Disclaimer: Los Teen Titans no me pertenecen, hago esto por diversión, y sin fines de lucro.
.: Embarazo :.
Capítulo 1: ¿Positivo?
Los segundos se le hacían eternos mientras caminaba de un lado a otro sin cesar. Nunca había sentido que cinco minutos demoraran tanto en pasar. Respiró hondo por décima vez para calmarse, no recordaba ser tan impaciente como lo estaba siendo en ese momento, pero siendo sincera no podía esperar más.
—Raven ¿Falta mucho? —preguntó, con la ansiedad gravada en la voz.
—Sólo un minuto más.
Un minuto… sólo tendría que esperar un minuto más, no era nada. Faltando veinte segundos sintió que iba a morir, y es que estaba demasiado nerviosa.
—¿Ya?
Raven se dio media vuelta con un extraño intento de sonrisa en su pálido rostro— Ya —anunció en voz baja.
Los ojos de Starfire se dilataron, era la hora de la verdad, no podía acobardarse a última hora, sobre todo después de haber soportado esos horribles y angustiosos cinco minutos. Cerró los ojos y cerró los puños, dispuesta a escuchar a su amiga— Dime Rae, ¿Qué salió?
La joven caminó un par de pasos hasta quedar frente a la pelirroja, quien aún mantenía los ojos cerrados— Positivo —dijo después de hacer una pequeña pausa—. Estás embarazada, Star —continuó después de ver cómo su amiga abría sus enormes ojos sorprendidos.
No podía decir que no se lo esperaba, no podía decir que estaba demasiado sorprendida, pero definitivamente no acaba de creer lo que había escuchado de boca de su mejor amiga.
Raven le mostró la prueba de embarazo, pero era en vano ya que la pelirroja no entendía, sólo vio una pequeña cruz roja a la que no le dio mucha importancia. ¡Estaba embarazaba! Ya nada le importaba en ese momento más que eso. Sin pensarlo dos veces se abalanzó a los brazos de su amiga, dando un grito de alegría.
—¡No lo puedo creer! ¡Es increíble! —empezó a gritar. Un millón de sensaciones empezaron a recorrer cada parte de su cuerpo. Estaba tan feliz en ese momento, al saber que un nuevo ser crecía dentro de ella. Pero al mismo tiempo tenía miedo de lo que le esperaba en el futuro. Se abalanzó hacia Raven para atraparla en un fuerte abrazo, mientras una rebelde lágrima empezaba a bajar por su mejilla.
—Shh, Star —se apuró a decir Raven—. Sé que estás feliz, pero ¡estamos en medio del baño! Si los chicos nos escuchan…
—Lo siento —se disculpó Starfire mientras deshacía el abrazo, y con una radiante sonrisa en el rostro. No podía evitarlo, en serio estaba muy contenta.
—Increíble— dijo Raven tratando de asimilar la idea también—. No sabía que tú y Robin… —Se calló al darse cuenta de lo que iba a decir, no quería ser indiscreta. Vio como el rostro de Starfire iba tornándose cada vez más rojo, a tal punto que casi no había diferencia entre su rostro y su cabello—Lo siento, no me di cuenta de lo que estaba diciendo.
—Eh… ¿Recuerdas aquella noche cuando ustedes se fueron a comer pizza?
Raven se tomó un momento para recordar— Sí, lo recuerdo. Aquella vez regresamos muy tarde.
La pelirroja asintió— Es fue la última vez que… bueno, ya sabes.
—Pero fue hace como dos semanas —recordó la joven de piel pálida. Luego se dio cuenta de algo— …entonces ese el tiempo que llevas embarazada.
Starfire sonrió, luego inconsciente e inmediatamente la joven pelirroja llevó ambas manos a su vientre desnudo. A partir de ese momento debía usar ropa más abrigada.
Ambas chicas se sobresaltaron al escuchar que alguien tocaba la puerta del baño. Raven abrió lentamente la puerta dejando ver del otro lado a tres chicos son una expresión confundida.
—¿Si?
—Oigan, muchachas, llevan más de veinte minutos ahí adentro ¿Sucede algo malo? —Fue Robin el que habló.
—No, Robin ¿Qué te hace pensar eso? —dijo Starfire con una sonrisa. Estaba nerviosa.
—Claramente te escuché gritar, Star —contestó él tranquilamente.
—También nosotros —ayudaron Chico Bestia y Cyborg.
Raven negó con la cabeza— Son cosas de chicas, no les interesa.
Robin alzó una ceja ¿Cosas de chicas? Era definitivamente la peor excusa que había usado su amiga en todo el tiempo que la conocía.
—Eso es ridículo.
—En serio, no sucede nada. No sean tan escandalosos —Y eso fue lo último que dijo antes de tomar a Starfire del brazo y llevarla a su habitación.
El líder titán sabía que algo estaban ocultando esas dos chicas, generalmente no se comportaban de esa manera. Pero decidió dejarlo pasar por esta vez, esperando que sólo fueran alucinaciones suyas.
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No lo podía negar, estar sentada al lado de Robin era muy agradable. Generalmente no tenían mucho tiempo para cosas como esas. Esta vez había sido el mismísimo Robin quien la había invitado a ver una película… en su habitación. Y no era que al petirrojo no le agradaba ir al cine, sino que al estar en la torre se sentía más tranquilo por si algo malo sucedía.
