Pareja: Hikaru x Kaoru

Nada me pertenece, excepto mi imaginación


Kaoru

Nos dijeron que debíamos practicar, aunque éramos buenos en nuestro juego aun no era suficiente, podíamos hablar al mismo tiempo, decir lo mismo que el otro porque ya era predecible saber el que diría, pero aún no podíamos sincronizar nuestros movimientos, seguíamos siendo un poco torpes, no es que se notara mucho pero era crucial, todo debía ser perfecto.

Hikaru

Las mismas expresiones, los mismos gestos de rostro y cuerpo, las mismas palabras, con todo eso estábamos bien, pero aún me costaba sujetarlo y acercarlo a mí, intentar no tropezar mientras me movía hacia un lado y él al opuesto.

"Hermano, no pongas tus manos ahí"

Las manos de Hikaru se habían deslizado descuidadamente por el trasero de Kaoru.

"Lo siento hermano" Se disculpó el mayor sonrojándose.

Kaoru lo sujetaba del cuello mientras presionaba su pecho contra el suyo y él seguía intentando sostenerlo de la cadera firmemente, pero el tener el rostro del menor tan cerca lo estaba distrayendo y más porque el mismo rubor que cubría sus mejillas le daba una apariencia tan linda al otro.

"Podemos parar por un rato" Pidió Kaoru cuando sintió que las manos bajaban nuevamente a otro lugar ruborizándose aún más.

La actuación del incesto tenía que ser bien planeada y fríamente calculada, pero no de la noche a la mañana pudieron conseguir eso.

Hikaru suspiró, era más torpe ese día que otros, suponía que no debía ser nada en especial, todos tienen sus días malos, debía ser sueño o algo.

Los dos estaban en su habitación de la mansión a solas, era el único lugar donde podían practicar sin ser molestados.

"Sí, está bien" Asintió y se dejó caer sentado sobre el borde de la cama.

"Hikaru" Lo llamó el menor sentándose a un lado "Mañana tenemos que atender a más clientas" Le recordó con pesar.

"Sí, lo sé" Hikaru cerró los ojos y se apoyó con los brazos contra la cama, volteando a ver el techo "Sabes" Empezó con una sonrisa sin molestarse en abrir los ojos "A veces pienso que en algún momento pasa por las cabezas de las clientas que tú y yo hacemos 'cosas' en privado" Conforme iba hablando iba riendo.

"Yo también" Concordó Kaoru riendo "Tienen muy hiperactiva la imaginación"

"Sí" Asintió Hikaru abriendo los ojos y mirando a su hermano "Se deben imaginar que te debo besar o algo así" Las lágrimas de risa se salían de sus ojos.

"No, no" Kaoru también estaba riendo demasiado "No solo eso, también se deben imaginar lo que hacemos en la noche, cuando me meto a tu cama"

Siguieron riéndose a carcajadas y diciendo todo lo que sus pervertidas clientas se les podía ocurrir y vaya que eran muchas cosas.

"¿Ya descansaste suficiente?" Preguntó el mayor al menor poniéndose de pie, debían continuar.

Kaoru asintió y se puso de pie de inmediato.

Como siempre el menor envolvió sus brazos por detrás del cuello de su hermano y el otro puso una mano en la cadera mientras que con la otra tocó la mejilla de Kaoru, buscaba una manera correcta de acercar el rostro, sin querer acarició la mejilla, a Kaoru eso le gusto, se sentía bien, la mano de su hermano acunó su rostro y lo acercó, los ojos dorados se encontraron, era importante no perder el contacto visual pero era fácil, hipnotizados uno al otro.

A Hikaru no le estaba gustando esa posición era un poco molesta y poco versátil, en vez de ello dejo la mejilla y tomó la barbilla con su pulgar e índice, así era más sensual y pícaro, el sonrojo en el rostro que Kaoru tenia era de un buen color, leve pero notorio, sin saber que era uno autentico y no fingido. ¿Se puede fingir rubor?

"H-Hikaru" Dijo nervioso por la cercanía.

"¿Qué?"

"Ten cuidado" Le pidió, no quería que sucediera lo mismo que con su trasero.

"No estés nervioso, vas a tener que acostumbrarte a esto" Dijo Hikaru acercando más el rostro de su hermano al suyo

Las narices se toparon, sus labios estaban a pocos centímetros juntos

"Hikaru" Susurró cerrando los ojos, no podía soportar estar tan cerca por más tiempo

Aunque eran hermanos gemelos, hasta ellos tenían un límite del espacio personal en donde no permitían que nadie se acercara, lo más cerca que habían estado era tomados de la mano y los abrazos, no eso

"Abre los ojos" Le pidió el mayor.

