Disclaimer: Esto se puede hacer más ameno u original? Digamos que los personajes no son míos, si no de JKR, por lo que yo no me lucro con ellos. Digamos que para ganar dinero, necesito que esta noche me toque la quiniela. Aunque eso es algo que os da un poco igual.

Bueno, pues aquí estamos con la segunda parte de El Arte de Vengarte, así que si no la habéis leído os recomiendo que retrocedáis porque no os vais a enterar de la misa la media. Para los que ya habéis leído los 31 capítulos anteriores, que estaréis más puestos, advertiros también que este fict va a tener zonas más serias y oscuras que el anterior. ¿Cómo no tenerlas? Va desde el verano de 1976, donde dejamos a los protagonistas en el que Voldemort empieza a tomar impulso de verdad, hasta las navidades de 1981, cuando, bueno... ya sabéis todos/as lo que había pasado por entonces. Aunque el grueso de la historia es el último curso de los Merodeadores en Hogwarts.

También tenéis que daros cuenta de que hay demasiados personajes que no existen en los libros y si la cosa tiene que encajar más o menos, más menos que más, pero al menos un poco más, dichos personajes deben ser apartados, así que por lo que pueda pasar, no os encariñéis con nadie, que yo ya estoy encariñada con todos y lo voy a pasar fatal.

Ultima advertencia: en este fict abundan los saltos en el tiempo, por ejemplo, empezamos en 1971 y luego saltamos de golpe al 1976. Eso va a estar presente en toda la historia. Respecto al tiempo, no creo que vaya a ser tan precisa en fechas como en El Arte de Vengarte, entre otras cosas, perdí un calendario que me hice y me da pereza hacerlo de nuevo. La cosa irá por meses y años.

Dicho esto: Una vez más CarlaGrey Pictures se complace en presentar el capítulo uno de una nueva locura, Por amor al arte, esperando que os guste. (Por favor, no me matéis)

Por amor al arte 1.

Hoy no es un buen día.

Verano de 1971. Isla de Anath.

"Cuéntamelo." Exigió Evy, una niña de diez años de ojos verde dorados y pelo castaño que se acurrucaba cerca de la luz de la hoguera que iluminaba la playa.

"Ya te lo he contado más de una vez." Contestó la voz de Ethan, al otro lado del fuego.

"Pues cuéntamelo una vez más, por favor." El tono de la niña era ahora un ronroneo mimoso e irresistible.

"Esta bien." Se rindió Ethan con un suspiro resignado mientras la niña sonreía triunfal. Con tono de falsa seriedad Ethan la riñó." Espero, Evy, que por tu bien, algún día encuentres a algún chico al que no puedas manipular. O que al menos pueda manipularte a ti."

La pequeña sonrió de forma enigmática. No reveló lo que la pasaba por la cabeza, que no creía en la existencia de ese ser masculino. Ya sería un logro que pudiera resistirse a ella, pero que lograra manipularla era impensable.

Por su parte Ethan dejo de afilar su espada. Era una espada japonesa, una verdadera obra de arte que reflejaba una belleza salvaje, tan salvaje como la del hombre que la empuñaba.

Viendo al hombre rubio de pelo largo, con los ojos idénticos en forma y color a los de la niña, nadie hubiera dudado del parentesco, aunque era más lejano de lo que parecía a priori. Lo que le hubiera costado más deducir al mirarle es que ese apuesto hombre joven, que parecía el doble de cuerpo de Brad Pitt en Troya, tuviera más de 70 años.

Tampoco hubiera podido deducir que Ethan era un hombre de Dios, un misionero. Eso al menos decía el hombre, pero Evy lo dudaba bastante, más que nada era que jamás le había visto cerca de un iglesia o con una Biblia y el único rito religioso que Evy sabía que Ethan practicaba, era el festival de la fertilidad. Que Evy supiera ninguna de las tres religiones principales, (islamista, cristianismo, judaísmo) reconocía el sexo como forma de oración.

" ¿Así que una vez más quieres oír cómo empezó todo?" Ethan lanzó una mirada divertida a la chica que asintió. "Pues bien en el principio existían dos razas de guerreros que luchaban contra las tinieblas. Los Jaguares y los Leopardos. Nadie conocía su origen, sólo se sabía que eran seres mágicos que podían cambiar de forma desde la cuna."

"Lo que les diferenciaba de los animagos." Aportó Evy.

"Exacto. Aunque tenían más cualidades que los diferenciaban de los animagos y entre sí. Los Jaguares eran más robustos y bajos. Se les daba muy bien la magia en general y eran inmunes a las maldiciones más simples incluso en forma humana. Pero no podían transformarse en jaguares a voluntad, sólo de forma forzosa ante la presencia de un Dementor. Sus garras destilaban un veneno, que podía paralizar a los Dementores.

>> Los Leopardos eran más altos y finos. Se trasformaban a voluntad y eran capaces de hacer conjuros en cualquiera de las dos formas. ¿Te imaginas un leopardo haciendo levitar una mesa?"

"Los que vieran eso se sorprenderían bastante." Rió Evy.

"Dudo que se limitarán a sorprenderse." Concordó Ethan antes de retomar el relato. "No estaban tan preparados para la caza de Dementores, pero sí para luchar contra los Naga, los guerreros serpiente. Eran inmunes a cualquier veneno y en sus garras había una sustancia que dejaba inconsciente a quien arañaran.

>> Las 2 razas eran aliadas y se regían por las mismas reglas sociales. La principal "juntos pero no revueltos". Sus miembros se agrupaban en 4 clanes. Los 8 colaboraban juntos siempre y cuando fuera posible, cosa que no ocurría a menudo, ya que los Jaguares vivían en Ma Noa y los Leopardos en Opar."

"El Dorado y las Minas del rey Salomón." Intervino Evy.

"Así las llamaron los muggles, sí." Admitió Ethan. "Un día los Leopardos. Se enfrentaron al poderoso ejército de Seth, compuesto por mil Nagas."

"¿Cuántos eran los Leopardos?" Evy sabía la respuesta, pero la historia era más divertida si era interactiva.

"300."

"¿Y quién gano?"

"Los cuervos y los chacales. Son lo que ganan todas las batallas." Contestó Ethan con amargura. Durante unos minutos solo se escucho el crepitar de la madera al quemarse. Ethan había participado en varias guerras y sabía que esas cosas al final, no las ganaba nadie. "Las dos razas quedaron heridas de muerte. 200 Nagas quedaron en pie y corrieron a refugiarse en las cuevas de la India. De los Leopardos sólo quedaron 50. Su raza se extinguía. Y lo peor era que nadie quedaría para proteger a África de las fuerzas oscuras.

>> Como última esperanza volvieron sus ojos a los Jaguares. Pidieron que algunos de ellos, uno de los clanes al menos, se fuera a vivir a África.

>> 3 de los 4 clanes se negaron en redondo. No era al inhóspito continente negro lo que temían. Lo que les asustaba era que al final podían terminar mezclando su sangre con los Leopardos. Y ellos eran unos obsesos de la pureza de sangre, a través de ella querían engendrar al Jaguar perfecto.

>> Pero al clan Mahutam eso le daba igual. Ellos no creían en el matrimonio, ni en la pureza de sangre y eran un clan matriarcal. Tal vez era de eso último de dónde salía su gran libertad respecto a todo. Para el clan Mahutam lo único sagrado era el amor. Y por amor muchos de sus miembros se habían "casado" con licántropos, vampiros, magos y Muggles. Por eso no vacilaron en emprender una nueva vida en Opar, y cuando empezaron a formarse las parejas nadie se escandalizo. Impusieron el matriarcado a los Leopardos y al reino de Egipto. 100 años después se vieron las ventajas de esas uniones mixtas.

