Recuerdos

Por Roxana Janet

NOTAS DE LA AUTORA: DE NUEVO, UN FIC DE CHRNO CRUSADE, ESPERO QUE LES GUSTE! ESPERO PONERLO EN INGLÉS PRONTO!

DISCLAIMER: CHRNO CRUSADE NO ME PERTENECE! BUAAAAAAAAAAAAAA!

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Tampoco está aquí...

Tras haber revisado de arriba abajo la cafetería del convento, Rosette se rascó la cabeza, pensante; pasaba poco después de la hora de la comida, y no había visto a Chrno durante el desayuno, sin embargo, sabiendo que no necesitaba tanto el alimento como un humano, no se había preocupado mucho, pensando que habría preferido dormir un poco más, sorprendiéndose después cuando al irle a buscar al taller, el anciano le dijera que había salido desde temprano... y el que hubiera faltado a la comida comenzaba a angustiarle.

Seguro que cree que escondiéndose de mi me hará escarmentar por la patada que le metí en la última misión... – pensó la chica – pero no fue mi culpa! El se la merecía por haberme llamado "irracional"... – dando un suspiro, decidió seguir buscando.

Un par de horas mas tarde, Rosette aún caminaba de un lado a otro por todo el convento, aunque su paciencia había comenzado a agotarse... ¿quién se creía Chrno que era como para desaparecer de la nada? ¿qué tal si había alguna misión? No es que no le gustara ir sola... después de todo, ¿quién cargaría las cosas? Pensaba, o al menos trataba de hacerlo de esa forma la monja rubia, esperando sentir tal vez menos preocupación de la que ya tenía, sin embargo, no sirvió de mucho, puesto que después, recordó que el chico llevaba ya un par de semanas actuando distante... de nueva cuenta regresó a la cocina, esperando que tal vez le hubiese dado hambre y hubiese ido a tomar un bocadillo, pero lo único que consiguió, fue encontrar a Azmaría lavando la vaijlla.

Hola Rosette! – saludó la chiquilla, al momento de girarse a mirarla. Rosette dio un suspiro mientras miraba de un lado a otro, con un poco de decepción al no ver al chico – Rosette? Ocurre algo?

Eh? Ah! hola Az... en verdad yo... – la monja dio un suspiro - ¿has visto a Chrno?

No se supone que siempre está contigo?...

Se supone... – remarcó Rosette con cierto sarcasmo en su voz – sin embargo, en todo el día no le he visto... – la chica tomó asiento apoyando sus brazos en el respaldo de la silla, mientras recargaba su barbilla sobre los mismos.

Estas preocupada por el, Rosette? ... – preguntó la chiquilla con ilusión en su mirada.

¿Qué? N-NO! – se ruborizó Rosette – es decir! ¿por qué habría de estarlo? Sabe cuidarse solo, y bueno... em... – l a chica suspiró – si, creo que si... es decir... nadie le ha visto... INCLUSO FUI A LA OFICINA DE LA HERMANA KATE PENSANDO QUE ELLA ERA RESPONSABLE DE SU AUSENCIA, A EXIGIRLE QUE LE LIBERARA DE DONDE FUERA QUE LE TUVIERA ENCERRADO!

Entonces si estás preocupada, Rosette... – la apóstol albina miró al suelo – has preguntado al ministro Remington?

No tiene ni idea...

Al anciano?

Dijo que salió desde la mañana...

A Cla...

Nadie le ha visto, Az... le cortó Rosette, mientras baja la mirada – sabes? Es curioso.. que siempre sea yo quien le busca... – Azmaría le miró con duda, mientras Rosette reía melancólica – cuando recién llegamos aquí al convento... pese a que el que tenía el asunto feo era el, tu sabes, por lo de ser demonio, siempre era yo quien le buscaba... y cuando llegaba donde él, me abrazaba y me mecía... – Rosette dio otro suspiro, al momento que bajaba su mirada al suelo, un poco avergonzada de estar diciendo todo ello... siempre había sido muy fuerte consigo misma sobre externar sus sentimientos, y ahora lo estaba haciendo, sin embargo, prefirió no darle demasiada importancia – recuerdo que como a la hermana Kate no le gustaba verme así con el, asi que soliamos escondernos en mi habitación o en la suya...

Eso es muy tierno Rosette, seguro que para él significó mucho eso...

