Disclaimer: Ni Mundodisco ni Harry Potter me pertenecen, corresponden a Terry Pratchett y a J

Disclaimer: Ni Mundodisco ni Harry Potter me pertenecen, corresponden a Terry Pratchett y a J.K.Rowling, así que alejen a sus abogados de mi antes de que suelte a los perros.

-"Bla, bla, bla.."- Personaje hablando.

-"Bla, bla, bla.."- Personaje pensando.

-"Bla, bla, bla.."- Demonio o serpiente hablando.

-"Bla, bla, bla..."- Demonio pensando.

-"BLA,BLA,BLA…"-Muerte hablando.


"Los héroes no nacen, se hacen aunque algunos se hacen en contra de su voluntad"

Prologo

El comienzo de una nueva aventura, ¿por qué a mí?

Hace mucho tiempo en una galaxia muy, muy lejana...

Oops, perdón, historia equivocada, esto, intentémoslo de nuevo.

Érase una vez en una tortuga muy, muy lejana...

La Gran A´Tuin nadaba lentamente por las profundidades estelares, su caparazón lleno de cráteres de meteoritos y congelado con el hielo de los cometas, conforma la base sobre la cual son transportados los cuatro gigantescos elefantes sobre cuyos lomos descansa la gran circunferencia que es Mundodisco.

Un día como otro cualquiera en la antigua ciudad de Ankh-Morpok, cercana a las orillas del Mar Circular, los cadáveres flotaban río abajo, el olor del aire sería capaz de tumbar a un elefante, era lo que se podía decir un día normal para sus habitantes.

En estos momentos, en el Tambor Remendado, un bar de gran reputación de la zona, se estaba produciendo lo que los clientes habituales llamaban un intercambio amistoso de puntos de vista, es decir, el Tambor era una autentica batalla campal en la cual se intercambiaban constantemente puñetazos y patadas.

Pero no todos los clientes del bar se encontraban afanados en descubrir el color de las entrañas de su compañero, algunos simplemente se encontraban inconscientes en el suelo o apartados de la pelea tomando unas cervezas, evitando por todos los medios llamar la atención, ya que de esa manera evitaban convertirse en la victima de alguna daga perdida en busca de una espalda sobre la cual posarse.

Nuestra historia se centra en uno de esos hombres, en concreto en uno que lleva una túnica roja llena de estrafalarios adornos dorados por todas partes, sobre su cabeza descansa un sombrero de ala ancha del mismo estilo que la túnica, con una estrella casi irreconocible en la punta y con la palabra Echicero escrita en él; parecía que el que había diseñado aquellas prendas había tenido tan buen gusto como dotes para la ortografía.

El hombre era conocido como Rincewind, y en estos momentos, se encontraba disfrutando de una bebida acompañado de lo que parecía un orangután. Cabe destacar que el orangután era el bibliotecario de la Universidad Invisible, uno de los mayores núcleos de magia del planeta. Nadie se había acercado a ellos durante la pelea, lo cual no era de extrañar ya que si alguien se acercaba lo suficiente a aquel extraño dúo descubriría el peligro de acercarse a un ser capaz de servirse de todas sus extremidades para golpearte.

La pelea continuo inexorablemente hasta que la gente se dio cuenta de que había un gran número de desapariciones, Bill Ojoperdido fue el primero en notar el alto número de gente que empezaba a desaparecer seguido de lo que se parecía al sonido de una puerta al cerrarse.

Al dirigir su ojo bueno hacia el suelo se encontró con un arcón con múltiples patitas que le devolvía la mirada, sin embargo Bill atribuyó este raro fenómeno a la cerveza de Klacht que había bebido momentos antes, y cuyo color se parecía al del rio de Ank-Morpok en esta época del año.

Aquel extraño arcón era El Equipaje, muchas personas, animales, demonios y demás seres se habían cruzado con El Equipaje durante los viajes que este había llevado a cabo a lo largo de los años, y todos habían llegado a la misma conclusión sobre El Equipaje, solo dos palabras eran necesarias para definirlo a la perfección, "Psicópata asesino".

Cuando hubo terminado el revuelo, debido a la falta de contrincantes, Rincewind y su peludo amigo pagaron sus bebidas (¿o quizás no?) y emprendieron su camino seguidos de cerca por El Equipaje.