>> Una de las debilidades de las razas mágicas es la dificultad para concebir hijos, mayor contra más pura sea la sangre. Pero aquella dificultad disminuyó. Pero eso era algo menor. Los Mestizos heredaron la habilidad de transformarse a voluntad y la de hacer hechizos en forma animal de los Leopardos, pero ya no eran Leopardos, sino que se transformaban en jaguares. También eran inmunes a todas las maldiciones, salvo a una, que les era mortal de necesidad.

>> Las sustancias que destilaban sus garras se habían fusionado creando el Júbilo, la droga más potente de la naturaleza, que es capaz de matar hasta a los Dementores. Capaz de dejar en coma irreversible a un Naga y de dormir a un dragón adulto. Los vampiros se vuelven adictos en cuanto el Júbilo entra en sus venas si sobreviven a la experiencia, claro. Los licántropos experimentan aumentos de poder espectaculares y los animagos ganan la capacidad temporal de hacer magia en su forma animal. Los jaguares, cuando dejaban que la sustancia se acumulara en su cuerpo decían que obtenían grandes poderes, pero la verdad es que terminaban enloqueciendo si no soltaban su veneno. Por lo que la caza de Dementores paso de ser un deber a una necesidad física."

"Y al poder hacer magia, con forma jaguar, les permitió conjurar Patronus transformados, lo que les hizo aún más efectivos contra los Dementores." Añadió Evy.

"¡Que bien te lo sabes chiquilla!" Ethan volvió a sonreír a la niña desde el otro lado de la hoguera."Con aquellos seres, que se auto denominaron Onzas, Opar recuperó sus esplendor. 3000 años después los Onzas se aliaron con los Druidas de Umbría, que ahora se llama Escocia, e intercambiaron tesoros.

>> Después de que los Druidas fueran destruidos por los magos, los supervivientes y los Onzas tomaron un pedazo de tierra escocesa, Avalón, lo fusionaron con magia con Opar y lo sacaron del mundo.

>> En el año 1500 cuando magos infieles empezaron a recorrer la jungla amazónica en busca de la legendaria Ma Noa, la ciudad forjada en oro, los Odales, (así se llamo a los restos de los otros 3 clanes, significa Onzas de antiguo linaje) reclamaron la ayuda de sus renegados parientes.

>> Los Onzas, eran gente demasiado ocupada para ser rencorosa, así que les ayudaron, repitieron la jugada de la fusión de ciudades. Ma Noa, Opar y Avalón formaron una sola isla, Anath, la sagrada tierra que ahora pisamos bañada por el mar de Tetis."

Evy miro a su alrededor: la oscura selva alumbrada por las estrellas, la luna y las luciérnagas. Más arriba, en lo alto de la montaña la fortaleza más extraña jamás vista: una mezcla de castillo medieval, templo egipcio y pirámide azteca que armonizaban de forma extraña.

Sabía que más allá de la montaña, había un bosque de manzanos. Pero aquella zona, la de la selva, la playa y el mar era su favorita. Se sentía más cómoda que en el lado norte de la isla.

Desde allí se oía el ruido del mar. El mar de Tetis era el mar más antiguo de la tierra. Cuando sólo existía un continente el mar de Tetis lo bañaba, fue en él donde se originó la vida, y en su interior aún estaba lo necesario para volver a poner en marcha la evolución si fuera preciso.

"Pero no todo es un camino de rosas." Volvió a hablar Ethan." Los Magos temen a los descendientes de los Druidas, por sus grandes poderes, y no pararán hasta destruirlos o esclavizarlos a todos. Por su parte, los Odales tratan de imponer sus ideas de la pureza de sangre y están dispuesto a asesinar a cualquiera que sea un obstáculo para ellos."

"¡No exageres! No son tan malos!" – Protestó Evy apasionadamente.

"No exagero y si tu no creyeras estar enamorada de ese Richard verías que tengo razón." Contestó Ethan sin inmutarse. Luego se dispuso a mostrarle lo que él veía y Evy no parecía advertir."Los odales han conseguido mediante tretas y traiciones el control de Anath, solo es cuestión de tiempo que expulsen de aquí a quien ellos quieran y empiecen a dar caza por el mundo a los que no deberían existir según ellos."

"Ellos no harán eso."Desdeñó Evy, en aquellos tiempos aún era dulce e ingenua." Aquí no pueden matar a nadie. La magia de este lugar evita el derramamiento de sangre."

"Aquí. Convertirán el resto del mundo en su coto de caza o azuzarán a los magos contra nosotros." Insistió Ethan. "Estaré mas tranquilo cuando estés en Hogwarts." Evy hizo el gesto de alguien que acaba de recibir un golpe físico. No quería ir a ese lugar. Ethan lo sabía. Lo habían discutido mil veces esa semana, pero por una vez el hombre estaba siendo particularmente inflexible. "Mírame, Evy." Ethan se acercó a ella y la levantó la barbilla. "Te quiero, quiero lo mejor para ti. Te quiero como si fueras mi propia hija." Hubo una extraña inflexión en la voz del hombre en ese momento. "Por eso te mando a ese lugar. Allí estarás a salvo de todo. En particular, de Richard."

"Richard jamás me haría daño." Contestó la niña con ingenua seguridad.

"Te equivocas. Sigue siendo un Odal, y esos no paran hasta tener un Onza debajo de ellos, ya sea vivo o muerto." Aseguro Ethan inflexible. Él los conocía mejor y sabía de que hablaba. Evy iba a protestar pero...

"¿Así que aquí estabais?" Interrumpió una nueva voz femenina. Los dos onzas se volvieron para identificar a la recién llegada.

"Eirene." Saludaron los dos a la joven.

"¿Qué tal preciosa?" Ethan la tendió los brazos y la joven le abrazó sin ocultar el cariño.

Evy se removió incómoda, y no era fácil lograr que la niña experimentara esa sensación, pero Eirene siempre se la provocaba.

Para empezar Eirene tenía 19 años y Evy siempre pensó q a esa edad su vida sería mejor, por ejemplo, nadie podría obligarla a ir a estudiar a Escocia contra su voluntad. Pero ese no era motivo suficiente.

Otro detalle era la belleza de Eirene: era rubia de ojos azul oscuro. Por aquella época Evy odiaba su color de pelo. Castaño, ese maldito tono neutro. Demasiado oscuro para el rubio. Muy claro para el moreno. Poco rojo para el... Rojo. En resumen envidiaba el pelo de Eirene, pero esa no era razón para sentirse incómoda, siempre se podía teñir.

También estaba que Eirene era la novia de su hermano Eneas. Un desconocido 10 años mayor que ella con el que compartía la mitad de su herencia genética. Él era hijo de la segunda esposa de su padre, mientras que su madre Elisa fue la tercera esposa. Pero a Evy le daba igual su hermano y no veía motivo para que Eirene la incomodara.

Sólo quedaba una posibilidad: era la hija de Ethan. Sí, definitivamente era eso. Evy nunca sabía como reaccionar ante ella. Cuando Eirene los sorprendía juntos se sentía como la amante pillada con las manos en la masa por la esposa legítima. Sabía que Ethan la dedicaba más tiempo a ella, al menos últimamente, y no sabía si Eirene se sentía celosa por ello. Y la rubia era siempre tan amable con ella.

"¿Lista para tu viaje a Inglaterra?" Pregunto Eirene desde el otro lado de la hoguera, desde los brazos de Ethan.

"Sí." Evy logró dominarse y sonreír. "Sólo que no voy a Inglaterra: en cuanto pueda me escaparé y daré la vuelta."

"¿Por qué? No sabes la envidia q me das." Aquello sorprendió a Evy. Eirene la envidiaba? A ella?

"¿Por qué?"

"Porque estudiarás en la escuela de Dumbledore." Contestó Eirene con tono de que eso era obvio. "Hasta los que odian a los magos creen que es el mejor."

"Ya." Sí, eso era cierto. "Pero..."