Si, tal vez... no estoy segura... es decir... cuando dejé de ir a buscarle por que tuviera miedos o por preocupaciones, jamás me dijo algo... simplemente, seguía conmigo en mis misiones... como si no hubiese pasado nada – ambas chicas escucharon la campana que indicaba que era hora de ingresar a los dormitorios, sorprendiéndose de cómo el tiempo había pasado tan pronto – ya es hora de dormir y sigo sin saber donde está...

Tranquilizate Rosette... verás que Chrno estará bien... tal vez solo quiso salir a caminar un poco para pensar...

Si... con aquello de que se atribuye la culpa por lo que está pasando... – dijo la muchacha mirando su reloj – solo espero verle mañana... así podré darle los buenos golpes que se merece por tenerme con el Jesús en la boca! – Azmaría solo dejó escapar un pequeño aire de frustración mientras una pequeña gota le caía por detrás de la cabeza, para después, despedirse de Rosette y cada una partir hacia su habitación.

La muchacha caminó por los corredores del ala donde se encontraban las habitaciones, tras entrar a la suya, se quitó el sombrero de su hábito, al momento que lo ponía por un lado, mientras su atención se quedaba fija en el suelo... nuevamente le invadió la gran preocupación que tenía... no era normal que Chrno desapareciera de la nada... o que no dijera al menos a donde iba a ir...

parece que después de todo, aún no confía plenamente en mí... – dijo para si con una leve sonrisa melancólica Rosette, para después mirar hacia fuera de la ventana de su cuarto, esperando al menos ver que estuviera bien... – o tal vez no me necesita tanto como yo a él... – logró decir en el mismo tono la chica, antes de sentir el cosquilleo de una lágrima resbalando por su mejilla; la chica negó con la cabeza, mientras se sentía realmente extraña con ese tipo de sentimientos, es decir, Chrno era su amigo, su contratante, nada mas...

Un leve sonido pronto captó la atención de Rosette, mientras la muchacha, curiosa, trataba de adivinar de donde provenía. Se fijó debajo de su cama y dentro del cuarto de baño, no encontrando nada, hasta que su atención finalmente se centró en el pequeño closet, siendo lo último por revisar; acercándose en silencio, pegó su oreja a la puerta de madera, sin obtener ninguna respuesta... mas aún asi, la abrió.

CHRONO! - exclamó Rosette con sus ojos abiertos como platos, mientras una sensación le invadía, misma que no lograba definir como enfado o alegría de ver al demonio ahí dentro, sentado contra una esquina protegido por la sombra que el closet hacía, mientras abrazaba sus rodillas ligeramente – COMO! ES QUE...! ESTABA MUY PREOCUPADA! POR QUE NO ME... UY! QUE DEMONIOS ESTÁS HACIENDO AQUÍ? – la chica le mira sospechosamente – no habrás hecho algo con mi ropa estando aquí dentro, verdad?

Qué? Oh, no Rosette... – respondió un adormilado Chrno, mientras se frotaba uno de los ojos, mirándole con el otro.

No me digas que te quedaste dormido todo el día aquí... – la voz de Rosette se escuchaba mas tranquila, realmente le había aliviado el verle ahí; dio un suspiro al momento de entrar al closet también y sentarse por un lado del demonio, mientras ambos se quedaban mirando el suelo, sin decir nada – me alegra... – soltó repentinamente la rubia tras un par de segundos, sorprendiendo a Chrno – me alegra haberte encontrado... estaba preocupada... pensé que la hermana Kate te había hecho algo...

No me digas que fuiste a reclamarle eso...? – Rosette desvió la mirada, mientras un leve pigmento rosado le cubría las mejillas, haciendo que Chrno comprendiera el mensaje, mientras sonreía débilmente – lo siento, no fue mi intención... – respondió tras un par de segundos, bajando la mirada, pensante.

Lo sé... – la muchacha dio un suspiro, mientras miraba de reojo al chico - ... y... puedo preguntar que es lo que hacías aquí dentro? No es normal que alguien escoja un clóset para dormir...

Un gran silencio cubrió el lugar, mientras Rosette aguardaba por una respuesta; el demonio mantuvo su mirada en sus pies, mientras su respiración se escuchaba entrecortada. La monja dio un suspiro de exasperación.

muy bien! Tu y yo tenemos que hablar!

Hablar... de que, Rosette?

