Ella es el enemigo

¿Qué hubiese pasado si Hermione no fuese hija de muggles, si su familia fuese una arraigada familia de magos respetuosos con la pureza de Sangre? ¿Q hubiese pasado si Voldemort no hubiese llegado tan lejos en su poder; si Dumbledore le hubiese parado los pies muy, muy pronto; si Lily y James Potter no hubiesen muerto; si Harry no fuese famoso?

Sería un Mundo distinto, pero ¿no tendrían el mismo destino?

casi TODOS los personajes son de JK Rowling (ella da y quita la vida).

Hola!!! Este es mi primer fic aquí en fanfictión, tengo otros sin publicar y muchos sin terminar, pero espero animarme a subirlos y acabarlos todos. Espero q os guste!!! y poder publicar y actualizar seguido, no quiero volver a abandonar un fic nunca Mais Jajajaja

NeferW ( de Weasley, yeah)


Capítulo 1.

1 de Septiembre en la estación de Kings Cross, cientos de personas recorrían los andenes con prisa, buscando el tren que les llevaría a su destino. El ajetreo era tal que nadie se fijó en la pequeña familia que avanzaba despreocupadamente hacia un muro de sólida piedra.

El Padre iba empujando un carrito portaequipajes y hablaba con un muchacho de unos 17 años. Padre e hijo eran como dos gotas de agua, de altura media y complexión pequeña, pero de musculatura fuerte; ambos morenos, con un pelo negro como la noche y despeinado, casi podría pensarse que acababan de salir de un tornado. La única diferencia notable eran sus miradas, la de James Potter era más bien corriente, de un tono tierra, la de su hijo Harry de un verde esmeralda que llamaba la atención de todo aquel se cruzaba con ella. En unos segundos chocarían contra el muro, ambos iban distraidos hablando de su deporte favorito, comentando jugadas y discutiendo movimientos.

Un paso y el carrito cargado con dos baules y dos jaulas chocaría contra la fría piedra, ninguno estaba pendiente de su destino y nadie en la estación reparó en su inminente choque. En un segundo, padre e hijo desaparecieron de la vista de la gente.

Unos pasos por detrás Lily Potter, con su cuerpo menudo y su melena caoba, avanzaba despacio de la mano de una niña de 11 años. La niña, parecida en físico a su madre, tenía el pelo azabache de James con un grueso mechón blanco enmarcándole la cara y los ojos color bosque, las vetas verde esmeralda heredadas de su madre se intercalaban con la tierra líquida de James. Alice estaba plantada en el suelo, inmóvil, mientras Lily intentaba convencerla para que siguiera andando.

-Cielo, no tienes que tener miedo, has cruzado al anden muchas veces y nunca ha pasado nada

La niña dió un paso pequeño y temeroso, pero volvió a quedarse estática al ver pasar a un grupo de niños de su edad hablando con sus padres.

-Alice, cariño, no va a pasar nada, no debes tener miedo. ¿Prefieres que te coja y te cruce al brazo?- dijo la madre con una ceja alzada y una sonrisa bondadosa. La niña miró incréduda a su madre

-¿Crees que no se andar?- su voz era suave y temblorosa. – No es el muro lo que me da miedo, mami. ES…

-Lo seAlice, pero no pasa nada, no pasará nada, no haras daño a nadie.

-¿Cómo puedes saberlo?- La urgencia invadió su mirada, la espectación, el anhelo de una respuesta. La mano de su madre viajó hasta su mejilla en un gesto cálido y reconfortante, sus miradas se encontraron: desesperación y miedo frente a comprensión y amor.

-Lo se, hija.

La pequeña asintió y avanzó, agarrando fuertemente la mano de su madre y desapareciendo tras el muro de piedra que separaba los andenes 9 y 10 de la estación deKings Cross en plena ciudad londinense. La multitud, una vez mas, ignoró la magia que les rodeaba, aquella que existía descaradamente frente a sus narices a cada instante. Todos siguieron corriendo y charlando alrededor del muro que separaba dos mundo tan estrechamente unidos y tan diferentes entre si.

-¡Harry! – Un joven alto y pelirrojo, de ojos azules, intentaba llamar la atención del recién llegado.-¡Ey, Harry!

-Ron, amigo – dijo el joven al llegar a su lado. Ronald Weasley, su mejor amigo desde la infancia estaba mas alto que nunca y le pasaba por lo menos una cabeza- ¿Qué haces aquí tan pronto?, si siempre llegais por los pelos – rió el moreno dandole unas palmadas en la espalda.

- Ya, sí…- respondió su amigo sonrojandose un poco y saludando también al sr Potter- querían asegurarse de llegar con tiempo para despedira Alice- dijo mirando de reojo a una mujer y una chica pelirrojas que estaban reunidos cerca de allí. Harry las conocía bien, se había criado con ellas, pero la larga melena de la joven captó su miranda, hipnotizándolo con esos suaves movimientos producidor por el viento- ¿Cómo lo lleva?- Preguntó su amigo sacándolo molestamente de aquel trance.

-Pues mal – admitió cabizbajo

- Harry, cariño, estás altísimo – dijo la mujer regordeta y bajita abrazando al muchacho- No te perdono que este verano no hayas pasado tiempo con nosotros en la Madriguera- dijo con un falso tono de resentimiento.- ¡James!¿ Cómo estais? ¿Y Lily y Alice?

- Todo bien, por ahí vienenMolly, ¿Qué tal vosotros?