"Ni peros, ni peras, ni perales." Cortó Eirene."Yo haría lo que fuera por conocer a ese hombre en persona. ¿Qué digo conocer? Me conformaría con estar en la misma habitación que él."

"Eirene, que es un viejo decrépito y por tu forma de hablar parece que es un joven actor de cine o una estrella de rock." Se burló Evy. Ethan se rió y Eirene también después de un segundo.

"Tienes razón me he pasado un poco." Admitió la rubia de pelo liso ligeramente avergonzada. Pero pronto se recuperó y con tono de niña cuya mejor amiga va a ir a Disneilandia. "¿Me conseguirás su autógrafo?"

"¿Y que me darías tu a cambio?" No era que Evy fuera una egoísta, simplemente los Onzas creían a pies juntillas en la norma de "No pidas si no tienes nada que ofrecer a cambio". Eirene lo considero.

"Te dejaré ser la madrina de mi primera hija." Ofreció Eirene después de pensarlo un segundo. Evy la miro. ¿Y para que iba ella a querer ser la madrina de la hija de nadie? En particular de esa niña que ya era su sobrina.

"¿Pero como la ofreces eso?" Por primera vez en su vida, Ethan parecía realmente escandalizado. Evy nunca le había visto así. "Eso no es algo con lo que se pueda jugar. Esta juventud no respeta nada." Grito a la noche estrellada. Evy observó el arranque divertida. Su mirada se cruzó con la de Eirene.

"Esta bien. Acepto. Te conseguiré el autógrafo de Dumbledore y tu me harás madrina de tu primogénito." Ambas chicas se sonrieron antes de escupirse en las manos y chocarlas en señal de acuerdo. "Tenemos que buscar una forma menos asquerosa de sellar un pacto."

"Como que sí. ¿Eh?"Apoyo Eirene.

"Otra forma de sellar pactos." Repitió Ethan herido. "Esta juventud no respeta nada."

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Verano de 1976. Londres.

¿Por qué diablos se acordaba Evy de ese momento ahora? Ah, claro, aún medio adormilada había oído a la Sra. Bates su casera, decir.

"Esta juventud ya no respeta nada." Y su mente aún perdida por el mundo de los sueños, había relacionado ideas.

"Ya, vale." Contestó Joy con un descaro nacido de su impaciencia. "Pero nos va a arreglar la caldera o no?"

"Vuestro problema es que no habéis vivido una guerra." Comento Norma Bates apesadumbrada por ello. "Por eso no sois más que unas niñas egoístas que necesitáis comodidades. Yo cuando tenía vuestra edad no tenía caldera, me bañaba en las aguas heladas del Támesis. Incluso en invierno."

Joy agacho la cabeza y dejo que reposara sobre una de sus manos. Evy enterró la cabeza entre las sábanas. Ambas estaban hartas de la historia de la vida de la Sra. Bates. Que si ella creció en el Londres de la posguerra, que si no tenía agua caliente, que si no sé que...

"Pero nos arregla la caldera o no?" Repitieron las dos muchachas a la vez.

"He estado investigando un poco y... No va a poder ser. He pedido las piezas para repararla, pero vienen de Berlín y claro. ¡Malditos nazis!" Gruñó la anciana mujer. Lanzó a las dos chicas una mirada desagradable. "Pero vosotras sois jóvenes y estamos en verano, así que no pasa nada porque estéis sin agua caliente."

"Pues claro que pasa!" Joy se llevo las manos a las caderas indignada. "Necesito el vapor de agua para abrir mis poros y limpiarme el cutis."

"Pues en vez de limpiar el cutis, limpia la casa." La verdad es que para dos adolescentes de intensa vida social la casa estaba como los chorros del oro, pero no era la limpieza suficiente para la irascible Norma Bates. "Guarras, que sois dos guarras!" Tras eso se encaró con Evy que la observaba con felino desdén desde la cama. "Y tu qué? Las diez de la mañana y aún en la cama. ¡Vaga más que vaga! Seguro q anoche estuviste dándote al vicio por ahí."

Si darse al vicio significa lavar con agua fría la ropa, porque usted no nos deja usar la lavadora hasta que no se arregle la caldera, pues sí, anoche estuve dándole al vicio. Por cierto, no creo que la lavadora se joda por usar agua fría.

"No hables así!" Norma Bates la amenazó con un dedo, cosa que no pareció inmutar a Evy. "Esos chismes son muy delicados y caros." Norma se puso a olfatear la habitación. "Huele a hombre."

"Si usted lo dice." Contestó Joy sin inmutarse tampoco demasiado.

"A quién habéis traído aquí, golfas? Que sois dos golfas." La voz de la anciana subió un par de decibelios. "Que vergüenza! Y pensar que yo críe aquí a mis hijos..."

"Pero si usted no tiene hijos." Corrigieron ambas chicas a la vez.

"Aún no me habéis pagado el alquiler." Señaló Norma en venganza por la corrección de las muchachas.

"Aquí tiene el dinero." Joy sacó un sobre de un paquete de cereales y se lo entregó a la anciana. Norma lo miro desconfiada, lo abrió y contó el dinero.

"Esta todo el dinero." La mujer se asombró tanto que hasta se olvidó de ser desagradable. No era para menos, hasta ahora, cuando Evy o Joy la entregaban un sobre solía estar lleno de cupones de descuento para cortes de pelo por el valor del alquiler. No tardó en recuperar su educación de siempre, cuando se guardo el dinero en la bata de flores que llevaba. "Limpiad esto guarras." Y se fue dando un portazo.

"Repasemos, nos ha llamado: golfas, guarras y vagas... Hoy debe estar de buen humor." Joy se volvió hacia Evy que seguía en la cama. "A que hora te acostaste anoche?"

"Pronto, a la una o las dos." Contestó Evy bostezando. "Cuando terminé de tender la ropa que había lavado a mano."

"Ethan ya se fue?" Pregunto Joy, deseando que dijera que no. Había conocido al primo de Evy el día anterior cuando se presentó por sorpresa en la tienda. Le había caído genial.

"Sí, después del partido tomó un avión a Roma. Tiene un trabajo que hacer allí." Evy empezó a estirar sus músculos felinos en la cama." No sé porqué no quisiste venir, el fútbol es genial."

"No tanto como el Quidicth. Creo que no hay nada que pueda hacer que el fútbol me resulte más atractivo que el Quidicth." Joy empezó a quitar la ropa tendida puesto que ya estaba seca.

"No? Ya veremos." Evy rebuscó en su bolso hasta encontrar una foto. "Qué te parece esto?" Evy le entregó una foto Muggle de un anuncio de lencería masculina donde un apuesto hombre vestido sólo con unos slip miraba hacia el frente con expresión provocativa. "Es el máximo goleador del Arsenal. En cuanto mete gol se quita la camiseta." Añadió la onza con tono malicioso.

"Vaya... Pero no es suficiente." Joy no pensaba renunciar a sus principios por más tentador que fuera. Pero Evy sacó la artillería pesada, es decir, su álbum de fotos sexy de futbolistas y después de media hora Joy admitió que era un deporte con cierto atractivo. "Cambiando de tema. ¿En que trabaja Ethan?"

"Extermina plagas." Contestó Evy sin mentir del todo. "Por eso siempre tiene algo de dinero, aunque no demasiado. Lo estira viviendo sin muchos lujos."

"Ah. Pero fue un detalle dándonos para pagar el alquiler. Porque con lo que nos paga Mme Malkim."

"Ya. ¿A que hora entramos a trabajar hoy?"

"A las dos." Joy hizo un mohín de fastidio. Las dos de la tarde era muy mala hora porque nadie iba a comprar. Ellas trabajaban a comisión por lo que menos clientes significaba menos dinero.

"Entonces será mejor que me duche." Evy se levantó de un salto de la cama y entró al baño. "A darme una ducha danesa. No me gusta nada trabajar a las dos. Es un rollo."