-"Oook!"-Dijo el bibliotecario.

-Si tienes razón-Respondió Ricenwind.

-"¡Oook!"

-"Ya sabes que hace lo que quiere"

-"Oook"

-"Que sepas que todavía me pertenece"

-"¿Oook?"

-"Pues claro que si, no se como puedes decir eso"

-"¿Oook?¿Oook?"

-"Y que querías que hiciera, que me pusiera delante suyo"

-"Oook"

-"Ya sabes que últimamente no ha dado muchos problemas, además eso es algo que no debiéramos discutir en la Universidad Invisible"

-"¡Oook!"

Y se oyó un sonido de dos tapas de madera al cerrarse Mientras Rincewind suspiraba-"Es que es como un niño".


Mientras todo esto ocurría y ajenos casi por completo a los problemas de los habitantes de Mundodisco, los dioses se disponían a tratar un tema de gran importancia.

-"Buego ¿Y a pgué jugamog ahoga?"- Preguntó impaciente Offler el Dios Cocodrilo.

-"¿Qué tal a Desastres Naturales?"-Propuso Io el Ciego jefe de los dioses.

-"Cgeo gue pegdimos las geglas de ese"-

-"¿Qué tal Héroes Interdimensionales?"-Preguntó la Dama.

-"¿Por qué no?, hace tiempo que no jugamos a ese"-

-"¿Algún planeta en mente para nuestra partida?"-Inquirió Sino, dirigiendo una perspicaz mirada a la Dama.

-"Mundobola, ahora se encuentra cerca de nuestro planeta, apenas a dos galaxias de distancia"-

Tras sus palabras una mesa apareció de la nada y sobre ella se dibujo un mapa de una zona de Mundobola conocida como Inglaterra.


A la vez en la Universidad Invisible, se estaba llevando a cabo una reunión.

-"¿Para que nos hemos reunido?"-Preguntó Mustrum Ridcully, archicanciller de la Universidad Invisible.

-"Señor, nos han reunido debido a la proximidad con el planeta Mundobola"-Aventuró Ponder Stibbons.

-"Ah, si gracias señor Stibbons"-

-"¿Por qué no cenamos primero, hace ya casi una hora desde el ultimo aperitivo?"-Preguntó el Decano.

-"Si, podríamos designar un grupo de estudio, mientras comemos un poco"-Ridcully lanzó una mirada a Runas Recientes mientras valoraba su sugerencia.

-"No, sería mejor que lo resolviéramos ahora así podríamos comer más tranquilamente cuando hubiéramos acabado"-

-"Quizás tenga razón señor Stibbons, de acuerdo primero terminares con este tema en cuestión y luego iremos a cenar"-Runas Recientes y el Decano le miraron con odio.

-"Debido a nuestra relativa cercanía a dicho planeta, he decidido que deberíamos mandar a alguien allí a investigar este nuevo mundo y las posibilidades que este pueda ofrecernos"-

-"¿Y como salvaremos la distancia que nos separa, ejecutaras algún hechizo o conjuro para trasladarte allí?"-Cuestiono el Tesorero, que hasta entonces había estado comiendo un pequeño tentempié a escondidas del resto.

-"No me han entendido, yo no seré el que ira a Mundobola. En cuanto al problema de cómo llegar hasta allí, el señor Stibbons me ha asegurado que con algunos ajustes Hex podrá llevar al elegido hasta allí sin problemas"-En ese momento Ponder Stibbons se vio blanco de varias miradas y no precisamente amigables, las cuales parecían querer decir "tu tienes toda la culpa".

-"Bien en cuanto al elegido para realizar el viaje.."-Los magos se miraron entre sí como si estuvieran buscando a algún culpable de un crimen para endosarle aquella tarea.

Como si algún dios estuviera respondieron sus plegarias, las puertas de la Universidad se abrieron para revelar las figuras inconfundibles del bibliotecario y de Rincewind, seguidas de cerca por El Equipaje.

Las miradas se centraron en ambos; al verse el centro de todas aquellas miradas y sonrisas amigables el Bibliotecario dedujo de inmediato que no podía tratarse de nada bueno, así que les devolvió la sonrisa, lo cual produjo que las miradas se centraran únicamente en su compañero debido a la gran cantidad de colmillos que la sonrisa que recibían les estaba dedicando.

