Los Magníficos es una creación de Frank Lupo y Stephen Cannell para la cadena televisiva estadounidense NBC. La serie y sus personajes reconocibles son propiedad de los respectivos portadores de los derechos de propiedad intelectual. Este fic es solo para propósitos de entretenimiento.
Versión alternativa (condensada) de los eventos del episodio "El Día del Juicio, segunda parte" (Judgement Day, part 2; 4x02)
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Afueras de Palermo, Italia
Mediados de 1985
Los Magníficos recién habían rescatado a Lori, hija del juez Mordente, de unos mafiosos liderados por Gino Scarlatti. Sin embargo, Scarlatti y sus hombres los estaban persiguiendo. El plan consistía en llegar hasta la pista de aterrizaje y allí abordar un avión de regreso a California. Solo había un problema: Mario (quien iba conduciendo) no quería detenerse, a pesar de los intentos de Hannibal, Faz y Murdock de convencerlo.
Viéndose sin opciones, Faz durmió a Mario pegándole con su rifle en la nuca. Eso hizo que el vehículo en el que viajaban saliera de control hasta que Faz pudo conducirlo.
Brillante, teniente – dijo Hannibal.
Eso fue genial, hombre facial – añadió Murdock.
Gracias – dijo Faz.
En la pista de aterrizaje, Lori y Murdock llevaron a Mario al avión mientras Faz y Hannibal disparaban contra los mafiosos. Una vez neutralizados los mafiosos, Faz y Hannibal se subieron al avión.
Vámonos ya, Murdock – dijo Hannibal con voz fuerte, mientras subía al avión.
Y el avión despegó, de regreso a California.
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Habían pasado varias horas de vuelo, sin sobresaltos. Murdock estaba piloteando el avión y Hannibal estaba al lado.
Sabe, coronel – dijo Murdock – Debería haber una terapia para que Mario ya no tenga miedo de volar.
Estoy de acuerdo, capitán – dijo Hannibal – Ya es hora que Mario pueda volar como alguien normal.
En ese momento, Faz apareció en la cabina de mando.
Qué bueno que esto ya casi acaba – dijo Faz.
Definitivamente una aventura emocionante – dijo Murdock.
Como para una película – dijo Hannibal.
De repente, Mario despertó y su voz se escuchó en la cabina de mando del avión.
¡ESTOY EN UN AVIÓN! – dijo Mario, enojado.
Oh, no, el apocalipsis se acaba de desatar – dijo Faz – Mario despertó.
¿Curioso, no? – dijo Hannibal.
ME DURMIERON Y ME METIERON EN UN AVIÓN – dijo Mario, mientras Hannibal encendía un cigarro – LO HICIERON DE NUEVO.
Iré a tranquilizar a Mario – dijo Hannibal.
ME LAS VAN A PAGAR, TONTOS – dijo Mario mientras Hannibal salía de la cabina de mando – LOS HARÉ POLVO.
Como desearía que Mario dejara de tener miedo a volar – dijo Faz mientras se sentaba al lado de Murdock.
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Los Ángeles, California, Estados Unidos
Los Magníficos llevaron a Lori a la mansión donde su padre se encontraba, recibiendo el agradecimiento del juez Mordente.
Hicimos una buena acción – dijo Faz, mientras él y el resto del equipo salían de la mansión.
Pero hay un asunto pendiente – dijo Mario.
Un asunto… - dijo Faz – Oh, Mario, ¿acaso vas a golpearnos?
Me metieron a un avión – dijo Mario – Y me las van a pagar.
De pronto, se oyeron sirenas.
Es Decker – dijo Hannibal – Vámonos.
Y Los Magníficos se subieron a la camioneta y se fueron del lugar.
Algún día me las pagarán – dijo Mario, quien estaba conduciendo – Por dormirme y subirme a los aviones.
Si no tuvieras miedo a volar, Mario, estas misiones serían más fáciles – dijo Murdock, algo molesto.
¿Algo para agregar, coronel? – preguntó Faz.
Sí – dijo Hannibal – Me encanta cuando un plan se realiza.