"Miremos el lado positivo. Al menos tendremos tiempo para probarnos media tienda y traernos a casa lo que nos guste." Señaló Joy mientras recogía la ropa seca y la devolvía a su baúl.

"Es cierto." La voz de Evy sonó amortiguada por la cascada de agua de la ducha.

Joy bajó a su baúl mágico y contemplo los frutos del esfuerzo de ella Evy tras mes y medio de trabajar en la tienda de Mme Malkim.

Hubo un tiempo, en que Joy era asquerosamente rica. Tan rica que cuando iba a una tienda ante una prenda de un mismo modelo pero en distinto color, ella no se planteaba la duda que nos ronda a casi todas¿en blanco o en negro? No, ella decía "En blanco, en negro y además en verde para Lily, en azul para Bell, la más escotada para Evy y en rojo para tener entera la colección."

Por ese motivo, cuando empezaba una nueva temporada, Joy vaciaba su armario de la ropa de la temporada anterior, de otra forma no la entrarían las nuevas compras, y se lanzaba hacia sus tiendas favoritas donde las dependientas la aguardaban con la ansiedad que los campesinos hindúes aguardan el monzón. Todas, incluso las recién contratadas, habían oído hablar de esa joven legendaria que podía arreglarles el mes sólo con la comisión de sus compras.

Y de pronto, de igual forma que las flores brotan en los campos durante el mes de mayo, en el armario de Joy brotaban la ropa de diseño más vanguardista.

Pero todo eso se terminó cuando Joy renegó de su familia. Entonces pasó de compradora a dependienta. Sin embargo, no se la dio tan mal. Llevaba tanto tiempo de clienta, que sabía lo que tenía que decir para conseguir que una persona comprara algo y su sentido de la moda estaba tan desarrollado que sólo con ver a alguien, le podía decir que ropa le iría mejor con su aspecto y gustos. Y si el cliente no estaba convencido, allí llegaba Evy, con su mayor convicción para decirle que estaba clavado al actor o actriz de moda.

Lo que Joy llevaba mal, era el que no hubiera llegado la primavera a su baúl. Pero lo soportó como parte de su vida proletaria hasta que...

El día no tenía nada de especial para Joy, pero Evy estaba histérica. Sirius la había invitado a pasar el fin de semana en casa de su tía Andrómeda, de hecho fue la mujer la que la invitó. El caso es que Evy no tenía nada que ponerse. Su bikini era demasiado descarado, la verdad es q toda su ropa lo era, y aunque a Sirius le gustaba más cuanto menos ropa llevaba, tenía la impresión de que su tía no sería de la misma opinión.

Ese día, abriendo un pedido de ropa nueva para la tienda, Evy lo había encontrado. Era un vestido precioso, verde musgo con reflejos zafiro, plateados y dorados, tejido como si fuera una red, largo hasta los pies. Cuando la onza lo vio no pudo resistir el impulso de probárselo.

"Qué tal?" Pregunto Evy a su amiga al salir del vestuario. Las dos estaban solas en la tienda porque era mediodía.

"Estás preciosa." Joy había dicho esa frase 100 veces a lo largo de la mañana, pero era la primera vez que hablaba en serio. El vestido se ajustaba al cuerpo de Evy como si fuera un guante, como si estuvieran hechos el uno para la otra. "Pruébate estos zapatos."

Evy tomo con desconfianza las pequeñas sandalias de tacón de aguja. Ella no estaba acostumbrada a tacones tan finos. Se los probó por darle gusto a Joy. El resultado es que estaba genial.

El problema era que con el dinero del que Evy disponía no la llegaba ni para comprar uno de los tacones de los zapatos.

"Pero tengo que llevármelo." Gimió la onza acariciando el tejido que acababa de quitarse. "Lo necesito."

"Te entiendo. Jamás había visto una prenda que se ajustara tan bien al cuerpo de alguien." Joy empezó a plantearse cómo era posible y su mente encontró la causa.

Le explico a Evy que en alguna vida pasada ella debió ser una princesa del Alto Egipto o tal vez una patricia romana. Y aquella era su túnica favorita. O tal vez el vestido era la princesa y Evy la prenda, hay que ser flexible. El caso es que ahora que se habían encontrado a través del tiempo y el espacio debían seguir juntas. Era el destino.

Evy aceptó Lousiana como parque acuático y se llevó prestado el vestido, las sandalias, un par de faldas, camisetas, ropa de baño... Su intención era devolverlo o pagarlo en un futuro cercano.

En el siguiente envío fue Joy la que encontró objetos de sus vidas pasadas. No dudó mucho en tomarlos prestados con la intención de devolverlos.

Antes de darse cuenta, revisar los envíos antes que nadie y llevarse las prendas que las gustaban se convirtió en una obligación. Y el baúl de Joy recupero el esplendor de antaño, sólo que ahora era el baúl de Joy y Evy.

Ninguna de las dos veía nada malo en lo que estaban haciendo. O se planteó sufrir represalia alguna por ello.

&·&·&·&·&

"Vamos, Joy, que nos toca bajar andando." La llamó Evy desde la escalera jugando con las llaves del piso. "Que manía con no arreglar el ascensor."

"Ya voy. Aunque lo prefiero. Desde que subo y bajo andando las escaleras de esta casa me noto el trasero más firme que nunca. Hasta Sev me lo dice. ¿Llevas las llaves?" Como su amiga se la mostró Joy cerró la puerta. Espero mientras Evy cerraba con llave.

Luego ambas empezaron a bajar las escaleras, nadie que las viera vestidas pensaría que de no haber sido por Ethan no tendrían para pagar el alquiler. Vestidas a la última moda parecían jóvenes estrellas de cine.

Al llegar abajo se encontraron con la casera la Sra. Bates que fingía barrer pero en verdad escuchaba a la pareja del cuarto discutir a través del patio, la mujer era una celosa paranoica obsesiva y acusaba a su pareja de tratar de ligarse al lechero.

"¿Cuándo va a arreglar el ascensor?" Evy sabía que la respuesta a esa pregunta era un nunca como un dragón de grande, pero la debía una por haber sido despertada esa mañana.

"Estamos en ello." Contestó la desagradable casera tras recuperarse del susto. – He encargado las piezas, pero vienen de Tokio en Indonesia y claro...

"Tokio está en Japón." Corrigió Joy extrañada.

"Pero hay otro Tokio en Indonesia." Aseguro Norma que no estaba dispuesta a que una niña deslenguada supiera más del mundo que ella. "Pero es igual todos esos chinos son iguales. Lo sé. Mi prometido murió en la segunda guerra mundial..."

"Nos encantaría oírlo, pero llegamos tarde al trabajo." Evy tiró de Joy y dejo a la casera con la palabra en la boca.

"¿A trabajar?" Gritó incrédula. "Más bien a pendonear. Golfas, que sois unas golfas." las gritó a la espalda a las dos jóvenes.

"Y yo que pensaba que los Muggles no eran racistas." Comento Joy. Pero si algo había aprendido en aquellas semanas junto a la Sra. Bates es que los prejuicios estaban en todas partes. Antes lo intuía, ahora lo había vivido.

No tardaron en llegar al callejón Diagon y su lugar de trabajo. En la puerta estaba Daisy una idiota engreída que envidiaba a nuestras chicas hasta enfermar y que al verlas normalmente se ponía de color verde envidia. Pero aquel día se veía feliz.

"La jefa quiere veros." Contestó más alegre que unos cascabeles.

Las dos amigas intercambiaron una mirada de complicidad antes de entrar al despacho de su jefa.

"¿Quería vernos?" Pregunto Joy amable.

"Despedidas." Contestó la mujer si levantar la vista del libro de cuentas.

"Cómo dice? Por qué?" Pregunto Evy haciéndose la ingenua.

"Porque sois unas ladronas. Sé que os habéis llevado un montón de ropa, Daisy os ha delatado."

