-Ya casi terminamos los preparativos chicos, muy buen trabajo.-El profesor Farrés nos felicito.
Estábamos preparando todo para la fiesta de noche de brujas en el instituto. Apuntaba a que sería fantástico. No habíamos tenido clases y todo era risas a montones.
Algunos hablaban sobre el disfraz que llevarían y la música que se pondría. Alexy sería el dj esa noche.
-Elena-el profesor me llamo- ¿puedes ir a comprar algunos aperitivos? Creo que nos harán falta más noche.
-Por supuesto.-conteste.
-Bien, este… Armin ¿puedes ir con ella?
-Claro.-Dejo de colocar las telarañas en las paredes.
El profesor Farrés nos dio el dinero y nos dirigimos a la salida.
-¿Qué te pidió Farrés?-me pregunto.
-Muchos dulces, de todos modos. Es noche de brujas.
-Eso me recuerda que ayer por la noche estaba jugando un videojuego. La historia era bastante interesante.
-¿De qué trataba? Tal vez lo he jugado…
-Conoces el juego llamado: ¿Mundo perdido?
-Mundo perdido….-trate de buscar en mis memorias pero no sirvió de nada.-No… lo siento. Pero, cuéntame de que trataba.
-Bueno, el juego narraba un extraño suceso en un manicomio, los personajes estaban totalmente sumidos en su locura. Pero en realidad no era un manicomio. Es bastante extraño explicarlo, ''a causa de algo'' ''ellos'' quedaron locos. Estaban tan mal de la cabeza que tuvieron que encerrarlos en ese lugar hasta el día de su muerte. Entonces, años después…
-Espera.-Le dije- Ya llegamos…-entramos al bazar y compramos las bebidas y dulces que necesitábamos y alguna que otra botana.
-Bueno, creo que ya tenemos todo. Llevábamos muchas bolsas que cargar. Armin me dio una paleta que había comprado y la puso en mi boca sin previo avisto. La saboreé tenía un sabor dulcemente ácido.
-Es de mis favoritas.-Me dijo con su paleta en la boca.
Comenzamos a caminar nuevamente, ya estaba atardeciendo y aun necesitábamos disfrazarnos, algunos ya tenían todo en sus casilleros y otros debían de volver a casa.
-Ustedes… jovencitos.-Escuchamos una voz a nuestras espaldas.
Volteamos a ver y vimos que era una anciana, su cabello era largo, blanco y muy bien cuidado. Su ropa parecía cara y lo único extraño en ella eran que sus ojos eran totalmente blancos.
-Se le ofrece algo.-Armin se quito la paleta de la boca y me aparto un poco de la anciana. No le daba buena espina.
-Sí, por favor ¿podrían ayudarme a cruzar la calle?
Ambos nos quedamos atónitos. La calle estaba completamente vacía, ni un alma caminaba, salvo nosotros tres. No me negué y accedí, haciendo que Armin también ayudara de mala gana.
La ayudamos a cruzar la calle y ella atentamente nos agradeció con un abrazo a cada uno.
-Eso fue extraño.-Dijo Armin.
-Pero al menos hicimos nuestra buena acción del día ¿no te hace sentir bien?
Armin me miro con cara de preocupación, sus ojos mostraban algo.
-¿Qué te pasa?
-N-nada. Ah de ser solo mi imaginación.- Comenzó a caminar nuevamente.
Era extraño que se comportarse así. Pero sabía bien que no diría nada.
Llegamos de nuevo al instituto y dejamos las cosas en el aula. Ya casi no había nadie, antes de dejar mi bolsa en la mesa me di cuenta de que en las bolsas que dejo Armin había algo brillante. Era un disco…
-Armin ¿Compraste un disco en el bazar?
-¿Yo?-Se acerco.- No.-Lo observo.- ¿Pendelum? ¿Propane Nightmares? No conozco esa canción.
-Ni yo.
Entonces decidimos dejarla allí, de todos modos algo de música no sería tan malo. Ya era tarde, necesitaba ir a recoger mi disfraz con Leigh. Armin armo todo por mí, él quería que le dejará escoger mi disfraz. No me negué, no tenía idea de que vestirme y resulto ser el de una chica gato. Me mantuvo el disfraz en sorpresa, hasta ahora, que me dijo que ya estaba listo y podía ir a recogerlo. Bueno, el disfraz me salio gratis. En realidad no sabía ni como era.
Corrí, ya se me hacia tarde. Cuando llegue observe que la tienda estaba abierta.
-Buenas tardes.-Entre.
Observe que Rosalya jalaba de la mano a Leigh. Casi lo tumbaba del mostrador.
-¡Rosalya! ¡Qué hermoso disfraz!
Llevaba un hermoso vestido corto de gothic Lolita negro con encajes igual de dorados que sus ojos. Un sombrero pequeño y su cabello blanco estaban peinados con dos coletas hermosamente onduladas. Sus zapatos eran de tacón alto.
-¿¡Te gusta!?-Estaba emocionada-Lo hizo Leigh solo para mí.
-Sí, realmente Leigh tiene talento.
El solo asintió a lo que dijo y continuo serio.
-Por cierto, ¿vienes a algo?-Me pregunto Rosalya.
-¡Ah, sí! Venia para recoger un pedido de un disfraz.
-Sí, ya está listo. Ven para que te lo pruebes.-Lo saco debajo del mostrador y mostró el probador.
Cuando me lo puse por completo, jamás pensé que por primera vez en mi vida, me viera tan… Sexy. Me sentía avergonzada pero… Sexy.
-Armin, ¡eres grande!