La expresión de Rincewind era como la de aquel que acaba de ver como el edificio de al lado y el suyo empieza a hacer ruidos extraños.

-"¿Por qué siempre he de ser yo?"-Se lamentó Rincewind mientras los demás magos se le acercaban con sonrisas resplandecientes.


-"¿Buego, empezamog ya o pgue?"- Replicó Offler el Dios Cocodrilo.

-"Calma estamos colocando nuestras piezas"-Repuso Io el Ciego, mientras depositaba una pequeña estatuilla de un hombre con cara de serpiente sobre el tablero.

-"Además, tu nunca consigues llegar a la final en los juegos"-Intervino Sino a la vez que depositaba una figurilla de un joven con gafas sobre el tablero.

Los dioses entonces se dieron la vuelta, y fijaron sus ojos expectantes en la Dama, esperando a ver cual ficha sería su campeón.

-"Mi campeón todavía no ha llegado, así que no puedo colocar su ficha hasta entonces"-Dijo la Dama mientras veía como las pequeñas figuras cobraban vida y se desplazaban por el tablero imitando a los seres reales que representaban.

-"Buego, pueg puyen empiega a tigag log dados"-

Tras un breve discusión se estableció que el primer turno le correspondería a Io, el segundo a Sino y el tercero a la Dama, la partida acababa de comenzar.


Hoy no era un día cualquiera para la Muerte, hoy un nombre muy especial había vuelto a aparecer en su lista, el nombre pertenecía al único ser en la tierra cuyo destino había sido distorsionado por los dioses incontables veces.

-"RINCEWIND"-Leyó una voz hueca como la eternidad.

La Muerte conocía muy bien a Rincewind, había ido a por su alma en incontables ocasiones, pero en todas ellas Rincewind había acabado escapando con vida, lo cual había hecho que la Muerte lo considerara una persona de lo más impuntual.

La Muerte se dirigió hacia el estudio de su casa, donde recogió un biometro que reposaba solitario en una de las estanterías, este no era un biometro normal y corriente como el del resto de las personas, la mayoría de los biometros eran simples relojes de arena que medían la vida que les quedaba a las personas; sin embargo aquel biometro era el de Rincewind, y debido a la gran cantidad de magia de la cual Rincewind había sido objeto, el biometro había sido deformado de tal manera que la arena iba y volvía de arriba abajo, sin dejar claro donde quedaba más o menos.

La muerte recogió con su mano huesuda el biometro de Rincewind y se encamino hacia sus establos donde descansaba un impresionante caballo blanco, era Binky el caballo de la Muerte, el cual era capaz de recorrer miles de kilómetros en apenas décimas de segundo, la Muerte no podía arriesgarse a ser impuntual.

Tras montarse en Binky este dio un salto y la realidad se curvo permitiéndolo llegar a Ankh-Morpok en apenas un instante solo dejando tras de si unas marcas ardiendo en el aire donde había saltado.


-"Tranquilo Rincewind, el proceso de intercambio de Hex ha sido comprobado y creemos que ya esta reparado"-Dijo Pondera Stibbons.

Rincewind sabía lo que eso quería decir, cuando un mago decía eso lo que en realidad quería decir era "Lo hemos mirado varías veces, y como no sabemos lo que le pasa lo hemos golpeado con un martillo varias veces hasta abollarlo por un lado", en Ankh-Morpok era bien sabido que si golpeabas algo con suficiente fuerza este se arreglaba. Por eso cuando Rincewind fue arrastrado hasta Hex y vio uno de sus lados abollado intento hacer lo que se le daba mejor huir, solo para ser detenido por unos brazos mucho más anchos que los suyos que lo habían puesto con los pies hacía el techo.

-"Gracias por su colaboración"-Dijo Ridcully sonriendo.

Rincewind fue atado mientras sus piernas se movían a una tremenda velocidad esperando encontrar el suelo para emprender su frenética huida.

-"Equipaje, Equipaje, ¡ayúdame!"-Aulló Rincewind.

Sin embargo, sus esperanzas se vieron frustradas cuando vio al Equipaje en mitad del circulo hacía el cual le arrastraban comiendo patatas fritas, mientras Runas Recientes y Estudios Indefinidos guardaban las distancias e intentaban esconder detrás de ellos un hacha y un martillo, respectivamente.

