Hola! Bueno aquí estoy de nuevo con otro fan fic…ya se que me deje mi otro fic a medias y en una parte muy interesante pero la verdad es que no me siento inspirada para continuarlo, y quiero que la continuación sea muy buena, por eso es que aun no la publiqué. Mientras tanto aquí os traigo otro fic, tiene algo de misterio, comedia y sobretodo, romance, un cambio radical al otro pero en fin… Me gustaría que en vuestros reviews me dijerais que chico os gusta más para Pilika, o con el que en esta ocasión os gustaría que ella estuviera…espero que os guste…ahí va:

Después del torneo de Shamanes, las cosas habían cambiado mucho…., ya no se veían tanto todos, y, a pesar de la muerte de Hao…algunos no descartaban que el peligro podría volver a renacer…

Capítulo uno

Era por la mañana, Pilika Usui se había levantado a preparar el desayuno para su hermano, Horo-Horo Usui.

-¡Hermano!-le gritó nerviosa la chica.- ¡Voy a llegar tarde por tu culpa! ¡Date prisa!

-Sí, si…ya voy Pilika.-dijo saliendo del baño frotándose los ojos, ya que se acababa de despertar.

-Siéntate…-le dijo sonriendo.

-¿Y esa alegría?-dijo el acercándose a ella y dándole un beso en la mejilla, después se volvió y se sentó en la mesa.

-Es que hoy vuelve…-dijo sonriendo.

-Aaahhh, ¿Te refieres a ese? ¬¬-le contestó. Pilika levanto la cabeza rápidamente y miró a su hermano con el ceño fruncido.

-¡¿Qué es lo que te molesta!-dijo algo exaltada.

-Nada nada…-dijo mirando al plato del desayuno.

-Lyserg es nuestro amigo, y yo me llevo muy bien con él, pero eso no quiere decir que conmigo sea algo más…-le dijo volviéndose rápidamente hacia el fregadero para empezar a fregar los cubiertos de la cena pasada.

-Más vale…, por que no me gustaría pensar que entre tu y el…-empezó a decir Horo, pero fue interrumpido por la voz de una chica, de Tamao Tamamura, que entraba por la puerta entreabierta de la casa de los Ainu.

-B-buenos días…-dijo algo avergonzada.

-¡Hola Tamao!-le contestó Pilika sonriendo.

-Buenos días Tamao…-le contestó Horo sonriéndole, la chica casi se derretía allí mismo, ya que ella sentía algo especial hacia el hermano de su amiga.

-E-esto…venía a recogerte para ir a buscar al aeropuerto a…Lyserg…-dijo sonrojándose al notar que Horo la miraba, ella era un chica dulce, de cabellos rosados hasta los hombros, y una tímida expresión en su rostro.

-Sí, claro.-le contestó Pilika.-En cuanto mi hermano acabe de desayunar y le pueda retirar los platos.-dijo mirando al Ainu con expresión de bulla.

-¿Y por qué tanta prisa?-dijo el mirándola algo enfadado.-Lyserg sabe cuidarse solo, no hace falta que vayas a buscarle…

-¡No seas así hermano! Es nuestro amigo…no pienso dejarle tirado…-le contestó Pilika.

-Está bien…anda vete, yo retiro esto…

-¿En serio?-le contestó Pilika con una sonrisa en su cara.

-Claro hermana.

-¡Gracias Horo!-dijo dándole un efusivo abrazo y un beso en la mejilla.-Nos vemos después.-dijo mientas cogía su bolso y salía por la puerta agarrada del brazo de su amiga Tamao.

Horo veía como las chicas se iban…sentía miedo por su hermana, no quería que ningún chico le hiciera daño como una vez anterior. Su hermana tuvo una relación con un chico llamado Len Tao, un atractivo joven, del cual Pilika estaba muy enamorada, pero él un día tuvo que volver a su país, China, y dejarla. Le costó bastante, porque el la quería más que a nada en el mundo. Había sido su primer amor por ambas partes. A ella le costó bastante superarlo, pero gracias a sus amigos y a su hermano lo iba superando y, con la llegada del chico Ingles, las cosas podrían cambiar en su vida…

-¡Vaya!-dijo Pilika sorprendida al ver el coche de Tamao.-¿¿Es nuevo?

-Si-le contestó feliz.-Me lo dieron ayer del concesionario de coches, después de mucho trabajar en la pensión Asakura, al fin pude pagármelo… ¿Qué te parece?

-¡Es precioso!-le contestó la peliazul. Las chicas se montaron en el coche, Tamao al volante y Pilika de copiloto a su lado.

Llegaron al aeropuerto, allí se bajaron dejando el coche aparcado en el parking subterráneo, Pilika salió algo alterada, poniendo cara de angustia.

-¿Te pasa algo?-le preguntó Tamao mirándola extrañada.

-Siii, necesito ir al baño ¡YA!-dijo poniendo una pierna cruzada por encima de la otra, sujetándose, para no hacérselo allí.

-Mira, allí hay un baño.-dijo señalando una puerta.-No te preocupes, yo iré a buscar a Lyserg, ahora subes tú.-Pilika asintió algo apenada y salió corriendo hacia el baño. Tamao se dirigió hacia unas escaleras automáticas, que daban a la planta donde los pasajeros de algunos vuelos iban al bajarse. La chica miró el reloj, alzó la mirada hacia arriba y se encontró en frente suya a un chico de pelo verde, ojos del mismo color que parecían esmeraldas, alto, con una bellísima sonrisa…

-Me alegro de volver a verte, Tamao.-le contestó dejando las maletas a un lado y dándole un abrazo.

-¡Lyserg!-le dijo emocionada.- ¿Cómo estás?-el se separó de ella sin dejar de sonreír.

-Pues muy bien, estaba deseando veros a todos, ¿cómo están?

-Están bien, ya sabes…, Yoh sigue con sus risas, Anna mandándole a entrenar…-le estaba contando la chica, cuando la mirada de este cambió de dirección, parecía petrificado…-Lyserg… ¿estás bien?...-Tamao se percató de que Pilika acaba de entrar en la sala.

La Ainu al ver a Lyserg, corrió hacia el tirándosele encima y dándole un gran abrazo, al que el correspondió.

-Estás aquí…aún no puedo creerlo-dijo la chica emocionada, él la tenía un poco elevada en el aire.

-Te he echado de menos…-le dijo él, ella se apartó a escasos centímetros de él.-Estas estupenda…-En las mejillas de ella apareció un leve sonrojo.-Has cambiado mucho desde la última vez que te vi… eras una cría.-le dijo riendo un poco.

-Tu también has cambiado mucho, estás genial.-le contestó Pilika, el le dio un beso en la mejilla. Se quedaron mirándose…

-Chicos…-les dijo Tamao, pero ellos ni caso…-¡Chicos!-dijo ella elevando la voz. Los dos despertaron de su "ensoñación".

-Eh…si, perdona Tamao.-le dijo Lyserg.

-No pasa nada, bueno, tenemos que irnos, tendrás ganas de ver a los demás, ¿no?-el chico puso una expresión de felicidad y asintió.

Llegaron al parking, Lyserg depositó su equipaje en el maletero del coche y se montó detrás y las chicas en el mismo sitio que anteriormente, fueron hablando todo el camino. Tamao contaba lo que pasaba en la pensión Asakura, a lo que Lyserg respondía sonriendo dulcemente, pero sin dejar de pensar en lo hermosa que estaba su…amiga Pilika.

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Bueno esto fue todo por el momento, dejadme reviews please! n.n