La mirada que ambas chicas intercambiaron por el rabillo del ojo paso inadvertida a su casi ex jefa, por eso no captó el mensaje que trasmitía esa mirada. "¿Nos ha llamado ladronas?" Decían los ojos negros de Joy ofendidos. "Pues sí después de ese tratamiento espera que devolvamos lo que tomamos prestado, va lista." Respondieron los ojos de Evy con orgullo.

"Pero eso no es justo." Replico Joy apasionadamente. "Nosotras dos hemos vendido más que usted o cualquier otra de sus dependientas. Porque hayamos tomado prestadas un par de prendas..."

"Sé que han sido más de dos, y de las más caras." Replico Malkim.

"Pero solo con las comisiones de los sábados podemos cubrir su precio. Además no puede despedirnos sin 2 días de antelación." Evy se había aprendido el contrato casi de memoria, por lo que pudiera pasar. "En cualquier caso nos debe dinero."

"300 galeones y 20 Knuts." Corroboró Malkim. "En total."Las entregó una bolsa marrón con dinero. " No quiero volveros a ver por aquí, ni como dependientas ni clientas."

"Bien." Ambas chicas se levantaron airadas. Joy tomo el dinero.

Al pasar por la tienda Daisy las lanzó una mirada tan socarrona que Evy no pudo resistirse. Se acercó a una mujer que revolvía entre las túnicas de gala y la dijo:

"Yo que usted no compraría aquí. La ropa tiene chinches." Tal y como la onza esperaba, la mujer se mostró horrorizada. Luego Joy & Evy escoltaron a la mujer a Acmenides Urban Fashion, la tienda de la competencia.

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Después de dejar el dinero en el banco, volvieron a casa, menos alegres que cuando habían salido. Joy abrió la puerta y al poner un pie en la casa se oyó un desagradable crujido debajo de su zapato de diseño.

Las dos jóvenes miraron hacia abajo y... Evy dio un salto hacia atrás, como un gato escaldado y un grito. Aunque su grito no pudo compararse al de Joy, que pegó un alarido digno de la rubia guapa de una película de asesinos en serie.

Y es que toda su casa estaba invadida por cucarachas.

"¡Deshágase de ellas!" Le exigió Joy a la Bates desde la puerta mientras la casera examinaba la casa, en la que había cucarachas a mansalva.

"Ya he llamado al exterminador. Pero tardará. Es que el veneno viene desde Portugal." Explico la mujer con tal calma que nadie diría que los repugnantes bichos la llegaban casi hasta las rodillas.

"¿Pero hay algo que sea fabricado en este país?" Evy olvidó su asco el tiempo suficiente para hacer esa pregunta.

"¿Y que hacemos hasta entonces nosotras?" Joy se cruzo de brazos y miró a la mujer enfadada.

"Podéis quedaros aquí. Por unos bichitos de nada no os pienso devolver el dinero del alquiler. Cuando yo tenía vuestra edad vivía en una casa con bichos del tamaño de gatos." Las aleccionó la mujer desdeñosa.

"Porque eran gatos." Señaló Evy entre dientes. Cuando se quedaron a solas miró a Joy. "Yo no me quedo aquí."

"Yo menos." la apoyo la morena.

En un santiamén convencieron a su vecino de que entrara y las sacara el baúl de Joy. Toda la ropa, hasta la lencería estaba ahí dentro, así que su equipaje ya estaba listo. Además tenía un hechizo para repeler bichos asquerosos sin patas y sin huesos, por lo que su ropa estaba a salvo. El problema es que la esposa de su vecino, una celosa paranoica enfermiza, las acusó de mirar con lascivia a su marido y las puso de golfas para arriba. Bates se unió añadiendo q eran unas guarras y que esas cucarachas eran consecuencia de su falta de limpieza.

Joy no paró hasta encontrar un policía, presentarse como una confidente y denunciar la casa de Bates como un prostíbulo y mercado de drogas.

Tomaron el autobús noctámbulo hasta la casa de Snape, donde Joy iba a pedir asilo.

Por qué no vienes conmigo a casa de James? – Pregunto Evy una vez más mientras su amiga llamaba a la puerta.

"Sev no me perdonaría nunca que hiciera eso, aunque sé que al principio pondrá pegas para que me quede aquí." Evy iba a contestar, pero la puerta se abrió y Joy esbozó su sonrisa más radiante de Virgen renacentista. "Hola, cariño mío." Y se lanzo a los brazos de Snape.

Evy se mantuvo al margen mirando a Snape con desagrado. Antes no le caía ni bien ni mal, pero en los últimos tiempos le notaba cambiado, como si ocultara un secreto. Claro, que otra teoría sería que a Sirius, no le caía nada bien Snape y de alguna forma se lo había transmitido a Evy.

Por eso Evy observó a Snape, analizándolo más bien, tratando de ver que era lo que la desagradaba exactamente de él. ¿Sería que siempre iba de negro? En fin¿qué clase de persona va de negro en pleno mes de agosto con 40 grados a la sombra? La voz de Snape interrumpió las meditaciones de Evy.

"¿Qué hacéis aquí?" Pregunto Snape lanzando unas miradas poco acogedoras a Evy y al baúl que estaba a su lado.

"Sev, hemos sufrido una terrible desgracia." Joy se coló en la casa, sin importarla que no la hubieran invitado. Snape corrió tras ella y Evy aprovecho para meterse ella tb junto al baúl. "Hemos sido atacadas en nuestra propia casa por unos terribles seres oscuros escapados del mismo infierno."

"¿Qué?" La cara de susto de Snape no tenía precio. ¡Que cabrones! Dijeron que si se unía a ellos no le pasaría nada a Joy.

"¡Cucarachas, Sev cucarachas!" Grito Joy al borde de la histeria. "Tenemos una invasión de cucarachas en nuestro piso, y como no puedo quedarme allí, he venido a pasar unos días en tu casa, hasta que todo se arregle. ¿Qué te parece?"

"No, no y no. Y mil veces no." Pensó Snape, pero su madre se le adelantó.

"Le parece genial, Joy." La madre de Snape era una mujer menuda y frágil, de pelo castaño y ojos tan oscuros como los de su hijo, que se daba a si misma fama de torpe. Siempre lucía una gran cantidad de cardenales que, según ella, se hacía al caerse por la escalera. Nadie la creía.

Pero le tenía a Joy un cariño especial, de hecho la quería como a una hija. Fue la Sra. Snape quien la enseño a cocinar y fue Joy la que enseñó a su "suegra" a combinar colores. Ambas estaban unidas en la noble cruzada contra la pasión por el monocolor en el vestuario de Snape.

"Ven, te acompañaré." La Sra. Snape tomó a Joy del brazo y la condujo por unas escaleras a la que sería su habitación. La joven se despidió de su amiga, con un gesto.

"¿Y tu qué?" Si Joy hubiera estado delante, Snape no hubiera sido tan grosero con su amiga, pero no era el caso y necesitaba desahogarse con alguien. ¿Por qué no la novia de Black?"¿También te quieres quedar aquí?"

"No." Pero Evy no estaba por la tarea de ayudarle a liberar el cabreo. Se dio la vuelta y salió a la calle por la puerta abierta. "Dile a Joy que si necesita algo más de ropa me mande una lechuza. Ella sabe donde encontrarme." Y con esto volvió a llamar al autobús noctámbulo para que la llevara al valle de Godric.

&·&·&·&

James observó a Sirius cuando volvían del hospital a casa del primero. El chico de ojos grises no había dicho una palabra desde que el medimago les había dado la mala noticia a los familiares. Simplemente se había levantado y salido caminando del lugar tan rápido que James había tenido que correr para alcanzarlo.

James no sabía que hacer para que Sirius reaccionara o al menos para saber a dónde iba, pero parecía que su intención era ir desde Londres al valle de Godric andando.