- Bien, bien – respondió ya sin hacerle caso al hombre mientras se acercaba a la pequeña niña- ¿Cómo estás, cielo? He traido esto para ti – Añadió sacando un pequeño paquetito de chucherías del bolso y guiñándole un ojo- para el viaje.

- Gracias señora Weasley- una sonrisa inundó su cara y todas sus facciones cambiaron.- ¡HolaGinny!- Saludó alegremente a la joven que se acercaba. La hija menor de los Weasley era bajita y delgada, sus facciones eran muy parecida a las de su madre y su pelo rojo fuego caia en cascada por su espalda hasta la cintura.

- Hola pequeña- respondió la aludida sonriente.- ¿Preparada para aprender? – dijo dándole dos besos y un fuerte abrazo- Hogwarts te va a encantar- añadió. Una sombra de preocupación y miedo cruzó los ojos de la pequeña bruja que quedó paralizada con una sonrisa forzada en su rostro.- Y yo estaré alli para vigilarte- añadió con un guiño y un pequeño abrazo para tranquilizarla.

Alice respiró un poco mas tranquila, pero seguía aterrada. Su padre le propuso buscar un buen compartimento en el tren y subir su equipaje y su mascota para acomodarlos y ella fue tras el sin dejar de temblar ni apartar su vista del suelo.

-¿Sigue igual, querida?

-Sí, Molly. Espero que las clases le ayuden a controlarse y a animarse un poco.

-Estará bien, señora Potter. Me encargaré de vigilarla y darle animos

- GraciasGinny, eres un cielo, pero no vayas a perder tiempo de estudio por ello. Se que estará bien y ya hablé con Dumbledore de su problema y me ha asegurado que todo el profesorado estará pendiente para ayudarla.

-¿La pequeña niña Potter necesita vigilancia??- dijo una voz arrastrando las palabras trasHarry y Ron. El comentarió había sido tan leve que solo los dos muchachos pudieron oirlo.

-Cierra la boca Malfoyo te la cerrareyo- amenazó Harry antes de girarse y ver que no había errado en sus suposiciones.

Un chico de su misma edad, alto, atlético, con el pelo de un rubio antinatural y los ojos del color de las nubes cuando hay tormenta, con una expresión permanente de odio estaba frente a ellos. Draco malfoy era el peor enemigo deHarry, ambos se odiaban a muerte desde elprimer día en Hogwarts; de hecho, desde que se conocieron en ese mismo sitio (el anden 9 y ¾) seis años atrás. Malfoy venía inevitablemente acompañado de sus guardaespaldasVincent Crabbe y Gregory Goyle, ambos gigantescos, musculosos y completamente estúpidos, y de las dos víboras más insoportables y maquiavélicas de todoHogwarts: Pansy Parkinson, pequeña, morena, con cara de pocosamigos y una risadiabólica y Hermione Granger, bajita, castaña, de pelo enmarañado y una sabelotodo insufrible que le hacía la vida imposible a todo aquel que se interponía en su camino.

Harry avanzó un paso amenazante hacia el grupo y todos movieron sus manos hacia sus varitas, Ginnyse había acercado y flanqueabaa Harry por si izquierda mientras Ron lo hacía por su derecha. Todos tenían las varitas escondidas pero a punto cuando un estruendoso pitido hizo eco en el lugar y una voz amplificada anunciaba el último aviso para subir al tren de camino a la escuela.

-Has tenido suerte, Potter – dijo Malfoy asqueado mientras se giraba y se alejaba de allí con si séquito- pero andatecon ojoen Hogwarts

Ron iba a replicar cuando una mano se posó en su hombro y lo paró.

-Subid al tren chicos, no perdais el tiempo con…esos.

-Si, tioSirius- dijoHarry al ver a su padrino allí parado y serio- Nos vemos pronto- añadió al tiempo que le daba unos golpes en la espalda.

-CuidateHarry, no te metas en lios.- dijo su madre al acercarse al grupo- y cuida de tu hermana.

- Lo haré mamá, nos vemos en navidad.

Y sin más subió con su equipaje flotando detrás deél, Ron y Ginny subieron un minuto después, tras haberse despedido de su madre y haber recibido elinevitable sermón sobre los beneficios de no meterse en peleas. " Cómo si las buscásemos nosotros!" decía cada año Ron al subir al tren.

Ginny se despidió de ellos para ir en busca de sus amigasy Harry y Ron fueron en busca de sus compañeros de curso.

- Pórtate bien y no te metas en lios- dijo una voz aguda a sus espaldas.

- Y cuida de tu hermanita mostruosa- Añadió otra voz mientras la primera reia como una hiena.- ¿Qué pasaPotter, no sabes mantenerte fuera de los lios ni un segundo?

-¿Qué pasaGranger, no sabes mantenerte lejos de nosotros ni un segundo?- respondió Ron con furia y sorna. La aludida se sonrojó ligeramente por la ira mientrasParkinson seguía riendo como una hiena.

- Puedo restarte puntos por eso, Weasley, retíralo.

- Yo también puedo restarte puntos por eso, Granger- respondió Ron con el tono mas desagradable que pudo- No me impresionas, para nada.- añadió mientras los ojos de la joven brillaban de un modo extraño- Vámonos, Harry.- Y ambos siguieron su camino por el pasillo del tren hasta encontrar el compartimento donde suamigo Neville les esperaba mientras la locomotora escarlata comenzaba a rodar y poco a poco se alejaba del anden y de sus familias rumbo a suúltimo año en Hogwarts.