Hacía dos días que Starfire se había enterado que estaba embarazada, y su cabeza aún seguía asimilando la idea. En realidad la chica había pasado dos noches enteras sin poder dormir, por pasársela pensando en cómo decirle a su querido noviecito acerca de ése asunto. Pero definitivamente lo que más asustaba a la alienígena, era la reacción de su pareja.
Varias veces había visto en las películas cómo reaccionaban los terrícolas ante tal noticia: Unos se desmayaban, otros perdían el habla, y los demás huían corriendo despavoridos.
Se preguntó cuál de todas sería la reacción de Robin.
Miró a su alrededor, las luces estaban apagadas, lo único que iluminaba tenuemente la habitación era el televisor que estaba prendido. Ella y el líder titán estaban sentados en la cama de éste. En ese momento pensó que era un buen momento para decírselo, todo estaba en calma, la falta de luz no permitiría que el chico viera el gran sonrojo de la chica a la hora de decírselo y además, había una cama por si Robin caía desmayado.
—Oye, Robin… —Lo llamó, mirando hacia la dirección opuesta. En un acto de valentía, acababa de decidirse: iba a decírselo.
El chico la miró un poco extrañado— ¿Qué sucede?
¿Y qué tal si se quedaba sin habla? ¿Y qué tal si huía despavorido y nunca más regresaba?
La valentía sólo le había durado treinta segundos, en este mismo momento se sentía la chica más cobarde del mundo. Suspiró sonoramente y abrió la boca:— Tengo un poco de frío.
¿Qué había sido eso? ¿Frío? Pero si estaba más acalorada que nunca.
El chico esbozó una media sonrisa y aún con la mirada en la pantalla, fingiendo enorme concentración, pasó uno de sus brazos por el hombro de Starfire y la atrajo hacia él. Fui lo único que se le ocurrió en ese momento para que la pelirroja no sintiera frío. Era eso o ponerle su chaqueta encima, y ésta idea no le gustaba tanto como la primera.
Ella se sorprendió ante esto. A pesar que ella y el chico eran novios desde hacía más un año y medio, generalmente el petirrojo no daba muchas muestras de cariño como ésta, y mucho menos frente a sus compañeros.
Se sentía tan bien recostaba en el pecho del joven, algunas veces Robin podía ser muy tierno.
—Star, estás un poco extraña.
Ella sonrío restándole importancia— Es sólo tu imaginación.
En ese momento se dio cuenta que tal vez no era buena idea contarle a Robin. Sí. Lo mejor sería que Robin se diera cuenta por sí sólo. Esto implicaría un par de meses, de seguro. Pero prefería eso a decirle en la cara a Robin.
Sonrió feliz, de seguro esa noche sí podría dormir.
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Tocó la puerta de metal tres veces, pero nadie abrió. A veces se preguntaba en donde rayos se metía Raven. Muchas otras, sospechaba que en algunas ocasiones ella no quería abrirle la puerta.
Gruñó al pensar en la última opción.
Entendía que a Raven no le gustaba que entraran a su habitación, pero cada vez se convencía más de que eso se estaba convirtiendo en una obsesión. Pero no era justo, él la dejaba entrar a su habitación cuando quisiera. (Ahora trataba de mantener su habitación ordenada)
Se convirtió en una mosca verde y entró a la habitación por el pequeño espacio que había debajo de la puerta metálica. Una vez adentro tomó su forma humana, y descubrió con asombro que la habitación estaba vacía.
¡Rayos! ¿En dónde estaría metida Raven?
Se dio media vuelta, disponiéndose a salir de la habitación, pero al pasar por el estante de la gótica se detuvo al ver un objeto ya conocido para él.
Un espejo.
Aún después de tanto tiempo podía recordar todos los problemas que le había causado, pero no podía negar que gracias a lo sucedido había logrado acercarse más a Raven, hacía ya bastante tiempo.
Lo tomó entre sus manos, pero inmediatamente recordó que era mejor no coger las cosas de Raven, sobre todo si son espejos que abren portales a la mente de tu novia. Al soltar el espejo, una pequeña caja que estaba en la esquina del estante cayó al tacho de basura que se encontraba en el suelo.
El Chico Bestia se apresuró a recogerlo, no le importó mucho porque el tacho estaba lleno sólo de papeles. Pero hubo algo que le llamó la atención, al lado de la cajita había algo blanco… No pudo evitar cogerlo para saber de qué se trataba. Era muy curioso, y no iba a negarlo.
Abrió los ojos enormemente al reconocer lo que tenía entre las manos en ese momento. Era… ¿Una prueba de embarazo? Se detuvo a pensar por unos minutos… Sí, lo era. Aún con la boca semiabierta de la impresión, miró de nuevo lo que tenía entre sus manos… ¡Era positivo!
—No lo puedo creer —dijo después de recuperar el aliento— ¡Raven está embarazada! ¡Vamos a tener un bebé!
N.A.:
¡Hola~! No puedo creer que haya publicado después de tanto tiempo, pero me puse a revisar los fics que empecé hace tiempo (más de un año u.ú), y pues no sé xD, ya está ahí, sería cuestión de que lo termine xD.
Espero no estar hablando sola u.ú, jeje. Bueno ¿Qué tal? Espero que hayan pasado un buen rato leyendo. Aviso que habrá BBxRav :D, y… creo que después estará más entretenido. Y ya, si han leído ¡muchas gracias! Espero me digan qué tal les pareció y si lo continúo o de plano lo dejo ahí u.u
Bye x)