Justo cuando James ya había asimilado la idea de que tendría que recorrer unos 120 kilómetros andando, Sirius se metió en una especie de garaje, donde Toliman Black había guardado su moto: una preciosa Harley Davidson que había modificado para que volara con ayuda de Sirius, James y las piezas que le proporcionaba Mundungus Fletcher.

Sirius puso en marcha la moto y habló por primera vez en tres horas:

"¿Subes?"

"Sí." Mejor eso a volver a casa andando. James saltó detrás de él.

Sirius piso el acelerador de la moto y arrancó a la máxima velocidad, se saltó cualquier cosa parecida a un semáforo o señal de Stop y esquivó a unos cuantos policías de tráfico. Finalmente salieron a campo abierto y la moto demostró su verdadera potencia.

¡Qué placer sentir el viento en la cara! Lo malo era que se iban tragando todos los mosquitos de la carretera, pero aún así era una gozada.

Por fin llegaron a casa de James, una coqueta mansión de estilo neoclásico situada en un valle idílico oculto a los Muggles, aunque había un pequeño pueblo cerca al que iba a comprar el pan y esas cosas.

La casa no era muy grande, tenía dos plantas. En la inferior estaba la cocina el salón un baño y el garaje. En la superior había tres habitaciones y dos baños y por encima un pequeño trastero.

Una vez aparcada la moto y escupido todos los mosquitos, James le pregunto a Sirius:

"¿Quieres hablar ya del tema?"

"No." Sirius ni le miró. Estaba poniendo una lona a la moto para protegerla de la suciedad, bueno, más que una lona parecía esos trajes especiales que se ponen los científicos que estudian zonas en las que se ha producido un escape de energía nuclear.

"Pues deberías." Insistió James. "Creo que te haría bien."

"Cuando tu quieras hablar del tema que te preocupa a ti, a lo mejor yo quiero hablar del tema." Sirius echó a andar hacia la casa. Estaba molesto con James por aún no contarle que le había dicho Dumbledore y dolido por lo que acababan de decirle en el hospital. No quería hablar: sólo que lo dejarán tranquilo.

James no insistió, sabía que Sirius no hablaría hasta que no se sintiera preparado. Él era así. Nadie podía obligarle a hacer algo si no se sentía preparado. Pero aún así, James se picó por el comentario de Sirius, James no tenía la culpa de que Crouch le hubiera prohibido hablar con la gente del tema.

Les recibió Puck, el elfo doméstico que James había contratado al volver de la escuela. Le había gustado porque tenía el pelo rojo cereza y los ojos azules y según sus cálculos, tenía la edad de James. Sus anteriores magos debían haberlo dejado libre al estar detenidos por el tribunal de la Haya, ya que el pobre elfo estaba totalmente traumatizado. A James le gustaba pensar que Sirius y él le ayudaban a superarlo.

"Puck intentó decirle que no podía quedarse pero ella no me hizo caso, señores." Anunció Puck con su voz chillona en cuanto cerraron la puerta.

"¿A quién?" Preguntaron los dos chicos con extrañeza.

"Ay, Puck, ya te dije que no creo que les moleste." Evy respondió a la pregunta bajando por la escalera. Para no dejar dudas de que estaba allí para quedarse, iba vestida con una toalla y llevaba el pelo mojado de la ducha. Acababa de disfrutar de la primera ducha de verdad en 3 días. "Tu ducha es la caña, James."

"Gracias." Contestó James demasiado aturdido por la presencia de una chica medio desnuda en su casa, para contestar algo mejor.

"¿Qué haces aquí, Evy?" Sirius reaccionó antes, y no parecía muy feliz de ver a su novia allí.

"Es que necesito un sitio para quedarme un par de días." Explico la onza, metiendo su ropa en la lavadora. "Por citar las palabras de Joy, ella y yo fuimos atacadas en nuestra propia casa por unos terribles seres oscuros escapados del mismo infierno. Vamos, que tenemos una invasión de cucarachas en nuestra casa. Tendríais que haber visto la cara de Snape cuando se ha enterado." Evy les miró y vio la cara de los chicos q al igual que Snape no habían pensado que unas cucarachas las habían atacado. "¡Esa es la cara! Qué bien le imitáis."

"Evy, nena, no puedes quedarte aquí." Logró decir Sirius cuando superó el pasmo.

"¿Por qué no?" Evy se cruzó de brazos molesta. "Bueno, ya sé que me he presentado si avisar, pero... Tampoco sabía a donde ir."

"Sí. ¿Por qué no?" El tono de James no era molesto. Contenía una nota de desafío y territorialidad. "Te recuerdo q esta es mi casa, así que seré yo el que decida si ella se queda o no. ¿No te parece?"

"Ya, pero si no estoy equivocado, tu alejaste de ti a Lily para ponerla a salvo. ¿No? Y ahora quieres poner a mi novia en peligro dejando que se quede aquí sólo porque te has picado conmigo por algo que he dicho. ¿No crees que eres un poquito egoísta?"

"¿Tú me llamas egoísta a mi? Que no me has mirado a la cara en todo el trayecto desde Londres y si no llega a estar Evy aquí aún seguirías igual. Supongo que estás de broma." Sirius iba a replicar a James pero Evy interrumpió.

"¿Entonces puedo quedarme o no?" Insistió la joven.

"No." Contestó Sirius.

"Sí." Respondió James.

Luego los dos chicos sostuvieron un duelo de miradas testarudas. Gano James.

"Es tu casa. Haz lo que quieras." Después de eso, Sirius subió las escaleras furioso. Desde la cocina oyeron el portazo que dio el chico moreno cuando llego a su cuarto.

"¿Qué mosca le ha picado?" Pregunto Evy irritada por la falta de entusiasmo de su novio, por decirlo suavemente, ante el hecho de que fueran a vivir bajo el mismo techo.

"¿No te lo ha contado Puck?" Pregunto a su vez James, mientras iba al saló seguido por Evy.

"No." Contestó ella.

"Puck, es un elfo decente Sr. Potter. Los elfos decentes no traicionan los secretos de su familia, Sr. Potter. Y usted dijo que el Sr. Black era de la familia, por eso no la dije a la Srta. Vega nada de nada." Explico el elfo con orgullo.

"Ah, claro, gracias por tu lealtad Puck." El elfo se fue a la cocina, tras arrebatar a Evy el cartón de leche que había tomado de la nevera. James se volvió hacia la chica. "Hemos estado en el hospital." James tragó saliva, aunque algo en la mirada de Evy le dio a entender que ella ya estaba esperando el golpe. "Su padre ha muerto."

Desde la cocina, llegó el ruido de un montón de vasos rotos que Puck había dejado caer al oírlo.

"Puck lo siente, Sr. Potter. Puck sabía que el padre del Sr. Black estaba mal desde anoche, pero no sabía que..." Puck no puedo contener el sollozo. "¡Era un buen hombre!"

"Ya." James le entrego un pañuelo a Puck y estuvo un rato consolando al elfo, hasta que le vio más tranquilo y se dio cuenta de que faltaba alguien. "¿Dónde esta Evy?"

"A Puck le ha parecido que la Srta. Subía para arriba." Contestó Puck.

James no tardó en deducir dónde estaba Evy, tras asegurarse de que el elfo iba a estar bien si le dejaba un momento a solas, subió para arriba y se encontró a Evy sentada en el suelo, delante de la puerta de Sirius. Por supuesto él no la había dejado entrar y ella ya se había hartado de pedirle que lo hiciera así que se había movido el tiempo suficiente para ponerse un pijama y que Sirius se relajara pensando que se había hartado. Pero no, sólo esperaba su oportunidad.

"No creo que te abra la puerta." James se sentó en la pared de enfrente a la chica, al lado de la puerta. "Ya sabes como se pone cuando entra en fase antisocial."