"No quiero"

"Kaoru tienes que abrir los ojos y mirarme" Le dio un leve apretón al mentón.

Al final Hikaru lo convenció, lentamente y con un rubor más profundo fue abriendo los ojos, su hermano lo veía un tanto molesto, debía tomarse las cosas más enserio, tomó unos cuantos respiros para controlar sus nervios.

"Ves, no pasa nada" Le sonrió arrogante Hikaru.

"Eso lo dices tú"

Pasaron un rato de esa manera, Kaoru con los brazos en el cuello de su hermano y Hikaru pretendiendo casi besarlo.

"¿Ya te acostumbraste?" Se atrevió a preguntar Hikaru.

"No, aún no" Sacudió levemente la cabeza, sin hacer que su gemelo lo soltara "Es extraño, siento que me fueras a besar"

Una sonrisa traviesa apareció en el semblante del mayor.

"Si quieres lo hago"

"¡Qué!" Exclamó exaltado.

"Si quieres te beso" No esperó a que le contestara y Hikaru giró el rostro de su hermano plantándole un beso en la mejilla, para su mala suerte lo hizo muy rápido y no se fijó bien en donde, fue muy cerca de la comisura de los labios de Kaoru.

"¡Idiota!" Le gritó Kaoru soltándose y empujándolo "Me asustaste"

Se tocó donde lo había besado, fue casi en los labios, su rostro se tiñó de rojo por completo.

"Lo... lo siento" Dijo el mayor igual de avergonzado "Me equivoque…"

Se miraron el uno al otro, escaneando las expresiones del contrario, Kaoru aún tenía la mano sobre su mejilla y lo veía furioso.

"No vuelvas a hacer eso" Le advirtió, Hikaru sólo asintió

Kaoru no quiso practicar más por ese día.

...

Los dos durmiendo en una misma cama se agitaban en sueños, o en realidad solo Hikaru, Kaoru se despertaba a cada hora por los incesantes movimientos y sacudidas de su hermano, sabía que tenía pesadillas, siempre era así cuando las tenía, pero no se molestaba en despertarlo, según Hikaru él no tenía, porque jamás recordaba que había en ellas, el único que la pasaba mal era él, sin dormir hasta el día siguiente.

Contar borregas no funcionaba, la almohada sobre la cabeza tampoco, estaba a punto de levantarse y dormir en un sofá.

Su hermano volvió a moverse dando contra su espalda, uno de los brazos se envolvió contra su cuerpo, iba a quitarlo porque era molesto, pero Hikaru se quedó extrañamente tranquilo, dejo de agitarse, tal vez podría dormir por fin.

Su hermano no se volvió a mover, pero aun así le costó dormirse, el cuerpo caliente de su copia le causaba algo como la incomodidad, tenía calor y estaba agitado, no quería tenerlo encima pero tampoco quería quitarlo, le gustaba sentirse cerca de su hermano, podía hacer un esfuerzo por tolerarlo.

...

El primero en despertar fue Hikaru y mientras su vista se iba aclarando vio los cabellos rojizos de Kaoru, había despertado porque le cosquillaba el cuello, miró más hacia abajo, el rostro de su gemelo estaba recargado demasiado junto a él y lo que le provocaba cosquillas era el cálido aliento del menor contra su piel.

En la noche debió haberse arrimado, lo que no espero era tener su brazo rodeando el cuerpo de Kaoru y apegándolo al suyo, se ruborizo recordando 'ese pequeño accidente'.

Aunque no quiso decirle nada a su querido hermano ese accidente lo había dejado con una sensación muy rara, no sabía que era pero hacia que su pecho se agitara, igual que en ese momento al ver el sereno rostro del menor dormido.

Siempre pensó que se veía bien, claro los dos eran muy atractivos, pero esa mañana lo veía con ternura, su hermanito era lindo.

...

"Kaoru prueba este Nõka*" Dijo la doncella de cabellos largos a uno de los gemelos ofreciéndole uno de la caja de chocolates

"Yo soy Hikaru" Corrigió sonriéndole con amabilidad "Pero aun así tomare uno" No se podía negar el ofrecimiento.

Tomó uno de los chocolates y lo metió en su boca, ignorando las sonrisas de todas.