-"Maldito trozo de madera con patas"-

-"Vamos, no se por que esta tan nervioso amigo mió, Hex ya esta reparado, además si le ocurre cualquier cosa tendrá con usted su baúl"-

-"¿Entonces por qué no va usted?"-

-"Ya me gustaría, pero no puedo dejar la universidad sola"-

(Sobre todo, por que si lo hacía solo tardarían unos segundos en elegir un nuevo archicanciller y declararlo muerto, y en el caso de que no lo estuviera encargarse de que solo fuera un error tipográfico el que dijeran que en efecto estuviera vivo)

Con gran esfuerzo los magos depositaron a Rincewind en el círculo junto con el Equipaje y se alejaron de él. Rincewind miró rápidamente a todos lados buscando alguna forma de huir de aquel destino, cuando sus ojos se posaron en la Muerte que estaba descansando tranquilamente en una esquina sin dejar que ningún mago la viera.

Este hecho solo provoco que Rincewind redoblara sus esfuerzos de librase de las ataduras que evitaban que escapara.

-"Bueno ya esta todo preparado"-Anuncio Stibbons desde detrás de la maquinaria.

Cualquier persona se habría resignado en un momento como este, pero un especialista en huir cobarde como Rincewind no, de tal manera que siguió mordiendo las cuerdas desesperado.

-"Comienza el intercambio"-

-"Nooooooooooooooo"-

La muerte se lanzó entonces hacía Rincewind, el cual empezaba a desintegrarse cuando el sonido de un dado al ser lanzado tronó en el espacio, y en un instante Rincewind ya no se desintegraba, sino que era proyectado a través del espacio hacia Mundobola.

-"Bueno, pues ya esta en camino, ¿esta seguro de que será capaz de recuperarlo después?"-

-"Bueno, supongo que si"-

-"En fin, ¿y que esperamos recibir a cambio de Rincewind?"-Pregunto Runas Recientes.

-"Si la última vez recibimos una especie de cañón de fuegos artificiales"-Puntualizo Estudios Indefinidos.

-"Tranquilos, esta vez me he asegurado de que se tratara de una zona desierta, además esta cerca de un lago por si acaso Rincewind tiene sed"-

-"Si tiene razón a veces viajar tanto deja a uno con sed"-

De repente un enorme sonido lleno la zona, y en el centro del circulo apareció una persona inconsciente en lugar del objeto inanimado que esperaban.

-"Debería mejorar el aterrizaje, si hubiera flexionado las piernas…"-

-"¿No debería de ser una piedra o algo por el estilo?"-

-"Me parece que debería cambiar su información señor Stibbons, es obvio que estaba equivocado"-

-"¿Entonces que habrá sido de Rincewind?"-


Mientras tanto en el colegio Hogwarts de magia y hechicería, el nuevo profesor de Defensa contra las artes Oscuras acababa de desaparecer, junto con el atril en el que se encontraba delante de todos ellos en mitad de su discurso de introducción.

-"¿Profesor Lockhart, se encuentra ahí…?"-Pregunto la profesora Mcgonagall.

De repente un sonido ensordecedor inundo la sala del Gran Comedor, en el lugar donde hacía solo unos instantes había estado su profesor Gilderoy Lockhart, apareció un hombre de aspecto estrafalario y un enorme baúl.

El hombre pese a que se encontraba bastante aturdido y por alguna razón medio atado se volvió y contemplo a la enorme cantidad de alumnos enfrente suyo, y tras un instante de valorar la situación, grito, grito, y después grito un poco más, después se desmayo delante de todos.

Por su parte muy lejos de allí, los dioses discutían acaloradamente acerca de que uno de ellos había hecho trampas en el juego, la Dama no paraba de repetirles que eso era una auténtica estupidez, al fin y al cabo solo había sacado dieciséis con dos dados de seis caras.

AN: Espero que os guste, es una historia con la que espero de todo corazón que os riaís o por lo menos os divertaís leyendo; ante todo debo decir que esoy dipuesto a cualquier sugerencia o consejo, además si hay algún error por favor no dudeis en decirmelo, gracias.

Green5Wolf