"Antes o después tendrá que salir, esta habitación no tiene baño." Señaló Evy astutamente. "Es solo cuestión de paciencia." Y de paciencia Evy tenía bastante, había esperado 5 años a que Sirius se diera cuenta de que la quería sin desfallecer un segundo. Sus ojos de gata se posaron en James. "¿Y tú como lo llevas?"

"Un poco mal." Confesó James. "Sigo hecho un lío y extraño a Lily. Ya sé que dirás que no tengo derecho, por eso de que corté yo, y seguramente no me creerás si te digo que cada mañana cuando me despierto, lo primero que tengo que hacer es un esfuerzo enorme para no ponerla una lechuza para saber como esta o ir a verla o..."

"James, me refería al padre de Sirius." Aclaro Evy cortando la explicación. "Sé que tb le tenías mucho cariño."

"Ah." James tuvo la decencia de avergonzarse un poco. "Pensarás que soy un egoísta." Evy hizo un gesto de negación con la cabeza. "Pues aún no he tenido tiempo de asimilarlo, me pasa como a ti: estoy demasiado preocupado porque Sirius esté bien como para preocuparme de mis propios sentimientos. Pero creo que... No sé, antes cuando veníamos a casa en su moto, casi esperaba verle en la puerta de nuestra casa listo para pegarnos un broncazo por coger su moto sin permiso y..." James se interrumpió para respirar hondo, ya que notaba algo caliente en los ojos. "De pronto me di cuenta de q eso ya no..." Ahí ya no pudo continuar, las lágrimas empezaron a escapar de sus ojos sin que James pudiera contenerlas.

Evy se levantó y cruzó el estrecho pasillo hasta llegar al lado del chico y arrodillarse a su lado. James se abrazó a ella, y se puso a llorar en su hombro. Al cabo del rato James se había calmado lo bastante como para consolar a Evy que se había puesto a llorar tb.

"Vete a descansar." Le sugirió James. "Yo me quedaré haciendo el primer turno de guardia."

"Pero..."

"Nada de protestas. Es mi casa mando yo. Y mañana es el entierro. No será un día fácil."

Evy se quedo observándole, evaluando el grado de seriedad de la orden.

"Esta bien." Accedió al fin. "Descansaré un rato, pero tu cenarás algo y cuando yo descanse tú te vas a dormir un rato. Mañana tampoco será fácil para ti."

"De acuerdo."


Bueno, antes que nada, aclarar para los mal pensados, que no va a pasar nada raro entre Jamesy Evy, que ya os veo venir, yo no sé de quien habréis aprendido esas cosas, de verdad... Sólo son dos amigos que se han dado apoyo moral en un mal momento, que sean chico y chica no quiere decir nada. Espero q eso os haya tranquilizado.

Y ahora vamos a lidiar con las amenazas de demanda por crueldad intencionada. Que sepáis que a mi no me ha gustado nada tener q escribir la muerte de Toliman Black, (de hecho no la he escrito, ahora que la pienso) os aseguro que decir que ha muerto ha sido una de las 3 frases más duras que he escrito en mi vida. Pero ya os advertí que en este fict iba a haber más de una muerte y creo que es menos malo empezar ya con una, y no estar todo el rato con la angustia de quién va a ser el primero, que a mi fue lo que menos me gustó de LODF. Pero ya os aseguro que no me cargó a nadie más en al menos... 10 capítulos. Dentro de 10 capítulos os diré por donde me deslizo.

Aparte de eso, ya habéis visto que este fict es estilo película de Tarantino, con muchos para delante para detrás. (Vayas guarradas os cuento.) Vamos, con saltos temporales a mogollón, por ejemplo, el que he usado para presentar a Ethan y Eirene, que es junto a un hermano mayor la familia de Evy. ¿A que pensabais que era hija única? Un detalle tonto: Ethan odia la guerra y el nombre de su hija es el de la diosa de la Paz. Tb quería q entendierais la diferencia entre Odales y Onzas. Los Odales son los sangre limpia de la especie, mientras que los Onzas son los mestizos, los sangre sucia hasta el final, ya que en sus linajes se puede encontrar un antepasado de cualquier raza mágica que os echéis a la cara (licántropos y vampiros, principalmente.) Y que ambos están apunto de entrar en su propia guerra al margen de la que orquesta Voldemort.

Bueno, aparte de eso. Vamos a contestar a los mensajes que os debo de EADV, prefiero hacerlo al final esta vez porque no quería desconcentrarme de los detalles nuevos.

Ginny84: Cómo que malvada? Bueno, un poco sí. Pero admite que va a ser un cambio interesante. Ya verás cuando Lily salga que no tendrá mucho tiempo en verano para amargarse. Yo para mi que el 16 de junio no lo termino, pero no me creo que el sexto libro salga en esa fecha, saldrá en Inglés, en castellano tardará nueve meses más... Muakines.

Argie-Theo: Tranquila, guapa, yo tengo cuidado para no terminar como la escritora de "Lo que el viento se llevo". A ver que pasajes le lees tu a tu abuela, porque hay algunos que me debe tener por pervertida del todo, así como que se me ocurra ahora el horno famoso y... El tercer libro también es mi Biblia! Que punto, pensaba que era la única que decía eso. Bueno, a ver si crees que subí lo suficiente rápido como para merecer RR, je, je. Besos.

Silmarwen754: me gusta que te gustara el capítulo final. También creo que a la rata le sentará bien mal el frío... Yo creo que le voy a mandar a Durmstan, a ver si hay suerte... En cuanto a tus tres preguntas, hay dos que forman parte de mis dudas existenciales. Es que es verdad¿de dónde cuelga el columpio de Heidi? Y el campo de Oliver y Benjuí, yo siempre quise saber donde estaba el campo, porque con lo pequeño que es Japón, y lo grandes que tienen los estadios. Si quieres averiguar lo de los abdominales pon un anuncio: "Se buscan tíos buenos, macizorros de abdominales firmes para estudio científico. Se valorara pelo moreno y largo con ojos grisáceos." Kisses.

Made: Hola, me gusta que te gustara. No eres la única que quiere saber que le dijo Crouch a James. Yo he preguntado por ahí, peor ni James ni Dumbly me quieren contar nada, y con Crouch no hay confianza... Estoy como tú, guapa. Besines.

Zelinair: Que chulo tu nuevo Nick! Bueno, ya has visto que el 28 de febrero tardo en llegar menos de lo que pensabas, por lo menos a mi se me hizo muy corto... Que sepas que cuando me recordaste lo de Una Noche en la Opera, me diste una idea para una parte futura del fict... Así que gracias por ello, preciosa. Un beso.

Tsubasa Malfoy: Vaya, parece que todas queréis mandar a Peter a Groenlandia, yo creo que le voy a mandar a Durmstang, que para el caso es parecido. Yo espero que James no la deje por capricho, teniendo en cuenta lo que ha luchado por ella... No, seguro que hay algo gordo detrás de todo. Besines de caldo de pollo. (Si eres de España te vendrá bien. Que frío, joder.)

Pitucita: Je, je. Si logré un buen gancho. Ahora ninguna se atreverá a dejarme... Al final dejé ese título, es que tampoco se me ocurría nada mejor. Para los títulos soy un poco mala. Muakis.

Lara: A ver, cariño, eres tú, pasa que te tuve que quitar la arroba, porque sino, no me reaccionaba... Me alegra que hayas estado por aquí aunque fuese al final... En cuanto a Draco y Hermione, sí me gusta mucho esa pareja. Me gusta desde el día que Rowling dijo que no iban a terminar juntos. Y desde luego no aguanto los Ron y Hermione, por favor, que alguien mate a ese chico. Uf... Que vamos, nunca he escrito ni un Draco y Hermione ni un one shot, igual es hasta interesante. Ya te diré si se me ocurre algo... Me guardó tu dirección. Chao y besos.