De esto precisamente! – dijo Rosette picando con un dedo la cabeza del chico - Que está pasando contigo? desde hace un par de semanas te noto sin ánimo o sin energías, y hoy desapareces sin dejar rastro y sin decir nada! Quieres que me de un ataque al corazón o algo asi? Déjame decirte que por poco lo logras!

Lo siento... – fue la única palabra que soltó tras dejarse de sobar la cabeza, antes de bajar la mirada.

Y volvemos a lo mismo! Lo único que has hecho últimamente es disculparte de todo! ¿qué ocurre contigo Chrno? Tu no eres así...! – Rosette desvió la mirada – ¿o es que has comenzado a hartarte de mi...? de ser así, dimelo al menos... así sabré que no te pasó nada malo y que estás bien...

Cómo me puedes preguntar algo así...?

Bueno, ¿qué quieres que piense? Llevas semanas portándote distante, desapareces sin decir nada... y de pronto pareciera que ya no quieres estar conmigo, ocultándote de mi... pareciera que no me necesitas mas...

El gran silencio que se formó en el ambiente incomodó realmente a la muchacha, sin embargo, el aire se le fue al ver que la mirada apartada de Chrno, lejos de estar molesta, se veía realmente herida. Rosette pasó un poco de saliva pesadamente, para posteriormente, dar un gran suspiro, al momento de rodear con sus brazos el cuerpo de Chrno y atraerlo hacia ella, sentándole en su regazo y recargando la cabeza del mismo sobre su pecho, por un lado del reloj, abrazándole.

Gomen, Chrno... no fue mi intención...– fueron las únicas palabras que lograron pasar a través de la garganta de la muchacha, mientras acariciaba suavemente los flequillos del demonio, al momento que éste solo suspiraba, pegando su rostro contra el cuello de la chica

No importa Rosette, mientras estés a mi lado... – la chica miró de reojo a su amigo, sintiendo la respiración del mismo contra su cuello; Rosette sonrió.

oye... a todo esto, no me dijiste qué hacías aquí... – preguntó nuevamente, Chrno pensó un poco antes de responder, mientras daba un suspiro, acurrucándose sobre el hombro de Rosette.

Solo recordaba... cuando eras mas pequeña... que nos escondíamos aquí de la hermana Kate... – soltó Chrno cerrando sus ojos, mientras que Rosette, por el contrario, abría los suyos ampliamente – y pensaba en estos últimos cuatro años... – hace una pausa – has crecido...

Bueno... si... tal vez un poco... – soltó avergonzada Rosette.

Si, tan poco que ahora eres tú quien me levanta y me saca una cabeza de altura... – soltó con una sonrisa Chrno, mientras Rosette solo reía divertida por el comentario del demonio. Tras un par de segundos, la chica dejó escapar un suspiro.

No pensé que siguieras recordando todo ello... o bueno... no pensé que te hubiera importado tanto... es decir... jamás me dijiste ni una palabra sobre ello...

Por que al principio pensé que era por que te habías hartado de mi... que ya no me necesitabas mas... – Rosette sintió demasiado familiares las palabras, mientras se ruborizaba de las mismas; el chico se acurrucó mas – es decir... un día dejaste de venir a mi sin decir ni una palabra... y aunque me llevó un poco de tiempo entenderlo, finalmente me hice la idea del porqué... asi que preferí no molestarte diciéndote que extrañaba todo ello...

Entonces... creo que estamos a mano... – soltó Rosette mientras abrazaba mas fuerte a Chrno; se produjo un silencio nuevamente – oye, que crees que nos diría la hermana Kate si nos viera en estos momentos?

No lo sé, de igual manera no importaría, jamás le haces caso... ouch..! osche... – se quejó Chrno al sentir como Rosette la había tomado ambas mejillas y había comenzado a tirar de ellas al mismo tiempo.

Y deberías estar agradecido de ello..! – respondió juguetonamente (sin quitar cierto aire de enfado a su voz claro está) Rosette, mientras le miraba fijamente; tras unos segundos, le soltó, recargándose de nuevo en la pared – Chrno... ¿quieres quedarte aquí un poco mas...?

Solo si tu te quedas también...

Rosette asintió y entonces, tras ello, cerró la puerta del pequeño closet, recargando su cabeza contra la de Chrno, recordando aquellos días cuando mas pequeña, había recurrido hacia él cuando ella le necesitaba... y que hasta la fecha, inconscientemente, seguía, y seguiría haciendo, hasta el fin de sus días.

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