Ya se había acostumbrado a ser un espectáculo ambulante, pero Kaoru no, aunque no se notara este estaba tenso y lo sabía por cómo le lanzaba miradas de vez en cuando su hermano llenas de nerviosismo, eso sucedía cuando de estar apartados de todos en su propio mundo pasaban a estar rodeados de gente y de una muy escandalosa con chillidos y risitas molestas, pero debían seguir actuando.

"Hikaru yo también quiero uno" Se acercó Kaoru a su hermano sentado a su lado, poniendo una expresión completamente falsa de inocencia.

Ya tenían ensayada una rutina que querían probar en esa ocasión, se podía aplicar en cualquier momento que hubiera comida de por medio.

"Yo te lo daré Kaoru"

El mayor tomó otro chocolate y lo llevó a la boca del menor, este lo esperaba con la boca entreabierta, mientras chillidos de emoción se hacían cada vez más fuertes por parte de las damas.

Hikaru lo metió dentro de la boca, tocando levemente uno de los labios del menor en un descuido, pero no fue desapercibido por las chicas que chillaban como locas ni por Kaoru que lo miró abriendo los ojos ligeramente llenos de sorpresa antes de controlarse y relajar la expresión, para agregar más sazón a las cosas Hikaru lamió seductoramente sus dedos, como si hubiera gran cosa de chocolate en ellos, con la misma sensualidad Kaoru lamió su labio inferior específicamente donde los dedos lo habían tocado, mejor que el sabor del chocolate, los dos querían saber a qué sabia otra cosa...

"Hikaru ¿puedo comer otro?" Hablo Kaoru con seda en la voz y hambre en la mirada.

"Claro" Le correspondió con una expresión llena de la misma hambre, tomó otro Nõka y se disponía a dárselo.

Esos juegos de amor incestuoso debían jugarse bien ¿o no?, eran atractivos cada uno de los movimientos que hacia el otro, cada gesto voluntario o no, lleno de encanto, se hipnotizaban el uno al otro llenándose de fascinación cada vez que comenzaban, pero más que nada era la diversión que podían encontrar en ello, nunca habían jugado un juego tan divertido como ese y una parte del juego que estaban descubriendo era que tanto podían sonrojar a su gemelo.

"Lo siento señoritas pero el tiempo ha terminado" Kyouya apareció detrás del sillón, dedicándoles una sonrisa de disculpa a todas las presentes.

"Arruinaste el momento" Dijeron los dos al unísono, mirándolo con las caras largas "¿Qué no sabes leer el ambiente?" Estaban molestos por haberlos interrumpido.

El moreno les dedico una mirada fría y ajustó sus lentes antes de concentrar su atención a las damas e ignorar a los gemelos.

Bueno, tampoco tenían mucho de que quejarse ya era hora de su descanso, los dos entraron a la sala de música, por suerte no estaba Tamaki ni ninguno de los otros miembros del club, extrañamente estaban algo serios entre los dos, cada uno pensando en lo que sucedió allá.

Kaoru se sentó en uno de los sillones, descansando los codos sobre sus piernas y apoyó el mentón contra sus manos entrelazadas, Hikaru por su parte se sentó en el brazo del mismo sillón mirando a la pared.

Kaoru

'Hace un momento quise...' Pensó con pesar 'Quise... ¿Qué fue lo que quise?' Ni él mismo lo entendía 'No está bien, nada de bien, no es correcto que haya pensado algo similar' Hundió su rostro entre sus manos 'Cuando sus dedos rozaron mi labio' Tocó su labio inferior '¿Por qué recordé lo del otro día?, fue solo un accidente, me enojé al principio pero después me sentí mal, algo no me deja pensar con claridad, solo debo empezar a razonar con la mente fría'.

Hikaru

'Pero que tonto fui, no debo pasarme de esa forma' Suspiró 'Es mi hermano, ¿Qué fue eso que pensé?, no está bien, mi mente me está jugando una broma, es culpa de todo eso que hacemos, solo es cuestión de que nos acostumbremos'.

"Hikaru" Comenzó el menor pasando saliva por su garganta "¿Quizás... necesitamos practicar más?" No quería que sucediera de nuevo lo de hoy.

"Sí" Estuvo de acuerdo.

Por menos de un segundo pasó por la mente de los dos aprovecharse de eso, pero ninguno se dio cuenta de ese pensamiento.

Para mala suerte de los dos, no era su imaginación, mientras más jugaran las cosas empeorarían, solo era cuestión de tiempo para que arriesgaran más en su juego, una vez actuaban eran una cosa y fuera de la farsa otra.

*Nõka es uno de los chocolates más caros del mundo.

CONTINUA...