Un viaje de recuerdos
Drabble que participa en la décima convocatoria de "GundamWingYaoi en Español" de Facebook
Regalo navideño para: Kira Kuro.
Miraba a través de la ventana del tren, apenas se notaba el exterior cubierto de nieve, Trowa intentaba no ver su reflejo por el cristal. Descubría nuevas rutas para un mismo destino.
¿Qué le molestaba de viajar? La cantidad de horas de ocio, rostros desconocidos, de su mente haciéndole jugarretas, pero sobre todo: extrañarlo.
¿Qué le gustaba de esos viajes? El regreso.
¿Algo le preocupaba de cada viaje? Que ya no hubiera alguien esperándolo.
Sabía que la distancia separaba a las personas y que los momentos juntos había que atesorarlos, por eso ahora se apuraba a volver, para estar en las fiestas con su amado.
La ciudad cubierta de luces navideñas le guiaba en su último tramo.
La primera vez que viajó, fue por su hermana Catherine que había enfermado. Fue una despedida rápida para un viaje de dos meses, preocupado por ella perdió la noción del tiempo. Cuando regresó lo sintió nervioso, se desvivía por atenderlo y nunca le reclamó su tardanza.
Se sintió culpable, pero no hizo nada para solucionarlo.
La segunda vez se ofreció a cumplir una misión con Wufei. La despedida fue larga, a su regreso un fuerte abrazo, besos desesperados y la preocupación en cada momento que estuvieron juntos.
Se sintió un cobarde, pero no hizo nada para solucionarlo.
La tercera vez se ofreció a transportar equipamiento a zonas marginales. La despedida fue por teléfono con un seco cuídate.
¿Por qué se marchaba? Porque quería sentirse útil y por eso buscaba cualquier trabajo de importancia, aunque eso lo llevara muy lejos. O eso decía él.
— ¡Bienvenido, Trowa!— un alegre saludo acompañado de un cálido abrazo fue su recibimiento.
—Ya volví, Quatre —Sus miradas se encontraron para después besarse con ternura.
—Llegaste a tiempo para celebrar la navidad— El rubio se había esmerado para decorar el lugar.
—No me la perdería —Un beso con mayor pasión.
—Estarás cansado, déjame prepararte el baño—Intentó ponerse de pie.
—No —Detuvo al rubio tomándolo de la mano— Quédate un rato — lo atrajo por la cintura y lo recargó en su pecho.
—Sí —Quatre cerró los ojos disfrutando la compañía. Trowa lo miraba con adoración.
Se sentía un traidor, pero no haría nada para solucionarlo.
¿Cuál era la verdad tras esos viajes? Quatre tenía muchas responsabilidades en el trabajo, pero a pesar de todo tenía tiempo para ayudar a las personas, para estar con los amigos, para hacerle sentir la persona más amada del mundo.
Llegó a tiempo para las fiestas, para crear bellos momentos juntos, reafirmar su relación, disfrutar de su mutuo amor; con la finalidad de abandonarlo otra vez.
¿Y por qué lo hacía? El viajaba cada que podía, porque egoístamente se había dado cuenta que para monopolizar al rubio debía hacerle sufrir su ausencia.
Se sentía el ser más vil, y no quería hacer nada para solucionarlo.
¿Por qué? Porque tenía al ser más maravilloso del mundo a su lado, y aunque no era digno de él, era suyo y no se lo daría a nadie.