Rosalya toco la puerta del probador.
-Ely ¿Ya te lo pusiste?
-S-si.-Conteste.
Abrió la puerta y me miro.
-¡Es muy lindo! ¿¡Lo llevaras!?
-Sí.
-¡Entonces! ¡Déjame maquillarte y peinarte!
Me jalo hacia afuera y me metió a una puerta que nunca antes había visto.
-¿Qué es esto?
Mire un enorme armario y un tocador con miles de cosas.
-Esta son algunas ropas diseñadas por Leigh que aun no termina. Aquí suelo guardar el maquillaje que no suelo usar… y se fue acumulando y… acumulando… ¡Bueno, da igual! Siéntate.
Comenzó a peinar mi cabello y a maquillarme. Me sentía algo avergonzada pero ella parecía disfrutarlo.
Paso algo de tiempo hasta que me dio el último toque. Dio el toque final pintando mis labios de un color durazno.
-Lista.
No podía creerlo, ¿esa era yo? ¡Era yo!
-Rosalya…-la mire-¡Eres la mejor!-la abrace.
Salimos las dos juntas y Leigh nos esperaba con una sorpresa para las dos.
Quito cuidadosamente el sombrero de Rosalya y le puso una corona dorada, era hermosa y después se acerco a mí y puso en mis orejas de gato y dos rosas rojas de un intenso color.
Con una leve sonrisa nos miro. Rosalya estaba emocionada, brinco hacia él y no lo soltó del brazo.
-Creo que es hora de irnos.-Dijo Rosalya.
Ya era de noche, las estrellas y la luna eran perfectas. Caminamos hacia el instituto y cuando llegamos escuchábamos que todo retumbaba por la música.
Se habían montado una verdadera fiesta. Hermosos disfraces mire pasar. Ya me sentía avergonzada y algo apenada.
Procedimos a entrar. Había mucha gente y el ambiente parecía ser bueno.
-Pero vaya, vaya.-Escuche la voz de Castiel, seguida de la de Lysandro-Al parecer la inocente gatita decidió sacar las garras.
Me sorprendió, vestido de vampiro, ¡Pero qué vampiro! Casi quisieras que te mordiera.
-Realmente ese traje te queda muy bien.-Hablo Lysandro.
El venia vestido de duque, el solo verlo era hipnotizador.
-Realmente se ven bien los dos.-Dije.- Pero Castiel….-Mi voz convenzo a sonar algo sensual- Sorprendentemente el ser vampiro te queda bien…
Mi forma de hablar hizo que se sonrojara y luego se fuera. Lysandro le siguió la corriente.
Cuando menos me di cuenta ni Leigh ni Rosalya estaban. De pronto la gente se comenzó a acumular más. Hasta que choque con el pecho de alguien.
-P-perdón.-Lo mire a la cara. Estábamos tan pegados y tan cerca que nos sonrojamos.
-Al parecer… esto se salio de control.-Nathaniel volteo a otro lado totalmente rojo.
Hubo un momento en que había tanta gente que no podíamos despegarnos.
-T-tenemos que salir de aquí.-Me abrazo delicadamente y comenzó a empujar a la gente con su espalda procurando que no me hicieran nada.
Por fin habíamos llegado a la cancha de básquet.
Todo esta era vergonzoso. Pero Nathaniel no desaprovecho para alargarme y decirme que me veía realmente bien. El iba con lindas orejas de gato y una ropa contorneaba muy bien su cuerpo. Realmente se veía bien.
-B-bueno… Me tengo que ir, tengo que arreglar unos asuntos. Fue un gusto verte.-Se despidió y se fue.
Mire a Alexy como todo un DJ al parecer no iba disfrazado, venía vestido como siempre.
Todos bailaban y parecían divertirse.
-¡Ely!-Escuche un grito y después mucho flash seguidos. Dejándome ciega.-Te estaba buscando.
Armin ¿eres tú? Trataba de volver a ver correctamente.
-Si.-Se abalanzo contra mí y me abrazo por la espalda puso su cabeza en mi hombro. –Te vez muy bien.-Susurro a mi oído. Hizo que mi piel se erizara por completo y después de eso vino otro flash. No dejaba de tomarme fotos, hasta que separo de mí. Pude ver de qué iba vestido, mantenía una guitarra eléctrica en su espalda, color azul. Su ropa era rockera y tenía un collar de púas que acentuaba su cuello.
-T-te queda genial.-Solo pude decir eso estaba sorprendida. Le quedaba como anillo al dedo.
El rió y agradeció.
-¡Chicos la están pasando bien!-Alexy grito por el micrófono. Todos estaban emocionados.- ¡Entonces sigamos bailando!
Alexy puso un disco en la computadora y paso de ser una canción electro a una más oscura. Volteamos a ver a nuestro alrededor y todo… estaba cayendo al piso. Alexy trato de quitar el disco de la computadora pero fue inútil, esta se seguía reproduciendo.
-¿Qué está pasando…?-Todos habían caído desmayados.
Los únicos que estábamos parados allí mismo eran Armin, Alexy y yo. La canción resonaba con fuerza por toda la escuela.
-Amber, ¡Amber!-Nathaniel entro rápidamente y busco a su hermana. También estaba tirada en el suelo.
-Nathaniel, ¿Qué paso?-Corrí hacia él.
-Todos… todos comenzaron a desmayarse…
De repente vino a mi cabeza aquel disco de la tarde.
-A-Armin… no será culpa de ¿aquel disco? No será, esa… su canción.
De pronto dio fin y toda la escuela quedo en penumbras.
-Que… que está pasando…