Selene Miller: Bueno, es que más que un final, fue un punto y aparte. Te apoyo: creo que Bell debe alejarse de MI Remus sin demora, por su bien. Ya veré como hacerle sufrir a la rata. A veces me da pena, pero enseguida se me pasa. .

Iraty Rowling: Uf, así no. ¿Eh? Eso de empezar acusandome de ir sobornando a la gente no. Esto es todo culpa de Crouch y te aseguro que sobre eso, yo no tengo la menor influencia. Pues la media era de 18 hojas por capítulo de EADV, a 31 capítulos debe ser como 560 páginas... Vaya, es una barbaridad. Bueno, ya ves que yo no sé vivir sin contestar RR... Por eso los iré metiendo aquí. Mil besos, cielo.

Nukire: Vaya, veo que te has emocionado con la idea de librarnos de Bell... También yo creo hacer mejor pareja con Remus que Bell, es que una rubia no me termina de convencer para mi niño. Lo de la paliza a ver como lo hacemos sin parecer mortifagas. Chao.

Keikleen: Uy, te aseguro que tu no estás en la lista de personas que me amargan la vida, ni siquiera entre los mil primeros. No es que Lily sea tonta, el punto es que ella no cede ni por James ni por nadie. Ala, a meterme prisas con todo. La profecía subiré el 9 este viernes a más tardar, es que estuve con este y no me dio tiempo... Gracias por recomendarme.

Loka Lupin: Sí, creo que Dumbly es muy inmaduro para los años que tiene, pero cielo, los hombres envejecen y rara vez maduran. Creo que debes de leerte el capítulo 30, porque Bell ya sabe que Remus es licántropo. ¿Qué crees que le paso a James en el despacho de Dumbly? Es que me parece que estás pensando algo muy, ruaro, ruaro. Besiños.

Moony Gabriela: Bueno, bueno, una chica abajo el amor por aquí, y yo pensaba que ya se habían extinguido... Aunque no sé yo, porque por algo querrás ser Evy y creo que tiene bastante que ver con su novio. Je, je.

ArwenWood: Bueno, en algún momento una se tenía que tomar las cosas un poco en serio, tampoco mucho que no es sano. Muy originales tus ideas para librarnos de Bell, para mi la más asequible la de que muera el padre y su madre y ella se vayan de Londres. Aunque no lo creas no es el RR más largo que me han dejado, los he visto más largos aún. Besos.

Dimebonitareina: Tranquila, vas a tener tu dosis para rato, si es que yo tampoco puedo vivir sin esta panda de locos. Sí, la verdad es que Snapy anduvo inspirado en la recta final de EADV aunque me parece que aquí se le ha pasado un poco. En cuanto a lo que Crouch le dijo a James, no estás lela por no saberlo, es que no lo sabes ni tu ni nadie más que ellos 3. Y no hay forma de que suelten prenda. Pero sí, los padres de James están muertos: la madre al darle a luz y el padre asesinado por Voldemort. Te aseguro que nunca me olvido de vosotros. ¡Quedo precioso! Besos.

Lady Angelina: Sí, la verdad es que se hace raro haber terminado un fict que me llevo tanto tiempo. Pero bueno, si empiezo lo termino, que a mi también me da rabia que me dejen las cosas a medias. Me alegra que te gustara, aunque no sé, me hubiera gustado que no me saliera tan a lo que el viento se llevo, pero a veces sólo sale de una forma... Un gran abrazo desde España. (¡Viva Aménabar! Lo siento, euforia post Oscar...)

Noriko: espero que no estuvieras volando cuando te quitaste las alas, porque sino la ostia... Antes de que me lo digas sé que me escribiste un mail, pronto te respondo, es que esas cosas se me suele olvidar contestarla. Por cierto, me ha llegado al corazón eso que dices de que te metías en el fict... Pensaba que era sólo yo y porque le escribía. Pero oye, si atrape dentro a tanta gente, es que no lo hice tan mal. Te seguro que si necesito algo te doy un silbido realtono... Un beso, preciosa.

Antíope Black: Ay, no te me disculpes por el retraso que no soy tu profesora y se te ha olvidado traerme la tarea... Hablando de ellos espero que te tengan más liberada. Muaks.

Steffy potter: Bueno, de eso trataba el final, de dejar picada a la gente... De nada por el tema de los Onzas, dame la segunda parte de tu correo, lo que es la extensión, ya sabes si es Hotmail o yahoo, es que se lo comió el sistema. Ya te escribo.

Lizzie Black 86: Hola, no te preocupes, a más gente se le olvidó. A mi también me gustaría saber de donde saco Joy que Misi hacia buena pareja con Rosier, esa chica los colores los conjunta muy bien, pero hacer parejas no es lo suyo. Yo creo que lo que le dijeron a James debe ser colosal, porque no sólo no se lo dijo a Lily sino a Sirius tampoco y eso ya son palabras mayores... Oye, lo de ir mandar a la rata a Sunnydale me gusta, en fin, hay muchas probabilidades de que la palme y de muchas formas dolorosas. Eso siempre mola. Nos leemos.

Noriko: Ay, me has hecho daño en las orejas, como ahora no me entren los pendientes te enteras. Ya verás, como James y Lily se juntan, tienen que casarse¿no? Y Bell, en el fondo soy maja y con la mierda de futuro que la espera que disfrute de Remus mientras pueda. Besos, hada madrina mía.

Traviesa1500: Hola, que manía con ponerme excusas como si fuera vuestra profesora y llegarais tarde a mi clase... Ehe! Miradme! Soy la Carla, no la McGonagall... Veo que a todas os gustaría ver a Peter convertido en cubito de hielo, nada, nada, pos a Durmstang. Vamos, que a ti Bell tampoco te cae bien. Bueno, pos ya formaremos el pelotón de linchamiento.

Miss Molko: Hola, sí me acuerdo de ti, yo a la familia no la olvido... Sono bastante mafioso eso. en fin, que tranquila, que la rata se larga, no se adónde, pero se larga. En defensa de James, creo que si llega usar lo de "no es culpa tuya sino mía" y "podemos seguir siendo amigos" No sale vivo del baño. Sí, Remus hablaba de chacras, no le dejo que Bell le abra otra cosa. A ver como te explico yo que es una noria... es una atracción de feria, una especie de rueda gigante que tiene colgada como cestas en las que se sube la gente y va dando vueltas. La reacción de Will, es Gryffindor, ellos se comportan así con sus amigas. Claro que puedes mandarme un mail. ¿Tienes mi correo? Correodekarla69 y la extensión Hotmail. Com. Respecto al examen... Aprobé. Bien. Soy feliz. Besuquis.

K-rmen: Hola. ¿Qué tal las vacaciones? Espero que te lo hayas pasado genial.

Dany Black: Bueno, está claro después de subir este capítulo que hay segunda parte. Lo malo es que como tenga que mandar un mail a cada persona que sé que haya leído la historia no termino hasta que Madrid sea ciudad olímpica. Además que no tengo el mail de la mitad... Espero que aún así hayas visto que actualice...

Pues eso es todo, dejarme RR, por favor, por favor, por favor. Y ya leeréis pronto el siguiente. Así, como ya habréis notado en este capítulo no han salido todos los personajes, he cogido los que me resultaban más fáciles para que rodara la historia, pero en el siguiente ya salen los 8 principales. Más adelante se irán metiendo el resto y alguno nuevo. Creo que eso es todo. No sé cuando estará el capítulo. Pero trataré de que sea pronto.

Chao, mis niños y niñas.

CarlaGrey.

Orgullosa Lupina, miembro de la Orden Siriusana. Hermana de Mya y Maru Malfoy, hija política de Veronika, tía de Azi Black, paciente de Serenity. Emperatriz consorte de Alonning. Ahijada del hada madrina Noriko. Pariente en potencia de Miss Molko, (actualicé nuestro parentesco.)