad hasta que eventualmente, y, después de echar una ultima mirada superficial a las heridas del Uchiha, salió de la alcoba dejando a Suigetsu solo con un agonizante Sasuke.
-Suigetsu!...-La voz lo penetró, hasta en los brazos de la muerte nuestro joven poseedor del sharingan reunía las fuerzas suficientes para hacer que el tono de sus palabras sonara solemne e irrefutable.
-Sasuke...Deberías descansar, ¿No crees?-Suigetsu se encontraba recostado sobre la pared y de brazos cruzados al tiempo que terminó de pronunciar tales palabras, pero después de unos minutos se acercó apacible hasta el lecho de su amigo.
-¿Que quieres Sasuke?-Sus palabras transmitían el mismo sentimiento de despreocupación de siempre, y sus brazos seguían cómodamente cruzados en su pecho.
-Suigetsu...-Comenzó Sasuke nuevamente-Acércate...-
El chico obedeció, quedando su oído a solo centímetros de la boca del único sobreviviente del clan Uchiha.
-Haruno Sa...-Sasuke tosió fuerte antes de continuar-Tráeme a Haruno Sakura, e...ella es...ella es la única que puede cambiar el estado en el que estoy-Sentenció el chico cerrando por fin los ojos mas no logrando dormirse todavía.
-¿Ha...Haruno...Sakura?-Suigetsu parecía confundido, ¿quien era esa chica? Pero no podía desobedecer. No a Uchiha Sasuke y menos en estas condiciones.
Después de unos minutos de puro silencio, Suigetsu dejó la habitación. Debía encontrar a esa tal Sakura Haruno.
Mientras tanto, Sasuke meditaba agotado. Un solo pensamiento latía en su cabeza en ese momento:
-Sakura...Realmente tu... ¿Podrás salvarme?...-
La vela que hasta hacia unos cuantos segundos había suministrado la única fuente de luz del lugar se extinguió, consumiendo junto con ella el pequeño rayo de luz que había brillado allí, así como las fuerzas del Uchiha para permanecer conciente. Y así Sasuke se quedó dormido...
